080 Estructura 13R-10 de La Corona: un área de actividad de la elite maya prehispánica durante el Clásico Tardío y Terminal. Jocelyne Ponce – Simposio 27, 2013

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080 Estructura 13R-10 de La Corona: un área de actividad de la elite maya prehispánica durante el Clásico Tardío y Terminal.

Jocelyne Ponce

 

XXVII Simposio de Investigaciones
Aqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
22 al 26 de julio de 2013
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Andrea Rojas

 

Referencia:
Ponce, Jocelyne
2014 Estructura 13R-10 de La Corona: un área de actividad de la élite maya prehispánica durante el Clásico Tardío y Terminal. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013 (editado por B. A

 

Estructura 13R-10 de La Corona: un área de actividad de la élite maya prehispánica durante el Clásico Tardío y Terminal
Jocelyne Ponce
Palabras clave
Petén, La Corona, áreas de actividad, períodos Clásico Tardío y Clásico Terminal.

Abstract
Excavations in Structure 13R-10 of La Corona have provided enough information to affirm that it was an important activity area during the Late Classic period (AD 600-830) and Terminal Classic period (after AD 830). A chronology of occupation has been revealed that spans three different phases during the Late Classic and one during the Terminal Classic. Epigraphic and architectonic evidence show that during the Late Classic, Structure 13R-10 was used for the execution of diverse ritual activities that allowed the legitimation of power of the local rulers and of the site’s sociopolitical position through links with the Kaan dynasty. The distribution of paleoethnobotanical, zooarchaeological, ceramic, and lithic material indicates a change of function during the Terminal Classic. During this period, evidence shows that the structure and its surroundings were used for diverse subsistence activities related to the preparation and storage of food, and economic activities related to the manufacture of artifacts on a small scale.

Introducción
La Estructura 13R-10 de La Corona se encuentra ubicada en uno de dos grupos principales del sitio, en el Grupo 13R-II, al noroeste del Grupo Coronitas, con quienes comparte la misma plaza abierta. Consta de una plataforma basal rectangular de dos cuerpos que mide 30 m de largo x 20 m de ancho y 2.70 m de altura desde la Plaza Sur (Fig.1). Por el lado oeste, se encuentra adosada a la Estructura 13R-9, una estructura de 20 m x 20 m de forma piramidal que mide 4 m de altura desde la Plaza Sur. La fachada principal de ambas se encuentra en el lado sur y las dos han sido fuertemente saqueadas. La Estructura 13R-9 tiene una trinchera de saqueo en la parte posterior y la 13R-10 tiene tres saqueos al frente. Excavaciones realizadas desde el año 2009 han mostrado que ambas estructuras tuvieron una función ritual importante durante los períodos Clásico Temprano y Clásico Tardío. Este artículo contiene una descripción de las fases ocupacionales identificadas en la Estructura 13R-10 para el Clásico Tardío por medio de la correlación de datos epigráficos y arquitectónicos. También se presenta la evidencia material y arquitectónica de la ocupación del Clásico Terminal. Los datos sugieren que la Estructura 13R-10 cambió de función durante el Clásico Terminal, volviéndose un área de actividades domésticas relacionadas a la preparación y almacenaje de alimentos, al igual que la realización de actividades económicas de fabricación de bienes a pequeña escala. Se cree que este cambio de función se dio por procesos sociales que afectaron La Corona y otros sitios de las Tierras Bajas Mayas durante el siglo VIII.

Antecedentes
El sitio La Corona se encuentra en el noroeste de Petén, en el Corredor Biológico de la Reserva de la Biósfera Maya, al este del Parque Nacional Laguna del Tigre.

