082. Investigaciones de la temporada 2016 en Cancuén y la Transversal del Norte: nuevas evidencias sobre el comercio clásico maya y el apogeo de las rutas de comercio de Verapaz en el Clásico Tardío

Descarga este artículo en formato pdf

Investigaciones de la temporada 2016 en Cancuén y la Transversal del Norte: nuevas evidencias sobre el comercio clásico maya y el apogeo de las rutas de comercio de Verapaz en el Clásico Tardío

En seguimiento a los objetivos de las últimas temporadas de campo del Proyecto Arqueológico Regional Cancuén, se consideró para este año el enfoque hacia el estudio de la zona de Cancuén en la finca El Guaraní (nombre actual de la finca) ubicada a 2.5 km en línea recta del epicentro y cercana a la aldea El Zapote (Fig.1). En los inicios de las investigaciones del proyecto había sido considerada ésta área como un sitio periférico de Cancuén, realizándose una serie de pozos de sondeo y el mapa preliminar del mismo en esa época (Castellanos et al. 2003, O’Mansky 2004 y 1999). Sin embargo, dados los estudios recientes de mapeo y que han sido acompañados por excavaciones afuera del epicentro peninsular que corren a lo largo de varios kilómetros tanto al noroeste como al noreste del sitio, en los denominados “transectos”, se sabe que forma parte de áreas residenciales continuas, pero irregulares en distribución debido a que casi la mitad del terreno está inundado por gran parte del año.

Los transectos este y noreste ya han sido investigados preliminarmente con una serie de sondeos que han permitido obtener un fechamiento para estas zonas, además de lograr definir en parte la función de los grupos localizados (Saravia et al. 2015 y 2016). Por lo tanto, en la presente temporada se re-mapeó el noroeste del transecto y llevándose a cabo unidades de excavación distribuidas en cinco de los grupos arquitectónicos identificados (Fig.2).

En la finca El Guaraní se asientan uno de los agrupamientos de estructuras más notables en las afueras de Cancuén, incluso un edificio ritual (Estructura 1A). Por el momento se han reportado un total de ocho grupos ubicados en el extremo noroeste de la península. Durante la temporada de campo 2002 (Castellanos et al. 2003) fueron mapeados e investigados únicamente cinco grupos (A, B, C, D y E). Durante la presente temporada fue posible identificar la presencia de tres conjuntos adicionales (F, G y H) que no habían sido reportados con anterioridad y los cuales se encuentran muy cercanos a la orilla del río La Pasión, ubicados en pequeñas elevaciones naturales y compuestos por varios conjuntos de plataformas habitacionales sencillas. Además se identificó la presencia de más estructuras en los grupos B y D, y aún se observaron varios montículos habitacionales que siguen hacia la aldea El Zapote, al igual que los reportados en la aldea San Sebastián, que se ubican del otro lado del río La Pasión y que no fueron incluidos en el mapa durante esta temporada debido al tiempo limitado. Por lo anterior, se puede concluir que esta parte de las afueras de Cancuén tuvo una población sustancial.

Se han identificado hasta el momento un total de 24 estructuras, las cuales corresponden a plataformas rectangulares o cuadrangulares de barro, delimitadas con una hilera de piedra caliza tallada, exceptuando la Estructura 1 A y la Estructura 1 del Grupo D, en las cuales se evidencia un grado más elevado de arquitectura, en donde se ha podido establecer la presencia de dos fases constructivas, al igual que en la Estructura 2 del Grupo B.

Los Grupos A, B, C, D y E se encuentran estrechamente relacionados y se pueden considerar como parte de un mismo complejo. El Grupo A consta de una estructura, que corresponde a la de mayores dimensiones tanto verticales como horizontales en el área, siendo la principal, con una posible función ritual o política administrativa. El Grupo B ubicado al noreste de la estructura principal, cuenta con cinco estructuras. El Grupo C, D y E se encuentran compuestos por dos estructuras en el primero y tres estructuras en cada uno de los otros grupos. El Grupo F se encuentra localizado en una elevación hacia el noroeste con la presencia de dos estructuras. Finalmente los grupos G y H se definieron hacia el sureste de la zona, en dos elevaciones que se encuentran distanciadas una de otra por una serie de bajos como es común en Cancuén por ser un sitio en medio de ríos bajos y áreas pantanosas. En estos Grupos se identificaron ocho estructuras aunque se plantea la posibilidad de una o dos estructuras más que solo por medio de excavación podría ser posible su identificación por no presentar en superficie una elevación notoria en el terreno, sino solamente algunas piedras pequeñas.

