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Valdés, Juan Antonio
1993 Observaciones iconográficas sobre las figuras Preclásicas de cuerpo completo en el área Maya. En III Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1989 (editado por J.P. Laporte, H.L. Escobedo y S. Villagrán), pp.23-42. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
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OBSERVACIONES ICONOGRÁFICAS SOBRE LAS
FIGURAS PRECLÁSICAS
DE CUERPO COMPLETO EN EL ÁREA MAYA
Juan Antonio Valdés
El periodo Preclásico Tardío (250 AC – 250 DC), representa un momento muy importante dentro de la cultura Maya, ya que se trata de una época de transformación y cambios internos que conllevaron al florecimiento de esta civilización. Para este momento sobresalieron en la Costa del Pacífico, sitios como Izapa, Abaj Takalik, El Baúl y Chalchuapa, así como también Kaminaljuyu en la porción central del Altiplano guatemalteco (Figura 1). Durante el Preclásico, estos sitios contaron con un desarrollo arquitectónico moderado, así como también con la presencia de estelas, en donde aparecen esculpidas imágenes de gobernantes que promulgan rituales importantes, los que en algunos casos son acompañados del uso de jeroglíficos con la utilización de la cuenta larga.
Por otra parte, los centros de las Tierras Bajas, asentados originalmente en las orillas de los drenajes de los ríos o junto a la presencia de bajos, como es el caso de Ceibal, Altar de Sacrificios, El Mirador, Nakbe, Tikal, Uaxactun y Cerros, entre otros, muestran en algunos casos la presencia de arquitectura monumental, utilización de bóvedas de mampostería, escultura de mascarones estucados, así como también estelas y esculturas en bulto, fechados para el Preclásico Tardío.
Indiscutiblemente, las Tierras Altas y Tierras Bajas estuvieron entrelazadas por una dinámica mutua, la que permitió estimular sus relaciones e intercambio tanto en el ámbito material como ideológico, dando como resultado el florecimiento de ambas regiones. Con las evidencias actuales descubiertas en sitios de Tierras Bajas (Cerros, Lamanai, El Mirador, Nakbe, Tikal y Uaxactun), es ahora certero que los habitantes de esta región desarrollaron formas ideológicas simultáneamente con los habitantes del Altiplano. Ambas regiones emplearon simbologías complejas en materia iconográfica, pero sus métodos de usar el arte como propaganda elitista religiosa fue fundamentalmente diferente.
Los habitantes de Tierras Bajas se enfrascaron en construir una arquitectura pública de orden masivo, a la cual fueron asociados grandes mascarones, los cuales mostraron los principales elementos de orden ideológico y social. En asociación a esto, se desarrollaron rituales específicos y se ofrendaron objetos que llevan motivos incisos de orden religioso; sin embargo, la utilización de estelas estuvo raramente presente en las Tierras Bajas durante el Preclásico.
Por el contrario, los habitantes de Tierras Altas y la Costa del Pacífico no utilizaron los mascarones para decorar sus edificios, pero dieron mayor énfasis a la erección de estelas para registrar eventos históricos y de linaje, las que fueron colocadas en las plazas, para mostrar un registro público de su reinado: «los gobernantes fueron registrados en retratos narrativos en una acción ritual y su identidad histórica, fue tratada como importante información pública» (Schele y Miller 1986:109).
Dentro de las diferentes formas artísticas utilizadas en el área Maya, para sus representaciones simbólicas se cuenta con la presencia de personajes de cuerpo completo, los que pueden ser figuras de pie, figuras recostadas y figuras sedentes. Estas tres posiciones presentes en las Tierras Bajas, fueron realizadas con diferentes materiales, contándose para ello con la utilización de estuco modelado, el uso de la pintura mural, la incisión en objetos portátiles de jade y la piedra caliza.