Desde el 2008, el Proyecto Regional Arqueológico La Corona, dirigido por Marcello Canuto (Universidad de Tulane) y Tomás Barrientos (Universidad del Valle de Guatemala), realiza investigaciones multidisciplinarias en el área. Éstas han dado como resultado que La Corona fue un sitio secundario, caracterizado por vínculos de los gobernantes locales con la dinastía Kaan durante el Clásico Tardío a través de matrimonios con princesas de esta dinastía (Canuto y Barrientos, 2010: 13-18).
El inicio de las investigaciones en la Estructura 13R-10 se dio a raíz del hallazgo en 2006 de un depósito de 1,506 tiestos polícromos en la superficie cerca de la trinchera de saqueo de la Estructura 13R-9. Algunos poseían glifos de nombres de personajes de la elite local (Acuña 2007). En 2008 y 2009 se realizaron excavaciones en la Estructura 13R-9 y se descubrió que no tenía etapas constructivas, sino que fue construida en un solo momento durante el Clásico Tardío (Acuña 2009). En la superestructura se encontró un escondite con una ofrenda de material marino y lítico que evidencia actividad ritual (Gómez 2010). En 2010 se realizaron excavaciones en la Estructura 13R-10 donde se descubrió en el Patio Norte un chultun de 2.53 m de profundidad que fue utilizado como basurero (Fernández 2011). En el chultun se encontraron más de 6,000 fragmentos de cerámica que incluían varias vasijas utilitarias y de servicio de gran tamaño, y fragmentos de diferentes lotes que se pudieron volver a unir (Caroline Parris, comunicación personal 2012). La presencia de algunos tiestos diagnósticos como Gris Fino Chablekal sugieren que este depósito está fechado para después del 760 DC (Canuto et al., 2012: 430). En diferentes niveles del chultun también se recuperaron huesos de fauna, figurillas, ocarinas, fragmentos de navajas de obsidiana, lascas de pedernal, conchas de moluscos y artefactos de hueso en forma de agujas. Basado en el análisis de cerámica y restos zooarqueológicos, Diana Fridberg y Caroline Parris argumentan que el chultun es un depósito producto de un festín ritual. Aunque los festines son difíciles de definir en contextos arqueológicos (LeCount 2001), la presencia de grandes vasijas de cerámica junto con restos de comida se toman como indicativo de consumo ritual (Fridberg y Cagnato 2013).

Los taxones representados incluyen fauna disponible localmente y exótica, e incluyen una amplia variedad de mamíferos medianos, peces y tortugas. En algunos huesos se encontró evidencia de consumo, como carnicería y quemado. El análisis de restos macrobotánicos, realizado por Clarissa Cagnato, reveló que el chultun contenía especies raramente recuperadas o reportadas en la región maya. El maíz se encontró en forma de granos enteros y fragmentados y cúpulas, así como embriones y glumas, por lo que es evidente que el maíz fue consumido durante este evento en particular. Sin embargo, también se recuperaron cuatro especies pertenecientes a la familia de las solanáceas (familia de los tomates), semillas de amaranto (Amaranth sp.) y quenapodas (Chenopodium sp.). La combinación de restos de alimentos, concha exótica y vasijas de servicio, junto con el período corto de tiempo de deposición del material, apoyan la hipótesis que el depósito del chultun representa un festín ceremonial (Fridberg y Cagnato 2013).

Como parte de las excavaciones del 2011, se identificaron los rasgos arquitectónicos de la Estructura 13R-10 pertenecientes a la última fase del Clásico Tardío, que constan de tres habitaciones delimitadas por cuatro muros y dos banquetas en la parte superior de la estructura, un área de almacenaje en el Muro Central y un corredor de aproximadamente 2 m de ancho que separaba ambas estructuras (Fig.2). El hallazgo de dos bloques con glifos (Bloques 9 y 10 de la E.J.A; Monumentos Saqueados 61 y 62) en el escombro de saqueo en la Fachada Sur de la Estructura 13R-10 demostró que esta estructura poseía una escalinata jeroglífica, confirmando la importancia de esta estructura para la élite local y posibles vínculos con la dinastía real. Los saqueadores destruyeron la escalinata original de acceso posiblemente a mediados de la década de 1960, cuando La Corona estuvo sujeta a saqueo intensivo (Ponce y Nájera 2012; Cajas 2012).