Se determinó la presencia de modificaciones culturales del terreno consistentes en muros y terrazas que delimitan el grupo B en su extremo noroeste, así como la pendiente en el Grupo F. Dicho rasgo ha sido identificado también en las áreas del Transecto Noreste (Saravia et al. 2015 y 2016) y al parecer es un rasgo arquitectónico bastante común en las áreas periféricas de Cancuén, y como se ha mencionado en otras ocasiones estos rasgos evidencian un grado de estatus un poco más elevado, debido a la fuerza de trabajo y materia prima que estos rasgos arquitectónicos necesitan. Estos corresponden a un patrón no usual, pero común, en Cancuén de “grupos agregados” o sea, complejos de estructuras de diferentes tipos de funciones y niveles de estatus en áreas irregulares sobre tierra elevada.

En el Grupo B las estructuras consisten de plataformas rectangulares con basamentos compuestos de una a tres hileras de bloques de piedra caliza tallada y rellenos constructivos de barro café muy compacto o limo arcilloso amarillento. Dentro de los materiales recuperados destaca la presencia de cerámica de producción local encontrada en todo el sitio de Cancuén, representada por tipos como El Zapotal Impreso, Sendero Negro, y Polícromos locales que imitan a los tipos Saxché Palmar y Zacatal Impreso, así mismo pudo ser identificado en excavación un tipo Chicxulub Inciso, procedente de la Costa del Golfo de México y que fecha la ocupación como mínimo para la fase Los Laureles (760 DC-780 DC) dentro de la micro cronología establecida para Cancuén hacia el Clásico Tardío. Fue durante estas épocas de 760 a 800 DC que el sitio se expandió en área, en riqueza, y en su red de comercio. Asimismo, en el Grupo B hay evidencia de una ocupación anterior con empedrados de piedra caliza de cal en forma rectangular. Es decir que hasta el momento se propone que en el área del Grupo B, se llevaron a cabo dos etapas constructivas.

Como parte de los resultados en el Grupo D, sobresale el hallazgo de lo que puede corresponder a una sub estructura hacia el lado norte del grupo con dos basureros asociados, los cuales contenían material cerámico y lítico de los tipos característicos de Cancuén, del Siglo VIII.

De igual forma se observaron los vestigios de un muro de nivelación, de alrededor de 1 m de altura, construido en el extremo norte del área donde fue asentado este grupo con un posible acceso al centro del mismo. Dicho rasgo arquitectónico también fue localizado (aunque con menor extensión) en el lado este y es semejante a todos los alrededores del puerto noroeste de Cancuén con sus variedades de estructuras élites, no élites, el taller etc. que forman complejos de puertos en terrenos irregulares que nivelaron con muros de retención.

La presencia de una estructura principal, la más alta de toda esta área del transecto noroeste incrementa el carácter de élite tanto del Grupo B como el D, aunque aún es necesario llevar a cabo más investigaciones en el área para determinar el naturaleza exacta de los mismos.

Por otra parte, en el Grupo F la localización de rasgos fue una tarea un poco más complicada, dada la alteración reciente en el área. Se definió por medio de las excavaciones dos estructuras, que en superficie no presentaban mayor elevación, la presencia de las llamadas “casas no visibles” (Johnston y Martínez 1999). Se lograron identificar en ambas estructuras alineamientos de una sola hilera de piedras tanto de caliza como areniscas, asimismo parte de los pisos erosionados. El hallazgo más relevante en el grupo fue el de un entierro rico, a pesar de lo modesto de la estructura, el cual se localizó hacia el oeste adentro de la estructura 1. El individuo fue colocado con tres vasijas como ofrenda, ubicadas en las extremidades posteriores.

