021 Real Palacio, Palacio Centenario o Parque Centenario: recuperando una parte de la historia física de la Ciudad de Guatemala. Yvonne Putzeys, Rubén Larios, Carolina Roldan y Dafne Madrid – Simposio 27, 2013

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021 Real Palacio, Palacio Centenario o Parque Centenario: recuperando una parte de la historia física de la Ciudad de Guatemala.

Yvonne Putzeys, Rubén Larios, Carolina Roldan y Dafne Madrid

 

XXVII Simposio de Investigaciones
Aqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
22 al 26 de julio de 2013
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Andrea Rojas

 

Referencia:
Putzeys, Yvonne; Rubén Larios, Carolina Roldán y Dafne Madrid
2014 Real Palacio, Palacio Centenario o Parque Centenario: recuperando una parte de la historia física de la Ciudad de Guatemala. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y A. Rojas), pp. 245-257. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Real Palacio, Palacio Centenario o Parque Centenario: recuperando una parte de la historia física de la Ciudad de Guatemala
Yvonne Putzeys
Rubén Larios
Carolina Roldán
Dafne Madrid
Palabras clave
Ciudad de Guatemala, Parque Centenario, Real Palacio, siglo XX.

Abstract
Talking about the history of the New Guatemala of the Assumption, necessarily refers to the center of the capital city is the Plaza Mayor and the emblematic buildings that surround and undoubtedly identify the urban image of the same, such as the Metropolitan Cathedral, the National Palace of Culture and Trade Portal. However, not all of these buildings have been the same from the date of transfer of the city in 1776, as some have suffered serious transformations in its original architecture, changed their use or completely disappeared, as the case of the Royal Palace of Government the Mint and the Palace Centenary. Plaza Mayor is therefore the «heart» of the city and is the site to date brings together the major events of the city and move every day thousands of people from all walks of life and different purposes. Reason for physical evidence of the transformation of this essential point of the city, should be for all Guatemalans the chance to recover parts of the ancient and recent history of it, a goal can be met in some way with the evidence from Project Rescue Archaeological Survey & Pipeline Unique Sixth Avenue, zone 1 of Guatemala.

Introducción
La ponencia siguiente se origina de la investigación arqueológica, realizada durante la ejecución del Proyecto de Sondeo y Rescate Arqueológico Ducto Único en la Sexta Avenida entre Sexta y Octava Calles de la zona uno, parte del parque Centenario de la ciudad de Guatemala. El parque ha sido escenario de edificios de gobierno y de hechos históricos tan relevantes para el país, como el haberse firmado el Acta de Independencia en uno de los salones del que fuera el Real Palacio de Gobierno el 15 de Septiembre de 1821, de allí su importancia histórica por el uso y contexto. Debido al crecimiento de la ciudad, se hace necesaria la ampliación de sus servicios esenciales, tal el caso de la energía eléctrica y para proteger y conservar visualmente le patrimonio arquitectónico, es mejor hacerlo de forma subterránea, razón por la que se planificó por parte la Municipalidad capitalina la perforación de un ducto único en la principal arteria del Centro Histórico de la ciudad y que comunica con edificios emblemáticos y puntos de interés del mismo. De tal forma que la Municipalidad concibió el proyecto atendiendo las exigencias de los usuarios pero respetando y conservando a la vez, el importante patrimonio cultural de la nación que allí se encuentra, por lo que contrata a la empresa Gas Natural FENOSA Telecomunicaciones Guatemala S.A. para su ejecución. De manera que se trasladó la solicitud de autorización del proyecto al Departamento de Conservación de Bienes Culturales de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural-IDAEH, donde se dictaminó que previo a la ejecución del proyecto, era necesaria la realización de un sondeo arqueológico en el área, considerando la antigüedad e importancia de la misma.

Antecedentes históricos
La ciudad de la Nueva Guatemala fundada en el Valle de la Ermita, llamado también de las Vacas, es la última versión que aún persiste, de sus antecesoras situadas en la ciudad de Iximche’ (capital de la nación Kakchiquel), en el Valle de Almolonga (hoy Ciudad Vieja) y en el Valle de Panchoy (hoy La Antigua Guatemala) en 1525, 1527 y 1543 respectivamente. A continuación de los terremotos de Santa Marta ocurridos el 29 y 30 de Julio de 1773, que provocaron serios daños a los edificios de la ciudad de Santiago de Guatemala, don Martín de Mayorga Presidente de la Real Audiencia, propone trasladar de nuevo la ciudad, después de un largo debate entre “traslacionistas” y “conservacionistas”, por mayoría de votos de los primeros, se decide trasladar la ciudad y según Real Cédula de Carlos III del 23 de Mayo de 1776, se le dedica a la Virgen de la Asunción, en honor a la parroquia de la Asunción, establecida previamente en el sitio y actualmente conocida como Parroquia Vieja o Santa Cruz del Milagro (Municipalidad de Guatemala 2006:4).

