059. El movimiento y la transformación de las comunidades lingüísticas gestuales, basándose en la iconografía del habla en el arte prehispánico

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El movimiento y la transformación de las comunidades lingüísticas gestuales, basándose en la iconografía del habla en el arte prehispánico
Introducción: la iconografía del hablar

Uno de las actividades diarias más representada –o al menos, más reconocible– en la iconografía Mesoamericana precolombina es la comunicación verbal. En parte esto es porque el hablar es una de las actividades humanas más comunes. Pero en Mesoamérica, desde la antigüedad, la voz también ha sido un símbolo importante de la inteligencia humana, respiración vital, cantos sagrados religiosos, influencias divinas, y tal vez más notablemente, el poder. La palabra en Nahuatl para “rey” o “gobernante”, tlatoani, aun significa literalmente “persona que habla” o “hablante”, por ejemplo. En el arte de la región, volutas del habla que se encuentran típicamente enfrente de la cabeza de una figura antropomórfica, si no frente a la boca abierta misma, frecuentemente marcan que tal persona está hablando o que es un rey o dios. Las volutas del habla aun simbolizan poder cuando los investigadores no pueden determinar lo que las figuras dicen, o aún el idioma en que hablan.

La forma, el tamaño, y la decoración de las volutas difieren en diferentes épocas, regiones, talleres, contextos, o porque representan diferentes estilos o contenidos de comunicación. Pueden ser pequeñas o grandes, delgadas o bulbosas; rectas o curvadas; simples o decoradas; sueltas o conectadas. Pueden tomar la forma de conchas o serpientes; plantas o flores; nubes o lazos. En un solo sitio, pueden variar desde círculos o líneas pequeñas, frente al labio superior, hasta complicados retoños de flores o bosques de aliento. En la llamada “Muralla de Tlalocan” del sitio Teotihuacano clásico de Tepantitla, que data de ± 600 DC, las volutas se forman de dos líneas de diferentes colores, decoradas típicamente con tres grupos de tres puntos multicolores que posiblemente representan palabras (Fig.1; compara Browder 2005). Unas de las volutas bicolores se conectan con símbolos que parecen ser glifos, aún no-traducidos. En otro lugar, en el palacio del mismo sitio de Tepantitla, las volutas del habla asociadas con las figuras de unos presuntos sacerdotes de la Diosa Principal Teotihuacana, son mucho más gruesas. Se decoran con flores, de una manera que sugiere que los Teotihuacanos clásicos compartieron la metáfora de poesía presente en el difrasismo Nahuatl in xochitl in cuicatl, “la flor y la canción”, que se encuentra en uso por los Aztecas siglos después, durante la época Posclásica y Colonial (Fig.2).

Usando volutas, los Mayas clásicos lograron representar muy claramente no solamente quien hablaba, sino el contenido exacto de sus palabras. Las volutas del habla sobre una vasija Maya clásica que representa dos escenas secuenciales relacionadas con regalos de chocolate (Kerr 5094) son líneas delgadas que tienen ramas; empezando enfrente de las bocas de dos personajes, las volutas se extienden para conectarse, no solamente a un texto jeroglífico discutiendo el chocolate, sino a la imagen de una vasija de chocolate en la mano del personaje parado frente del rey (Fig.3).

Las cuatro imágenes iconográficas ya mencionadas se unen por algo más que la presencia de volutas del habla; todas también parecen compartir la presencia de gestos que simbolizan el habla. En ambas escenas a la izquierda de la vasija Maya clásica K5094 en la Fig.3, las volutas del habla conectan a las manos de un interlocutor antes de tocar los textos jeroglífico y las imágenes de las vasijas. En la imagen Teotihuacana en la Fig.2, la voluta se extiende directamente desde la mano del sacerdote, sin aun tocar la boca. Aunque debe ser una sorpresa que ambos estilos artísticos y las formas de los gestos representados en la iconografía refuerzan las diferencias culturales entre los Mayas y los Teotihuacanos clásicos, la iconografía de gestos también une tales comunidades culturalmente y lingüísticamente con uno y otro –y probablemente con gran parte de los otros pueblos Mesoamericanos. La iconografía sugiere que Mesoamérica constituía una súper-comunidad lingüística regional en la antigüedad, basada en el compartir y la difusión de gestos o señas, en una manera que potencialmente refleja la manera en que los idiomas oral-auditivos (como el Nahuatl o Yukateko) constituye una área lingüística o Sprachbund, que Campbell, Kaufman, y Smith-Stark (1986) definitivamente comprobaron hace una generación.