En 2012, se continuó con la investigación de rasgos arquitectónicos en la parte superior de la Estructura 13R-10. Asimismo, se hallaron los restos de dos estructuras fechadas para el Clásico Terminal (Fig.2). La primera se halló en la Plaza Sur y la segunda adosada al basamento del lado este de la Estructura 13R-10. Durante esa misma temporada se realizó el hallazgo de la Escalinata Jeroglífica 2 de La Corona en la fachada principal de la Estructura 13R-10, que consta de un escalón de 14 m de largo (E-O) y 3 m de ancho (N-S) al sur del basamento (Figs.3 y 4). El escalón tenía un total de 46 bloques de piedra: diez al centro tallados con glifos y personajes, 17 lisos a ambos lados y uno tallado con glifos en cada extremo. Los dos bloques tallados de los extremos se encontraron colocados de cabeza. Los diez bloques del centro se colocaron lado a lado alrededor del eje central de la escalinata, marcado por los Bloques 7 y 8 (Monumentos 76 y 77) como un par vinculado en el centro del arreglo (Fig.5). Dada la variedad de bloques encontrados en este primer escalón, la Escalinata Jeroglífica 2 parece ser una secuencia de monumentos reposicionados por los antiguos mayas después de 750 DC, utilizando bloques inscritos que se removieron de escalinatas jeroglíficas más tempranas del sitio. Los bloques tallados, a pesar de no encontrarse en un orden original parecen haber sido colocados con algún grado de intención y diseño, destacando el eje central y los dos extremos de la escalinata (Stuart y Baron 2013:189-217).

Como parte del análisis epigráfico preliminar de las inscripciones, David Stuart y Joanne Baron identificaron cuatro diferentes fuentes originales, cada una con un estilo y presentación particular que han denominado como Conjuntos A, B, C y D, haciendo referencia a cuatro escalinatas jeroglíficas hipotéticas cuyas ubicaciones originales aún no han sido encontradas. Los Conjuntos A y B se habían identificado previamente en bloques saqueados de La Corona y ambos aparecen en el primer escalón de la Escalinata Jeroglífica 2. La Escalinata Hipotética A, que corresponde al estilo del Conjunto A, consta de bloques con 12 glifos cada uno, con temática que gira alrededor de eventos ocurridos durante la vida del gobernante K’inich ¿? Yook, hijo de Chakaw Nahb Chan y quinto gobernante de la línea dinástica de La Corona que gobernó de 667 a 689 DC y se casó con una princesa de Calakmul en 679 DC (Canuto et al., 2012:423; Stuart y Baron, 2013:189-217).

Dada la gran cantidad de bloques del Conjunto A recuperados en los alrededores de la Estructura 13R-10, se cree que esta escalinata se ubicaba originalmente en la fachada principal de esta estructura, ya que en el 2012 se recuperaron 12 bloques más de este conjunto, con un total de 22 bloques encontrados hasta el momento que fueron descartados por los saqueadores. Basado en la cantidad de bloques recuperados en la limpieza de la tierra de saqueo, se calcula que había siete escalones hasta la parte superior de la estructura. Cada escalón pudo haber medido de 6 a 8 m de ancho en el eje central de la estructura y albergar unos veinte bloques cada uno. De acuerdo a los estudios de David Stuart, se ha calculado que cada escalón superior pudo tener cinco bloques con glifos, haciendo un total mínimo de 30 bloques con glifos que conformaban la escalinata original (Fig.6) (Stuart y Baron, 2013:189-217; Ponce, 2013:147-151).