Figura 1 Área Maya
En el presente estudio, las figuras de cuerpo completo se clasifican de la manera siguiente:
1. Figuras de pie 1.1 Representaciones en estuco modelado
1.2 Representaciones en pintura mural
1.3 Representaciones en piedra (estelas)
2. Figuras recostadas 2.1 Representaciones en estuco modelado
3. Figuras sedentes 3.1 Representaciones en pintura mural
3.2 Representaciones en objetos incisos
3.3 Representaciones en piedra
Para ilustrar este trabajo, han sido tomados en consideración los ejemplares más representativos de diversos sitios Mayas del Preclásico Tardío, los que serán discutidos brevemente a continuación, según la posición presentada y los materiales en que fueron realizados.
1. FIGURAS DE PIE
Esta forma es la más usual dentro de las figuras de cuerpo completo, contándose para ello con ejemplares realizados en estuco, pintura y piedra caliza.
1.1 Representaciones en Estuco Modelado
Figuras que muestran personajes de pie modelados en estuco, han sido descubiertas únicamente en Uaxactun, específicamente en el Edificio H-Sub 10, en el Grupo H (Figuras 2, 3 y 4). Este edificio contuvo un total de ocho personajes, de los cuales subsisten tres. Están representados de perfil, llevan pies delgados, uno adelante del otro y uno de los brazos levantado hacia arriba con un objeto en la mano. Llevan poca vestimenta pero portan los atributos reales, encontrándose todas las figuras bordeadas o enmarcadas por volutas a su alrededor, que pueden significar humo de incienso o nubes celestiales (Valdés 1987, 1989).
Un elemento importante es la presencia del cinturón real, formado por una máscara del Dios Jaguar colocada al frente de la cintura, de donde cuelga una cinta que lleva un nudo asociado a tres placas (Figuras 3 y 4). Sobre la cabeza de uno de los personajes se observa también la presencia de un elaborado tocado, que incluye la cabeza de una deidad de nariz y labio pronunciado (Figura 4), encontrándose todas las figuras pintadas con colores rojo, amarillo y negro.
Figura 2 Elevación Este, Estructura H-Sub-10, Grupo H, Uaxactun
Figura 3 Estructura H-Sub-10, Grupo H, Uaxactun
Figura 4 Estructura H-Sub-10, Grupo H, Uaxactun
Sobre la base de la ornamentación y atributos que llevan estos personajes, no cabe ninguna duda que estas imágenes representan al gobernante de Uaxactun de ese momento. Este hecho tiene particular importancia, ya que se está frente a una de las primeras evidencias conocidas en que los gobernantes se hicieron representar públicamente a través del arte. Su fechamiento ha sido asignado para el primer siglo antes de Cristo, con base en la iconografía, arquitectura y cerámica, así como el análisis comparativo con otras figuras similares de pintura mural reportadas en Acrópolis del Norte de Tikal.
1.2 Representaciones en Pintura Mural
Personajes de pie son conocidos actualmente en Tikal y Uaxactun, descubiertos en ambos casos sobre los muros exteriores de los palacios, pero lamentablemente con daños. En los dos sitios, estos palacios forman parte de grupos de tipo acrópolis, complejos elitistas relacionados con la clase dirigente de la época.
En el caso de Tikal (Figura 5), se conocen las pinturas del Edificio 5D-Sub-10-1 de Acrópolis del Norte, en donde se muestran varios personajes con ornamentos elaborados y caras grotescas, conociéndose un número de cinco, aunque se considera la presencia de uno más. Todos los personajes están unidos por una banda en el extremo superior del mural y un glifo del día Akbal aparece en el tocado del personaje «d» (Coe 1965:1413-1415). Los personajes están colocados de perfil y llevan ornamentos de orejeras, brazaletes, cintas amarradas en la parte superior del brazo, uno de los brazos levantado hacia arriba y todos ellos están enmarcados por volutas. Los colores presentes son negro, amarillo, rojo y rosado sobre un fondo crema, habiéndose asignado al edificio la fecha de 25 AC.