Apoyando tal propuesta, este trabajo propone que las señas del habla utilizadas por los Mayas actuales en Guatemala pueden servir para identificar e interpretar los gestos en la iconografía no solamente de los Mayas antiguos, sino pueblos de otras regiones. Otra contribución al tema es una presentación añadida a último momento al programa del XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas de Guatemala, que argumentó que los idiomas de señas indígenas actuales del complejo “Meemul Tziij” son un recurso valioso para la interpretación y “desciframiento” de una mezcolanza de gestos iconográficos Mayas (Fox Tree 2011). Este ensayo, sin embargo, enfatiza las señas Mayas actuales para DECIR, DISCUTIR, y HABLAR, y se añade un análisis de unos gestos en la iconografía Teotihuacana clásica. Los gestos para DECIR, DISCUTIR, y HABLAR parecen ser entre los más comunes y similares en ambos repertorios de gestos convencionales actuales compartidos y usados por la región, y en varios idiomas de señas que existen en comunidades indígenas esparcidos por Mesoamérica. Más generalmente, los gestos del habla ayudan a identificar convenciones para representar movimientos corporales, y particularmente manuales en el arte precolombino, y entender su variación y desarrollo en la región.

Dicho esto, el análisis de gestos en la iconografía en este trabajo se basa principalmente en la variedad de Meemul Tziij usado dentro de la comunidad K’iche’ de Nahualá y comunidades guatemaltecas cercanas.

¿Cómo se reconoce un gesto del habla?

Como ya se ha sugerido, el factor más seguro para la identificación de gestos del habla, es su acompañamiento por o conexión con volutas del habla, idealmente en múltiples contextos iconográficos, aun cuando las volutas pueden faltar en otras instancias iconográficas de tal gesto. Este método es consistente con lo que académicos han hecho hace mucho tiempo, sin formalizar principios para el proceso. Las volutas que conectan las manos con glifos hacen más fuerte tal evidencia, como en los ejemplos ya discutidos (Fig.1 y Fig.3). Un segundo método es buscar gestos acompañados por frases jeroglíficas que reportan lo que dicen personajes en una escena de arte, u ofrecen comentario sobre tal comunicación. Sin embargo, estos ejemplos no parecen ser frecuentes. Un tercer método es usar el contexto de las escenas iconográficas, pero tal método potencialmente depende demasiado de la intuición humana y corre el riesgo de presumir que señas o gestos con significados complejos representan el hablar, sin apreciar otros significados principales. De esta manera, los académicos han reducido incorrectamente señas diversas, como la seña para CAMBIAR OFICIO, discutido más adelante, a tipos de “saludos”. El método más productivo y verificable es buscar gestos en el arte que parecen señas ya conocidas que denotan comunicación en los idiomas de señas actuales, como los de las Figs.4a-4c. En el proceso es crucial que se tomen en cuenta tres consideraciones:

(A) La mayoría de los gestos humanos no consisten en manos y rostros congelados, sino de acciones dinámicas. La articulación de cualquier seña o gesto mismo se define por múltiples parámetros: la forma de la mano, la posición de la mano, el movimiento, la orientación de la mano, y la expresión de la cara, la mirada de los ojos, la postura del cuerpo (Stokoe 1980: 368-372). Además, existen otros factores dinámicos como la dirección, la velocidad, o la tensión o relajamiento muscular (West 1960: vol. 2, 12-52). Como es el caso con cualquier forma de escritura para un idioma hablado, los artistas antiguos no podían representar todos los parámetros de los idiomas o gestos; tenían que ignorar unos parámetros.

(B) Unos gestos son muy similares, o involucran elementos muy similares (Figs.4c-4e). Es necesario entender las diferencias formales de estos, como se representan, y si fuera necesario distinguir los significados, o transformarlos por combinación con otras señas: un proceso narrativo muy común en los idiomas de señas naturales, que probablemente era común en la iconografía también.

(C) Clave para la interpretación de los gestos iconográficos usando las señas modernas es la identificación de convenciones que los artistas antiguos tenían que desarrollar para representar lo que les parecieron los parámetros más importantes de los gestos, más la prioridad entre tales convenciones. Parece que los aspectos usualmente más importantes para los escribanos y artistas Mayas clásicos fueron: la forma de la mano y dedos, la orientación de la palma, la expresión del rostro, y especialmente el movimiento de la mano. La posición de los dedos en las Figs.4f1-4f2, por ejemplo, parece representar los movimientos de señas como HABLAR, ESTRELLA, FLOR/FLORECER, y MUY/MUCHO.

Meemul Tziij

Además de los aproximadamente setenta idiomas oral-auditivos indígenas que se hablan hoy en día en Mesoamérica, existen también múltiples idiomas visual-espaciales –idiomas de señas– indígenas. Los académicos solo empezaron a reconocerlos y documentarlos después de 1976, cuando el antropólogo y cinematógrafo Hubert L. Smith visitó Chicán, en el estado de Yucatán, y encontró que los aproximadamente 450 habitantes oyentes (o personas sin discapacidad auditiva) de tal pueblo que hablaban el Maya-Yukateko eran también bimodalmente bilingües, con habilidades variables, en un idioma de señas, que también era el idioma materno y único de 13 Mayas sordos que vivían en Chicán (Smith 1982; Shuman 1980) (Fig.5). El “Lenguaje de Señas [Maya] de Yucatán” (LSY) no es simple Yukateko signado; es un idioma natural y autóctono (y no solamente endógeno), distinto de todos los idiomas de señas desarrollados principalmente por gente no-indígena en México y los países vecinos. También es distinto de los idiomas oral-auditivos, aun cuando se ha desarrollado en contacto con ellos y potencialmente prestan señas compartidas con la poblaciones oyentes locales y regionales (Fox Tree y Rodríguez 2016; Le Guen 2012: 213-214, 240;Shuman 1980:148-154).