Encima del primer escalón se encontró el resto de un monumento que fue cortado con motosierra por los saqueadores. Por sus medidas se trata del Panel 6 de La Corona (Monumento Saqueado 6), mejor conocido como el Altar de Dallas que actualmente se encuentra en el Museo de Arte en Dallas, Texas (Fig.7). Este panel es importante porque provee información de la llegada de tres mujeres de la dinastía Kaan durante el período Clásico Tardío para casarse con gobernantes de La Corona. La primera llegó en 520 DC y la última en 721 DC, por lo que registra la estrecha relación de ambas dinastías. El monumento fue dedicado por el gobernante Yajawte K’inich, hijo de K’inich ¿? Yook y séptimo gobernante de la línea dinástica de La Corona, cuyo gobierno se dio entre 700 y 745 DC. El gobierno de Yajawte’ Kinich se ha interpretado como una época política estable para La Corona, ya que desposó a una tercera princesa de la dinastía Kaan llamada Ti’ Kaan Ajaw, hija del gobernante de Calakmul Yuknoom Took’ K’awiil (Canuto et al. 2012:429).

La Estructura 13R-10 como un área ritual de la corte real durante el Clásico Tardío
Las excavaciones realizadas en 2011 y 2012 dieron como resultado una secuencia ocupacional de tres etapas fechadas para el Clásico Tardío y una para el Clásico Terminal. Se cree que la primera fase corresponde al gobierno de K’inich ¿? Yook (667-689 DC) y en esa época la estructura constaba de una plataforma escalonada con un cuarto en la parte superior. La estructura estaba abierta hacia la plaza en su fachada principal y estaba conectada con la Estructura 9. La Escalinata Jeroglífica A estaba en la fachada y se cree que es posible que la Escalinata Jeroglífica 2 tuviera bloques lisos. Parece que durante esta época en la estructura se realizaban actividades rituales públicas auspiciadas por la corte real.

La segunda fase del Clásico Tardío constó de modificaciones arquitectónicas para hacerla más privada, se cree que esto fue hecho durante el gobierno de Yajawte K’inich (700-745 DC). Se colocó el muro sur en la fachada, se bloqueó el acceso hacia la Estructura 9 y se agregaron las banquetas para delimitar tres habitaciones. Asimismo, se cree que durante esta etapa se erigió el Panel de Dallas en la fachada principal. Estas modificaciones se hicieron por un cambio de función donde posiblemente se realizaban rituales de carácter privado o alguna residencia para miembros de la corte real. La ofrenda de dos comales Cambio sin Engobe labio a labio, puede ser interpretada como un indicio de este cambio de función, de uno ritual a uno más habitacional o doméstico.

Al colocar la Escalinata Jeroglífica A en la fachada principal de la Estructura 13R-10, ésta se convirtió en un símbolo ideológico para la legitimación de poder de la corte real a través de vínculos con mujeres del Reino Kaan y como escenario para actividades rituales. Esto fue reforzado con la colocación del Panel de Dallas en la fachada durante la siguiente fase constructiva y posiblemente utilizaron la estructura para transmitir capital simbólico a la población.

La tercera fase del Clásico Tardío no está muy clara, pero está representada por la presencia del chultun en la parte posterior de la estructura, fechado para después de 760 DC. Es posible que el reposicionamiento de los bloques de la Escalinata Jeroglífica 2 se haya realizado durante esta etapa, ya que la fecha más tardía identificada en los bloques del primer escalón es 716 DC. En la historia cultural de La Corona, el período de la cuarta fase representa el final de la historia dinástica, pero el chultun indica que las prácticas rituales asociadas a festines continuaron a pesar de los cambios políticos (Canuto et al. 2012:431).