Entre la cerámica recuperada se lograron identificar tipos locales como El Zapotal Impreso y La Isla, asimismo tipos característicos del Centro de Petén, como Saxché-Palmar y del Grupo Cambio. Uno de los ejemplares más sobresalientes fue el borde de un cilindro del grupo Max, Monitos Aplicado con filiación hacia el Altiplano y varios ejemplares del tipo Cebada Poroso, un tipo muy común en sitios de la Transversal de Alta Verapaz. Fueron localizadas también varias figurillas antropomorfas y zoomorfas.

Hacia el oeste de este grupo, y cercano al río fueron encontradas una serie de piedras de gran tamaño con alineación norte-sur que al ser investigadas se pudo determinar que forman parte de una serie muros de contención que corren a lo largo de la pendiente, posiblemente delimitando el área y aplanando el terreno irregular entre ríos y bajos como es característico de las afueras de Cancuén y que se asemejan a los encontrados a lo largo del Transecto Este y Noreste investigados con anterioridad. Estos tipifican la naturaleza de esta ciudad de pantanos bajos y río.

Otro grupo, el Grupo G, es un área que consiste en una elevación natural y no inundada temporalmente que fue aprovechada para la construcción de varios conjuntos residenciales de estructuras sencillas. Únicamente se identificó una etapa constructiva. Respecto al material arqueológico se observó preliminarmente que pertenece al Clásico Tardío, con cerámica diagnóstica recuperada de basureros en los laterales posteriores de las estructuras y que corresponden al complejo típico de la cerámica encontrada en el área peninsular de Cancuén. También destaca la presencia de artefactos de piedra verde y jade en varias de las estructuras. Se localizaron dos orejeras de jade y dos cuentas de serpentina. Este hallazgo es relevante y muestra un estatus elevado, ya que el jade es muy escaso en Cancuén –a pesar de su taller grande de preformas de jade en el epicentro peninsular, pero tal como ha sido propuesto por Demarest et al. es un patrón sorprendente de distribución en el cual la producción y exportación de estos materiales fue controlado por comerciantes de élite, lo que genera escasez del producto en el área donde es o bien la fuente, o parte del procesamiento en escala grande. En el caso de Cancuén, fue una zona que producía preformas para exportar.

Finalmente, el Grupo H presentó varias elevaciones en el terreno formando una concentración de estructuras con un patio en el centro. Las excavaciones recuperaron material para fechar la ocupación y confirmar si realmente se trataban de montículos con carácter antrópico o si eran elevaciones naturales. Los materiales recuperados fecharon al Clásico Tardío y fueron típicos de Cancuén. Se localizaron dos entierros con sus respectivas ofrendas, asimismo uno tuvo dos incrustaciones dentales que de nuevo suele ser muy notable como en el caso descrito en el párrafo anterior, en el grupo G.

A nivel general, los hallazgos de los grupos concuerdan con los modelos reportados en otras áreas de la periferia del sitio Cancuén, tanto a nivel del patrón de asentamiento como características arquitectónicas y de cultura material, por lo cual se puede plantear la hipótesis que la expansión del asentamiento hacia las periferias se dio en un mismo periodo de tiempo, probablemente hacia finales de la ocupación del área del epicentro de 760 a 800 DC, esto basado en la evidencia cerámica y su análisis preliminar.

En resumen, se puede establecer con los resultados de esta temporada que el esquema de asentamiento del transecto noroeste es disperso, condicionado por las características topográficas del terreno, el cual presenta múltiples elevaciones y zonas inundables, algunas de las cuales pudieron haber servido como campos de cultivo mientras que las elevaciones fueron aprovechadas para establecer las áreas residenciales y administrativas. Es característico de la periferia de Cancuén que los conjuntos arquitectónicos más cercanos a la ribera del río sean de construcción poco elaborada, mientras que los que se encuentran más lejos y en zonas menos elevadas presentan arquitectura de mampostería más compleja y con mayor esfuerzo constructivo. También es común la modificación de las zonas ubicadas en las pendientes que van hacia el río o zonas de bajos y humedales, por medio de grandes bloques de caliza poco trabajada, que conforman muros de contención para evitar la erosión de los suelos, probablemente para aprovechar esas áreas como terrazas de cultivo.