Desde el “descubrimiento” de LSY se ha comprobado que tal idioma de señas también “se habla” en otros pueblos de la Península Yucateca (Johnson 1991: 468; Smith 2005), y que comparte señas manuales con otros sistemas de gestos usados en Guatemala (John Dubois, comunicaciones personales, 2001-2002; Smith 2005). Investigaciones recientes indican que LSY constituye parte de una antigua familia de, por lo mínimo, dos más idiomas de señas precolombinos, utilizados actualmente por Mayas: uno en Guatemala y otro en Chiapas (Fox Tree 2009: 337; 342-352). No se ha comprobado si los idiomas de tal familia forman una “cadena de dialectos”, aunque parece probable, especialmente entre los variantes de Chiapas y Guatemala usados en el altiplano. Tampoco se ha comprobado si tal familia de lenguas de señas no filogenéticamente “Mayas” –es decir, no-descendientes del Proto-Maya– se confina exclusivamente a las comunidades Mayas, o si tienen relación filogenética con otros idiomas de señas que se han reportado en uso por pueblos no-Mayas –p.ej. indígenas Zapotecas, Zoques, y Huaves de Oaxaca; Nahuas de Xochimilco: y Nahuas del golfo (Fox Tree 2009: 326).

Algunas de estas lenguas (y sistemas de gesto locales) forman un complejo lingüístico, que Fox Tree (2009) ha llamado Meemul Tziij [me:-múl zix], prestando un término Kiche’-Maya que significa “lenguaje(s)/ palabra(s) muda(s)”, que se usa en el altiplano para denotar idiomas de señas indígenas y sistemas de gestos relacionados. Tal complejo consiste de códigos lingüísticos que generalmente comparten unas características, sea por causa de difusión o por descendencia común. Éstas incluyen: (1) un léxico grande de señas compartidas o similares; (2) sistemas de numeración que sugieren que originalmente eran vigesimal; (3) señas conectadas íntimamente con la cultura indígena; (4) señas y orientaciones manuales clasificatorias distintivas. (Fig.6) Es notable que en los idiomas del complejo también (5) falta una influencia de alfabetos manuales (Fox Tree 2009: 337), aunque éste histórico no deber ser usado para definir el complejo. Posiblemente comparten también (6) unos calcos léxicos (“semantic calques”) o metáforas prestadas en traducción (“loan translations”) probablemente prestadas de los idiomas oral-auditorios, y (7) la práctica de usar difrasismos o trifrasismos gestuales.

La antigüedad de señas

Múltiples evidencias sugieren que los idiomas de señas de tal familia son antiguos: (1) Las distribuciones actuales de las lenguas diversas de la familia de idiomas de señas “Mayas” y del complejo lingüístico más amplio son demasiado extensas por haber resultado después de la invasión española, en la ausencia de evidencia de contacto directo significativo. Por lo menos los idiomas de señas indígenas (o variedades de Meemul Tziij) de Yucatán, Chiapas, y el occidente de Guatemala que constituyen una familia de idiomas relacionados tienen que haber descendido de un idioma ancestral común usado antes de la invasión española hace cinco siglos. (2) Unas crónicas indígenas mencionan el uso de comunicación por señas siglos antes de la invasión española (p.ej. Torquemada 1723, libro 1, cap. 19, 44–45; West 1960, vol. 2, 59). (3) Algunas señas se asocian íntimamente con la cultura antigua desaparecida. Por ejemplo, en el pueblo de Santa María Visitación, Sololá, el autor encontró en uso por gente sorda o Meem [literalmente “muda”] en 2006 una seña para AÑO que significaba “el pasar de veintenas”. Pero la evidencia potencialmente más fuerte es iconográfica:(4) Existe una similitud entre señas actuales (o proto-señas reconstruidas mediante la comparación de las lenguas modernas) y gestos en la antigua iconografía, como por ejemplo unos gestos para expresiones de tiempo y unos glifos manuales Mayas o las señas para MILPA/PLANTA DE MAIZ e iconografía Maya antigua (Fox Tree 2009: 355-356). Tales señas frecuentemente no corresponden con los gestos populares usados fuera del contexto de los idiomas.(6) Ejemplos de oraciones completas preservadas gestualmente en la iconografía antigua ofrecen pruebas aún más fuertes. También ofrecen evidencia importante las convenciones antiguas para representar movimiento.

Una oración en señas

En 2006, “señadores” sordos analfabetos de cuatro pueblos Mayas –K’iche’, Tz’utujiil, Tzeltal, Sotz’il– interpretaron o “leyeron” los gestos sobre la llamada “Vasija de la Muerte” (K6547) similarmente como un discurso funerario que consistía de múltiples oraciones completas (Fig.7), a pesar de que ninguno había conocido la pieza previamente aún tenían mucha experiencia mirando el arte pre-hispánico.

