11 RESULTADOS DE LOS RECONOCIMIENTOS: ANÁLISIS PRELIMINAR DEL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN BALBERTA Brenda Lou – Simposio 01, Año 1987

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Lou P., Brenda

1994  Resultados de los reconocimientos: Análisis preliminar del patrón de asentamiento en Balberta. En I Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1987 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán), pp.52-63. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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RESULTADOS DE LOS RECONOCIMIENTOS:

ANÁLISIS PRELIMINAR DEL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN BALBERTA

Brenda Lou P.

Este informe es el resultado preliminar de los reconocimientos llevados a cabo en las temporadas de 1986 y 1987 del proyecto arqueológico Balberta, dirigido por el Dr. Frederick J. Bove.

En 1987 se iniciaron los reconocimientos y excavaciones en Balberta Central y lo que se denominó la Brecha Norte, un área angosta de terreno de 3 km de largo y 1 km de ancho al norte de Balberta Central con montículos habitacionales de ocupación Formativo Terminal y Clásico Temprano (Figura 1). Debido a los resultados obtenidos en esa oportunidad, se decidió este año completar un reconocimiento exhaustivo y sistemático en los alrededores de Balberta Central para localizar la mayor cantidad posible de sitios y recolectar el material de superficie.

11.87 - fig.01

Figura 1  Mapa de Escuintla mostrando las cinco cuencas de los ríos

Los objetivos perseguidos eran:

  • Localizar la mayor cantidad posible de sitios.
  • Determinar la ocupación de cada uno.
  • Estimar la secuencia de ocupación del área.
  • Calcular la cantidad y distribución en el terreno de los sitios durante las distintas épocas de ocupación.
  • Determinar niveles jerárquicos entre los sitios.

Además, dependiendo del fechamiento del material cerámico recolectado, se determinaron los lugares a excavar en la temporada 1987 que presentaran la misma ocupación de Balberta Central.

El sitio de Balberta, uno de los centros más complejos encontrados en esta región para el Clásico Temprano, presenta una serie de interrogantes y alternativas de investigación debido a la cantidad de información que sobre la evolución cultural de sociedades prehispánicas existen en esta parte de la Costa Sur. Además, se contó con una serie de facilidades que permitieron alcanzar los objetivos durante los reconocimientos, así como acceso a las propiedades donde se ubican los sitios y colaboración de los dueños.

Es así como este reconocimiento ha permitido elaborar una serie de descripciones con la evolución del patrón de asentamiento, cubriendo los periodos más tempranos de ocupación encontrados en Balberta, el Formativo Medio hasta el Clásico Temprano, una ocupación de 1500 años aproximadamente, con cambios evolutivos por las que atravesó esta sociedad regional.

UBICACIÓN DE LOS SITIOS

El sitio de Balberta está en el municipio de La Democracia, departamento de Escuintla, situado entre dos ríos, a 2 km al este del Colojate y a 6 km al norte del Achiguate, aunque Balberta Central y la mayoría de sitios que lo rodean se hallan más próximos al río Colojate (Figura 1).

Se encuentra en el litoral del Pacífico sobre una llanura casi plana limitada al sur por el Océano Pacífico, con una elevación máxima de 150 m y un ancho de 30 km aproximadamente. Formado por sedimentos depositados en una parte del mar que era poco profunda, está atravesada por riachuelos y la mayor parte de los suelos de la región son arenosos, bien drenados, fértiles, que favorecen el desarrollo de una vegetación tropical y de cultivos diversos.

Los sitios se encuentran entre los 34 y 58 m SNM y a 18 km de la Costa del Pacífico, distribuidos en los terrenos de varias fincas y un parcelamiento. Las fincas son Santa Rita, junto al lado este del camino; colinda al norte con la finca San Patricio, al oeste con Santa Mónica y al sur con San Carlos. Buganvilia, otra finca que se encuentra al otro lado del camino, está al norte de la finca Santa Ricarda y al norte del parcelamiento agrario El Pilar.