En todo sentido, Cancuén es un sitio adaptado a su entorno de río y agua en todas sus características, incluso sus puertos en el epicentro, sus patrones de asentamiento condicionado por áreas inundadas y áreas elevadas, frecuentes muros de retención para nivelar las áreas elevadas, y los agrupamientos de estructuras de diferentes tipos formando complejos. Como con toda la historia de Cancuén, la expansión de la población sobre esta área irregular fue un fenómeno que se produjo en la época de la expansión paralela de sus redes de comercio. Es un sitio único, pero consistente en su patrón histórico de apogeo corto y espectacular de las últimas décadas del Clásico Tardío.

Excavación en la estructura L7-1, Patio Norte

La Estructura L7-1, en el Patio Norte del Palacio se encuentra ubicada en la parte más alta del sitio caracterizado por su acceso restringido. Fue excavada en las temporadas 2004 y 2005, bajo la supervisión de Callaghan y Barrientos, obteniéndose resultados significativos que permitieron reafirmar el rango constructivo del sitio consistente en cuatro diferentes fases monumentales, asimismo la importancia de este conjunto reside en que es considerado como el posible cuarto real a finales de la ocupación de Cancuén con fecha epigráfica hacia el 756 DC (Callaghan y Barrientos 2006).

Se realizó en esos estudios un túnel de 14 metros que se ubicó bajo la superficie del Patio Norte y L7-1, definiendo así las subestructuras del Palacio (ibíd.).

En esta temporada se planteó como objetivo definir la parte posterior de la subestructura en L7-1. Se realizó una trinchera en dirección norte con la intención de definir el acceso hacia esta parte, lamentablemente el colapso y la cercanía de un árbol que ocasionó serios daños a la conservación de la estructura complicaron la extensión del trabajo. Se lograron definir al norte tres escalones estucados y tres pisos de ocupación. Se logró llegar hasta la subestructura.

Con el apoyo de donaciones (restauración sostenible) se lograron retomar en esta temporada los ejes de conservación y restauración en la Estructura L7-1 y el Patio Norte del Palacio que han sido prioritarios dentro de los estudios del sitio desde los inicios de las investigaciones por el proyecto y que ha definido como fundamental la puesta en valor de Cancuén, con el objetivo final de potenciar este patrimonio arqueológico como un recurso valioso per se.

De manera general, el propósito de la intervención es intentar estabilizar los deterioros evolutivos observados en las estructura, detenerlos por medio de acciones preventivas y devolver una mejor comprensión de la arquitectura de tan importante área dentro del sitio como testigo histórico.

Asimismo, el trabajo de restauración en Cancuén es un ejemplo de la denominada arqueología ética, que incluye a gente que fue capacitada de la comunidad por Rudy Larios y Tomás Barrientos, como restauradores locales, por lo cual los beneficios son para las comunidades del área.

Análisis y reanálisis de contextos especiales asociados a pastas finas

Parte importante dentro del estudio cerámico de Cancuén ha sido el énfasis hacia el entendimiento y dinámica de distribución de las vasijas de pasta fina provenientes del área de la Costa del Golfo de México y que pertenecen a los grupos Chablekal Gris Fino y Campamento Naranja Fino. Asimismo, dadas las relaciones de la presencia de estas vasijas con obsidiana proveniente de Zaragoza, Puebla, México (Demarest et al. 2014) se ha aumentado el interés por estudiar en su totalidad todos los contextos, para lograr así un fechamiento exacto de cada uno de ellos y poder asociarlos a la historia de la región.

Existieron dos factores importantes a considerar tras la realización de este objetivo, ya que muchos de los contextos asociados con los mayores porcentajes de pastas finas en el sitio no se encontraban analizados en su totalidad, por lo que los porcentajes totales podrían cambiar los datos de frecuencias de tiestos tanto de Chablekal Gris Fino como de Campamento Naranja Fino, en cada uno de los contextos. El segundo factor incidió en que algunos de los contextos habían sido analizados en los primeros años de estudios cerámicos del proyecto (Bill 2001, Bill y Callaghan 2002, Bill et al. 2003, Morán 2003, Callaghan y Bill 2004) por lo que se carece del dato modal en estas operaciones, lo cual limita el poder fechar de una manera más exacta cada uno de ellos dentro de los complejos cerámicos establecidos para el sitio.