Aunque Wichman y Nielson han dicho que la vasija muestra una “secuencialidad amplia” de dos escenas de muerte e renacimiento, los sordos Mayas lo interpretaron diferente; reconocieron en la primera escena una secuencia temporal detallando el discurso funerario de una sola persona, comunicado por gestos que representaron seis oraciones diferentes y no simplemente seis personas en luto alrededor de un ataúd. Numerando los personajes desde la izquierda a la derecha en la manera siguiente: 1, 2, 3, 6, 5, 4, los gestos de cinco de las seis personas en luto corresponden casi precisamente al siguiente discurso funerario moderno, que Nahualeños oyentes (usando la voz) y meem (usando señas) todavía ofrecen, durante ceremonias funerarias:

Personaje: Señas representados en la pieza:

Discurso funerario K’iche’ correspondiente:

 

  1. TRISTE + CAMBIAR-CARGO
  2. Chakanaaj kanoq lee aapataan (“Tengas que dejar tu cargo/ trabajo/ responsabilidad/ ejemplo”.)

 

  1. SALIR 2. Xatb’eek. (“Saliste”).

 

  1. LLORAR/TRISTE/TRISTEZA 3. Kojb’isonik. (“Estamos tristes”.)

 

  1. HUMILDAD 4. Kaqaak’aamawa’j b’a’, we[’] b’iis. (“Resignamos, pues, a esta tristeza”.)

 

  1. SUFRIMIENTO/AGONÍA ≠ 5. Xqaatokelaaj kanoq. (“Nos dejamos solos.)

 

  1. TRISTE + CAMBIAR-CARGO 6. Chiqak’ama ub’ik lee aapataan. (“Desde aquí tomamos tu cargo/ trabajo/ responsabilidad/ejemplo.)

 

La vasija apoya nueve de trece reglas o convenciones para la “escritura” y “lección” de los gestos Mayas en el arte Maya Clásico (Fox Tree 2009; 2011), marcados abajo con asteriscos. Aunque los académicos han conocido unas hace mucho tiempo, la mayoría de tales convenciones vienen directamente del estudio de los idiomas de señas. Los siguientes ejemplos siguen cada regla.

*i. Las orientaciones, la forma, y la posición de la mano frecuentemente se exageran. El Personaje 2 dice “tu saliste” en señas con mucho más movimiento de la cabeza que la seña SALIR requiere.

*ii. La interpretación de las señas se refuerza por elementos contextuales no-manuales: En este caso, las lágrimas, la falta de adornos, los glifos, el ataúd, el ambiente, y la posición de figuras, todos ayudan.

*iii. Se representa el elemento más importante de una seña o de un discurso en señas. En el caso del personaje 1, la posición, forma, y orientación de las manos para la seña CAMBIAR-CARGO es más importante que la extensión típica de los brazos. La forma de la mano levantada por el Personaje 6, puede ser cambiada, para enfatizar la tristeza de la situación.

[iv. Se encuentran gestos interpretables en muchos contextos fuera de los que los Mayistas anteriormente se han concentrado. Con la ayuda de Meemul Tziij, es posible traducir gestos hechos, no solamente por figuras solitarias que los expertos frecuentemente han evitado de analizar, sino también las figuras de personas que bailan y las figuras zoomórficas. (Compare Ancona-Ha et al. 2000)]

*v. Generalmente se representa la última posición, orientación y forma de la parte más importante de una seña que involucra movimiento. Elementos menos importantes pueden ser ignorados, minimizados, o representados en maneras no-manuales. Aquí, el Personaje 2 está posicionado con las manos y cabeza en las posiciones finales para la seña SALIR.

[vi. Hay una excepción a la regla anterior cuando el uso del fin de una seña contradeciría o confundiría el significado de la seña. Por ejemplo, es lógico que para representar el inicio de algo, se representa el inicio de la seña EMPIEZA.]

*vii. Las señas de dos manos pueden ser representados con solo una, en una manera parecida a como señas de dos manos a veces se reducen cuando las personas conversan en señas. El Personaje 6 hace la seña CAMBIAR-CARGO usando su mano menos levantada que el Personaje 1. Y varios casos de discusión probablemente se reducen simplemente a los verbos HABLAR o DECIR en la iconografía.

[viii. Señas de una mano que involucran movimientos pueden ser representados con dos manos representando diferentes momentos de una seña; en estos casos, la mano más cerca a el observador representa la posición, la forma, y la orientación final (del parte más importante) de la seña, mientras la mano más al fondo representa un momento más temprano: típicamente el inicio de la seña.]

*ix. Señas que involucran movimientos repetidos pueden ser representados por múltiples figuras (típicamente de la misma estación social) que hacen el mismo gesto en una escena artística, o por múltiples figuras gesticulando diferentes momentos en una seña. Esto es el caso de los Personajes 1 y 6.

*x. Una serie de figuras pueden representar una secuencia de movimientos de una seña u oración. Esto es la lógica central de ésta escena funeraria, que usa seis personajes que representan el discurso de uno.

