080 Practica ceremonial y doméstica en la periferia de Ceibal. Jessica MacLellan y Melissa Burham – Simposio 26, 2012

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080 Practica ceremonial y doméstica en la periferia de Ceibal.

Jessica MacLellan y Melissa Burham

 

XXVI Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala
Museo Nacional de Arqueología y Etnología
16 al 20 de julio de 2012
Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas

 

Referencia:

MacLellan, Jessica y Melissa Burham
2013 Práctica ceremonial y doméstica en la periferia de Ceibal. En XXVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2012 (editado por B. Arroyo y L. Méndez Salinas), pp. 961-976. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Práctica ceremonial y doméstica en la periferia de Ceibal
Jessica MacLellan
Melissa Burham
Palabras clave
Tierras Bajas Mayas, Ceibal, Periodo Preclásico y Clásico, periferia, rituales.

Abstract
Many archaeologists have pointed out the importance of investigating the peripheries of major sites in order to understand the dynamic relationships between the different segments of ancient societies. In the 1960s, Gair Tourtellot conducted a survey of the periphery of the lowland Maya center of Ceibal to better understand population patterns over time. During the 2012 field season of the Ceibal-Petexbatún Archaeological Project, we conducted more extensive excavations in peripheral residential and ceremonial groups. Our results carry important implications related to the occupation of Ceibal and to ancient Maya social organization during Preclassic and Classic times.

 

Introducción
Muchos arqueólogos han indicado la importancia de investigaciones en las periferias de los sitios principales para entender las relaciones dinámicas entre diferentes segmentos de las sociedades antiguas. Es pertinente enfocarse en las prácticas rituales para realizar investigaciones de este tipo, ya que estas unifican a las comunidades facilitando así el desarrollo de jerarquías socio-políticas (Turner 1969, 1974; Pauketat et al. 2002; Hill y Clark 2001; Lucero 2003; Inomata 2006). Paradójicamente, el ritual es inclusivo y exclusivo al mismo tiempo. Mientras que una comunidad se une para realizar un propósito común, el conocimiento y acceso a ciertos objetos y espacios sagrados está limitado a pocos actores especialistas que se pueden apropiar de él y así legitimar su poder. En las periferias de ciudades Mayas, las élites intermediaras podrían haber sido relacionados con el centro por un sentido de identidad común reforzado por ritos públicos (Ringle 1999; Yaeger 2003, Tsukamoto 2012). Éste no simplemente era un proceso unidireccional con una autoridad dominante coaccionando a poblaciones subordinadas, porque la práctica ritual es flexible y agentes sociales pueden resistirla, reinterpretarla, o cambiarla (Bell 1992:197-223; Scott 1990). En Ceibal durante la Temporada 2012, se investigaron historias de ocupación y las prácticas rituales de grupos residenciales y grupos ceremoniales menores afuera del núcleo del sitio para mejor entender como las relaciones entre el centro y las periferias cambiaron a través del tiempo.

Ceibal es un sitio Maya ubicado al lado del Río Pasión, en la región Petexbatún, en el departamento de Petén. Ceibal era un centro importante desde las épocas más antiguas de la civilización Maya hasta el colapso del periodo Clásico. La mayoría de las investigaciones en Ceibal se han enfocado en Grupo A, el centro ceremonial, pero en los años sesenta Gair Tourtellot (1988) condujo un reconocimiento de la periferia. El objetivo de Tourtellot era entender los patrones de población en el área alrededor de Ceibal. Tourtellot observó cambios en la ocupación a través de la historia de Ceibal similar a los en el centro. Además, durante sus investigaciones él encontró y excavó muchos centros ceremoniales menores en la periferia. Muchos de los grupos tienen unidades residenciales rodeándolas. Estos grupos, según él, podrían haber sido series de grupos colectivos con sus propios centros de servicio para élites locales (Tourtellot 1988:377, 381-383). Ahora, con los datos de las investigaciones de Tourtellot, es posible hacer investigaciones más enfocadas en estos grupos periféricos y explorar más extensivamente las relaciones social-políticas entre el centro y las periferias. Por ejemplo, recientemente Jessica Munson investigó Caobal, un sitio menor en la periferia de Ceibal (Munson 2012; Aoyama y Munson 2011, 2012).