De acuerdo al trazo final del arquitecto español Marcos Ibáñez, el Rey aprueba la construcción formal de la ciudad en 1778, la cual toma la forma de un tablero de ajedrez, con una plaza mayor o plaza central y cuatro plazas adicionales con avenidas de norte a sur y calles de este a oeste, para que también funcionaran como entradas a la ciudad. Desde el siglo XVIII, se construyen además pequeños callejones y plazas que cumplían la función de dividir la ciudad en cuadrantes y que formaron un núcleo social y recreativo de los diferentes barrios de la ciudad, según la parroquia que los administraba. Así estaban, las principales: el Sagrario, al centro, San Sebastián al norte, San Francisco al sur, Plaza Vieja o Colón – Santo Domingo al oriente y Nuestra Señora de Guadalupe al occidente; además de las otras parroquias e iglesias como La Candelaria, La Merced, Santa Catalina, La Recolección, El Cerro del Carmen, Belén, Santa Teresa, Santa Rosa, La Parroquia y El Calvario.(Sacor, 2008: 134).

Este diseño de ciudad tiene que ver con la configuración urbanística de aquella época, donde se consideraban cuatro tipos de planos: plano equirrectangular, en cuadrícula, ortogonal o en damero; plano lineal; plano radiocéntrico y plano irregular. Las ciudades coloniales, como las de Guatemala y otros dominios de la corona española en América, fueron erigidas usando un plano en damero, o sea una forma cuadrada, ajedrezada, cuyo modelo obedecía a los de las urbes romanas construidas con base en la forma de cardo y decumanus: dos calles principales –el cardo (de norte a sur) y el decumanus (de este a oeste) – una cuadrícula de pequeñas calles que dividen la ciudad en manzanas y un perímetro amurallado con puertas de acceso. El punto focal era el foro, por lo general situado en el centro de la ciudad, en la intersección del cardo y el decumanus. Este espacio abierto rodeado de tiendas, funcionó como el lugar de reunión de los ciudadanos romanos. Fue además, el emplazamiento de los principales edificios religiosos y cívicos, entre ellos, el Senado, la oficina de registro y la basílica. Este tipo de planificación tiene la ventaja de que su parcelamiento es más fácil por la regularidad de las formas de las manzanas (Municipalidad de Guatemala, Op. Cit.: 6).

La Plaza Mayor ha sido motivo de varias modificaciones desde su diseño original por Luis Díez de Navarro, en el siglo XVIII para ser el centro de la Nueva Guatemala de la Asunción y el lugar donde se desarrollaban las principales actividades económicas, políticas y sociales del país, a ella convergía todo género de mercaderías, destinadas a actividades comerciales y económicas, servía además para ejercicios militares y festividades civiles y religiosas, a lo largo de su historia, se le ha conocido con diferentes nombres: Plaza Mayor, Plaza Central, Plaza de Armas, Plaza de Los Lamentos y hoy en día Plaza Mayor de la Constitución, según la nomenclatura antigua la Plaza Mayor se ubicaba al Norte Portal del Señor, en la Calle del Incienso y/o del Ejercicio (hoy la 6ª Calle), Al Sur el Portal del Comercio, en la Calle de Los Mercaderes. (Hoy la 8ª. Calle) al este, La Catedral, Palacio Arzobispal, Colegio San José de Los Infantes, en la Calle de los Judíos. (Hoy la 7ª. Avenida) Al Oeste, EL Palacio de los Capitanes Generales, en la Calle Real (hoy la 6ª. Avenida). Su extensión es de 132.85 metros de largo y 116.40 metros de ancho que dan un total de 15,463.74 metros cuadrados (Sacor Op. Cit.: 135).

En el predio que ocupa actualmente el parque Centenario, estuvo asentado, por orden del capitán general Martín de Mayorga, el Real Palacio o el Palacio de Gobierno, que sustituyó con el traslado a esta nueva ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción al de los Capitanes Generales de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala en el año de 1776. Este palacio contó con muchas dependencias, entre ellas, La Capitanía General, la Real Audiencia, la Casa de la Moneda, la Tesorería Real, el Cuartel de Dragones, la Sala de Dragones, la Sala de Armas y la Cárcel de la Corte, fue en el Real Palacio en donde se firmó el Acta de la Independencia de Centroamérica, el 15 de septiembre de 1821. (Figs.4 y 5)

El Parque Centenario se construyó en el año de 1926 y en el año de 1930 (Fig.1) ya era famoso por “El Peladero”, lugar donde hasta la presente fecha se hablan y se enteran las personas de los más diversos temas de la política nacional, y como alusión a este “Peladero” se realizó el relieve construido en concreto que se encuentra matizado en la Biblioteca Nacional. Frente al Parque Centenario se encontraban el edificio del Ayuntamiento (municipalidad) que también tenía un portal a lo largo de toda la cuadra, que los pobladores llamaban popularmente “Portal del Señor”, y en el otro extremo se encontraba el Portal del Comercio, en el mismo lugar que se encuentra hasta la fecha, con excepción de que entonces tenía arcos de estilo Colonial, al igual que los portales del Palacio del Gobierno y el del Señor. Estos portales sufrieron serios daños con los terremotos de 1917-18 y no fueron reconstruidos, a excepción del Portal del Comercio cuyo diseño se modificó al estilo Neoclásico que conserva hasta la actualidad (Barco, 2012 http://cultura.muniguate.com).

