056 Kaminaljuyu: nuevas perspectivas sobre el uso de los espacios. Bárbara Arroyo, Gloria Ajú Álvarez, Andrea Rojas, Patricia Máh, Javier Estrada, Emanuel Serech, Jorge Méndez, María Reneé Jerez y Daniel Juárez – Simposio 27, 2013

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056 Kaminaljuyu: nuevas perspectivas sobre el uso de los espacios.

Bárbara Arroyo, Gloria Ajú Álvarez, Andrea Rojas, Patricia Máh, Javier Estrada, Emanuel Serech, Jorge Méndez, María Reneé Jerez y Daniel Juárez

 

XXVII Simposio de Investigaciones
Aqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
22 al 26 de julio de 2013
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Andrea Rojas

 

Referencia:
Arroyo, Bárbara; Gloria Ajú Alvarez, Andrea Rojas, Patricia Máh, Javier Estrada, Emanuel Serech, Jorge Méndez, Maria Reneé Jerez y Daniel Juárez
2014 Kaminaljuyu: nuevas perspectivas sobre el uso de los espacios. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y A. Rojas), pp. 695-706. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Kaminaljuyu: nuevas perspectivassobre el uso de los espacios
Bárbara Arroyo
Gloria Ajú Alvarez
Andrea Rojas
Patricia Máh
Javier Estrada
Emanuel Serech
Jorge Méndez
Maria Reneé Jerez
Daniel Juárez
Palabras clave
Altiplano Maya, Kaminaljuyu, nuevos hallazgos, Preclásico y Clásico.

Abstract
The cultural landscape consists of the morphology of the territory and the human action on this morphology (man as a producer of culture). In 2012 the walls of the Lower Plaza of “La Palangana” were explored with the purpose of expand information about possible use and function of this area. As a result of this investigation it was found a drastic change in the cultural landscape between Pre-classic and Classic period. In this paper the results of new research will be presented and findings will be discussed to clarify the possible processes leading to the change, and its relation with La Acrópolis during the Classic period.

Introducción
Las investigaciones en el sitio Kaminaljuyu continuaron durante el año 2013. Las mismas consistieron en seguir analizando materiales de la temporada 2012, así como una temporada de campo de febrero a junio del presente. Además del trabajo de campo, se hicieron otras actividades que fueron presentadas en otro apartado, las mismas se enfocaron en la divulgación y mantenimiento, puesta en valor y conservación del sitio arqueológico.

El objetivo de las excavaciones del 2013 fue conocer el momento exacto de la construcción del sector de La Palangana y sus remodelaciones, puntualmente, se quiso investigar los momentos cuando se construyeron los muros que rodearon a este sector. Considerando los hallazgos que se habían hecho en la temporada anterior y los trabajos de la Universidad Estatal de Pensilvania, se creyó que los muros eran producto del Clásico. Sin embargo, el arreglo de los montículos C-II-12 y C-II-13, además de resultados del análisis de excavaciones en el primer montículo en 2012, sugería la posibilidad de la presencia de una plaza abierta en el Preclásico Tardío que se fue cerrando con el tiempo. Asimismo, también se quería establecer la función de este importante espacio y su relación con La Acrópolis.

Además, se realizaron acciones de conservación en La Acrópolis y supervisión de la construcción de zapatas para los parales de metal que sostienen el nuevo techo de aquella estructura, así como la conservación. Adicionalmente al trabajo dentro del parque, se hicieron excavaciones en el montículo E-III-5 de la Colonia Castillo Lara. Este fue el proyecto piloto para trabajar en las estructuras inmediatas. Adriana Linares estuvo a cargo de la dirección de estas excavaciones.

Todos los trabajos se han hecho con el acompañamiento de guías espirituales de la Unidad de Lugares Sagrados y quienes asisten regularmente al sitio. Esta ponencia se enfoca en los resultados de las excavaciones de La Palangana ya que los otros trabajos fueron presentados como parte de otras ponencias.

Excavaciones en La Palangana
Las investigaciones se hicieron en la Plaza Superior y la Plaza Inferior de La Palangana (Fig.1). Las mismas estuvieron a cargo de Gloria Ajú, Andrea Rojas, Javier Estrada, Emanuel Serech y como practicantes María Reneé Jeréz, Barry Brillantes y Rony López.