Por lo expuesto anteriormente se retoman en esta temporada de laboratorio, el estudio de las operaciones CAN 7, CAN 13, CAN 24 y CAN 39A. En las dos primeras operaciones se seleccionaron algunos lotes para reanálisis, mientras las otras son operaciones que incluyen varias estructuras y de las cuales algunas se encontraban pendientes de estudio cerámico, que fueron las que se procedieron a analizar.

En CAN 7 se enfocó el estudio hacia el renálisis las estructuras L6-1 y L6-2 utilizando la metodología tipo-variedad modal establecida en el año 2007 (Forné et al. 2008), Este grupo tiene su importancia dada su cercanía al Palacio, el sobresaliente hallazgo del entierro 7 y la definición de la fase final como la cocina del Palacio, un contexto con función que casi nunca se ha encontrado en otros sitios.

La Estructura L6-1 es la de mayores dimensiones del grupo, determinándose dos fases constructivas. Por otra parte la estructura L6-2 presenta la arquitectura más elaborada del grupo asociada con una ocupación anterior del cambio de función al de la cocina. Tres fueron las fases de construcción identificadas para este edificio.

La Estructura L6-1 tiene sus inicios a partir del complejo Los Laureles (756/760-780 DC) basado en la presencia de un tiesto Chablekal Gris Fino asociado al nivel más profundo, cabe resaltar que este contexto está asociado al entierro 7, al respecto menciona Morán (2003:22) “el entierro pertenece a la primera ocupación del montículo; en toda la evidencia etnográfica fina es claro que no es un entierro intruso sino de una época anterior”. Su ocupación continuó hasta el complejo Chaman 2 (790-800 DC) dada la presencia de los modos diagnósticos de esta época en el segundo nivel estratigráfico.

En lo que se refiere a la función, se puede inferir que las actividades llevadas a cabo dentro de la estructura L6-1 tuvieron que ver con el consumo de alimentos tomando en cuenta que el Grupo L6 tuvo una relación directa con el palacio y la plaza central del sitio. Dicha relación fue de cocina grande para el Palacio y la producción de insumos importantes para sostener a las élites del Palacio. Es claro que se prepararon alimentos en el área del fogón y en las pequeñas divisiones excavadas en la Estructura L6-1.

En el otro montículo del complejo L6-2, el inicio de ocupación se propone para la fase Concordia (650-760 DC). La ocupación continuó en el complejo Los Laureles (756/760-780 DC) debido a la presencia del grupo Chablekal Gris Fino en los niveles 2 y 3, llegando hasta Chamán 2 (790-800 DC) con la identificación de los modos diagnósticos.

La operación CAN 13, se concentró en el análisis de la muestra cerámica procedente de la Estructura K7-24 y la corrección de datos previamente reportados. Esto con el fin de proporcionar datos más certeros sobre el fechamiento, tomando en cuenta el refinamiento de la secuencia crono-cerámica (Forné y Torres 2011, Torres et al. 2014). Otro de los factores determinantes para el análisis de esta muestra se basa en los resultados obtenidos en el análisis previo de dos unidades de excavación -CAN 13-74 Y CAN 13-75- (Callaghan y Bill 2004), los cuales fueron utilizados en un análisis de distribución y frecuencia de la cerámica de pastas finas provenientes de la Costa del Golfo, presentados anteriormente en una tabla (p. e. Demarest et al. 2014:200) en donde la Estructura K7-24 sobresale como una de las estructuras con mayor concentración de Chablekal en todo el sitio. Pero se sabe que básicamente existen dos puntos a corregir y justificar en la supuesta correlación con pastas finas en donde la frecuencia fue incrementada debido a que se estableció solamente en dos unidades analizadas de 51. Ya con el análisis continuo de las otras 49 unidades los porcentajes del Chablekal y Campamento Naranja Fino continúan bajando.

Con respecto a la función de la estructura también se han generado una serie de hipótesis erróneas que aún se siguen publicando basados en datos de 2003 e hipótesis anteriores de 2001, identificando la estructura como un taller de jade. Una hipótesis especulativa es que tal vez fue utilizada para procesar pieles, pero aún se necesitan realizar otra serie de estudios detallados.