El Parque Centenario, según la nomenclatura antigua delimitaba desde su construcción al norte con la Calle del Ejercicio (hoy la 6ª Calle), al sur con la Calle del Palacio (hoy la 8ª. Calle), al este con la Calle Real (hoy 6ª Avenida) y al oeste con la Calle de La Amargura, hoy la 5ª Avenida, (Fig.1) su extensión es de 116.40 metros de largo y 81.70 metros de ancho que hacen un total de 9,509.88 metros cuadrados (Ibíd.).

En el año de 1943 fue transformado en parque público, bajo el nombre de parque Centenario, o de la fuente luminosa ya que estaba enfrente a la Plaza Mayor o Parque Central, que fue demolida en el mismo año para dar paso a la construcción de la actual Concha Acústica. En el año de 1939, durante el gobierno de Jorge Ubico, se remozó por primera vez el Parque Centenario, cuando se construyó la Concha Acústica, con la intención de sustituir el Kiosco que se ubicaba en la Plaza Central en donde los domingos ofrecía conciertos la Banda Marcial, y al que se le agregaron jardines y bancas (Lemus, 1993: 307).

Al igual que el Parque Central, de 1983 a 1986, este parque se pensó que fuera destinado a servir como parqueo subterráneo, fue demolido por completo y quedó abandonado durante varios meses, hasta que el parque comenzó a ser reconstruido el día 9 de abril de 1984, cuando dieron inicio los trabajos de salvamento arqueológico del Parque Centenario, a cargo de la Licda. Elizabeth Lemus del IDAEH, dejando sin efecto la construcción del parqueo subterráneo, durante la primera administración municipal de Álvaro Arzú y con ayuda de la iniciativa privada, por lo que el comité de reconstrucción optó por llamarle “Parque Centenario S.O.S”. (Municipalidad de Guatemala, Óp. Cit.).

A partir de esta reconstrucción, la arquitectura del parque cuenta con plazoletas para descanso y puestos comerciales y una renovación total de la Concha Acústica que cuenta con una capacidad para 324 personas que pueden sentarse en 80 bancas, parqueo para 40 vehículos, fue finalizado en el mes de septiembre de 1989, según consta en la placa conmemorativa que se encuentra colocada al norte de la concha acústica (Barco, Óp. Cit.).

Proyecto Arqueológico
Dadas las características del área y la poca investigación arqueológica de la que había sido objeto con anterioridad, además de la modalidad del proyecto que tiene por objeto el rescate, se consideró necesaria la investigación por medio de excavaciones de sondeo intensivo tipo pozo, de acuerdo a la evidencia histórica que se encuentra en el contexto, como los parques y su equipamiento urbano y la sexta avenida. Razón por la que se planificó para la ejecución del proyecto de sondeo y rescate, la excavación de cuatro pozos de sondeo y tres calas de aproximación, se ubicaron en áreas específicas donde, de acuerdo al plano adjunto (Fig.2) se realizarían las perforaciones para el ducto eléctrico y que a la vez es donde se localizaría la mayor evidencia histórica relevante que podría impactarse o destruirse irremediablemente con los trabajos de intervención en el área.

Operación A
Debido a las dimensiones del terreno, se designó como Operación A, a todas las unidades de excavación intensivas o pozos de sondeo, las cuales habían sido previamente determinadas de acuerdo a la necesidad tener pozos de control de cableado, una vez instalado el ducto único para la fibra óptica. Los cuatro pozos planificados, fueron excavados y se ubican de acuerdo al plano adjunto, en puntos estratégicos donde era posible la localización mayor evidencia histórica relevante en el Parque Centenario y por lo tanto susceptible de ser alterada. Todos los pozos tuvieron una medida estándar inicial de 1.39 por 1.89 m y 1.90 m de profundidad, debido a las necesidades puntuales para la realización de la obra, sin por eso descuidar la protección patrimonial.