Plaza Inferior
En este lugar se llevaron a cabo investigaciones en los muros norte, sur, este y oeste con el fin de determinar la cronología de sus construcciones y su función (muro defensivo, rasgo arquitectónico para formar una plaza hundida, etc.).

Muro Oeste (sector norte)
Esta excavación estuvo a cargo de Andrea Rojas y el practicante Rony López, consistió en una trinchera de 12 por 1 m en sentido este-oeste, al norte del Montículo C-II-12. En esta trinchera se descubrió una escalinata de barro que estaba bastante erosionada en la base, logrando identificar únicamente tres escalones. Mientras la mayoría de la escalinata consistió en gradas de barro, se encontró una sección construida con piedra de canto rodado, se trata de una estructura tipo talud que corre norte-sur, esta estructura es parecida a la descubierta el año pasado en este mismo muro, con la diferencia de que la fachada estaba hacia el interior de La Palangana (Mah y Méndez 2013:131-136). Este talud de piedra tiene una orientación de 20° NE y con una inclinación de 20°, y en su parte más alta se identificó un peldaño, construido con los mismos materiales del talud, que permitía el acceso a un piso de barro, este debió ser la superficie del muro en un periodo determinado. En base a estos hallazgos es importante resaltar que este muro tuvo acceso desde el exterior hacia la plaza.
Al investigar en la base del muro oeste se detectó un depósito cerámico, colocado sobre talpetate, que está fechado para el Preclásico Tardío. En este estrato estéril se cortó una parte para la colocación de un botellón con material fechado para la misma época del depósito cerámico (Fig.2).

Muro Norte
En la Temporada 2012 se realizó una excavación en su lado sur, donde no se descubrió más que un relleno café oscuro, con pómez y talpetate. Durante la Temporada 2013 se investigó el muro en su lado norte bajo la supervisión de María Reneé Jerez. Esta excavación consistió en una trinchera de 12 por 1 m en sentido norte-sur, y tres extensiones hacia el oeste para exponer rasgos arquitectónicos.
En el declive del muro, a un metro de profundidad se encontró un piso y un depósito cerámico que tenía algunos fragmentos de bajareque asociados. Estos fueron encontrados con algunas piedras y al extenderse en la excavación, se observaron más bloques de bajareque, mostrando un alineamiento de 113° Azimut (Fig.3). Por cuestiones de tiempo no se pudo exponer en su totalidad, sin embargo es probable que se trate de los cimientos de alguna estructura, una pared de bajareque que corría este-oeste. Asimismo, excavaciones al norte de este rasgo expusieron un relleno muy quemado y se propone que el mismo se deba a la destrucción de la pared de bajareque, por el abundante barro quemado hallado.

Se comprobó que la arquitectura en piedra no está presente en la parte norte de este muro, y al excavar profundamente hasta estéril, no se encontraron depósitos de cerámica como el caso de la excavación en el Muro Oeste. La profundidad a dónde se encontró el estéril es más cerca de la superficie en este sector, indicando la irregularidad del terreno natural a lo largo de todo el parque. Esto debió obligar a los antiguos habitantes a modificar y nivelar el mismo para realizar sus construcciones.

Muro Este
Durante las investigaciones de la Temporada 2012 se realizó una excavación en el lado norte del muro así como pruebas de pala en la parte sur, exponiendo alineamientos de piedra de río (Ibíd.:161-165). En base a esta información se realizaron excavaciones extensivas en la Temporada 2013 con el objetivo de comprender estos alineamientos. Las mismas tuvieron una longitud de 22 m (con ancho hasta de 6 m en un sector), y estuvieron a cargo de Gloria Ajú..

El primer sector dejó al descubierto la fachada de una estructura de piedra compuesta por dos alfardas y dos gradas, la gran cantidad de árboles dificultó su excavación. La cercanía de los rasgos arquitectónicos con la superficie, así como los árboles, deterioraron la estructura que en una buena parte se encuentra colapsada. Las dimensiones eran 3 por 5 m, y al sur de dicha estructura se halló una concentración de piedras de río, posiblemente de colapso en un área de 1 por 3 m. La estructura está conformada de piedra de canto rodado, pómez, caliza, así como fragmentos de piedra trabajada (piedras de moler, manos de moler, piedra cortada y otros) y fragmentos de estelas columnares, sobre un relleno de barro café amarillento compacto (Fig.4).