Los estudios recientes han podido corroborar que esta estructura principalmente se asocia a una unidad habitacional, con grandes concentraciones cerámicas en los basureros (CAN13-82 y unidades aledañas), y en el caso de las unidades re-analizadas (CAN13-74 y CAN13-75) podría interpretarse como un depósito asociado a la presencia de un entierro. Además con respecto a la producción de materiales líticos planteados inicialmente (Barrientos et al. 2001) como áreas de producción relacionada al trabajo de obsidiana, jade y pedernal, ha quedado descartada por los estudios de Andrieu et al. (2011), en donde se ha establecido que la presencia de estos materiales tampoco obedece a la producción de navajas de obsidiana. Pero con relación al pedernal estos materiales se han presentado igual que en CAN 32, como un área utilizada para la producción y uso de punzones, artefactos para los cuales aún no se cuenta con evidencias claras de su utilidad, pues como menciona Andrieu (comunicación personal 2015), éstos artefactos están asociados a algún tipo de producción aún desconocida en materiales más suaves por lo que se infiere que se utilizaron con relación a materiales perecederos.

El análisis modal permitió establecer una ocupación a partir de la fase Chamán 1, con base en el descubrimiento de un modo diagnóstico de este periodo en el nivel 4 de la unidad CAN 13-82-4. Y se establece que esta ocupación continuó hasta Chaman 2, debido a un número considerable de modos diagnósticos de esta fase.

Es muy importante anotar que la distribución de modos diagnósticos de Chaman 1 y 2 y evidencian una ocupación bastante tardía que corresponden a la última fase de ocupación del sitio. Es decir que esta estructura estuvo inmersa en el desarrollo poblacional de las áreas aledañas al Palacio durante el apogeo y fin del sitio.

La operación CAN 24 incluyó las excavaciones en las estructuras M10-1, M10-5, M10-8 y M10-9. Dado el interés en comprender las implicaciones de la distribución de la cerámica de pasta fina a nivel interno del sitio, surgió la necesidad de analizar el material recuperado en 2011 en el área de talleres (cuadrantes M10 y N9), ya que esta es la segunda área con mayor concentración de cerámica de los grupos Chablekal Gris Fino y Campamento Naranja Fino (Torres et al. 2014, Demarest et al. 2014). Anteriormente se planteó que los artesanos encargados del procesamiento del jade tuvieron un relativo fácil acceso y consumo de dichas cerámicas foráneas (Kovacevich 2006), pero dicha hipótesis ha sido refutada con los datos obtenidos recientemente (Demarest et al. 2014), de muchos otros contextos que posiblemente relacionan la cerámica de pasta fina con las áreas de puertos, así como con contextos de élite pero todavía falta mucho material para confirmar esto.

Globalmente, en la Operación CAN24 (2011) se estableció la presencia de cuatro conjuntos cerámicos, todos de la época Chaman de 790 a 800 DC y definidos en la tipología, sobresaliendo la cerámica de filiación hacia las Verapaces, con grupos cerámicos datados para el Complejo Cobán del Clásico Tardío (Arnauld 1986), así como cerámica de la región Transversal, específicamente del sitio Raxruha Viejo. Asimismo de características estilísticas y de pasta, muy similar a los ejemplares del sitio Chipoc (Smith 1952) lo cual demuestra cierto grado de interacción con esta región.

Finalmente, la operación CAN 39A del llamado Grupo Los Patos, hacia el noroeste de El Palacio, incluyó el análisis de la Estructura K9-4. Análisis anteriores ubicaron esta área dentro del sitio, como una de las mayores con porcentajes obtenidos relacionados a los grupos cerámicos de pastas finas.

A nivel general y con base a los tiestos clasificados dentro de la tipología establecida para el sitio, se pudo determinar como aspecto interesante que el conjunto Transversal/ Tierras Altas del Norte predominó sobresaliendo el grupo Cebada, asimismo se notaron también los grupos Chichicaste, Raxruhá, Gladiola y Nebail, este último perteneciente a los tipos establecidos para el sitio de Salinas de los Nueve Cerros. Estos datos enfatizan la relación fuerte de Cancuén con los sitios de la Transversal, 20 kilómetros al sur.