Suboperación DU-A-1
Esta primera unidad se trazó en la esquina sSureste del Parque Centenario, es decir a 1.0 m de la intersección de la 8ª Calle y 6ª Avenida de la zona 1, sobre la Sexta Avenida. La perforación de esta unidad tenía como objetivo la conexión de los cables ya instalados en años anteriores con la nueva introducción de fibra óptica proyectada. Se inició la excavación cortando la primera capa de pavimento con una cortadora mecánica de cemento y posteriormente con un taladro eléctrico hasta levantar los bloques de concreto de un grosor medio 0.25 m, debajo del cual se encuentra un estrato de tierra de compactación, compuesto de arena fina y un poco de barro. En el nivel 3 (0.45 m) se empezó a localizar fragmentos de ladrillo, especialmente hacia el perfil oeste del pozo, de igual forma en la esquina noreste, se encontró un tubo de hierro sumamente deteriorado aún inserto en su cimiento de ladrillo, el cual ya había sido impactado con anterioridad, probablemente durante la última construcción del actual Parque; podría tratarse de la base de un antiguo rótulo o señalización urbana.
En el perfil norte del pozo, debajo de la capa de cemento, apareció una especie de cimiento hecho de bloques de talpetate compactados con tierra arcillosa de 0.82 m de ancho, se prolonga hacia el norte y se encuentra casi a la mitad del pozo. Profundizando en el nivel 4, a 0.65 m., se empezó a localizar fragmentos de ladrillo tayuyo unos con restos de cal y otros de repello con evidencia de pintura color amarillo; hay algunos vacíos que pudieron servir para muros intermedios y la mayoría de fragmentos son sólidos, aunque ninguno se encuentra en su posición original o alineados de manera alguna, todos se concentran en la parte oeste de la unidad (Fig.3).

Se localizó un tubo de cemento de drenaje con su caja de ladrillo y cemento a 0.90 m de profundidad (nivel 5) que corre de noreste a suroeste, inicialmente se desconocía si aún estaba en servicio, hecho que pudo verificarse después y con la información de personal técnico de la Municipalidad capitalina. Debido a encontrarse en uso, no era posible cortarlo y a la poca profundidad en la que se encuentra y a su diámetro (aproximadamente 0.30 m) hizo imposible la continuación del pozo, mismo que se destinaría como pozo de control del ducto único. De tal forma que se tomó la decisión de excavar otro pozo paralelo, que se registró como ampliación del primero, denominándose así DU-A-1 a.

DU-A-1 a
Esta ampliación se excavó con las mismas medidas que el anterior, es decir, 1.39 X 1.89 m, se perforó y removió primero la capa de asfalto de 0.30 m de grosor, debajo de la primera capa de concreto se encontraron dos antiguos tubos de conducción eléctrica en desuso, los cuales corren de norte a sur y pueden tentativamente fecharse para la segunda mitad del siglo XX. Aparecieron los mismos estratos que en el pozo DU-A-1, inclusive el cimiento de bloques de talpetate, que continúa hacia el Norte (Fig.3).

A 0.83 m de profundidad (nivel 5) se encontró un nuevo tubo de cemento de drenaje, un poco más grueso que el anterior aunque de similares características, pues también se encuentra en uso y corre en dirección de Noreste a Suroeste, ambos tubos pueden fecharse tentativamente para alrededor de la década de los años cincuenta del siglo XX, ya que es cuando se generaliza el uso de tubería de cemento, pero aún se mezcla con ladrillo tayuyo como en las cajas de registro (ver Fotografía 2). Debido a este hallazgo, se imposibilita la construcción del pozo de telefonía y después de consultarse con los supervisores de la Municipalidad de Guatemala, se decidió hacer una nueva excavación hacia el Norte, para lo cual debió ampliarse la sección a de la unidad DU-B-1 y concretar el objetivo inicial. Se encontró abundante cantidad de materiales arqueológicos, que incluye variedad de ladrillos tayuyos algunos quemado y con repello, fragmentos de vidrio, mármol y metal, entre ellos una antigua bisagra y fragmentos extremadamente frágiles de papel, en apariencia papel periódico.

Suboperación: DU-A-2
Se trazó esta unidad a 55.0 m de distancia hacia el norte de la unidad DU-A-1, por su ubicación se encuentra casi a la mitad del Parque Centenario en eje con la fachada de la Catedral Metropolitana hacia el Este. Debajo de la primera capa de concreto y piso de granito martilineado que corresponde a la última etapa de remodelación del Parque en 2008, a 0.10 m de profundidad se encontró el poliducto de electricidad que consiste en dos tubos paralelos de hule negro que corren de norte a sur, posiblemente corresponden a los antiguos semáforos que se ubicaban en las esquinas de la 6ª y 8ª Calles.

A 0.41 m de profundidad (nivel 3) se encontró un antiguo tubo galvanizado de conducción de agua, que corría de este a oeste y que quizás por la dirección y ubicación en que se sitúa, pudo alimentar algunas de las fuentes que se situaban en el Parque Central alrededor de la década de los años treinta del siglo XX. En este mismo pozo se localizó un piso de baldosa de barro hacia el lado oeste que se prolonga de norte a sur. Debajo de este piso pudo observarse la presencia de al menos tres pisos más hacia abajo, pero para conservar la última versión visible, se decidió no removerlo. En el perfil norte y adosado al piso de baldosa, se halló un muro de ladrillo y cal que se extiende hacia el este, razón por la que se sugirió la posibilidad de extender el pozo hacia el suroeste para proteger el muro, mismo que por sus características, puede afirmarse que tiene un aproximado de cien años.

