034 Antes de la erupción del Volcán Ilopango en el Bajo Lempa, El Salvador. Akira Ichikawa – Simposio 28, 2014

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034 Antes de la erupción del Volcán Ilopango en el Bajo Lempa, El Salvador.

Akira Ichikawa

 

XXVIII Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala

Museo Nacional de Arqueología y Etnología
14 al 18 de julio de 2014

Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Lorena Paiz

 

Referencia:

Ichikawa, Akira
2015 Antes de la erupción del Volcán Ilopango en el Bajo Lempa, El Salvador. En XXVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2014 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y L. Paiz), pp. 423-432. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Antes de la erupción del Volcán Ilopango en el Bajo Lempa, El Salvador
Akira Ichikawa
Palabras clave
El Salvador, Nueva Esperanza, Volcán Ilopango, Preclásico Tardío a Clásico Temprano.

Abstract
There are several archaeological sites buried by volcanic ash Ilopango at the Bajo Lempa region, located on the Pacific coast of the Department of Usulutan, El Salvador. In archaeological research in the region, we have found many evidences regarding salt production, production of ceramics on a large scale, to domestic activities and the impact of the eruption of the Ilopango volcano. The most recent data suggest that before the eruption in the Bajo Lempa region, this region used to have a more dynamical social activity than we had considered previously. In this paper, we present new perspective about the coastal community in the Bajo Lempa region before the eruption of the Ilopango volcano.

 

Introducción
En las investigaciones arqueológicas realizadas en la región de Bajo Lempa, Usulután, El Salvador se han encontrado múltiples evidencias arqueológicas referidas a la producción de sal, a la producción de cerámica en gran escala, a la vida cotidiana de los pobladores prehispánicos y al impacto de la erupción del volcán Ilopango. Los datos más recientes aseguran que antes de la erupción del volcán Ilopango en el Bajo Lempa habían actividades más dinámicas que lo que se consideraba previamente.
Este artículo presentará los datos obtenidos para tener una nueva perspectiva de los pueblos costeros del Bajo Lempa, Usulután, El Salvador antes de la erupción del volcán Ilopango.

Información general en la región de Bajo Lempa , Usulután, El Salvavador
Ubicación geográfica
La región del Bajo Lempa, Departamento de Usulután, El Salvador se localiza aproximadamente a 70 km al sureste de la ciudad capital San Salvador (Fig.1). Durante miles de años el Río Lempa ha transportado sedimentos fluviales y ha desarrollado el delta en su desembocadura hacia adentro del Océano Pacífico cada vez más, el cual forma actualmente la planicie costera (Hernández 2008). A lo largo del tiempo de la actividad geológica en mención y en consecuencia de las antiguas tormentas tropicales, el Río Lempa ha cambiado su curso, desembocando tanto al occidente como al oriente de la actual desembocadura. Probablemente por cierto tiempo el Río Lempa desembocó directamente en la Bahía de Jiquilisco a través de los Ríos El Portero y El Borbollón, desarrollando la zona de los manglares, en donde se daba la producción de moluscos tales como curiles y cascos de burro (Hernández 2008).

Según los trabajos recientes por el vulcanólogo Shigeru Kitamura, la Península de San Juan del Gozo, la cual está rodeada en la Bahía de Jiquilisco, se había formado después de la erupción del volcán Ilopango mediante la erupción misma y las devastaciones provocadas directas o indirectas por la erupción, tales como abandono forestal e inundaciones (Kitamura 2012). Es decir que se generó un gran cambio de medio ambiente en la región después de la erupción del volcán Ilopango. Y además, como lo que se mencionará más adelante, algunas partes de la región del Bajo Lempa después de la erupción del volcán Ilopango finalmente no volvió a ser habitado en el resto de la época prehispánica.

Investigaciones previas
Las investigaciones más conocidas en la zona costera de El Salvador son; Cara Sucia, el cual es un centro ceremonial y tiene acrópolis (v.g. Amaroli 1984; Boggs 1976), y El Carmen donde se descubrieron los asentamientos del periodo Preclásico Temprano (Arroyo et al. 1993). En los últimos años se han desarrollado investigaciones arqueológicas en la zona costera de El Salvador, tales como Punta Chiquirín (v.g. Escamilla y Shibata 2005; Ito ed. 2011), La Unión (Méndez 2009), Isla de Conchagua (v.g. Erquicia 2006), Asanyamba (v.g. Valdivieso 2007), Uluazapa (Genovéz 2006) y Atalaya (Valdivieso 2011), entre otros. Sin embargo, definitivamente hace falta investigar sobre las sociedades y pueblos prehispánicos en la costa pacífica de El Salvador, comparando con las investigaciones en Chalchuapa, Joya de Cerén, San Andrés y Cihuatán, entre otros, ubicados en la zona interior del actual territorio salvadoreño. Sin embargo, en el nivel de Mesoamérica varios investigadores indican la importancia de la zona costera tanto Pacífica como del Caribe, en cuanto al origen y evolución de la complejidad social, el rol de la influencia olmeca en la costa pacifica, la formación de estado, la ruta de comercio de sal.