En el extremo sur de la estructura a 0.60 m de la superficie de la alfarda se documentó un talud de piedras de río que se extendía hacia el norte bajo la estructura (Fig.5). Este rasgo arquitectónico es similar al encontrado en el Muro Norte durante la Temporada 2012, el cual tenía un largo de 6 por 5.40 m de ancho (Ibíd.:144-149). En el presente caso el largo es igual mientras que el ancho es de 3 m, con una inclinación de 28° orientado 110° noreste. Se pudo observar que sólo había un 50% del mismo ya que sus piedras habían sido reutilizadas para la edificación superpuesta, confirmando el re-uso de materias primas en la arquitectura.

Apenas seis metros al sur del talud se encontró otra estructura compuesta por tres gradas de piedra que tenían un largo de 10.5 m, con aproximadamente 0.25 m de huella y 0.14 m de contrahuella. En el extremo norte de las gradas había ocho piedras alineadas este-oeste con una inclinación de 26°, lo que sería el remate de las mismas, sin embargo en el extremo sur no se halló el mismo rasgo.

La arquitectura en piedra ha sido registrada en las últimas dos temporadas de campo en el área de La Palangana, principalmente en los muros este, sur y oeste, sin embargo durante la Temporada 2011, en una trinchera realizada en la Plaza Inferior al sur del área techada, a 1.20 m de profundidad se encontró una elevada concentración de piedras de canto rodado (Ajú 2011:135-141). En aquella oportunidad no se continuó excavando este depósito de piedras pero pudo observarse que continuaba hacia abajo y era muy denso pues tenía varias capas. Si bien, no presentaba un arreglo arquitectónico definido, probablemente estuvo relacionada con la construcción en los muros, que en su momento no habían sido investigados. Pudo tratarse del excedente de materia prima o fueron colocados con la finalidad de reutilizarlos al momento de que la estructura entró en desuso. En este depósito se recolectó una muestra de carbón que brindó una fecha de 600 a 660 DC correspondiente a la fase Amatle del periodo Clásico Tardío (Arroyo 2013:385).

En el relleno sobre el talud de piedra ubicado en el Muro Norte se obtuvo una muestra de carbón que resultó en 540 – 650 DC (Arroyo et al. 2012:116), fecha que es contemporánea al uso de las piedras enterradas. En la temporada pasada no se excavó bajo este muro pero en esta ocasión, se decidió hacer una pequeña excavación debajo del talud de piedra destruido donde se observaron dos pisos de barro y tres gradas del mismo material. Se recolectó una muestra de carbón de dicho relleno y se espera contar con una buena fecha para la secuencia constructiva de este sector.

Muro Sur
Las investigaciones en el Muro Sur de La Palangana se iniciaron en la Temporada 2012, no hay registro que haya habido excavaciones en esta área anteriormente. Aunque entre el 2003 y 2004 el Proyecto Arqueológico Kaminaljuyu de la Universidad del Valle de Guatemala, excavó tres pozos al pie del Muro Sur, estos mostraron niveles constructivos del Clásico Tardío, dos pisos del Clásico Temprano y un nivel ocupado en el Preclásico Tardío (Ivic y Alvarado 2004:15).

Dentro de los hallazgos de la Temporada anterior destacan la utilización de piedras en superficie y una plataforma tallada en terreno estéril (Arroyo et al. 2012:117). En la excavación de la Temporada 2013, a cargo de Emanuel Serech, se descubrió a una profundidad de 0.80 m, una plataforma de barro cocido con una escalinata erosionada orientada hacia el sur y un posible fogón en el norte de la estructura además de dos agujeros de poste. Parte de la escalinata fue removida para poder entender los episodios constructivos de la estructura de barro, bajo esta había un conjunto de piedras colocadas en semicírculo, estas se encontraban sobre cuerpos arquitectónicos (posibles basamentos) de la estructura, anteriores tanto a las piedras como a la escalinata (Fig.6).

La estructura de barro quemado, junto con sus cuerpos arquitectónicos (posibles basamentos), pudo haber sido la primera estructura construida de todo rasgo excavado en esta temporada en el Muro Sur. En algún momento posterior se colocaron las piedras en semicírculo sobre los posibles basamentos, esto pareciera indicar que quizá la estructura y los que la habitaban se estaban resguardando y aislando. A la Estructura de Barro se le adosaron posteriormente los escalones. Las piedras también son habituales en la superficie de la plataforma de barro, en los primeros lotes de la parte central de la operación. ¿Pudieron haber sido parte de los muros o basamentos de alguna otra estructura?