La mayor parte de los sitios se encuentran localizados en el parcelamiento y las fincas Santa Rita, la parte este de Santa Mónica y San Carlos, con tres importantes centros ceremoniales, Balberta Central, Buganvilia y El Pilar, respectivamente.

Actualmente, en todas las fincas se cultiva la caña durante todo el año, a excepción de Santa Mónica que siembra algodón en verano y maíz en invierno. En los parcelamientos, los cultivos son muy variados pues se encuentran frutas, maíz, tomate y pasto para el ganado.

Casi toda el área de las fincas y el parcelamiento se hallan atravesados por zanjones, orientados norte-sur, con pequeñas ramificaciones, los cuales se cree fueron determinantes en el asentamiento de los sitios. En el parcelamiento hay algunos bajos o depresiones del terreno donde se estanca el agua en la época lluviosa; durante esta misma época las márgenes del río Achiguate sufren de constantes inundaciones por el desbordamiento del río, arrastrando gran cantidad de material aluvial y transformando constantemente la topografía de los alrededores. La cantidad de sitios en sus orillas es nula, debido a que quizá fueron cubiertas o fue poca la ocupación y por las inundaciones, temporal. En la parte este del parcelamiento se localiza la quebrada El Pilar, orientada norte-sur.

En la Brecha Norte de Balberta, en Santa Rita, se encuentran partes arenosas en la superficie, producto aluvial de inundaciones antiguas y que empobrecen el suelo y baja la calidad de los cultivos.

METODOLOGÍA

Los objetivos perseguidos en el campo eran localizar, describir y fechar todos los sitios cuyos rasgos fueran visibles en la superficie. Durante esta temporada el reconocimiento fue orientado hacia las fincas Santa Mónica, San Carlos y el parcelamiento El Pilar, pues en reconocimientos anteriores se tenían los datos de las fincas Santa Rita y parte de Buganvilia y San Patricio y la parte sur del parcelamiento.

Fueron utilizadas una serie de fotografías aéreas de la zona con escala 1:25,000 complementadas con el correspondiente mapa cartográfico del IGM. En las fincas no hubo problemas en reconocer y ubicar los montículos, pues el trabajo fue hecho después de la época de zafra de la caña en San Carlos y la cosecha de algodón en Santa Mónica, cuando los campos están limpios y listos para las nuevas siembras. Casi todos los sitios podían verse a simple vista y aunque se trató de un grupo pequeño (cuatro personas), fue posible cubrir un área de 4.06 km² en ambas fincas, haciendo el recorrido a pie y en carro.

Las alteraciones a los sitios han sido ocasionadas sobre la superficie por el paso de los tractores al efectuar los trabajos de preparación para la siembra. En estos casos sólo los montículos más bajos han desaparecido o casi, identificados únicamente por una mancha de color más claro en el terreno y por el material cerámico de superficie.

En ambas fincas se registraron un total de 26 sitios, todos con material recolectado y controlado, a excepción de uno, que tenía muy escasos tiestos de superficie y que no fueron posibles de identificar.

La metodología usada en el parcelamiento difiere en la imposibilidad de usar las fotografías aéreas por la cantidad de árboles, usando en su lugar el plano del INTA con la distribución de las parcelas, dibujando sobre el mismo la cuadrícula correspondiente del mapa cartográfico, para el control y registro de los sitios.

El parcelamiento cubre un área de 15.25 km² dividido en 311 parcelas; no se caminaron 2.06 km² por estar sembrados de pasto, lo que imposibilitaba la recolección de material y no se pudo además apreciar elevación alguna que delatara la presencia de algún sitio. Casi todos los sitios se encontraron al oeste de la quebrada El Pilar, del lado este únicamente fueron dos.

El reconocimiento fue realizado por seis personas, dos de ellas residentes del parcelamiento y divididos en dos grupos. Caminando calle por calle se recorrieron todas las parcelas, preguntando a los dueños si conocían de uno o varios montículos y proceder a caminar para localizar los sitios.