Sitio arqueológico Nueva Esperanza
A raíz de la situación antes mencionada surge el interés de estudiar sobre la historia de la región del Bajo Lempa con el objeto de abrir nuevas puertas para la Arqueología salvadoreña. Por lo tanto, se llevo a cabo la investigación en el sitio arqueológico Nueva Esperanza.

El sitio arqueológico Nueva Esperanza se localiza en la región del Bajo Lempa, Departamento de Usulután, colinda al norte con el pueblo de San Marcos Lempa, ubicado sobre la Carretera Litoral en el km 78; al oeste con el Río El Espino y el Río Lempa; al este con el Río Borbollón; al sur con la Bahía de Jiliquisco y el Océano Pacífico (Figs.1 y 2). Mediante el recorrido arqueológico, no se puede observar alguna elevación a manera de estructura piramidal, plataforma, etc., ya que el sitio está cubierto por diversas capas de ceniza volcánica de Ilopango (Tierra Blanca Joven = TBJ), las cuales miden unos 0.3 m de grosor de las capas primarias, es decir directamente cayeron por la erupción y más de 1.5 m de grosor de las capas secundarias provenientes de posibles inundaciones del Río Lempa después de la erupción del volcán Ilopango.

Hasta la fecha, a partir del año 2007 se han realizado dos temporadas de excavación, levantamiento topográfico y estudios malacológicos. Por medio de dichas investigaciones y estudios en la región de Bajo Lempa, especialmente el sitio arqueológico Nueva Esperanza, se han obtenido datos importantes en cuanto a la producción de sal, el patrón funerario, la dieta prehispánica, y el impacto de la erupción del volcán Ilopango (Ichikawa 2009, 2011; Ichikawa et al. 2011; Shibata e Ichikawa 2009). No obstante, es necesario realizar más investigaciones a fin de comprender mejor las sociedades y los pueblos costeños en la época prehispánica. Por lo anterior, a partir del año 2014 se lleva a cabo la nueva temporada de investigaciones arqueológicas en la región del Bajo Lempa, Departamento de Usulután, El Salvador.
A continuación, se presentarán nuevos datos arqueológicos obtenidos de las excavaciones del sitio arqueológico Nueva Esperanza y el recorrido de la Bahía de Jiquilisco.

Producción de sal
A través de las investigaciones y los estudios realizados en el sitio Nueva Esperanza se registró una alta cantidad de cerámica burda en el perfil del Río Espino. La concentración de cerámica burda cuenta con por lo menos 70 m de largo y 2 m de altura y conforma un montículo bajo (Fig.3). Aparte de la cerámica burda, se registraron capas de carbón, barro quemado y poca cantidad de cerámica fina.
En cuanto a las características de cerámica, principalmente son muy burdas, sin engobe y sin decoración (Fig.4). La pasta es color café blanquecino o café rojizo; contiene granos color blanco, café, negro, que miden alrededor de 0.01 m y granos color blanco y café que miden entre 0.02 m y 0.5 m. No se pueden reconstruir sus formas originales debido a que solamente se cuenta con fragmentos. No obstante, basándose en la observación de dichos fragmentos, mediante los bordes, se reconocen tres tipos principales en cuanto a la forma: Tipo A de pared divergente, Tipo B de pared curvo convergente y Tipo C de pared directa. La mayoría de los bordes son reforzados en el interior o exterior mediante engrosamiento. Se registraron posibles partes de bases, las cuales podrían ser de forma convexa. El diámetro reconstruido tiene un promedio de aproximadamente 0.16 m. La base tiene entre 0.14 m y 0.22 m de grosor, y el borde tiene 0.07 m y 0.11 m de grosor. En algunos fragmentos de las posibles bases y cuerpos se observan partes con evidencia de quema fuerte. El acabado de la superficie interior presenta alisado más que la exterior. Posiblemente se aplicaba para impermeabilizar la superficie y así manipular líquidos en la cerámica.
Ahora bien, ¿por qué se puede sugerir la presencia de producción de sal con las características arriba mencionadas? En cuanto a la cerámica burda, es de considerar que el tipo de cerámica para la producción de sal utiliza características que le permitan una larga exposición al fuego para que la sal se solidifique dentro de la cerámica. Por lo tanto, su base por lo general es cónica para colocarse mejor en el fogón y la pared presenta evidencias de actividad por fuego. Luego del proceso, la cerámica se debe destruir con el fin de obtener el bloque de sal. Por consiguiente, la cerámica para producción de sal se encuentran fragmentadas y en gran cantidad.