Se continuó la excavación hasta el nivel 10 (1.90 m) recuperándose materiales arqueológicos como fragmentos de repellos con restos de pintura, fragmentos de ladrillos, metal (clavos), porcelana y algunos tiestos cerámicos. No se encontró otra evidencia arquitectónica asociada a los rasgos hallados pudiendo constatar que los estratos son los mismos a los localizados en la unidad anterior, como el cimiento de talpetate que continúa hacia el norte, el relleno de ripio con fragmentos de ladrillo y mezcla y el último estrato de tierra orgánica con barro y arena. Debido a la importancia del piso de baldosa hallado, se decidió hacer una excavación tipo ventana en la sección o de la cala 1 (unidad DU-B-1) hacia el sur de 1.0 m de largo por 0.50 m de profundidad, pudiendo verificar la prolongación del mismo con un desvío en dirección suroeste (Fig.3).

Finalmente, se tomó la decisión en consenso con las autoridades del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales (Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural-IDAEH), de la Dirección de Control Territorial (Municipalidad de Guatemala), Gas Natural FENOSA y la contratista CORPOSER, de instalar otro tipo de material para el ducto de característica flexible conocido como ADS, de tal forma que pudiera continuar la línea de conducción sin desviarse de la misma y protegiendo a la vez el muro localizado en esta unidad, perforando para el efecto un pequeño tramo del muro, hecho que se hizo con supervisión arqueológica. Se hizo la ampliación de 1.0 m hacia el Sureste y se le dio seguimiento al muro de ladrillo hacia el Este, pudiendo verificar su prolongación en línea recta 1 m más, aunque sin materiales arqueológicos asociados. Aunque inicialmente se tenía la hipótesis de que el muro de ladrillo representaba le límite Sur de un posible antiguo pozo de absorción que se evidenció durante la excavación de la sección a de la unidad DU-B-2, pero con la continuación del muro de ladrillo se cuestiona su verdadera función.

Suboperación DU-A-3
Esta unidad se trazó en la esquina de la 6ª Calle y 6ª Avenida, a 50 m en línea recta de la unidad DU-A-2. La capa de cemento de 0.40 m de grosor, se encuentra conformada por una primera capa de arena fina de consistencia muy compacta. En la superficie tenía una delgada capa de cemento selecto de 0.10 m, seguido por una capa de aproximadamente 0.20 m de un material parecido al selecto de consistencia suelta y muy arenosa (este solo se encuentra en los perfiles norte y oeste). Los 0.10 m restantes correspondían a otra capa de cemento mucho más duro con piedrín. El siguiente estrato comprende de los niveles 3 al 6 (0.40 a 1.25 m) es ripio de ladrillo, mezclado con tierra café amarillenta de consistencia suelta, textura suave y arenosa. Es notable la presencia de varios restos óseos de animales, fragmentos de vidrio y objetos de hierro (Fig.3).

Al profundizar al nivel 7, se encuentran tres estratos diferentes: en el oeste, se encontró el estrato de ripio de ladrillo de los niveles anteriores, éstos están mezclados con tierra de consistencia suelta, con textura suave y arenosa de color café claro. En el este y norte, el estrato se compone de tierra negra de consistencia suelta, textura suave y arenosa. En el norte la tierra negra se ve cortada y reemplazada por el cimiento de talpetate café amarillento de consistencia compacta, textura dura y arenosa, de forma vertical entre la tierra y podría ser parte del cimiento de los antiguos edificios Real Palacio de Gobierno y Comandancia de Armas que resultaron destruidos en los terremotos de 1917-18. Se encontraron restos óseos, vidrio, artefactos de hierro, porcelana y un tiesto cerámico. A 1.85 m de profundidad (nivel 9), el estrato es homogéneo, se trata de tierra negra de consistencia suelta, textura suave y arenosa. No posee rasgos arquitectónicos.

 

Suboperación DU-A-4
Esta última unidad fue excavada sobre la 6ª Calle a 14 m de distancia de la unidad DU-A-3 y 6 m de la esquena de la 6ª Avenida. La capa de asfalto es más delgada que en las unidades anteriores, ya que sólo tiene 0.22 m en el perfil este y 0.10 m en el perfil oeste, debido también al ligero desnivel en el terreno. Es importante resaltar la localización del posible cimiento de bloques de talpetate únicamente en el perfil Sur del pozo, pues el mismo parece concluir justo en ese punto. Además se encontró un estrato de arena con cal debajo de la capa de concreto superior y una capa de ripio, aunque no tan grueso como el localizado en las unidades anteriores, sino posiblemente producto de la última remodelación del Parque Centenario (Fig.3).