El fogón encontrado, pudo haber sido contemporáneo o posterior a la plataforma de barro, lo que es seguro es que fue utilizado durante toda la ocupación de la Estructura de Barro debido a que no se encuentra cubierto por otros rasgos constructivos o por otros materiales.

Es interesante observar que los escalones y toda característica constructiva de la estructura no ven hacia la Plaza Inferior de La Palanga, sino que ven hacia el sur. En el mapa de la Institución Carnegie de 1971 se pueden ver dos montículos alineados que se relacionan con el oeste del Muro Sur de La Palangana, estos son el C-III-1 y C-III-3. Según reporta Michels estos montículos ya no existían cuando ellos investigaron el área, solo quedaba la huella de estos (Michels 1979), posiblemente estos se relacionaban con la Estructura de Barro encontrada en esta temporada.
La cerámica y demás artefactos culturales (reconocidos en campo) sobre la estructura sugieren que la estructura podría ser del Clásico Temprano, aunque también se observa mucho material Preclásico, pero este podría ser parte de algún relleno traído de otra parte que si tuviese presencia en dicho periodo. Esta suposición es preliminar ya que con el posterior análisis de laboratorio se podrá determinar la posible secuencia cronológica de ocupación de esta construcción.

Muro Oeste (sector sur)
La excavación se ubicó al sur del Montículo C-II-12. El área corresponde a la parte interior del muro suroeste de la Plaza Inferior de La Palangana. La misma estuvo a cargo de Javier Estrada y Gloria Ajú.

La operación tuvo como principal objetivo conocer la secuencia constructiva del montículo. Inició como una excavación de 5 m de largo por 3 m de ancho orientada a 20° Azimut y a medida que se fueron exponiendo rasgos arquitectónicos y un entierro se fueron realizando extensiones. La operación contó con un total de diez unidades en su mayoría de 2 m de largo por 1 m de ancho.

Durante un registro realizado el año pasado, se expuso un conjunto de piedras dispuestas en forma de escalones correspondientes a la última etapa constructiva de La Palangana, durante esta temporada se documentó el límite del extremo norte del acceso suroeste a la Plaza Inferior.En esta excavación se documentaron dos pisos: el primero a 1.22 m de profundidad desde la superficie y el segundo a 2.40 m. Entre los dos se encontró relleno constructivo para nivelar y construir el siguiente piso. La excavación continuó con un relleno extenso en el que se encontraron depósitos cerámicos en abundancia hasta llegar al estrato estéril. A una profundidad de 4.75 m desde la superficie se encontró un entierro dedicatorio depositado en una oquedad tallada dentro del terreno estéril y sobre este, un estrato quemado. El hallazgo consiste en un entierro primario directo en posición decúbito ventral extendido y orientado 70° noroeste, con la cabeza hacia el oeste (Fig.7). Los restos óseos parecen corresponder a un individuo joven (según observaciones dentales que mostraban la raíz y desgaste correspondientes a un niño de 8-12 años) el cual no presenta las extremidades inferiores. En el brazo derecho, y de forma paralela al húmero tenía una navaja de obsidiana sin huellas de uso y sobre el cúbito y radio se localizó una vasija de tipo Usulután de silueta compuesta, mientras que en el izquierdo un vaso incompleto café-negro. Junto a la epífisis del fémur derecho se encontró un cuenco con engobe café e incisión gruesa.

En busca del rasgo dedicatorio se extendió la operación hacia el este, revelando estratos intrusivos así como un entierro secundario dentro de estos, este entierro no presentaba el cráneo y las extremidades se encontraban hiperflexionadas (Fig.8). Esta intrusión parece corresponder al periodo Clásico Temprano mientras el entierro previamente descrito corresponde al Preclásico Terminal.

La modificación del terreno estéril, el entierro dedicatorio, el estrato quemado y los depósitos cerámicos evidencian una importante actividad ritual previa a las actividades constructivas en esta área. Es posible que el niño haya sido sacrificado como ofrenda dedicatoria a la construcción, práctica que se hizo común en algunos lugares del sureste mesoamericano en esta época. Es importante señalar que el hallazgo en la base del muro, en su sector norte, arriba mencionado, corresponde a este mismo evento, así como en la plaza (al sur del área techada) en donde se halló un depósito similar en la Temporada 2011 de este proyecto. Además durante la limpieza del Túnel 9 de La Acrópolis en esa misma temporada, se reportó un evento similar, relacionado con tres entierros, por lo que conlleva a pensar en la relevancia del ritual dedicatorio, en un área más allá de La Palangana. Se espera que futuras investigaciones ayuden a entender mejor estas manifestaciones materiales.