Se cree que el festín ritual asociado al chultun y el reposicionamiento de la escalinata a finales del Clásico Tardío pudieron haber sido parte de un ritual de terminación por parte de los miembros de la corte real de La Corona, donde simbólicamente se dio fin a los vínculos estrechos que se tuvo durante varias generaciones con la dinastía Kaan. Aunque los dos bloques de los extremos se encontraron colocados de cabeza, se cree que el reposicionamiento de la escalinata se hizo como una manera en que los habitantes preservaron su historia y legitimaron descendencia del linaje real de La Corona y de Calakmul, recolocando algunos monumentos con temas asociados a la dinastía Kaan en un solo sector del sitio. Los dos bloques de cabeza son interpretados como una posible manera de manifestar desacuerdo con alguna situación sociopolítica que se vivió como producto de la relación con este reino.

Cabe mencionar que según Antonia Foias (2002: 238), el control de la economía política también estaba ligado al sistema de festines rituales. Patrocinar un festín puede beneficiar al anfitrión creando obligaciones para futuros pagos. Asimismo, proveer comida y bebidas abundantes refuerza lealtad y crea una imagen fuerte, que es crítica para mantener el poder político. La exposición de bienes de prestigio juega entonces un papel importante en crear y mantener el poder político, creando conflicto para reclamar posiciones políticas o status social. Si los gobernantes del Clásico Tardío controlaban la distribución de los alimentos y vasijas de servicio utilizadas en los festines, significa que la élite tenía control sobre los bienes necesarios en eventos rituales que eran clave en la vida de los individuos, donde ellos podían mantener o aumentar sus posiciones sociales.

La Estructura 13R-10 como un área de actividades domésticas y económicas durante el Clásico Terminal
La ocupación del Clásico Terminal está representada por dos residencias sobre la plaza, una sobre la Plaza Sur a un par de metros de la Escalinata Jeroglífica 2 y la otra adosada al basamento de la estructura, en el lado este (Fig.2), donde solo se encontró una hilera perteneciente al basamento de los muros. El hallazgo de bajareque sugiere que las paredes estaban hechas de este material. La estructura de la Plaza Sur posee una orientación distinta en relación a la Estructura 13R-10. La presencia de cerámica Altar Naranja Fino fecha la última ocupación para después de 830 DC. El análisis de artefactos indica una función menos ritual y más doméstica durante esta etapa en comparación con el Clásico Tardío.

Los materiales y artefactos analizados fueron los que se encontraron en las tres habitaciones y las dos estructuras terminales sobre la plaza. Estos incluyeron cerámica, lítica, restos zooarqueológicos y restos paleoetnobotánicos. La clasificación de la cerámica fue realizada por la autora con la ayuda de Caroline Parris utilizando el sistema tipo-variedad. Asimismo, la cerámica se clasificó en cerámica de servicio, y de almacenaje y preparación de alimentos para detectar diferencias funcionales. Alejandra Roche realizó la clasificación de lítica y análisis de huellas de uso de obsidiana. Diana Fridberg realizó los restos zooarqueológicos y Clarissa Cagnato los restos paleoetnobotánicos.

En este punto se considera importante definir el concepto de áreas de actividad. Kent Flannery (2009) define cinco niveles de análisis para el registro arqueológico. El área de actividad es la unidad mínima del registro arqueológico y es la concentración y asociación de materias primas que reflejan actividades particulares y por lo general están delimitadas espacialmente. Se definen en base a patrones distribucionales de concentraciones y asociaciones de artefactos y materiales biológicos. Linda Manzanilla (1986:9-13) indica que un área de actividad está compuesta por diferentes tipos de actividades que incluyen producción, consumo, almacenaje y evacuación. El siguiente nivel de análisis es la unidad habitacional, que consta de la residencia de la unidad básica de producción que generalmente es la familia. El tercer nivel es la agrupación de unidades habitacionales, que por lo general son residencias alrededor de un patio. El cuarto nivel es un sitio arqueológico en su totalidad y el quinto consta de los diversos asentamientos de una región.