Es importante hacer notar la casi ausencia de materiales arqueológicos, con la excepción de algunos fragmentos en buen estado de conservación de piso de cemento líquido polícromo con diseños geométricos en los niveles 6 y 7. Después de 1.65 m de profundidad (nivel 9) no se encontró la menor evidencia cultural, sino por el contrario es un estrato de barro compacto hasta el nivel 10 (1.90 m) donde se concluyó el pozo.

Operación B
Esta operación se programó para la realización de excavaciones extensivas tipo calas, las cuales tenían el propósito de conectar y dar seguimiento a toda la instalación del poliducto de fibra óptica con los pozos de control, resguardando de esta forma los rasgos culturales que se encontraban intermedio. Las tres calas tuvieron un ancho promedio de 0.50 m y una profundidad estándar de 1.0 m y para su mejor control, se dividieron en secciones de 3.0 m cada una.

Suboperación DU-B-1
Esta cala tiene 0.50 m de ancho x 47.6 m de largo su orientación va de sur a norte y conecta a la unidad DU-A-1 con la unidad DU-A-2 en el norte, se llegó a la profundidad máxima de 1 m. La cala fue excavada por secciones de 3 m de largo y éstas se identificaban con literales (se empezó con la “a” y se terminó con la “o”, ésta última medía 2.40 m) en esta excavación se identificaron dos estratos continuos.

DU-B-1 a
La unidad de excavación DU-B-1-a, corresponde a la ampliación al norte de la unidad DU-A-1 a, la cual debió extenderse, debido a la localización de dos tubos de drenaje hechos de concreto, que impidieron el profundizar en los pozos anteriores, razón por la que hubo de modificarse la sección a de la cala 1, para convertirse en pozo de control. Sus medidas fueron 1.39 X 1.89 m y se excavó a una profundidad máxima de 1.90 m. En esta unidad se excavaron 9 niveles de 0.20 m cada uno (a excepción del primero que tiene 0.40 m).

El primer nivel de la excavación de la cala “sección a” consistía en una plancha de cemento de 0.40 m de grosor, de consistencia muy compacta (se tuvo que cortar con una máquina especial). En la superficie tenía una capa de cemento fino de 0.10 m, seguido por una capa de aproximadamente 0.20 m de un material parecido al selecto de consistencia suelta y muy arenosa (éste sólo se encuentra en los perfiles norte y oeste). Los 0.10 m restantes correspondían a otra capa de cemento mucho más duro con piedrín. El segundo nivel se divide en dos estratos, según su ubicación en el oeste de la unidad la tierra es de color café claro de consistencia suelta, textura suave y arenosa. Poseía algunos ladrillos. Y en el este, la tierra era de color café oscuro de consistencia suelta, textura suave y arenosa, no se encontró evidencia arquitectónica.
En el perfil sur se localizó una columna posiblemente reutilizada, como cimiento del pavimento, en el oeste de ésta había una gran cantidad de ladrillos sin un orden aparente, conformando un estrato de ripio A 1.18 m de profundidad (nivel 6) se encontró en los lados noroeste y oeste de la unidad, bastante ripio de ladrillo. Junto a éste se ubica un cimiento fabricado de bloques de talpetate, con una argamasa grisácea y muy compacta (¿posible cal?) que la continuación del mismo reportado en las unidades anteriores.

En el este, los niveles se componían de barro café oscuro de consistencia suelta, textura suave y arenosa, como en los niveles anteriores, en esta porción no hay rasgos arquitectónicos visibles. El material recuperado de estos niveles consistía en: clavos de hierro oxidados, fragmentos minúsculos de papel, fragmentos de piso de mármol, ladrillos quemados, fragmentos de vidrio y artefactos variados de hierro. En el noroeste y oeste del nivel 5 y 6 (1.20 m) se siguió encontrando el mismo relleno de ripio de ladrillo de los niveles anteriores, pero ya no se encontró el cimiento de talpetate, en vez de este, había un estrato de tierra café oscura, de consistencia semicompacta, de textura suave y arcillosa. En el este, el estrato que compone este nivel es similar al que se encuentra en el perfil Norte de la porción oeste debajo del cimiento de talpetate. En los niveles del 7 al 9, ya no se encontró ripio de ladrillo, solo tierra de color café oscuro de consistencia suelta, textura suave y arcillosa. Este estrato se extiende por toda la unidad. Con el nivel 9 (1.90 m) se finalizó la excavación de esta ampliación de cala, permitiendo la construcción del pozo de control.

DU-B-1
El primer estrato corresponde al piso del Parque Centenario, que son baldosas de granito martilineado de colores, de 0.10 m de grosor, debajo del cual se encuentra una delgada capa de selecto fino y una plancha de cemento con piedrín más grueso de 0.20 m de espesor. El segundo estrato se componía de un cimiento de talpetate de consistencia muy compacta, de textura dura y compacta.