Se hizo recolección de superficie, encontrando también áreas de tiestos en la superficie. Estas áreas de tiestos fueron identificadas como sitios por considerarse que fueron montículos muy bajos que desaparecieron debido al trabajo de la agricultura mecanizada. Además, los montículos son los lugares favoritos de la mayoría de pilareños para construir sus viviendas, causando modificación y descubriendo material arqueológico.

En total se localizaron 90 sitios, decidiendo excavar el 25% de ellos, pero por la negativa de los dueños de las parcelas, se excavó únicamente el 10%. Se eligieron los que presentaban material del Clásico Temprano, pues los objetivos de las excavaciones se enfocaron a conocer el patrón de asentamiento de Balberta para este periodo en El Pilar.

En ambos reconocimientos, el encargado de cada grupo tenía que anotar cada sitio en la Ficha de Registro con los datos sobre ubicación, medidas, orientación, densidad del material y observaciones del área. También se les asignó un número dependiendo de su ubicación dentro de la cuadrícula de latitud y longitud del mapa del IGM, seguido de un número correlativo por el orden encontrado en cada cuadro.

Con respecto al material de superficie, se recolectaron los bordes y cuerpos significativos, obsidianas y piedras trabajadas. El material de cada sitio era guardado en bolsas identificadas con el nombre y número del sitio, fecha y ubicación.

ANÁLISIS PRELIMINAR DEL PATRÓN DE ASENTAMIENTO

Un total de 148 sitios hay registrados de todos los reconocimientos, de los cuales 129 han podido ser fechados por el material de los reconocimientos y excavaciones; los restantes 19, es decir el 13%, no se dataron por la imposibilidad de obtener material debido al pasto o por su escasez. Estos no serán incluidos en el análisis que periodo por periodo se hará del patrón de asentamiento.

En los cálculos que daré a continuación se tomaron únicamente los sitios ubicados en áreas controladas, es decir, las áreas de las cuales se tienen las medidas de la superficie recorrida, pues esto permite estimar variables tales como la distribución y densidad de los sitios por kilómetro cuadrado. En Santa Mónica se cubrió un área de 2.6 km² con 15 sitios y un promedio de 6 sitios por km², en San Carlos, un área de 1.46 km² con 11 sitios promediando 8 sitios por km², Santa Rita, 32 sitios sobre 6.72 km², con un promedio de 5 sitios por km² y El Pilar, con 30 sitios en un área de 15.25 km² y 6 sitios por km².

Los sitios no controlados se hallan en las fincas San Patricio, Santa Ricarda y Buganvilia, pero a diferencia de los anteriores, los reconocimientos aquí no han sido hechos sistemáticos ni completamente, por eso aún no se tienen las dimensiones de la superficie.

El reconocimiento se hizo en los lugares más próximos a Balberta Central, pero el área de ocupación pudo extenderse más allá de estos límites, pues aún falta recorrer terrenos al sur del parcelamientos, la parte oeste de los zanjones, el lado norte de Santa Rita y el otro lado del río Achiguate.

No se tiene la cantidad de población para cada periodo, pues este es un informe preliminar y aún se están analizando los datos de los reconocimientos y excavaciones.

FORMATIVO MEDIO (750-350 AC)

La ocupación más temprana que se tiene para el sitio es del Formativo Medio, de acuerdo al material cerámico obtenido y analizado (Figuras 2a y 2b).

Se caracteriza por su baja densidad, encontrándose sólo en el 5.4% del total de sitios fechados y ocupando un área de 15 km². Además del número reducido se observa cierta dispersión en el patrón de asentamiento. Sólo se tiene un pequeño grupo en El Pilar y dos sitios al este del mismo. Para este periodo El Pilar es el centro mayor compuesto por seis montículos y los que forman la plaza son los únicos que tienen una ocupación para esta época.

De los cuatro sitios restantes, tres de ellos se encuentran alineados de norte a sur y el cuarto, ubicado al este del primero, forman junto con el grupo de El Pilar, un rectángulo sobre el terreno. Ubicados en la proximidad de zanjones y separados entre si por éstos, se indica la utilización de estos recursos naturales para el abastecimiento de agua. Además, el asentamiento muestra un ordenamiento espacial; los sitios pueden proyectarse en línea recta siguiendo un contacto de sitio a sitio. El último sitio es un montículo alto, de aproximadamente 4 m de altura.