Patrón funerario
Hasta la fecha en el sitio Nueva Esperanza se había encontrado un entierro denominado Entierro-1, el cual consiste en una mujer adulta y un lactante (Ichikawa 2011). Durante las excavaciones realizadas en el año 2014, se hallaron tres entierros con increíble buen estado de conservación debajo de las capas de TBJ. Debido a que los restos óseos todavía no han sido analizados por medio de antropología física y análisis químicos, se presentarán las observaciones preliminares.

Entierro-2
El Entierro-2 se encontró justo debajo de las capas de TBJ y está ubicado en el lado norte de la Trinchera-2 (Fig.5). Aunque no se encontró claramente durante la excavación, pudo ser enterrado en una fosa simple. Es entierro primario, es decir que el difunto fue inhumado sin intervención posterior, con la posición flexionada lateral derecho, orientado en dirección norte-sur. Su edad oscila entre 8 a 10 años, según la cronología de la erupción dental. El sexo es todavía indefinido. Las ofrendas para el Entierro-2 son un cuenco bajo de color anaranjado con decoración incisa y dos cuentas de barro que miden unos 0.01 m de diámetro. El cuenco bajo está colocado boca arriba, mientras las ofrendas cerámicas para el Entierro-1 fueron colocadas boca abajo. Las cuentas de barro estaban alrededor del cuello, por lo que se considera que funcionaba como collar.

Entierro-3
El Entierro-3 se encontró a unos 0.65 m debajo de las capas de TBJ y está ubicado en el lado sur de la Trinchera-2 (Fig.6). Fue enterrado en una fosa simple, que tiene aproximadamente 1.0 m de largo y 1.0 m de ancho. Es entierro primario, con posición sentada y piernas cruzadas. Por los tamaños de los restos óseos y el patrón de desgaste de los dientes, es un adulto, es decir más de 20 años, aunque todavía no se ha definido por la falta de análisis de antropología física. El sexo es probablemente masculino. Se observan tres dientes con decoración dental, los cuales son A-1,2 y B-1 o 2, según la clasificación por Romero (Romero 1958).

Para el Entierro-3, se tiene como ofrenda un cántaro con engobe crema con dos asas. Tiene decoración de pintura roja y blanca, y decoración incisa. Se encontró colocado boca arriba al lado sur del individuo.

Entierro-4
El Entierro-4 se encontró a unos 0.65 m debajo de las capas de TBJ y está ubicado en el lado sur de la Trinchera-2 y al lado este del Entierro-3 (Fig.7). Fue enterrado en una fosa simple, que tiene aproximadamente 1.0 m de largo y 0.9 m de ancho. Es entierro primario, con la posición sentada con piernas cruzadas. En base a los tamaños de los restos óseos y el patrón de desgaste de los dientes, se deduce que es un adulto, es decir más de 20 años, aunque todavía no se ha definido por la falta de análisis de antropología física. Con la forma de la pelvis, el sexo se distinguió como femenino. Se encontraron una tibia y un peroné que no corresponden al individuo antes mencionado. Probablemente sería parte de la ofrenda.

Las ofrendas para el Entierro-3 son las siguientes; 1) una olla del engobe anaranjado, con decoración de pastillaje como forma de botón en el cuerpo, está colocado al lado oeste del individuo; 2) una orejera con engobe rojo, la cual tiene 0.02 m de diámetro, se encontró alrededor de la mano derecha; 3) varias cuentas de conchas, de 0.005 m de diámetro, muy frágiles, no se pudo distinguir el tipo de concha por el tamaño, fueron encontradas alrededor de la muñeca derecha, por lo que podría tratarse de un brazalete; 4) una mano de forma ovalada, la cual tiene aproximadamente 0.10 m de largo y 0.05 m de ancho, colocado debajo de la pelvis, aunque no se sabe si se colocó como parte de la ofrenda o no, se encontró una concha completa.