[xi. La extensión del meñique representa movimiento de los dedos o de la mano más generalmente. Esta convención específica sigue una regla del arte mundial más general, que las posiciones corporales extrañas, precarias, desbalanceadas, o aun incómodas frecuentemente representan movimiento. Es un principio infrecuentemente reconocido en cual dependen muchas gestos de gracia o belleza mundial que desafían el equilibrio o comodidad, como, por ejemplo las mudras de India, o el levantamiento del talón de pie que marca el simboliza baile en el arte Maya. Sin embargo, la extensión del dedo meñique en el arte Maya parece representar movimientos especiales de la mano, como se discute más adelante, y no solamente indique elegancia, delicadeza, gracia, emoción, de la manera que se ha propuesto que las mudras surasiáticas hacen (ver Benson 1974: 109; Martí 1971).]

*xii. Una figura puede hacer más de una seña a la vez. Los Personajes 1 y 5 dicen simultáneamente las señas TRISTE y CAMBIAR-OFICIO.

*xiii. Un gesto en el arte antiguo puede ser interpretado como una combinación, transformación, o fusión de dos o más señas, como es la práctica común en todos los idiomas de señas. Debido a las tendencias de escribanos Mayas, y cómo las personas se comunican en señas (y palabras) en la práctica, probablemente es mejor que los académicos opten por notar las interpretaciones poli-semánticas. Los gestos de todos los personajes se combinan con lágrimas y expresiones tristes de la cara en la Fig.7.

Otras convenciones

La vasija K6547 no incluye gestos del habla. Pero ofrece apoyo a algunas de las convenciones ya especificadas, y aún representan algunos otros. Otras convenciones descifrables por el examen de otras piezas usando el Meemull Tziij, incluyendo piezas que incluyen gestos del habla, se listan arriba sin asteriscos, entre corchetes.

¿Qué ha continuado desde la antigüedad: gestos o señas?

A pesar de tal evidencia de la existencia continua del idioma de señas desde los tiempos antiguos, la propuesta que idiomas de señas indígenas actuales son valiosas para la interpretación de la iconografía no depende en tal continuidad, o aun en la existencia de otro idioma de señas en la antigüedad. Aun si solo las señas o gestos que componen los idiomas del complejo Meemul Tziij fueran antiguos, y no los idiomas mismos, los idiomas de señas todavía constituirían un recurso incomparable para la interpretación de los gestos antiguos, simplemente por ser estables y sistemáticos. Además, son potencialmente menos influidos por los gestos extranjeros, debido a la marginalización de los usuarios más regulares de tales idiomas, le gente sorda, en años recientes. Al final, los idiomas de señas constituyen importantes repositorios de gestos.

Las señas para DECIR, DISCUTIR y HABLAR

La Fig.4 presenta unos gestos representados en las piezas discutidas en este trabajo. En la vasija Maya clásica en la Fig.3, las volutas del habla que salen de las bocas de dos personas se conectan directamente a diferentes gestos manuales. El gesto del rey sentado en la escena a la izquierda consiste de una mano abierta, con la palma orientada al cielo. Aunque parece representar el regalar o recibir la vasija de cacao, tal gesto también refleja la posición y forma manual de un gesto que la personas frecuentemente hacen cuando hablan. En unos idiomas de señas indígenas actuales de Mesoamérica, tal gesto, o mejor dicho seña, significa específicamente DECIRLO o DECIR-ESTO, que visualiza palabras como algo que se sostiene en la mano o palma (Fig.4a).

Tal seña es una modificación de una que es aún más común que significa el verbo DECIR más generalmente; Empieza igual, pero termina con el dedo índice extendido por arriba, adelante, o al receptor de la palabra. (Fig.4b; compara con Fig.3). Con la posición final de la mano representada en el arte, el gesto del habla que significa DECIR es uno de los gestos ambos más comunes y más viejos en el corpus iconográfico Maya. Se encuentra claramente en el arte Preclásico Tardío de San Bartolo por ejemplo (Saturno et al. 2007: 8). El gesto también se encuentra tres veces sobre el Lado A del monumento 65 de Kaminaljuyu que Kaplan fecha a 300 A.E.C. – 1 E.C. Él interpreta que el gesto representa órdenes dadas por los tres reyes sentados sobre tronos en el centro de tres filas. Sin embargo, el contexto y el significado del gesto en otros contextos culturales, por el momento sugiere nada más que el acto de hablar, que denota el poder del gobernante. Interesantemente, las posiciones de las manos de los tres gobernantes, especialmente los dos más altas, vistos desde abajo por arriba, parece representar el movimiento involucrado en la seña HABLAR, y apoya la interpretación que el último de los reyes fue el de la fila más alta.