En 2012 se siguieron investigaciones de las periferias con las excavaciones de tres grupos afuera del Grupo A, cada uno ubicado a una proximidad diferente del centro (Fig.1). Estructura 47-base es una plataforma residencial relativamente cerca del grupo central, y es probable que era directamente relacionado con el centro durante partes de su ocupación. La Unidad 54 y el Grupo 4E-10/4F-15 son centros ceremoniales menores que están más lejos del centro. La Unidad 54 está 250 metros al suroeste del límite sur del Grupo A y el Grupo 4E-10/4F-15 se ubica a 500 metros noroeste del Grupo A. Juntos, los tres grupos representan varias perspectivas desde distancias diferentes de las periferias.

Excavaciones en la Plataforma 47-base
La estructura 47-base es una gran plataforma residencial ubicada 160 m al oeste de la plaza central de Grupo A (Fig.2). Hay seis estructuras encima de la plataforma: Estructura 47, que probablemente es un templo pequeño; Estructura 45 a-d, cuatro plataformas largas en un grupo patio; y Estructura 46, otra plataforma pequeña. La Estructura 47-base fue investigada por Tourtellot en los años sesenta durante su reconocimiento de la periferia de Ceibal (Tourtellot 1988). En la Operación 144, Tourtellot realizó una excavación pequeña en Estructura 47 y un pozo de 2×2 m en frente de la misma estructura (Tourtellot 1988:171-174). Estructura 47-base fue fechada al Preclásico Medio, porque Tourtellot encontró cerámica de las fases Real-Xe y Escoba-Mamom encima de la roca madre. (La cronología cerámica del Proyecto Arqueológico Ceibal-Petexbatún está basada en la secuencia estabilizada por Jeremy Sabloff, pero con refinamientos más recientes por Takeshi Inomata, usando nuevas fechas de radiocarbono (Sabloff 1975) En 2012, se empezaron excavaciones más extensivas en la plataforma 47-base. El objetivo era encontrar y exponer construcciones preclásicas para entender más de la arquitectura y las prácticas domésticas de las épocas tempranas de Ceibal.

El Preclásico Medio Temprano (1000-700 Ac)
Como en el centro de Ceibal, la plataforma 47-base fue ocupada durante el periodo Preclásico Medio Temprano (ca. 1000-700 AC.). Al sur de Estructura 47, encima de la roca madre, se descubrió un piso de relleno fechado a la fase Real-Xe. Todavía no se han encontrado estructuras de este periodo. Sin embargo, en la parte oeste de la plataforma se descubrió un entierro grande con vasijas de Real-Xe (Fig.3). Entierro 132 era intrusivo en la roca madre y tenía una forma bulbosa. Contenía los esqueletos de dos adultos y siete vasijas completas: cuatro platos (tipos Abelino Rojo y Yalmanchac Impreso) y tres cántaros (tipo Palma Daub) (Fig.4). A dentro de un cántaro grande había huesos de un infante humano de aproximadamente un mes (según Juan Manuel Palomo). En el área directamente alrededor de este entierro, no se encontró ninguna evidencia de una ocupación Real-Xe. Entonces, es posible que durante el periodo Preclásico Medio Temprano, los mayas no enterraban a sus muertos abajo de sus pisos o justo al lado de sus casas como durante las épocas más tardes. En este caso, la fosa en la roca madre podría haber sido una mina de sascab antes de usarla para el entierro.