En la sección “b” se encontraron cuatro hierros que unían una columna, mientras que en la sección “g” se encontraron pequeñas láminas de metal. Por lo general aparecieron fragmentos de ladrillo, algunos con restos de cal y otros quemados, destacándose un ladrillo con la huella de impresión de dedos durante su manufactura, aunque se rescataron muy pocos materiales en relación con los pozos.

Operación DU-B-2
Esta unidad estuvo compuesta de 17 secciones que abarcan un total de 50.5 m de largo, le da seguimiento a la unidad DU-A-2 y concluye en la unidad DU-A-3. En la sección a, nivel 3 (0.50 m de profundidad) se halló un muro de similares características del localizado en la unidad DU-A-2 y paralelo al mismo, con la diferencia que éste es corto y hay un espacio en medio, razón que condujo a creer que se tratara de la caja de un antiguo pozo de absorción (Mtro. Mario Ubico, comunicación personal, 2013)

En la sección b, a 0.60 m (nivel 4) y 0.85 m de profundidad (nivel 5) se encontraron dos tubos de drenaje de cemento que corren de noroeste a sureste; asimismo en la sección c, se encuentra una caja de cemento de 0.58 m de largo que concentra los cables de alta tensión que llevan iluminación a la fuente de la Plaza Mayor, así como de otras dependencias de servicio público en el Parque Centenario (Fig.3).

Cabe destacar que, en las secciones f e i, se localizaron los restos de lo que fueron dos ataujías abovedadas, posiblemente para desagüe, construidas de ladrillo y que podrían fecharse para la segunda mitad del siglo XIX. Los estratos se componen de una plancha de cemento de 0.30 m de grosor, cuya parte superior es baldosa de granito martilineado que es el piso actual del Parque Centenario. El segundo es el cimiento de talpetate de consistencia compacta, textura dura y arenosa.

Operación DU-B-3
Esta cala tiene 0.50 m de ancho x 15 m de largo. Ésta se dividió en 5 secciones (de la a a la e). De la sección a a la c se orienta de sur hacia norte, y en la sección d presenta un punto de inflexión hacia el Oeste. Se llegó a una profundidad máxima de 1 m. Se identificaron tres estratos en esta excavación.

El primero se componía de una plancha de cemento de 0.30 m, de consistencia muy compacta y dura con mucho piedrín. El segundo sólo se encuentra en las secciones a y b, se compone de cimiento de talpetate de consistencia compacta, textura dura y arenosa. En la sección a se encontró un tubo de desagüe a 0.30 m de profundidad, de similares características a los ubicados en las unidades DU-A-1 y DU-A-1 a, aunque más delgado, corre de noroeste a sureste.

El tercer estrato se encuentra en las secciones c, d y e, se compone de ripio de ladrillo con mezcla de tierra negra, consistencia suelta, textura arenosa. En la sección c se encontró otro tubo de drenaje de cemento, a 0.42 m de profundidad (nivel 3) que también corre de noroeste a sureste. En esta última cala no se encontraron materiales arqueológicos.

Conclusiones
El espacio físico utilizado primeramente como mercado y plaza de armas que después se transforma en el parque central de cada población, es el eje a cuyo alrededor, por lo general, se sitúan los edificios públicos más importantes. Tales como la iglesia parroquial, la municipalidad, el Juzgado, la cárcel, etc. Por otro lado, es también allí donde las actividades principales de la comunidad se llevan a cabo, como el comercio, la interacción social, las expresiones políticas, religiosas y artísticas, también representa un área verde central, además es el lugar ideal para la recreación popular, punto de referencia y lugar para pasar el día, (Putzeys y Joaquin 2005). El papel representado por los parques, es pues históricamente esencial para el funcionamiento y desarrollo de una comunidad y en el caso de la ciudad de Guatemala, esto se maximiza a causa de ser la Capital y por lo tanto la población más importante de toda la República y durante el período Hispánico la Capital de toda la Capitanía General de Centroamérica (Figs.4 y 5) . Por lo que al momento de trasladarse la ciudad a su actual asiento, ese fue uno de los factores más importantes a tomar en consideración para hacer la nueva traza urbana.

Después de concluir el respectivo análisis de los materiales recuperados durante el proceso de excavación, se hizo necesario hacer algunas consideraciones, especialmente, tratándose de un área de la importancia histórica del Parque Centenario ubicado en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Guatemala. Los materiales arqueológicos recuperados, confirman la calidad de los edificios que allí estuvieron y efectivamente, como bien lo había ya afirmado Elizabeth Lemus en 1989 (Lemus Óp. Cit.), los vestigios arqueológicos encontrados en el área ahora ocupada por el Parque Centenario son los pisos originales, fragmentos de muros con pintura, mármoles tallados para piso y decoración, etc. de lo que fuera el Palacio de los Capitanes Generales de la Nueva Ciudad de Guatemala (Figs.8 y 9). Y aunque se conocen los nombres de los diferentes edificios que componían el complejo cívico que aquí se asentara, el Real Palacio de los Capitanes Generales, la Casa de Moneda, la Real Audiencia, la residencia del Capitán General y la cárcel de la Audiencia, será imposible llegar a determinar con plena certeza el conjunto de estructuras hasta que se efectúe un trabajo bien organizado y con todo el tiempo que requiere una investigación arqueológica y no únicamente por datos documentales o fotografías, que por la técnica de principios de siglo XX o finales del siglo XIX, no proporcionan datos tan exactos como los que puede aportar una excavación arqueológica formal (Gutiérrez 2007).