La repetición rápida de los movimientos manuales que forman DECIR o DECIRLO, típicamente dos veces más para un total de tres veces, denota DISCUTIR o DISCUSION, en el sentido de “conversación” o “intercambio”. Los movimientos involucrados en tal seña se ven en la vasija K1186, y aún más claramente en la vasija K679 (Fig.8). El personaje anciano sentado a la derecha en K676 también muestra las posiciones manuales para ambos el inicio y la terminación del gesto para la seña DECIRLO. También muestra otra convención para representar gestos en la iconografía: diferentes momentos de un gesto que involucra movimientos pueden ser representados con las dos manos de un personaje; en tales casos, típicamente se lee primeramente la mano más lejos del lector, seguido por la mano más cerca.

Un tercer gesto o seña manual común que representa la conversación (típicamente) verbal en los idiomas de señas indígenas de Mesoamérica significa HABLAR; imita el movimiento de la boca cuando alguien habla y: con la palma y los puntos de los dedos orientados adelante, se mueven las dedos para que se abren y cierren contra el pulgar, típicamente tres veces seguidas rápidamente (Fig.4c). El visitante noble parece hacer una seña relacionada, con solo en pulgar y el dedo índice extendidos que significaría HABLAR EN VOZ BAJA (o como un ave), pero el contexto sugiere otro significado posible: una seña para TAL CANTIDAD, que típicamente mide una medida de bebida, pero también mide palabras. Se traduce en K’iche’ como jub’iq’, “un trago” o “un poco”. Tal seña no involucra ningún movimiento, aparte de lo necesario para posicionar la mano al frente del cuerpo por un momento.

La articulación de los dedos en HABLAR se asemeja a la de ESTRELLA, FLOR o FLORECER, y MUY/MUCHO (Figs.4D-4F), aunque tales señas se distinguen por las orientaciones, posiciones, o movimientos adicionales de la mano. HABLAR, articulado con dos manos subiendo y bajando en alternación significa DISCUTIR, en el sentido de HABLAR-TENDIDO. Tal gesto se representa claramente por el personaje en el centro de la vasija K512 (Fig.9), si está correcta la convención de la extensión del dedo índice, y especialmente del dedo meñique (Figs.4F1-4F2), representa los movimientos de la mano o los dedos, especialmente en el estilo de las Figs.4C-4F. El personaje principal del inframundo representado en la llamada “Vasija de los 7 Dioses” (K2796) que no se incluye entre las figuras, ofrece evidencia fuerte. Parece que él dice ESTRELLA con la mano derecha levantada, y TIERRA con la mano izquierda (la mano más cerca al lector) a su lado abajo, a poca distancia de un jeroglífico para “guerra” que consiste de componentes jeroglíficos que significan “estrella” y “tierra”.Si estuviera correcto, daría una nueva interpretación al gesto hecho por un espíritu adivinatorio llamado por la Señora Wak Tun en el Dintel 16 de Yaxchilán, del año 770 DC (Fig.10) La posición y orientación de la mano derecha del espíritu que sale de la boca de una serpiente de humo parece decir “[yo] digo” o “lo digo”, pero los dedos parecen los que representan el movimiento manual que se encuentra en las señas para FLOR/FLORECER y MUY/MUCHO. Posiblemente la mano representa una combinación polisémica de las tres señas. Habría sido exactamente el estilo de mensaje que una reina buscara y quisiera preservar en un monumento.

Los gestos del habla de los Teotihuacanos clásicos

Después de haber usado el Meemul Tziij para determinar varias convenciones para la representación de gestos en la iconografía Maya, especialmente la representación del movimiento y de unas transformaciones de gestos por medio de combinación polisémica con otras (p. ej. Figs.7 y 10), todavía es válido preguntarse si ésta información es útil en otros contextos. En particular, ¿pueden ayudar en la interpretación de varios de los gestos que se encuentran en los murales de Tepantitla en Figs.1 y 2 discutidos al principio de este ensayo? Aunque se puede determinar que unos claramente constituyen gestos del habla, ¿es posible determinar significados más detallados?

Este trabajo propone que unas, la mayoría de las convenciones propuestas arriba, probablemente están activas en la iconografía Teotihuacana clásica, y probablemente en el arte de los Nahuas de México central 6 siglos después. En particular, un examen preliminar sugiere que las convenciones enumeradas i- v, vii, y xi-xiii arriba son válidas para los gestos del habla en las escenas de las murales de Tepantitla introducidos en las Figuras1 y 2. Las convenciones vi, viii, ix, y x, y xi posiblemente están activas también en estos o otros ejemplos iconográficos, pero es difícil determinar por el momento, mientras los glifos (que otros investigadores más conservadores todavía no aceptan que son glifos) permanecen indescifrados. Por ejemplo, se encuentra claramente ambas, la seña DECIR y la seña DECIRLO, marcados A y B respetivamente en la Fig.1, en personas asociadas con volutas del habla. Indican que la convención de representar la última etapa de un gesto también está válida pare el arte clásico del centro de México, aunque la orientación de las manos está desplazado un cuarto de vuelta, en una manera que es consistente con el arte Nahua de los siglos XIII-XVII, y con unas señas actuales indígenas, además de la seña HABLAR en el lenguaje [no-indígena] de Señas de México, LSM. Tal vez tal deslazamiento indica un significado un poco diferente (como MANDAR u ORDENAR), una o del gesto o seña local original, una preferencia artística regular mejicano, una perspectiva diferente (p. ej. Desde más por arriba), o una articulación diferente que posiblemente indica un cambio lingüístico regular.