El Preclásico Medio Tardío (700-350 AC)
Arriba del entierro Real-Xe se encontraron una serie de cuatro plataformas residenciales fechadas para el periodo Preclásico Medio Tardío (ca. 700-350 AC), la cerámica asociada pertenece a la fase Escoba-Mamom (Fig.5). Al norte de estas estructuras se encontraron dos rasgos interesantes que estaban asociados con la estructura más antigua. El Entierro 128 pertenece a un adulto sin tener ofrendas asociadas, los huesos estaban bien articulados pero faltaban el cráneo, el brazo y hombro izquierdos, las dos tibias y el fémur derecho. Este entierro no parece de haber sido saqueado después de su deposición. Es probable que el individuo haya sido desarticulado cuando todavía había carne en los huesos, pero es necesario esperar el análisis bio-arqueológico para confirmar esto. Hay evidencia de violencia en otro entierro, en el 128 , que puede ser un ejemplo de sacrificio humano en un contexto doméstico. También se encontró un basurero intrusivo que contenía muchos caracoles de Pomacea y una gran cantidad de descarte de obsidiana. Según el Dr. Kazuo Aoyama, estos artefactos de obsidiana representan todas las fases de la manufactura de navajas prismáticas y probablemente fueron depositados de una vez por un artesano que vivía en el grupo residencial (Aoyama 2012).

El Preclásico Tardío (350-50 AC)
Se encontró muy poca evidencia de una ocupación Preclásico Tardío (ca. 350-50 AC) en la plataforma 47-base. Solo un piso al norte de la Estructura 47 pudo ser fechado, tentativamente, a este periodo. El principio del Preclásico Tardío era una época de cambios importantes en la sociedad Maya y en Ceibal el patrón de ocupación se transformó. Los mayas abandonaron unos grupos residenciales y construyeron muchos nuevos, extendiéndose más en la periferia.

El Protoclásico (50 AC-250 DC)
Después del Preclásico Tardío hubo otra época de transformación en las Tierras Bajas. Unos sitios fueron abandonados mientras otros atravesaron una transición al periodo Clásico. En Ceibal se movió el centro político al Grupo D, sin embargo, ocupación y rituales públicos todavía seguían realizándose en Grupo A. En la plataforma 47-base se encontraron muchos niveles de relleno fechados para el periodo Protoclásico (ca. 50 AC-250 DC) por la presencia de cerámica de la fase Cantutse Tardío. Durante el Protoclásico Temprano los habitantes de Ceibal pusieron una gran intrusión rectangular en el eje norte-sur en frente del templo Estructura 47 hasta la roca madre. Al fondo, los residentes depositaron Escondite 159 consistente de 17 cuencos (tipos Achiotes Sin Engobe y Sierra Rojo) completos en dos niveles, unos boca a boca, con unas piedras trabajadas (pequeñas, redondas, y planas) (Fig.6). Como las vasijas de unos escondites similares y también Protoclásicos en la Plaza Central, las vasijas de Escondite 159 son mal cocidas, probablemente hecho para el ritual (Román 2009:74-88; Pinzón y Román 2010:79-90; Inomata et al. 2010:37-40). Más arriba en la intrusión, se encontró Entierro 138, de un niño. Aparentemente, este muerto fue depositado con el escondite. Por las similitudes entre el Escondite 159 y los escondites de la Plaza Central, es probable que los residentes de este grupo estaban familiarizados e involucrados en los rituales públicos de Ceibal. El Escondite 159 es una muestra de una conexión entre los rituales públicos en la Plaza Central y los rituales domésticos de élites.

El Clásico Temprano y el Clásico Tardío
(250-800 DC)
Se encontró un piso que podría fecharse al principio del periodo Clásico Temprano (ca. 250-600 DC) y un piso de la fase Tepeu 1 del Clásico Tardío (ca. 600-800 DC). En los años sesenta, Tourtellot encontró un chultun del Clásico Temprano (fase Junco) cerca del templo de la Estructura 47 (Tourtellot 1988:171-174). Según él, la Estructura 47 fue cubierta con un nivel de tierra, probablemente durante el Clásico. Tourtellot también descubrió un entierro Clásico Tardío intrusivo en la Estructura 47 (Tourtellot 1990:119-120). Esta conversión del templo a un túmulo funerario se parece a actividades en Estructura 4E-10, una pirámide más lejos del centro de Ceibal.