Plaza Superior
Montículo C-II-13
Para comprobar que los montículos C-II-12 y C-II13 fueron construidos al mismo tiempo, se decidió colocar una excavación en el eje central de C-II-13. Previamente los investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania habían excavado una trinchera que atravesaba la plaza superior pero no lo hicieron en el eje del montículo.
Al segundo día de la excavación, se encontró el monumento 224 y a partir de allí se decidió extenderse en este sector para comprender su contexto.

La excavación se ubicó en la base oeste del Montículo C-II-13 en la Plaza Superior de La Palangana, estuvo a cargo de Andrea Rojas y Barry Brillantes. Esta consistió en un pozo extensivo de 8 por 9 m, en el cual se descubrió, hacia el este, la base del Montículo C-II-13 que consistía en una plataforma de barro cubierta por un denso depósito cerámico del Clásico Tardío.

A la orilla de la base, en el eje central de la estructura, se encontró el monumento 224 el cual está tallado de los cuatros lados (Fig.9). Este monumento consiste en una roca basáltica esculpida en todos sus lados. Se cree que la misma fue inicialmente utilizada en un lado con cúpulas, posiblemente para observaciones de estrellas. Posteriormente fue esculpido con una escena al estilo del Preclásico Tardío con un gobernante parado y otro personaje sentado. Actualmente se está trabajando en la interpretación de esta escena. Lucía Henderson, especialista en el arte de Kaminaljuyu está apoyando en esta tarea.

Existen algunos ejemplos en el vecino sitio de Naranjo donde se encuentran cúpulas en monumentos de piedra. Por lo mismo, se asume que podría tratarse de una acción sobre el monumento del Preclásico Medio. Un ejemplo con dos cúpulas de Kaminaljuyu se encuentra en una escultura de una colección privada. Esta actividad también aparece en monumentos de la zona olmeca.

El último uso del monumento corresponde al Clásico Tardío, según las investigaciones preliminares. Todavía falta realizar más análisis de los materiales pero el identificar a este monumento como uno de historia escultórica Preclásica y re-utilizado en el Clásico Tardío, le da cierta persistencia al mismo. La imagen esculpida durante el Preclásico en esta piedra fue una suficientemente poderosa con relevancia en las concepciones Clásicas. Posiblemente los habitantes del Clásico vieron al mismo como parte de su origen ancestral unos 600 años después de su original momento en que fue esculpido. En cualquier caso, la representación de la imagen incluyendo a un gobernante vuelve a mostrar la presencia de poder centralizado en Kaminaljuyu seguramente para el año 200 AC.

Hacia el oeste del monumento se lograron identificar 16 apisonados y ocho pisos de barro fechados, probablemente, para el Clásico Temprano. Llama la atención que, hacia el noroeste la arquitectura de este sector fue perturbada debido a la construcción de un pozo de absorción donde se recuperaron varias piedras, material cultural del Postclásico e inicio de la época Colonial y un esqueleto de una vaca (Fig.10). Curiosamente, en este lugar también se encontró un monumento completamente destruido. El mismo no ha sido trabajado pues el análisis de laboratorio está en proceso.

Conclusiones
Las investigaciones de La Palangana en Kaminaljuyu durante el 2013 han permitido conocer que la construcción inicial del muro alrededor de la misma se llevó a cabo hacia finales del periodo Preclásico, posiblemente cerca del año 200 DC. La mano de obra requerida para elevar el mismo requirió de gran esfuerzo y un poder centralizado para controlar a la población necesaria para esta ardua labor.

En este momento no se puede decir la función del muro, que inicialmente tuvo unos dos metros de altura en su lado oeste. Las fachadas de este muro, durante el fin del Preclásico, fueron recubiertas por capas de barro, como se documentó en el muro sur. Sin embargo, se pudo documentar que hubo un evento destructivo intencional en el sector norte, donde las paredes de bajareque que estaban sobre el muro fueron demolidas, según lo documentan los restos de este material en la sección norte del muro norte.