Figura 5 Pintura Mural, Estructura 5D-Sub-10-1, Tikal (Coe 1965)
Una gran similitud se nota entre estas pinturas de Tikal y los personajes esculpidos en estuco descubiertos en Uaxactun en el Edificio H-Sub 10 de Uaxactun, como puede observarse a través de la postura, ornamentos, posición levantada de uno de los brazos a manera triunfal y el enmarcamiento por medio de volutas. Esta similitud de estilo, aunada a la proximidad geográfica y continuos contactos entre ambos sitios, puede indicar que una fecha similar (25 AC) a la asignada a Tikal, puede ser atribuible a las figuras en estuco modelado de Uaxactun.
En el caso de las pinturas de Uaxactun, están presentes en la fachada del Palacio H Sub 5 y pintadas en color rojo sobre fondo blanco, pero las mismas no son claras debido a su destrucción y que tampoco fueron excavadas completamente. Estas representan figuras grotescas, posiblemente felinas, que portan un tocado compuesto de volutas sobre la cabeza.
Solamente se conocen dos figuras localizadas al lado derecho de la puerta de ingreso al edificio, pero se presupone la presencia de otro número similar a la izquierda de la misma puerta. De los dos ejemplares conocidos, únicamente uno se preserva mejor y su fechamiento es Preclásico Tardío. En vista que el Palacio H-Sub 5 es idéntico al Palacio H-Sub 4 y construidos uno frente al otro, se considera que también este último debe haber contenido pinturas murales en la fachada.
1.3 Representaciones en Piedra (Estelas)
Como se indicó con anterioridad, el uso de estelas Preclásicas en Tierras Bajas fue poco común, caso contrario a lo sucedido en las otras regiones del área Maya, en donde se nota proliferación de las mismas, especialmente en Izapa, El Baúl, Abaj Takalik y Kaminaljuyu.
Para Tierras Bajas se conoce la Estela 1 de Tintal (Justeson y Mathews 1983:587), el Altar 1 de Polol (Proskouriakoff 1950:102), la Estela 2 de El Mirador (Parsons 1986: Figura 186), la Estela 1 de Nakbe (Hansen 1987: Figura 38), el fragmento misceláneo 69 de Tikal (Coe 1965:1418; Jones y Satterthwaite 1982:90) y la Estela Hauberg (Schele y Miller 1986:181; Freidel y Schele 1988:562).
La Estela 1 de Nakbe, reportada recientemente por Hansen (1987), fue descubierta en varios fragmentos y por estilo iconográfico se le ha asignado un fechamiento probable de erección que no sobrepasa del 8.0.0.0.0. La estela (Figura 6), muestra dos personajes ricamente ataviados, con volutas sobre la cabeza, brazaletes, tobilleras y el conjunto de nudo de tres placas y volutas bifurcadas que forman parte del cinturón real Preclásico. Todos estos aditamentos se asemejan a los mostrados por las figuras humanas ejecutadas en estuco sobre el Edificio H-Sub 10 de Uaxactun y es importante remarcar que en ambos sitios, los personajes llevan un brazo levantado, mientras que el otro se mantiene rígido hacia abajo, rasgo que también se observa en la pintura mural del Edificio 5D-Sub-10-1 de Acrópolis del Norte de Tikal. El fechamiento de la Estela 1 de Nakbe es probablemente el más temprano que se conoce para una estela erigida en Tierras Bajas, por lo que se está frente a la estela Maya más antigua descubierta hasta el momento en Petén.
Otro ejemplar del Preclásico Tardío es la Estela 1 de Tintal (Figura 7), de la cual solo se conoce la sección inferior (Justeson y Mathews 1983). En ella puede verse claramente la posición de perfil en los pies del personaje, así como la presencia de volutas en la parte baja de las piernas, que son muy semejantes a las mostradas en la Estela 1 de Nakbe y las figuras estucadas del Edificio H-Sub 10 de Uaxactun.