El Clásico Terminal (800-950 DC)
El piso más reciente de la Estructura 47-base es del periodo Clásico Terminal (ca. 800-950 DC). La Estructura 46 y un basurero relacionado fueron también fechados al Clásico Terminal. En frente del templo 47 se descubrió un rasgo extraño: una gran intrusión dentro del Piso 1 con la forma de un embudo lleno de arcilla pura y chiclosa. Este pozo tiene aproximadamente 2.5 m de ancho en la parte superior y 0.5 m de ancho en el fondo, con 1.4 m de profundidad. Había unos artefactos a dentro de la arcilla, incluyendo un par de machacadores de corteza en perfecto estado. En el fondo del pozo, metido en la roca madre, se encontró un depósito de huesos humanos desarticulados. Todavía no se entiende las actividades asociadas con este rasgo.

Conclusiones sobre la Unidad 47-base
El grupo residencial de Estructura 47-base estaba ocupado desde el Preclásico Medio Temprano hasta el Clásico Terminal, pero no se ha encontrado mucha evidencia de construcciones del Preclásico Tardío, Clásico Temprano, ni Clásico Tardío. Muchas actividades ocurrieron durante el periodo Preclásico Medio Tardío y el periodo Protoclásico. Por la ubicación de la plataforma 47-base y por las deposiciones rituales, específicamente Escondite 159, es probable que los residentes de este grupo eran importantes dentro de la vida pública de Ceibal.

Excavaciones en la Unidad 54
La Unidad 54 consiste en dos pirámides, una en el este (Estructura 55) y la otra en un estilo preclásico encima de una plataforma en el oeste (Estructura 6E-6) y dos estructuras largas en el norte y el sur, todas rodeando una plaza. Como muchas de las estructuras largas en el mundo Maya, es probable que las Estructuras 54 y 56 eran residencias, tal vez de una familia o grupo élite que residió en acá durante ciertas partes de su historia (véase por ejemplo a Tourtellot 1983). Una aguada se ubica veinte metros al norte del grupo y una escalinata que conduce hacia la aguada sugiere que la misma fue un recurso importante de agua para los residentes del grupo a través de su historia. Las excavaciones en la plaza de en frente a la Estructura 6E-6 y en la esquina noreste de la Estructura 54 (Fig.7) proveyó datos importantes de la ocupación del grupo.

El Preclásico Medio Tardío (700-350 AC)
La ocupación del Grupo 54 empezó en el Preclásico Medio-Tardío. Esta fase está representada por dos pisos de barro que contenían materiales de la fase Escoba-Mamom y también de un entierro depositado en una intrusión grande en la roca madre (Fig.8).

El Entierro 126 estaba completo y la mayoría de los huesos bien conservados (Fig.9). El cráneo y los dientes indican que el individuo era un hombre de treinta a cuarenta años de edad cuando falleció; los dientes fueron modificados. El cuerpo so colocó extendido encima de una capa de piedras y suelo amarillo-marón claro y suave. El esqueleto estaba orientado de oeste a este con la cabeza en el oeste y la cara mirando un poco al sur. Los brazos estaban encorvados hacia los codos y las manos cruzadas con la mano derecha encima de la izquierda. Las piernas también estaban extendidas y los tobillos estaban cruzados. En total el cuerpo parecía muy pacífico con mucho espacio en la grande intrusión.

Había unas ofrendas asociadas con el entierro. Dos conchas del río, una puesta adentro de la otra, estaban encima de la caja torácica derecha, y los restos de un mamífero pequeño acompañaban el cuerpo. También había un plato de tipo Tierra Mojada encima de las rodillas con la boca del plato abajo. Abajo del plato había dos pomácea y un instrumento lítico, tal vez una herramienta para comer. Los artefactos debajo del plato podrían ser de un festín que se llevó a cabo como parte de una ceremonia mortuoria, u ofrendas de comida para el muerto.