Para el fechamiento de la estructura, se puede concluir que la Estructura K9-4 fue construida durante la fase Los Laureles y/o principios de Chamán continuando su uso hasta el abandono del sitio en la fase Chamán 2 y en donde es reportada la construcción de la escalinata como parte de una modificación en la etapa final. Asimismo sus habitantes podrían haber realizado actividades de preparación además del consumo de alimentos en la misma.

Estudios osteológicos

Se está trabajando en subproyectos relacionados a las alteraciones culturales practicadas por los antiguos habitantes de Cancuén, en donde fueron analizados recientemente 21 entierros que presentaban decoración dental y en donde han sido identificados una diversidad de traumas que pueden referir un patrón interesante. Se continúan también las investigaciones de la muestra proveniente del Puerto Este.

Conclusiones

En resumen la temporada de campo de 2016 en Cancuén, ha extendido el conocimiento sobre las inmediaciones del sitio y la población urbana dispersa entre zonas del rio, pantanos, y bajos inundados en el invierno. Como ha sido el patrón en todos los grupos estudiados hay una estructura mayor de índole elitista, siendo las demás claramente pertenecientes a agricultores no-élite. Se observó que en el Transecto Noroeste se comparte la misma tradición de cultura material del epicentro de Cancuén con cerámica local muy característica y en varios rasgos relacionada con Tepeu 2, pero con tipos que muestran influencia y/o importaciones de sus socios de comercio en Alta Verapaz. A diferencia de varias zonas del epicentro peninsular hay poca evidencia de cerámica de tipos élites de Petén. También se sigue el patrón de escasez de lítica, tanto de obsidiana como jade en las afueras, pero como fue descrito con anterioridad este modelo es consistente con la hipótesis de que la producción y exportación de lítica en el sitio fue controlada por élites y probablemente por élites comerciantes.

Otros puntos importantes se han logrado establecer durante esta temporada, incluyendo los estudios de una cocina del Palacio Real con conexiones y ampliaciones de los estudios de pastas finas y funciones de las estructuras que demuestran la importancia de la distribución de estas vasijas para la comprensión de la dinámica en la red de interacción en la que se encontraba inmersa la ciudad.

Referencias

Andrieu, Chloé; Douglas Quiñones y Edna Rodas

2011   Análisis lítico. En Proyecto Arqueológico Cancuén Informe Final No. 10: Temporada 2010 (editado por A. Demarest, H. Martínez) pp.201-224. Universidad de Vanderbilt y Universidad de San Carlos de Guatemala, entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala.

Arnauld, Marie-Charlotte

1986   Archéologie de l’habitat en Alta Verapaz (Guatemala). Etudes Mésoaméricaines 10, CEMCA, México. Arriaza

Barrientos, Tomás; Brigitte Kovacevich, Michael Callaghan y Lucía Morán

2001   Investigaciones en el Área Residencial Sur y Suroeste de Cancuén. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Informe No. 2 Temporada 2000 (editado por A. Demarest y T. Barrientos), pp.99-160. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Bill, Cassandra

2001   Tipología y Análisis Preliminar de la Cerámica de Cancuén. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporada 2000 (editado por A. Demarest y T. Barrientos), pp.161-216. Universidad de Vanderbilt y Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Bill, Cassandra y Michael Callaghan

2002   Frecuencias Relativas de los Tipos y Modos Cerámicos en Cancuén. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporada 2001 (editado por A. Demarest y T. Barrientos), pp.251-264. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Bill, Cassandra; Michael Callaghan y Jeanette Castellanos

2003   La Cerámica de Cancuén y la región del Alto Pasión. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Informe de Temporada 2002 (editado por A. Demarest, T. Barrientos, B. Kovacevich, M. Callaghan y L. Luin), pp.467-523. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Callaghan, Michael y Tomas Barrientos

2006   Excavaciones en la Estructura L7-1 y subestructuras: Temporada 2004-2005. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporadas 2004-2005 (editado por T. Barrientos, A. Demarest, C. Quintanilla y L. Luin), pp.89-118. Universidad de Vanderbilt y Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Callaghan, Michael y Cassandra Bill