La evidencia material indica que durante el Clásico Terminal la Estructura 13R-10 se reutilizó como un área de actividades domésticas de preparación y almacenaje de alimentos, y económicas de elaboración de artefactos a pequeña escala. La evidencia de almacenaje y preparación de alimentos está sustentada por los datos cerámicos, ya que para todos los contextos estudiados, el 84.25% de la cerámica recuperada fue de almacenaje y preparación de alimentos y solamente 3.87% fue de servicio (Fig.8). Predominaron las formas de cántaros, indicando que posiblemente estaban consumiendo o almacenando bebidas (Fig.9). Entre la cerámica de almacenaje y preparación de alimentos prevalecieron los tipos Encanto Estriado, Cambio sin Engobe y Tinaja Rojo, mientras que la cerámica de servicio incluyó los tipos polícromos Saxché Palmar y Zacatal Crema, Gris Fino y Naranja Fino.
Como parte de la lítica menor predominó el pedernal (74.79%) y obsidiana (19.33%), principalmente los fragmentos de pedernal fueron restos de herramientas (Fig.10). Las navajas de obsidiana recuperadas tenían pocas huellas de uso, indicando posible uso para cortar frutas. Toda la obsidiana fue proviene de El Chayal. La lítica mayor incluyó seis manos y piedras de moler que pudieron haber sido utilizados para diversos fines domésticos, ya que fueron un elemento importante de la vida cotidiana maya prehispánica. Los datos paleoetnobotánicos sustentan fuertemente que en las habitaciones se prepararon y almacenaron alimentos, principalmente maíz y zapote en el Cuarto 2 y palma en el Cuarto 3. Los restos paleoetnobotánicos recuperados en el Cuarto 2 incluyeron 51 fragmentos de maíz carbonizados, fragmentos de mazorca, zapote y endocarpios de palma. En el Cuarto 3 se encontraron restos no identificados de palma y de frutas (Cagnato, 2013: 353-354). En las tres habitaciones se recuperaron huesos de fauna, principalmente mamíferos no identificados de tamaño grande y venado que es un alimento conocido en el mundo maya prehispánico.

Por otro lado, las evidencias para actividades económicas relacionados a la obtención y fabricación de bienes se recuperaron principalmente en el Cuarto 1, ya que es posible que algunos de los materiales y artefactos hallados en este cuarto estén relacionados con la talla de otros artefactos (Fig.10). Se sabe que las hachas de piedra verde eran utilizadas para tallar madera y el cuarzo era usado como abrasivo para la manufactura de otros artefactos, o como desgrasante de cerámica. Las conchas bivalvas podrían haber sido utilizadas como tinteros como se observa en algunas vasijas polícromas o como materia prima para la elaboración de otros artefactos. Un depósito de pedernal, carbón y huesos de fauna indica que tallaron al menos un fragmento de pedernal dentro de la estructura. Asimismo, los diferentes usos de la palma para aceite o construcción sugieren que pudo haber sido usada tanto en actividades económicas como rituales.

Como parte de la metodología se hicieron mapas distribucionales de los artefactos encontrados en los cuartos asociado a los pisos, pero no se encontró un patrón específico que indicara diferencias funcionales en cada una de las habitaciones. Sin embargo, en el Cuarto 1 se halló una concentración de materiales cerca del acceso al Patio Norte y la Banqueta 1, mostrando mayor actividad en esa área. En el Cuarto 2, la distribución de materiales fue bastante uniforme y en el Cuarto 3 los artefactos se encontraron más concentrados en el lado este de la habitación. A grandes rasgos, la diferencia de los artefactos de cada habitación indica que el Cuarto 1 fue utilizado para diversas actividades relacionadas a la talla de artefactos a pequeña escala y almacenaje y preparación de alimentos. El Cuarto 2 fue utilizado para almacenar, preparar y servir alimentos y el Cuarto 3 fue utilizado para procesar palma, almacenar y preparar alimentos. De esta manera, la Estructura 13R-10 puede ser definida como un área de actividad por las concentraciones de artefactos y materiales cerámicos, líticos, zooarqueológicos y paleoetnobotánicos que reflejan las cuatro categorías de actividades: producción, consumo, almacenaje y evacuación.