La intrusión en la roca madre que contenía el entierro era muy grande con un diámetro de más que 2.5 metros (refiérase a Fig.8). La intrusión estaba llena de basura incluyendo huesos animales, concha, pomácea y cerámica. También se encontró mucha lítica y obsidiana, incluyendo navajas prismáticas de obsidiana y también de pedernal y un núcleo de obsidiana. La basura parece haber sido depositada en un solo episodio encima del Entierro 126.

Lo raro del Entierro 126 es el tamaño de la intrusión donde se puso el esqueleto. El tamaño de la intrusión parece ser demasiado grande para enterar solo una persona y el entierro no fue puesto en el centro de la intrusión como se esperaría si fuera excavado para servir ese propósito. Es posible que ya se había excavado la intrusión para servir con otro propósito, tal vez como un chultun para guardar provisiones o solamente para extraer material de construcción eventualmente creando una gran intrusión. Más tarde se re-usó la intrusión para enterrar esta persona, similarmente al Entierro 132 que se fecha a la fase Real-Xé en la Plataforma 47-base discutido antes. Se encontró otra intrusión similar en la roca madre en la Operación 213 en la Unidad 4E-10/4F-15 que también se fecha al Preclásico. Entonces parece que intrusiones así eran comunes en las periferias durante el Preclásico.

El Preclásico Tardío (350-50 AC)
Como en el centro de Ceibal y otros sitios Mayas, la Unidad 54 descubrió una gran secuencia de construcción y ocupación durante el principio del Preclásico Tardío. La excavación en la plaza reveló siete pisos y una plataforma (designado Plataforma A; véase a Fig.8) que se fechan para esta época por la presencia de cerámica Cantutse-Chicanel. La Plataforma A, que más específicamente se fecha a la fase Cantutse-Temprano, está en el área de la plaza. Es probable que la plataforma sirviera para llevar a cabo ceremoniales públicas en la plaza durante aquella época.

En el centro de Ceibal se empezó a construir arquitectura monumental en forma de pirámides grandes y altas durante el Preclásico Tardío, marcando una transición social importante a través del mundo Maya (Ringle 1999; Hansen 1998:75-103; Houston y Inomata 2009:86-87; p.e. Castillo 2011, Ortiz y Román 2010). La Unidad 54 tiene dos pirámides altas, una de estilo preclásico que se inclina más gradualmente que las pirámides empinadas que se ve más tarde en el Periodo Clásico. Aunque todavía no se sabe la historia de construcción de estas pirámides, es probable que fueran construidas en el Preclásico Tardío como muchos de las pirámides en grupos ceremoniales menores en las periferias (Tourtellot 1988:376-377, 382). Ahora parece que la Unidad 54 experimentó una gran aumento y ocupación extensiva en el Preclásico-Tardío.

 

Este resultado es diferente que los datos de la Unidad 47, donde no se encontró casi ninguna evidencia de ocupación en la primera fase del periodo Cantutse-Chicanel.

El Protoclásico y el Clásico Temprano
(50 AC-600 DC)
En la plaza se excavaron bastantes tiestos de cerámica de tipos Protoclásicos, indicando que había ocupación durante esa época en la Unidad 54. Es probable que hubieara un piso Protoclásico encima del piso Cantutse-Chicanel más antiguo (Piso 1b encima del Piso 2, véase la Fig.8) en la plaza. También se excavó un piso con mucha cerámica Protoclásica incluyendo Sacluc, San Martín y un tiesto del cuello de un cántaro Caribal Rojo, en el pozo de sondeo atrás de la Estructura 54. Esos datos indican que había construcción en la Unidad 54 durante el Protoclásico. Además, aunque no se encontraron estructuras Protoclásicas en la excavación como las en la Unidad 47 mencionadas antes, es posible que había estructuras en otra parte del grupo que todavía no se han excavado.

La ausencia de cerámica Junco-Tzakol en las excavaciones sugiere que no hubo construcción durante el Clásico Temprano en la Unidad 54. Eso no necesariamente quiere decir que no había ocupación en el grupo durante el Junco, sino que no hay evidencia concreta para determinar que había construcción en el centro del grupo. Si había construcción en el grupo durante esa época, es probable que esté afuera del centro del grupo.