Por su parte, la piedra miscelánea 69 de Tikal (Coe 1965; Jones y Satterthwaite 1982) y la Estela 2 de El Mirador (Parsons 1986), son fragmentos de estelas posiblemente destruidas de manera intencional, pero en ambos casos se nota la presencia de deidades narigudas con elementos de volutas sobre la cabeza. La figura nariguda presente en la piedra de Tikal se asemeja a una deidad que forma parte del tocado de uno de los personajes estucados del Edificio H-Sub 10 de Uaxactun (Figura 8a); mientras que la deidad nariguda de la Estela 2 de El Mirador tiene parecido con la Estela 3 de Izapa y una de las divinidades que aparecen en el tocado del personaje de la Estela 11 de Kaminaljuyu (Figuras 8b y 13b).
Por otra parte, la Estela Hauberg es producto de una acción de saqueo y actualmente se encuentra en una colección de Estados Unidos. Aunque su procedencia es desconocida, por estilo iconográfico y material calizo de la piedra, se sabe que proviene de las Tierras Bajas Mayas. Esta estela muestra un personaje que realiza un rito que incluye una visión sobrenatural, así como una banda jeroglífica que permite fecharla para el 9 de octubre del año 199 DC (8.8.0.7.0 3 Ahaw 13 Xul). El personaje ha sido identificado como un gobernante con el nombre de Bac T’ul (Schele y Miller 1986; Freidel y Schele 1988) y por tratarse de un ejemplar más tardío que los otros mostrados en este trabajo, el monumento incluye mayores elementos y simbolismos. En ella están presentes algunos rasgos de gran importancia, como lo son el Dios Bufón y la Serpiente Visión, rasgos que fueron utilizados con anterioridad en objetos religiosos portátiles, así como también en mascarones estucados, como se observa en los descubiertos en el Grupo H de Uaxactun (Valdés 1986, 1987). Igualmente se encuentran presentes elementos antiguos, como la utilización de cabeza de jaguar en la cintura, la cinta que cuelga es bifurcada, la posición de los pies de perfil y el tocado elaborado, elementos que han sido mencionados con anterioridad en este trabajo, tanto en representaciones estucadas como en pintura mural del Preclásico (Figura 9).
Figura 6 Estela 1, Nakbe (Hansen 1987)
Figura 7 Estela 1, El Tintal, Petén (Justeson y Mathews 1983)
Figura 8a Miscelánea 69, Tikal (Jones y Satterthwaite 1982) Tocado de Personaje, Estructura H-Sub-10, Grupo H, Uaxactun
Figura 8b Estela 2, El Mirador (Parsons 1986) Estela 3, Izapa (Navarrete 1987)
Figura 13b Estela 11, Kaminaljuyu
Figura 9 Estela Hauberg (Freidel y Schele 1988)
2. FIGURAS RECOSTADAS
Estas no son comunes en las Tierras Bajas, así como tampoco en las otras regiones del área Maya durante el Preclásico Tardío. Actualmente solo se conoce un ejemplo de este tipo, modelado en estuco y proveniente del sitio de Uaxactun, Petén.
2.1 Representaciones en Estuco Modelado
El ejemplar conocido fue descubierto como parte de un friso que corona la parte alta del Palacio H-Sub 2 en el Grupo H de Uaxactun y se trata de la sección posterior del edificio.
Aquí (Figura 10), enmarcados por dos caras de deidades ancestrales, se encuentra un panel central en el que pueden verse claramente dos personajes de cuerpo completo en posición horizontal. La figura ubicada a la izquierda (sur), ha sido identificada como G-III, posiblemente en su aspecto de Jaguar Sol del Inframundo o como Dios Solar, indicado por la presencia de ojos estrábicos, nariz y labio pronunciado y el diente en forma de «T» en la boca. Por otra parte, la figura de la derecha (norte), se relaciona con G-I, quien presenta ojo humanizado y barba, pudiendo encontrarse esta versión en asociación con Venus. Como puede notarse, las figuras del panel en el friso son divinidades cósmicas del universo Maya e indican los orígenes ancestrales de los gobernantes (Valdés 1993).