La evidencia de producción y consumo se encuentra en las manos y metates recuperados en los diferentes contextos, y los restos de maíz y palma que se encontraron en los Cuartos 2 y 3, ya que la preparación de alimentos requirió de la molienda de semillas, frutas y vegetales. La presencia de materiales como las conchas bivalvas como materia prima y los restos de talla de pedernal pueden ser interpretados como indicios de producción de artefactos a pequeña escala. Los alimentos posiblemente se consumían en las habitaciones y en las estructuras de ocupación tardía sobre la plaza. Sin embargo, es posible que el consumo se haya realizado en otra área específica en los alrededores de la estructura que aún no ha sido identificada. La evidencia de almacenamiento se encuentra en la gran cantidad de cerámica utilitaria encontrada en los tres cuartos, al igual que el área de almacenaje.

Debido a que el material refleja actividades particulares se descartó la posibilidad que fuera producto de rituales de terminación. Se cree que los artefactos encontrados en los diferentes contextos examinados son producto de basura residual primaria y se encontraron relativamente cerca de donde fueron utilizados por última vez, ya que después del abandono de la estructura fueron modificados por procesos naturales. De esta manera, el último tipo de actividad, la evacuación, se refleja en el material encontrado que se cree es producto de residuos primarios de los últimos habitantes. Sin embargo, es posible que a lo largo de su ocupación la Estructura 13R-10 sí recibiera mantenimiento, por lo que la totalidad de restos corresponden a la última y posiblemente penúltima etapa. En contraste, se cree que el material encontrado en el Área de Almacenaje fue producto de basura residual secundaria de los habitantes del Clásico Terminal, ya que la presencia de un fragmento de mano de moler y una figurilla indica que posiblemente fue utilizado como basurero durante la última ocupación.

Cabe mencionar que por la presencia de fragmentos de conchas marinas, piedra verde, y cerámica polícroma y fina, se cree que la Estructura 13R-10 y sus alrededores fueron habitados por gente de élite durante el Clásico Terminal. Es posible que el conjunto arquitectónico haya sido abandonado después de 830 DC y gente que no era de élite, o posiblemente élite secundaria se trasladó a esta plaza y reocuparon las estructuras. También se toma en cuenta la posibilidad que haya sido una élite intrusiva. Sin embargo, se debe considerar que es posible que hayan sido personas que no pertenecieron a la élite y hayan obtenido estos materiales hurgando áreas habitacionales ya abandonadas. Los materiales y artefactos no aparecen en grandes cantidades, indicando la realización de actividades a pequeña escala.

La distribución de artefactos uniforme indica que posiblemente cada una de las habitaciones y estructuras fueron habitadas por familias o grupos pequeños que constituían unidades productivas domésticas. Las actividades fueron realizadas a pequeña escala en función de sus necesidades de consumo como un medio de adaptación a los procesos sociopolíticos que se dieron durante el siglo IX. Esto podría ser interpretado como evidencia de trabajo cooperativo de reciprocidad entre las diferentes unidades productivas para asegurar la supervivencia del grupo asentado en el área. Asimismo, es importante mencionar que el hecho que se haya reocupado un área ritual importante y haya sido usado para actividades domésticas y económicas significa que para 830 DC el Grupo Coronitas ya no estaba siendo utilizado para actividades rituales, y probablemente la influencia de la dinastía Kaan había desaparecido por completo.