Es indispensable mencionar entre los hallazgos relevantes la localización de múltiples fragmentos de ladrillos e incluso alguno completo, con huellas de haber sido quemados y revueltos en el ripio que se usó de relleno para la construcción del Parque Centenario en 1926, después de que se incendiara el viernes 3 de abril de 1925 (Figs.6 y 7), escasamente menos de tres años después de su gran inauguración el 15 de septiembre de 1921, con motivo de la conmemoración del primer centenario de la firma de la Independencia centroamericana (Mencos, 2003: 78). Hecho que corresponde perfectamente con la aparición de ladrillos y otros objetos (estucos, metal, repellos) con evidencia de haber sido quemados y que al demoler los escombros del edificio, fueron utilizados como relleno para la construcción del primer Parque Centenario; mismo que fue a su vez demolido en 1984 y reconstruido en la versión actual desde 1986. Asimismo, son notables los fragmentos de molduras de estuco con restos de pintura color verde, color con el que estuvo pintado el Palacio Centenario, así como los fragmentos de mármoles que pudieron pertenecer a cualquiera de los dos palacios destruidos, Real Palacio y Palacio Centenario, ya que ambos se ubicaban hacia el este del parque, justo en el área que actualmente se investigó, por lo que las probabilidades de que los objetos recuperados pertenezcan a ellos son muy altas.

Para finalizar, las necesidades específicas del trabajo -instalación del Ducto Único- hacían virtualmente imposible excavar o extenderse en otra área que no fueran los pozos y calas previamente planificados, de tal forma que el estudio quedó limitado a una fracción del sitio histórico y sin poder determinar la extensión total que abarcaba cada uno de los edificios que componían el conjunto de gobierno. De igual forma, el trabajo realizado permitió conocer y actualizar el conocimiento que se tenía sobre esta icónica área que está ligada y ha sido escenario de algunos de las más importantes sucesos de la historia reciente de la Guatemala republicana, por lo que la protección y conservación de este patrimonio deben ser no sólo un compromiso institucional, sino personal como guatemaltecos.

Referencias
Barco, Liliana
2012 Fuentes, Monumentos y Calles. http://cultura.muniguate.com
Gutiérrez Mendoza, Edgar
2007 La Arqueología Urbana y/o en la Ciudad (1945-1954). Boletín de arqueología Año 14 No. 1 Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas IIHAA. Escuela de Historia, USAC, Guatemala.

Lemus Toledo, Elizabeth
1993 Rescate Arqueológico en la Plaza Mayor y Parque Centenario, Ciudad de Guatemala. En III Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 1989 (Editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala, pp. 303-308.

 

Mencos, Mario Alberto
2003 La Guatemala de ayer: Cartas a un mi amigo. Tercera Edición. Editorial Artemis y Edinter. Guatemala.

Ministerio de Cultura y Deportes
1999 Ley Para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación. Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural-IDAEH.

Municipalidad de Guatemala
2006 Valoremos Nuestra Ciudad. Municipalidad de Guatemala, Guatemala.

Putzeys, Yvonne y Eddy Joaquín
2006 Los Parques Centrales Municipales: Áreas de Convergencia Social, Económica y Religiosa Investigaciones Arqueológicas en Quetzaltenango, San Marcos, Nebaj y Tacaná. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2005 (Editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala. pp. 235-241.

Sacor, Hugo Fidel
2006 El Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala. Antropología e historia, III Época No. 7 Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, Ministerio de Cultura y Deportes, Guatemala.

 

Fig.1: Mapa del Centro Histórico de la ciudad de Guatemala, circa 1930.

Fig.2: Plano de área con los pozos y calas arqueológicos, Febrero 2013.

Fig.3: Vista de los pozos DU-A-1, DU-A- 2, DU-A-3, DU-A-4 y cala DU-B-2, Febrero 2013.

Fig.4: Fotos históricas del Real Palacio de Gobierno, antes 1917.

Fig.5: Fotos históricas de acontecimientos públicos frente al Real Palacio antes 1917.

Fig.6: Fotos históricas del Palacio Centenario 1921.

Fig.7: Fotos históricas del incendio del Palacio Centenario, 3 de Abril de 1925.

Fig.8: Fotos de materiales arqueológicos constructivos (ladrillos, pisos y decoraciones), Junio 2013.

Fig.9: Fotos de materiales arqueológicos (porcelana, metal y vidrio), Junio 2013.