Figura 10 Estructura H-Sub-2, Grupo H, Uaxactun
Los colores utilizados fueron rojo y negro sobre fondo blanco y la posición de los personajes muestra un elevado dinamismo en el movimiento de sus cuerpos, especialmente en la sección superior del torso y de la cabeza, en donde se muestran secciones que combinan la figura de perfil y de frente, que conllevan hacia una postura difícil de lograr en la realidad.
El vestuario de ambos personajes es únicamente un taparrabo en la cintura, de donde pende una cinta al frente que termina en volutas bifurcadas, así como sobre los laterales de la pierna se muestran elementos adosados que cuelgan de la misma faja. La ornamentación está centrada en el rostro y la cabeza, mientras que el uso del complejo de orejeras y la representación de los pies delgados, es similar a los personajes estucados del Edificio H-Sub 10 de Uaxactun y de otras figuras Preclásicas. También es importante indicar que existe una fuerte semejanza entre las caras de las deidades ancestrales que enmarcan el friso estucado del Palacio H-Sub 2 y las cabezas de divinidades representadas en la parte superior de la Estela 1 de El Baúl, fechada para el año 37 DC (Figura 11).
Figura 11a Estela 1, El Baúl
Figura 11b Sección del Friso, Estructura H-Sub-2, Grupo H, Uaxactun
3. FIGURAS SEDENTES
Este tipo de manifestaciones también se dio en Tierras Bajas de diferentes maneras y se encuentra en pintura mural, en objetos incisos portátiles, así como también en piedra.
3.1 Representaciones en Pintura Mural
Son conocidas únicamente las pinturas que decoran los muros internos del Entierro 166 de Acrópolis del Norte de Tikal, las cuales están pintadas de color negro sobre fondo rojo. Se trata de seis figuras, algunas de las cuales están muy dañadas, pero las dos mejor conservadas muestran personajes sedentes a la usanza Maya y portan elementos característicos de la nobleza (Figura 12).
Figura 12 Pinturas del Entierro 166, Tikal (Coe 1965)
En una de las figuras (b) se nota la presencia de brazalete, collar de jade, complejo de orejera y el brazo derecho levantado hacia arriba, mientras que otra figura (d) muestra claramente la faja de la cintura que termina en volutas bifurcadas y penacho de plumas, rasgos también descritos y presentes en las figuras de pie discutidas con anterioridad. La fecha del Entierro 166 y la pintura mural ha sido determinada para el año 50 AC, correspondiente al complejo cerámico Cauac de Tikal (Coe 1965:1410-1412).
3.2 Representaciones en Objetos Incisos
Una de las mejores muestras se encuentra en el pectoral de jade de Dumbarton Oaks (Figura 13a), el cual es de origen Olmeca, pero fue reutilizado por los Mayas Preclásicos para representar la figura de un gobernante en posición sedente, mismo que se encuentra ataviado con todas las insignias reales de la época y acompañado de una serie jeroglífica.
Figura 13a Placa de jade de Dumbarton Oaks (Schele y Miller 1986)
Los ornamentos del vestuario se asemejan a los descritos en otras figuras del presente trabajo, pero lo más importante en este caso es el tocado del personaje, con la presencia del Dios Bufón en la frente y el árbol personificado en la sección más alta del tocado (Schele y Miller 1986:119). En cuanto al Dios Bufón, su existencia también es conocida durante el Preclásico Tardío sobre uno de los mascarones estucados de Uaxactun, en donde tres cabezas zoomorfas forman parte de una banda que lleva sobre la cabeza una deidad solar; este es uno de los más claros y magníficos ejemplares del Dios Bufón en el Preclásico, a manera de marcar con ello su más alto nivel de poder por medio del lenguaje simbólico (Figura 14).
Por otra parte, la presencia del árbol personificado inciso en el tocado del personaje de Dumbarton Oaks, puede observarse igualmente en la Estela 11 de Kaminaljuyu (Figura 13b).