 

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Figura 2a  Distribución de los sitios en el Formativo Temprano en el área de Balberta

 

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Figura 2b  Distribución de los sitios en el Formativo Medio en el área de Balberta

Se hace notable que el grupo de El Pilar no se encuentre en las proximidades de ningún zanjón, pero el centro cuenta con un bajo al lado sureste de la pirámide principal.

Es posible que existan más sitios Formativo Medio, pero puede que estén cubiertos por ocupaciones posteriores.

FORMATIVO TARDÍO (350-100 AC)

Un leve aumento en el número de sitios se presenta en el Formativo Tardío (Figura 3). Once nuevos sitios surgen para hacer un total de 13.2% de los sitios fechados. De los siete anteriores, seis permanecen aún en este periodo a excepción de la desaparición de uno que formaba parte del pequeño grupo de El Pilar en el Formativo Medio.

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Figura 3  Distribución de los sitios en el Formativo Tardío en el área de Balberta

Lo más interesante de este periodo es la localización de la mayor cantidad de los nuevos sitios (11) en la parte central del área, al norte de El Pilar, que significa el 65% de los sitios.

Estos presentan una distribución más agrupada, continuando el Pilar con una pequeña ocupación en la parte sureste.

Esta distribución podría indicar cierto grado de control de los sitios, mayor que en el periodo anterior. Los sitios están más cerca y pueden distinguirse dos grupos: de cuatro sitios el primero y el segundo de siete.

En lo que podría denominarse las afueras de este grupo, se encuentran al oeste y norte los mismos sitios alineados, ubicados en las proximidades de los zanjones; en esta parte sólo un sitio es agregado al sur, continuando con la distribución alineada y más separada que los grupos centrales. Continúa asentado el montículo más alto, solo. La distancia promedio entre cada uno de estos sitios es de 1.5 km.

No por una ocupación extensiva, este periodo se caracteriza por la aglomeración de los sitios en ciertas áreas indicando un incremento en la organización social. Únicamente un sitio fue encontrado aislado en el extremo este próximo a la quebrada El Pilar, aprovechando la cercanía de un recurso de agua como el grupo al oeste. El grupo central podía abastecerse de agua con los pequeños zanjones y bajos que hay en el terreno.

FORMATIVO TERMINAL (100 AC A 200 DC)

La transición del Formativo Tardío al Formativo Terminal, conlleva una serie de fenómenos importantes. El cambio más notable es un considerable incremento en el número de sitios, pues de los 17 del periodo anterior hay un aumento de 103 en el Formativo Terminal, un 80% sobre los sitios fechados (Figura 4). Cinco de los sitios del periodo anterior desaparecen en esta parte. El área de ocupación también crece cubriendo una extensión de 24 km² con un promedio de 4 sitios por km². Todos estos cambios indican también un incremento poblacional.

Otro rasgo importante, es la expansión de asentamientos hacia el este, próximo a la quebrada. En este lado y la parte central hay un número elevado de sitios, aunque la tendencia a agruparse se observa al oeste, noroeste y noreste del sitio El Pilar, en este momento con poca ocupación al sur de éste se encontraron pocos sitios.

En la parte oeste, donde se encontraban los sitios aislados, alineados, son absorbidos por la aparición de tres grupos, también alineados, perfectamente definidos. Estos grupos son compactos si se les compara con la mayoría de los del centro y este, continuando asentados en las proximidades de los zanjones. Dos de estos grupos se hallan al noreste del área, muy próximos entre sí. El primer grupo al norte lo forman nueve sitios, tres de ellos con más de 2 m de alto cada uno y ubicados en la parte este; el segundo grupo al sur, formado por cuatro sitios: una estructura de 2 m de alto, otro montículo bajo, forman una pequeña plaza, abierta en su parte norte.