Conclusiones
La evidencia indica que a lo largo de su ocupación, la Estructura 13R-10 tuvo gran importancia ideológica para la corte real de La Corona. La función de la estructura cambió del Clásico Tardío al Clásico Terminal como producto de cambios sociopolíticos del siglo VIII. La evidencia arquitectónica, epigráfica y material indica una evolución de una economía política a una economía de subsistencia. Durante el Clásico Tardío la estructura fue usada para legitimar poder a través de la realización de rituales y vínculos con el Reino Kaan, mientras que durante el Clásico Terminal hubo una reocupación de un grupo de posible élite del área ritual para actividades domésticas, pero se cree que se mantuvo cierto respeto hacia el simbolismo ideológico asociado debido a que no desmantelaron las estructuras ni monumentos. Por último, es importante mencionar que otros estudios de caso de áreas de actividad se han realizado en Teotihuacán, Cobá, Aguateca y Copan y muestran la importancia de estudios multidiscipliarios para conocer más de la vida cotidiana y procesos sociales prehispánicos. Para futuras investigaciones de áreas de actividad se recomienda realizar la mayor cantidad de análisis de materiales posibles, incluyendo análisis de compuestos químicos que no fueron realizados en este trabajo pero que contribuyen a tener una mejor idea de las funciones de las diferentes áreas de actividad estudiadas.

Agradecimientos
Agradezco a los directores del Proyecto Regional Arqueológico La Corona, Marcello Canuto y Tomás Barrientos por su apoyo académico y logístico. El trabajo de excavación de los señores Héctor Gutiérrez, Fernando Alvarado, Israel Rodríguez, Cornelio López, Gélmer Rodríguez, Jesús Chablé, Emerenciano Acosta, Oseas Chí y Bartolo Rivera durante ambas temporadas de campo ha sido imprescindible. Las especialistas que colaboran con el proyecto brindaron su tiempo y conocimientos para trabajar con mis datos. Joanne Baron mostró gran apoyo proporcionando datos de lectura e interpretación epigráfica, así como de sus excavaciones en los templos del Grupo Coronitas. Caroline Parris brindó los conocimientos necesarios para poder realizar mi clasificación tipológica de cerámica. Clarissa Cagnato realizó los análisis de flotación para identificar restos macrobotánicos. Diana Fridberg identificó los restos de fauna. Se le agradece también a Melanié Forné por la ayuda para resolver dudas de clasificación cerámica y a Julien Sion por compartir sus conocimientos del Clásico Terminal. Todo esto enriqueció enormemente mis interpretaciones y muestra la importancia de un estudio multidisciplinario. Mi experiencia en campo no hubiera sido la misma sin la presencia y amistad de Antonieta Cajas, Jorge Pontaza, Rodrigo Guzmán, Camilo Nájera, Divina Perla, Cristina Guirola y Analy Montenegro.

Referencias

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2013 Capítulo IX. Análisis preliminar de las inscripciones de la Escalinata Jeroglífica 2 de La Corona. En Proyecto Regional Arqueológico La Corona: Informe Final Temporada 2012 (editado por T. Barrientos, M. Canuto y J. Ponce), pp. 187-220. Instituto de Antropología e Historia, Guatemala.

Fig.1: Ubicación de la Estructura 13R-10 (Mapa por Damian Marken y modificado por Tomás Barrientos).

Fig.2: Esquema de la Estructura 13R-10 mostrando rasgos arquitectónicos principales (Dibujo Jocelyne Ponce).

Fig.3: Dibujo de la Escalinata Jeroglífica 2 mostrando ubicación
de bloques tallados con glifos (Dibujo Jocelyne Ponce).

Fig.4: Fotografía de la Escalinata Jeroglífica 2 y restos del Panel de Dallas en la parte superior.

Fig.5: Bloques 7 y 8 de la Escalinata Jeroglífica 2 (Dibujos David Stuart).

Fig.6: Reconstrucción hipotética de la fachada principal de la Estructura 13R-10
(Dibujo Camilo Nájera y Eduardo Bustamante).

Fig.7: Panel de Dallas (Dibujo David Stuart).

Fig.8: Gráfica que muestra los porcentajes de la función de la cerámica clasificada.

Fig.9: Gráfica que muestra los porcentajes de las formas de la cerámica clasificada.

Fig.10: Tabla de frecuencias de fragmentos de materiales y artefactos recuperados por contexto.