El fechamiento del pectoral es Preclásico Tardío y se nota gran semejanza en las orejeras del personaje, con los complejos de orejeras y nudos presentes en los mascarones del Grupo H de Uaxactun y los mascarones de Cerros, Belice.
Figura 14 Estructura H-Sub-12, Grupo H, Uaxactun
3.3 Representaciones en Piedra
Dentro de esta categoría se encuentran las figuras en bulto, las cuales son ampliamente conocidas durante el Preclásico Tardío en la Costa Pacífica y el Altiplano guatemalteco, pero su utilización es restringida en las Tierras Bajas. Aquí puede mencionarse una escultura en bulto (PNT-22) realizada en piedra caliza, descubierta en el Grupo H de Uaxactun y fechada para el periodo en discusión (Figura 15).
Figura 15 Escultura 22, Plaza Sur, Grupo H, Uaxactun
Como es común en estas representaciones, las mismas se presentan sin mayores ornamentos y predomina la gordura. Lo importante en el ejemplar de Uaxactun es la posición de las manos a la altura del tórax, las que parecen indicar que sostuvieron o portaron un elemento ritual o una insignia real. Su sola presencia en el Grupo H, en contexto con un conjunto elitista y ritual, es símbolo de su importancia. Sobre la espalda se nota también la presencia de volutas bifurcadas que debieron formar parte del vestuario o del tocado.
IMPLICACIONES
Las figuras del Preclásico Tardío descritas en el presente trabajo, demuestran que durante este momento existió en las Tierras Bajas un estilo artístico e iconográfico en el ámbito regional bien definido. Esto es notorio en los atributos y elementos que visten los personajes de diferentes sitios, sin importar la posición en que se encuentran las figuras, así como tampoco el material en que fueron representadas.
Fuertes semejanzas en cuanto a la ornamentación y vestimenta real se encuentra entre los personajes de pie, recostados y sedentes, ya sea que se trate de posibles gobernantes o de dioses mitológicos. Con esto no quiero decir que todas las manifestaciones son idénticas, ya que existen casos aislados que presentan variantes. Sin embargo, los atributos de la vestimenta real son un rasgo común que se encuentra presenta desde los ejemplares más tempranos que se conocen en el primer siglo antes de Cristo, como es el caso de las pinturas murales de Tikal, vestimentas que con el paso del tiempo se tornan más complejas como puede verse ya en la Estela Hauberg y aún más para el inicio del Clásico Temprano en la Placa de Leyden, fechada para el año 320 DC., tal como ha sido notado por otros investigadores (Schele y Miller 1986; Freidel y Schele 1988).
Se sabe que el arte y la imaginería Maya de Tierras Bajas no se desarrollaron espontáneamente. Técnicas artísticas y tradiciones culturales fueron heredadas de otras culturas mesoamericanas, como es el caso de los Olmecas, quienes iniciaron el culto a la estela alrededor del año 600 AC, culto que se desarrolló posteriormente en otras regiones como Chiapas y el Altiplano de Guatemala, así como también la Costa del Pacífico, en donde se muestra como el formato dominante alrededor del año 100 AC (Schele y Miller 1986).
Los continuos contactos que debieron existir entre Tierras Altas y Tierras Bajas, manifestados también por el intercambio comercial de la obsidiana de El Chayal y el jade del río Motagua, conllevaron posiblemente la utilización del culto a la estela en la región petenera durante la parte final del primer siglo antes de Cristo. Ejemplares de Nakbe, Polol y Tintal son indicadores de estelas que presentan ya un formato narrativo, modelo que se desarrolló con mayor expresión en su repertorio durante los dos primeros siglos después de Cristo.