Entre ambos grupos se encuentran dos sitios, alineados norte-sur. El tercer grupo está al extremo suroeste del asentamiento, compuesto de ocho sitios, continuando el montículo alto. Estos permanecen aislados y separados de los del norte por los zanjones, a una distancia de 2.5 km del grupo más próximo. Es posible observar un distanciamiento de estos sitios con los del centro ya sea por la división natural de los zanjones y/o por razones de tipo social y político, pues presentan patrones de distribución diferentes.

En la Brecha Norte aparecen 16 sitios, la mayoría formando grupos compactos alineados de norte a sur; en la parte suroeste y sur de la brecha los sitios están más dispersos.

Muy pocos sitios se fundaron en las afueras de las áreas ocupadas ya descritas, sirviendo de límites naturales a esta expansión la disposición de los zanjones y la quebrada. Únicamente se localizaron cinco, situados en los extremos norte, sur, este y oeste, aislados y asentados muy próximos a orillas de los zanjones, a excepción del sitio al oeste. El sitio al este es el único ubicado al otro lado de la quebrada.

Es interesante observar la cantidad de sitios en la parte central, a pesar de ser pocos los zanjones, proveyéndose del vital líquido de alguna manera no determinada aún.

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Figura 4  Distribución de los sitios en el Formativo Terminal en el área de Balberta

CLÁSICO TEMPRANO (200-550 DC)

Este periodo se caracteriza por una disminución en la ocupación y cese del expansionismo del asentamiento. De los 103 sitios del periodo anterior, disminuye la cantidad a 84, o sea un 65% de los sitios fechados (Figura 5). El área de ocupación es la misma pero se observa un ligero abandono de sitios al sur de la parte central, continua una leve ocupación en el sitio de El Pilar y los sitios a su alrededor están más dispersos comparados con los del lado norte, donde presentan un mayor agrupamiento debido a un movimiento hacia el noroeste quizá por razones de necesidad de tierras próximas a zanjones o a cambios sociales. Sólo nueve nuevos sitios son ocupados en este periodo, todos en la parte central y este del área. Su alejamiento de los principales recursos de agua hace suponer una función diferente con los del lado oeste.

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Figura 5  Distribución de los sitios en el Clásico Temprano en el área de Balberta

Pero el rasgo más sobresaliente lo constituye el surgimiento de Balberta Central, precisamente entre los grupos oeste y central. El desarrollo socio-político pudo ocasionar cambios en la organización jerárquica interna, que culminó en un centro cívico-ceremonial con control administrativo regional hacia otros sitios de los alrededores. Algunas de sus estructuras masivas pudieron funcionar como edificios públicos, asimismo de residencia de la clase dominante, sobre todo en la plataforma.

En la parte oeste la ocupación continúa, aunque con ligeras modificaciones en los dos grupos alineados al norte, claramente definidos en el Formativo Terminal, disminuye el número de sitios y parecen formar un solo grupo alargado, cuyo centro principal es el Grupo Norte. Esto se infiere porque para este periodo no hay evidencia de ocupación en la estructura mayor del segundo grupo; posiblemente sea una unificación de ambos grupos por relaciones familiares o económicas.

El grupo del sur permanece igual, salvo la desaparición de un sitio. Toda esta parte es la que menos modificaciones ha sufrido de un periodo a otro.

En las afueras continúan los mismos cinco sitios, aislados, cuya función no ha sido posible determinar.

CLÁSICO TARDÍO (550-950 DC)

El Clásico Tardío trae consigo cambios cuantitativos significativos, así como la desaparición de Balberta Central y el surgimiento de un nuevo centro regional (Figura 6).

Balberta Central, los sitios a su alrededor y los de la Brecha Norte son totalmente abandonados, excepto dos al norte de la brecha. Asimismo, la densidad en la parte central baja considerablemente. Se localizaron únicamente 46 sitios, un 36% de los sitios fechados; de todos ellos sólo 12 no están sobre ocupación Clásico Temprano, es decir, algunos son nuevos o están sobre una ocupación Formativo Terminal. Sin embargo, el asentamiento muestra una tendencia a formar grupos.