Grandes asentamientos prehispánicos en la región de Bajo Lempa, El Salvador
Para indagar otras áreas arqueológicas alrededor del sitio Nueva Esperanza y conocer otros sitios arqueológicos se realizó el recorrido a lo largo de la Bahía de Jilquilisco (Fig.1). Por ello, se registraron tres sitios arqueológicos, en dos de los cuales se encuentra increíble cantidad de materiales tales como cerámica, obsidiana, malacates, metates, manos y restos óseos. Basándose en las características del material cerámico, los sitios encontrados a través del recorrido corresponderían el periodo Clásico Temprano y/o Preclásico Tardío. A continuación, se describirán los detalles de los sitios:

Espíritu Santo (Fig.8); se encuentra aproximadamente 11 km sureste del sitio Nueva Esperanza. En el borde de la isla Espíritu Santo se observa una gran cantidad de materiales arqueológicos, tales como cerámica burda y fina, obsidiana, manos, metates, malacates, entre otros. En cuanto a las obsidianas encontradas en el sitio Espíritu Santo, por las características provendrían de Ixtepeque, Guatemala y fueron muy gastadas.

La Tiestera (Fig.9); se ubica aproximadamente 7.5 km al lado sureste del sitio Nueva Esperanza y 3.5 km al norte del sitio Espíritu Santo. Dentro de los árboles de manglar se observa una gran cantidad de materiales arqueológicos, especialmente cerámica, la mayoría se trataba de cántaros con asas. Debido al grosor de pared de la cerámica y el tamaño de las asas, dichos cántaros se estiman de grandes dimensiones. Por la erosión, no se distingue su periodo correspondiente.

Isla Peliada (Fig.10); está ubicado aproximadamente 7.5 km al suroeste del sitio Nueva Esperanza. En este sitio se observa la capa de TBJ, cuyo su grosor tiene unos 0.3 m, debajo de la cual se encuentra una capa de arena de color negro. Dentro de dicha capa, se encontraron materiales arqueológicos, tales como cerámica, obsidiana y orejera. Sin embargo, la cantidad de materiales que se presentan en la superficie es mucho menor que los sitios arriba mencionados.

Es importante mencionar que se encuentran sitios arqueológicos con gran cantidad de materiales arqueológicos en torno de la Bahía de Jiquilisco, ya que se sugiere habían asentamientos más grandes que lo que consideraban previamente. Además, tal y como las diferencias de tipos y cantidades de materiales, se deduce que existirían diferentes funciones o actividades en los sitios en mención. Sin embargo, para verificar dicha hipótesis, es necesario realizar más recorrido arqueológico y excavación en el futuro.

Comentarios finales
Con lo mencionado anteriormente, en estos años se han acumulado los datos arqueológicos a fin de conocer mejor sobre la sociedad prehispánica de la costa pacífica de El Salvador. En resumen, antes de la erupción del volcán Ilopango, los pobladores costeños en la región de Bajo Lempa producían sal y cerámica a gran escala, importaban obsidiana como productos finales, enterraban a los difuntos siguiendo sus reglas de rito funerario.

Sin embargo, todavía no se tiene clara respuesta a varios temas importantes, tales como ¿cómo era el medio ambiente antes de la erupción del volcán Ilopango?, ¿la producción de sal fue industrializada para importar a los sitios que no tenían acceso a ella?, ¿habían compartido la idea de la posición sentada con piernas cruzadas con Kaminaljuyu y/o Teotihuacan?, ó ¿era una costumbre local?, ¿a dónde fueron los pobladores costeños de la región después de la erupción del Volcán Ilopango?. Para contestarlas, se continuarán las investigaciones y estudios multidisciplinarios en la región de Bajo Lempa, Usulután, El Salvador.

Agradecimientos
Se agradece a la gente de la Comunidad Nueva Esperanza por su apoyo para la realización de este proyecto, ya que nos brindaron la casa de huéspedes y voluntarios para los trabajos del campo. También, se agradece a la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la República, especialmente los técnicos de Dirección de Arqueología, Lic. Oscar Camacho, Lic. Hugo Diaz, Licda. Rocio Herrera y todas las personas relacionadas con este proyecto. Este proyecto está financiado por la Sociedad Japonesa para Promoción de Ciencia (No. 25-824).

Referencias
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Fig.1: Mapa del área de estudio.

Fig.2: Mapa de Nueva Esperanza.

Fig.3: Dibujo y foto del perfil del Río Espino(. 1) Dibujo del corte, 2) Foto del corte).

Fig.4: Cerámicas burdas encontradas en Nueva Esperanza.

Fig.5: Entierro-2 de Nueva Esperanza.

Fig.6: Entierro-3 de Nueva Esperanza.

Fig.7: Entierro-4 de Nueva Esperanza.

Fig.8: Sitio arqueológico Espíritu Santo.

Fig.9: Sitio arqueológico La Tiestera.

Fig.10: Sitio arqueológico Isla Peliada e Isla Cumichin. (1) Isla Peliada, 2) Isla Cumichin).