A pesar de ello, para estos momentos del Preclásico Tardío, la forma artística más representativa en las Tierras Bajas fue la utilización de la escultura asociada a la arquitectura, la cual fue elaborada por medio del estuco colocado sobre armaduras de piedra caliza, a manera de dar forma y significado a los grandes mascarones ubicados sobre los distintos cuerpos que forman las pirámides Preclásicas. En ninguna región mesoamericana se logró tan bien la utilización del estuco como en las Tierras Bajas Mayas y prueba de ello son los mascarones descubiertos en diversos sitios fechados para el primer siglo antes de Cristo. Estas fechas son similares a las asignadas para las pinturas murales de Tikal y Uaxactun, así como también para algunos objetos de uso portátil.
Todas estas muestras Preclásicas presentes en estuco modelado, pintura y estelas, conllevan la presencia de símbolos indicadores de poder y en algunos casos demuestran el origen de su autoridad civil en yuxtaposición con su desempeño ritual. Estos símbolos se encuentran presentes en los pectorales, el complejo del cinturón real, el complejo de orejeras y los elaborados tocados, así como en algunas oportunidades la presencia de cabezas mitológicas en la sección superior de las figuras. Estos elementos fueron comúnmente compartidos por todas las regiones del área Maya, ya que además de Tierras Bajas se notan en la Estela 1 de El Baúl, Estela 4 de Izapa, Estelas 2 y 5 de Abaj Takalik, Estela 1 de Chocola y Estelas 10 y 11 de Kaminaljuyu, entre otras.
Con los ejemplares conocidos a la fecha, no cabe duda de que si las ideas fueron llevadas a la región petenera, fue allí durante el periodo Preclásico Tardío que las mismas adquirieron una mayor complejidad y adaptadas a las ideas locales, expresándose las mismas en forma más compleja y volumétrica. Rasgos epigráficos aplicados de manera iconográfica son vistos claramente sobre los mascarones de Cerros en Belice (50 AC), con la presencia del símbolo Kin que indica al sol, así como también la presencia de Venus (Freidel 1979). Estos mismos símbolos también han sido descubiertos sobre los mascarones estucados de Uaxactun, además de estar presente el Dios Bufón, la Montaña Sagrada (Uitz) y la Serpiente Visión, utilizados desde época temprana para representar elementos del más alto poder en el mundo Maya (Valdés 1989). Estos mismos rasgos aparecerán inmediatamente después en estelas y pintura mural como parte de la indumentaria que portan los gobernantes Preclásicos, indicando con ello a la población civil el origen y poder de su clase.
Posteriormente, durante la parte final del Preclásico y el inicio del Clásico Temprano, estos elementos que marcan el simbolismo visual del reinado, fueron estandarizados en todos los sitios de Tierras Bajas como parte de la integración mostrada por la clase gobernante dentro de la estructura ideológica y política (Freidel 1985; Schele y Miller 1986; Freidel y Schele 1988).
De acuerdo a todo lo anterior se puede observar que, como revelan la iconografía y los datos arqueológicos, durante el Preclásico Tardío se concretó en las Tierras Bajas una especialización en la observación de fenómenos celestes. Esto fue plasmado sobre mascarones estucados que decoran las fachadas de los edificios en las acrópolis y se observa particularmente en los sitios que mantenían un dominio político regional.
Lugares como Tikal y Uaxactun en el área central, así como El Mirador y Nakbe en el norte de Petén, Cerros y Lamanai en el norte de Belice, son sitios que presentan escultura y arquitectura monumental asociadas con factores ideológicos y religiosos, desde el primer siglo antes de Cristo. Estos sitios desempeñaron indiscutiblemente un importante papel en la formación de los señoríos y estados tempranos, conllevando ideas de continuidad y transformación del sistema ritual e ideológico hacia los otros centros vecinos. La hegemonía política que éstos y otros sitios del área Maya lograron alcanzar, estuvo por lo tanto íntimamente relacionada con el desarrollo religioso, ya que los gobernantes Preclásicos decidieron hacer uso de las muestras artísticas, plasmaron la ideología y sistema cosmogónico sobre ejemplares puestos a la vista pública, para impresionar a la población de ese momento histórico.
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