Si la propuesta del ingreso de una población del noroccidente de Quiché hecha por Hatch es aceptada, podría ser que este evento de destrucción en el muro norte refleje algún tipo de conflicto. Todavía se esta en los momentos iniciales del análisis de laboratorio y falta conocer un poco más sobre las actividades de La Palangana, sin embargo, se puede decir que este lugar fue un espacio dinámico, con constantes modificaciones, incluyendo la incorporación de piedras a las fachadas. Este material fue uno que no fue común sino hasta finales del periodo Clásico, sugiriendo que podría reflejar un cambio en el uso de este espacio en aquella época.

Las plazas han sido interpretadas como lugares de reuniones y eventos públicos, mismos que se convierten en despliegues de poder por parte de la élite. Un espacio tan grande como La Palangana debió funcionar para acomodar a muchas personas.
Haciendo una analogía con la cantidad de personas que se pararon sobre La Palangana para ver las ceremonias del altar principal durante las celebraciones del 21 de diciembre del 2012, se podría decir que fácilmente sólo en el muro oeste caben unas 500 personas. Si esto se multiplica por sus cuatro lados, sólo en la parte superior podrían caber unas 2,000 personas.

Ahora se está analizando la relación entre La Acrópolis y La Palangana y se están contrastando estos dos espacios como áreas de poder en el Clásico. Se espera que al terminar el análisis de esta temporada se pueda ofrecer una mejor explicación sobre la dinámica dentro de estos dos importantes lugares del centro de Kaminaljuyu. Otras investigaciones han demostrado como el poder dentro de las plazas y ciertos espacios públicos migra de un lugar a otro en el tiempo. Se cree que algo similar sucedió en Kaminaljuyu y se espera reportar sobre estos avances en un futuro cercano.

Referencias

Ajú, Gloria; Patricia Mah, Adriana Linares y Lorena Paiz
2012 Investigaciones en La Palangana. En Informe final, Zona Arqueológica Kaminaljuyu, Temporada 2011 (editado por B. Arroyo) pp. 122-142. Instituto de Antropología e Historia.

Arroyo, Bárbara
2013 Cronología. En Informe final, Zona Arqueológica Kaminaljuyu, Temporada 2011 (editado por B. Arroyo) pp. 284-385. Instituto de Antropología e Historia.

Arroyo, Bárbara; Lorena Paiz, Andrea Rojas, Patricia Mah, Gloria Ajú, Javier Estrada, Emanuel Serech
2013 Kaminaljuyu después de Teotihuacan: Investigaciones recientes. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez), pp 113-126. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Ivic, Matilde y Carlos Alvarado Galindo
2004 Kaminaljuyu (editado por M. Ivic y C. Alvarado). Centro Editorial Vile y Asociación de Amigos del País, Guatemala.

Mah, Patricia y Jorge Méndez
2013 Investigaciones en La Palangana. En Informe final, Zona Arqueológica Kaminaljuyu, Temporada 2012 (editado por B. Arroyo) pp. 120-186. Instituto de Antropología e Historia.

Michels, Joseph
1979 Settlements pattern excavations at Kaminaljuyu, Guatemala. Pennsylvania State University Press. Estados Unidos.

Fig.1: Mapa de las excavaciones realizadas en la Palangana en la Temporada de Campo 2013.

Fig.2: Depósito Cerámico en la Unidad KJPAL7-G11/H11, en el Muro Oeste de la Palangana.

Fig.3: Alineamiento de Barro Quemado en la Operación KJPAL10, Muro Norte de la Palangana.

Fig.4: Alineamiento de Piedras en la Operación KJPAL13, Muro Este de la Palangana.

Fig.5: Talud de piedras en la Operación KJPAL13, Muro Este de la Palangana.

Fig.6: Estructura de Barro Quemado de la Operación KJPAL10, Muro Sur de la Palangana.

Fig.7: Entierro primario Preclásico en la Operación KJPAL12, Muro Oeste de la Palangana.

Fig.8: Entierro secundario, posiblemente Clásico Temprano (¿Aurora?)
en la Operación KJPAL12, Muro Oeste de la Palangana.

Fig.9: Monumento 224 en la Operación KJPAL14 en la Plaza Superior de la Palangana.

Fig.10: Esqueleto de Vaca en la Operación KJPAL14, Plaza Superior de la Palangana.