2004   Análisis Cerámico por Sector Residencial. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporada 2003 (editado por A. Demarest, T. Barrientos, B. Kovacevich, M. Callaghan, B. Woodfill y L. Luin), pp. 365-508. Universidad de Vanderbilt y Universidad del Valle de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Castellanos, Jeannette; Molly Morgan, Erin Sears y Jenny Guerra

2003   Investigaciones en el Sito El Guaraní. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporada 2002 (editado por A. Demarest, T. Barrientos, B. Kovacevich, M. Callaghan y L. Luin), pp.415-434. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Demarest, Arthur A.; C. Andrieu, P. Torres, M. Forné, T. Barrientos y M. Wolf

2014   Economy, Exchange, and Power: New Evidence from the Late Classic Maya Port City of Cancuén. Ancient Mesoamérica 25:187-219.

Forné, Mélanie y Paola Torres

2011   Análisis cerámico. En Proyecto Arqueológico Cancuén Informe Final No. 10: Temporada 2010 (editado por A. Demarest y H. Martínez), pp.140-200.Universidad de Vanderbilt y Universidad de San Carlos de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Forné, Melanie; Silvia Alvarado, Paola Torres, Claudia Arriaza y Raquel Macario

2008   Estudio de la Cerámica en Cancuén: Un Nuevo Comienzo. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Informe Nº 8, Temporada 2007 (editado por H. Martínez, A. Demarest, M. Forné y L. Luin), pp. 211-273. Informe entregado al Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Johnston, Kevin y Gustavo Martínez Hidalgo

1999   Proyecto Arqueológico Itzan 1998: El descubrimiento de casas no visibles de los Mayas Clásicos. En XII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1998 (editado por J.P. Laporte, H.L. Escobedo), pp.242-257. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala. 15

Kovacevich, Brigitte

2006   Reconstructing Classic Maya Economic Systems: Production and Exchange at Cancuén, Guatemala. Tesis de Doctorado, Departmento de Antropología, Vanderbilt University, Nashville, Tennessee.

Morán Giracca, Lucía Roxana

2003   Evidencia de actividad ceremonial en el Grupo L6 de Cancuén, Petén. Tesis de Licenciatura en Arqueología, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Arqueología. Universidad del Valle de Guatemala.

O’Mansky, Matt

2004   Proyecto Regional Arqueológico Cancuén: influencias e intercambio entre las tierras altas y las tierras bajas a lo largo de una frontera geográfica. En FAMSI.

1999   Mapeo y Reconocimiento dentro y alrededor de Cancuén. En Proyecto Arqueológico Cancuén: Informe Preliminar No.1, Temporada 1999 (editado por A. Demarest y T.Barrientos Q.), pp.17-33. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala, y Departamento de Antropología Vanderbilt University, Nashville.

Smith, Robert E.

1952   Pottery from Chipoc. Alta Verapaz, Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Publication 596, Contribution N°56. Washington.

Torres, Paola; M. I. Saravia Orantes, J. F. Saravia y C. F. Tuyuc Nij

2014   Resultados cerámicos del sitio de Cancuén y Raxruha Viejo: perspectivas generales. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Informe Final No. 13, Temporada 2013 (editado por A. Demarest y H. Martínez), Universidad de Vanderbilt, Universidad de San Carlos de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural. Guatemala.

Saravia, Miryam; Francisco Saravia y Susana Sánchez

2015   CAN 62: Sondeos en las Estructuras 1-10. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporada 2014 (editado por A. Demarest y Horacio Martínez). pp.163-190. Universidad de Vanderbilt y Universidad de San Carlos de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala.

Saravia, Miryam; Francisco Saravia y Carlos Tuyuc

2016   Operación CAN 69: sondeos en el Grupo 5 del Transecto Noreste. En Proyecto Arqueológico Cancuén, Temporada 2015 (editado por A. Demarest y Horacio Martínez). pp.225-266. Universidad de Vanderbilt y Universidad de San Carlos de Guatemala. Informe entregado a la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala.

Fig. 1: Mapa de la región de Cancuen (realizado por: L. Luin 2013).

Fig. 2: Mapa de los transectos este y noroeste (realizado por: M. Wolf 2012)