Los significados de otros gestos en el “Paraíso de Tlalocan» son menos claros que la seña DECIR, aunque algunos también parecen estar vinculados con el hablar, como la del personaje marcado C en la Fig.1, quien tiene la boca muy abierta. Sin embargo, su gesto parece el gesto sobre la Estela 9 de Kaminaljuyu’, que también se acompaña por una voluta del habla o concha de aliento. Más sorprendentemente, el Personaje C también parece hacer el mismo gesto que significa SALIR que hace el Personaje 2 en la Fig.7, como si fuera diciendo “se van”, a la gente que bajan un resbaladero. Gestos en la Fig.1 sugieren oraciones completas en señas, que siguen unas de las convenciones Mayas ya establecidas. En adición a hacer gestos del habla, los gestos del Personaje C y del personaje marcado A, debajo de él, que señala su dedo a los nadadores parecen estar diciendo “esto está bien”, puesto que la mano levantada como hace el Personaje C se ha reconstruido como la seña BUENO/BIEN en la familia de idiomas de señas dela área Maya (Fox Tree 2009: 334-336). Si los Teotihuacanos compartieran tal seña, sería ejemplo de la convención x arriba (que secuencias de figuras pueden representar una secuencia de movimientos de una seña u oración) xii arriba (que una persona puede hacer más que una seña a la vez), y la convención xiii (que las señas pueden “transformase” o combinarse). A la otra mano, la falta de extensión regular del dedo meñique en la arte Teotihuacano significa que la comunidad no compartía la convención xi (y seguramente otras convenciones) con los Mayas antiguos. Pero las convenciones no-compartidas potencialmente revelan convenciones propias Teotihuacanas. Como ya se ha mencionado, los murales de Tepantitla muestran varias volutas del habla saliendo no de las bocas de los personajes, sino de las manos extendidas. En la Fig.2 en particular, una voluta del habla con flores se combina con una voluta o cascada de agua, decoradas con flores y semillas, que también brota de la mano de un sacerdote, probablemente para simbolizar la siembra, puesto que la Diosa Principal se asocia con agua terrestre y vegetación (Heyden 1978). Taube (2000:26) ha teorizado que iconografía similar del sitio ritualmente representa actos agrícolas de importancia: la siembra y el aguar de la siembra. Pero es muy notable que las manos de las cuales brotan las palabras, la siembra, y agua en la Fig.1 no se articulan en la manera que corresponde con la manera que otros pueblos generalmente representaban la siembra (y actos de sacrificios de sangre). En el área Maya, por ejemplo, en ambos el glifo Maya epigráfico de “arrojar”, CHOK, y el gesto de arrojamiento que se encuentra en la iconografía desde la época pre-clásica hasta la época posclásica, la mano se orienta con las puntas de los dedos hacia el suelo y las palmas orientadas adelante. En la Fig.1, los dedos se posicionan por arriba, indicando adelante, y la palma está orientada hacia el frente o al suelo. El contexto del arco de semillas arrojadas y la voluta del habla que brotan de la misma mano sugiere que tal vez el gesto de la mano similarmente combina el hablar y la agricultura, en una manera incidentalmente consistente con unas ideas religiosas compartidas por diversos pueblos Mesoamericanos.

Conclusión

Aunque es potencialmente riesgoso postular significados para muchos de los gestos Teotihuacanos, mientras los investigadores todavía no pueden leer sus jeroglíficos, los gestos del habla, entre otros, sugieren que puede ser productivos. Como mínimo, sugiere que las comunidades Mayas y Teotihuacanos clásicos compartían no solamente unos gestos regionales, sino unas convenciones iconográficas para representarles. Tal conclusión no debe ser sorpresa: conforme con evidencias innumerables de intercambio, comercio, interacción política, peregrinajes, y comunicación que constituyeron a Mesoamérica como una área cultural, religiosa, político-económico, y lingüística milenaria.

Los pueblos de Mesoamérica actuales comparten un gran juego de gestos comunes o similares, y probablemente lo han hecho desde la antigüedad. Este trabajo ha comprobado que los idiomas de señas actuales pueden mejorar las interpretaciones de la iconografía, incluyendo ambos, los gestos del habla y varias transformaciones de estos. Y aunque el autor de este trabajo está convencido que esto es posible principalmente por la persistencia milenaria de idiomas de señas por comunidades indígenas; por el momento, otros investigadores no tienen que aceptar esto para entender la utilidad de esos idiomas para la interpretación del arte antiguo; solo necesitan aceptar lo que probablemente ya han aceptado hace mucho: la existencia de una súper-comunidad regional que comparte y compartía gestos similares.