Al menos cinco grupos de sitios se pueden percibir. Al norte de la parte central hay dos pequeños grupos, separados aproximadamente 550 m entre sí y ubicados al sur de un zanjón; los otros tres grupos se hallan en la parte oeste, donde el patrón de asentamiento no ha sufrido fuertes cambios desde el Formativo Terminal. Es asentamiento del norte presenta un ligero aumento en los sitios que en el periodo anterior, pues algunos sitios del Formativo Terminal vuelven a ser ocupados aquí, apareciendo de nuevo la estructura mayor del segundo grupo que forma la pequeña plaza. Esta ocupación puede ser la separación de las personas importantes del Grupo Norte y su regreso al grupo. Esto da lugar a los mismos dos grupos compactos y alineados norte-sur. En el extremo sur continúa el tercer agrupamiento, pero en menor número que en el periodo anterior. Al sur de éste aún permanecen los dos sitios aislados.

Contrastando con estos grupos, al sur y al este de la parte central la distribución es más dispersa. El sitio El Pilar tuvo una ocupación en su parte norte en estos momentos. Hay algunos sitios a su alrededor, pero más alejados. En la parte este sólo se localizan dos sitios y al otro lado de la quebrada otros dos, alejados entre sí 1.5 km.

Pero el cambio más importante es el establecimiento de un nuevo centro rector en la parte noreste del asentamiento. El sitio, Buganvilia, se encuentra a 1.5 km alejado del sitio más cercano al sur, aislado aparentemente, pero esta parte no ha sido completamente recorrida. Tiene una plataforma de 5 m de alto y algunos montículos bajos en su lado norte.

La transición del Clásico Temprano al Clásico Tardío muestra un cambio en el sistema social que se refleja en el patrón de asentamiento. Pudo ser que el cambio del control administrativo creó inestabilidad en ciertos sectores de la población, movilizándose a otras regiones, disminuyendo así la densidad poblacional.

 

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Figura 6  Distribución de los sitios en el Clásico Tardío en el área de Balberta

APRECIACIONES GENERALES

En conclusión, los dos primeros periodos de ocupación del área muestran el inicio de ocupación en la región con un nivel organizativo incipiente hasta el Formativo Tardío. Pero en el Formativo Terminal ocurren procesos sociales tales como un aumento poblacional, presencia de una organización administrativa del área, separación de grupos especializados y separación de áreas con diferentes funciones, resultado de un desarrollo político, económico y religioso que modificó y aprovechó el medio ambiente y sus recursos. El Clásico Temprano muestra cambios en la organización interna de los grupos con el control, que culminaron con el establecimiento de Balberta Central como centro cívico-ceremonial, que concentró la organización administrativa regional, con control tanto interno como externo del área. Los cambios son pocos para este periodo comparado con el Formativo Terminal. Pero el Clásico Tardío se caracteriza por el abandono de Balberta Central y el surgimiento de un nuevo centro rector, Buganvilia, con cambios en la estructura socio-política que se refleja drásticamente en los patrones de distribución: abandono de áreas densamente ocupadas en periodos anteriores como la parte central y este. El Pilar, centro ceremonial ocupado en el Formativo Medio, vuelva a ser ocupado para este momento.

A pesar de los desarrollos evolutivos, movimientos de asentamientos y cambios de los centros de poder, los grupos al oeste son los que menos parecen ser afectados por estos fenómenos. El patrón tan rígido de estos grupos parece indicar funciones diferentes con los grupos al otro lado. Personas especializadas de más alto rango y con derechos sobre los principales recursos de agua pueden indicar niveles jerárquicos internos en la población y quizá grupos semi-autónomos de los diferentes centros principales de poder.

No se encuentra ocupación después del Clásico Tardío, lo cual indica un abandono total debido a movilizaciones de grupos extraños en el área, creando tensiones y hostilidades que obligaron a las personas de Balberta a buscar lugares más protegidos. Asimismo, cambios internos fuertes debilitaron la organización regional dando lugar a la desestabilización del grupo y abandono del área en su totalidad. Estas dos alternativas pudieron ser las causantes principales, actuando quizá de manera conjunta y complementada con alteraciones en el medio ambiente.