Agradecimientos

El autor extiende su agradecimiento a las docenas de Mayas, ambos sordos y oyentes, que le han ayudado en aprender sobre los idiomas del Complejo Meemul Tziij durante más de una década. Especialmente agradece a la gente de los pueblos de Nahualá, Santa María Visitación, San Pedro La Laguna en Guatemala, y de la aldea de Aguacatenango, mcpo. de Venustiano Carranza, Chiapas. Sobre todo, da gracias a su compañera de investigaciones y de vida, Julia Gómez Ixmatá.

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Fig. 1: Volutas y gestos Teotihuacanos. Escena de la reproducción del llamado “Mural de Tlalocan” del palacio de Tepantitla, Teotihuacan en el Museo Nacional de Antropología, México D.F. Las flechas añadidas indican diferentes gestos del habla. Tomado de Heyden (1978).

Fig. 2: Sacerdote Teotihuacano arrojando agua, semillas, y palabras. Ilustración de uno de tres supuestos sacerdotes Teotihuacanos que caminan en procesión en un mural de Tepantitla. Dibujado por E. Fox Tree, © 2016.

Fig. 3: Volutas del habla y gestos del habla. Vasija policromática cilíndrica de la época Maya Clásica. K5094 © J. Kerr.

Fig. 4: Señas modernas en Meemul Tziij y gestos manuales relacionados en el arte Maya:

a1-a2: DECIRLO o DECIR-ESTO

b1-b2: DECIR. Hecho con las dos manos en alternación simultánea, y repetida normalmente 3 veces, la secuencia  b1-b2-b1-b2-b1-b2 significa DISCUTIR, DISCUSIÓN, o CONVERSACIÓN

c1-c2: HABLAR consiste del abrir y cerrar los dedos de la mano  en repetición rápida: c1-c2-c3-c2-c3-c2-c3. Articulación de la seña con dos manos, que alternan en subir y bajar denota DISCUTIR o HABLAR-TENDIDO.

d1-d3: ESTRELLA(S). Las dedos de la mano se abren y se cierran en repetición rápida: d1-d2-d3-d2-d3-d2-d3. La articulación parece el de HABLAR, excepto que se articula con la mano, la cara, y los ojos elevados. La seña también se hace con las dos manos  moviendo simultáneamente, típicamente extendidas a diferentes alturas.  Tal variante indica MUCHAS ESTRELLAS.

e1-e2: FLOR, FLORECER, o RETOÑAR

f1-f3: MUCHO o MUY.  La secuencia f2-f3 se repita típicamente tres veces en sucesión rápida.

g: Convención iconografía Maya para representar el movimiento manual, como en las señas HABLAR y ESTRELLA.

h: Convención iconografía Maya para representar movimiento manual, como en las señas FLOR y MUCHO.

Todas las ilustraciones de señas representan una mujer de Nahualá. Su peinado es lo tradicional de las mujeres casadas locales; corresponde con un peinado representada en la iconografía de la valle del Río Nahualate desde la época formativa, en sitios como Chocolá, y que corresponde más o menos con lo que normalmente se representa en el glifo Maya clásico para IXIK, “mujer.” Todos las ilustraciones se dibujaron por Erich Fox Tree. © Erich Fox Tree, 2016.

Fig. 5: Mapa de los idiomas de señas Indígenas actuales de Mesoamérica. Dibujado por E. Fox Tree, © 2009; revisado 2016.

Fig. 6: Manos clasificatorias en idiomas de complejo Mesoamericano Meemul Tziij:

a: CL:PERSONA1, usado por toda Mesoamérica.

b: CL:PERSONA2, variante usado en la mayoría de Guatemala; la orientación de seña es similar en Chiapas, aunque los dedos pueden ser más rectos y separados.

c: CL:PERSONA2, variante usado en Yucatán.

d: CL:PLANTA, usado por toda Mesoamérica.

e: CL: ANIMAL, usado por toda Mesoamérica.

f: CL:COSA, usado por toda Mesoamérica.

Los nombres de las señas clasificatorias se escriben según las convenciones aceptados por lingüistas que trabajan con idiomas de señas. Todos las ilustraciones se dibujaron por E. Fox Tree ©, 2016.

Fig. 7: Un discurso funerario escrito en gestos. Una escena de luto que aparece sobre una vasija Maya clásica llamada la “Vasija de la Muerte” (K6547), que se encuentra en el Museum für Völkerkunde, Berlin, Germany. Dibujo por S. Houston, basado en la foto K6547 © J. Kerr.

Fig. 8: La representación gestual de conversación entre dos interlocutores. Vasija policromática cilíndrica de la época Maya Clásica. K679 © J. Kerr.

Fig. 9: La representación gestual de discusión tendida. Vasija cilíndrica con escena palaciega monocromática de la época Maya Clásica. K512 © J. Kerr.

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Fig. 10: ¿Un posible ejemplo de la combinación de señas? Un espíritu adivinatorio llamado por la Señora Wak Tun hace un gesto que según convenciones representa un movimiento manual.  Posiblemente está diciendo: [YO] DECIR[-LO], FLOR/FLORECER, y MUCHO/MUY. Dibujo disponible en famsi.org, © 2000 por J. Montgomery