El Clásico Tardío y el Clásico Terminal
(600-950 DC)
Aunque la Unidad 54 experimentó una interrupción en construcción en el Clásico Temprano, el grupo definitivamente fue re-valorizado para el Clásico Tardío y la ocupación siguió en el Clásico Terminal. Los dos primeros pisos debajo de la superficie moderna contenían materiales Clásico Tardíos, y unos tiestos de un plato de tipo Saxché con una forma típica de Tepeu 1 indican que había ocupación en alguna parte del grupo en el principio del Clásico Tardío. También el primer piso contenía cerámica de tipo Cambio con desgrasante de calcita cristalina, que era más común en el Clásico Terminal, y unos tiestos de Altar Naranjo Fino. Sin embargo, es probable que el primer piso se fecha a la transición entre el fin del Clásico Tardío y el Clásico Terminal.

La excavación en la plaza de la Unidad 54 se extendía al límite de la plataforma de Estructura 6E-6. Se encontró el Entierro 129 en la limitad oeste de la unidad justo en frente de la plataforma. El entierro contenía segmentos de un cuerpo de un individuo adulto, posiblemente masculino. Los segmentos del cuerpo parecían que todavía tenían carne en los huesos cuando fueron depositados, sugiriendo que el entierro era primario. Es probable haya sido víctima de un sacrificio ya que se desarticuló el cuerpo y se depositaron solo unas partes del cuerpo en la intrusión.

Se encontró otro entierro, el Entierro 131, en el Piso 1a. Se cortó en la intrusión del Entierro 131 para depositar el Entierro 129 más tarde (refiérase a Fig.8). El entierro estaba encapado con tres piedras bastante redondas, pero sin ningún artefacto asociado. A diferencia que el Entierro 129 que parecía desarticulado pero primario, este Entierro 131 parecía completamente desarticulado. El entierro consistía de fragmento de un fémur, tibia, costillas, falanges y un diente, pero ningunos parecían articularse el uno al otro. Por eso es probable que el entierro era segundario, o sea que originalmente fue depositado en otro lugar y más tarde movido a la locación en frente de la Estructura 6E-6. No había signos de disturbio humano después de la deposición original con la excepción que el entierro 129 parcialmente disturbó el entierro 131 cuando fue depositado.

Estos entierros revelan datos importantes sobre la vida ritualística de los habitantes en la Unidad 54 a través del tiempo. Los dos entierros están justo en frente de la Estructura 6E-6, y los dos parecieron de haber sido depositados como parte de ceremonias públicas en la plaza. Puede ser que ceremonias mortuorias públicas así eran parte de un esfuerzo de los élites locales a reunir la gente y legitimar su poder en los grupos ceremoniales menores similarmente a las ceremonias en el centro que los elites y personas reales hacían en los centros (véase por ejemplo Inomata 2006). El hecho de que hay dos entierros similares en diferentes niveles estratigráficos revela continuidad en la vida ritual de los habitantes en la Unidad 54.

Además de una ocupación bastante extensiva en el Clásico Tardío, hay evidencia de ocupación Clásico Terminal en la Unidad 54. Se encontró cerámica de la fase Bayal-Tepeu 3 de Ceibal en el humus y el primer piso en la plaza (refiérase a Fig.8), y en el colapso de la Estructura 54, la estructura larga en el norte del grupo. La cerámica del colapso de la Estructura 54 indica que alguien residía en la estructura durante el Clásico Terminal, pero su clase social todavía no es aparente. Será necesario llevar a cabo más investigaciones del grupo en el futuro para mejor conocer el tipo de ocupación allí durante el Clásico Terminal, si los habitantes eran élites conduciendo ceremoniales públicos en el grupo o solo unos habitantes residiendo allí.

Conclusiones sobre la Unidad 54
La Unidad 54 evidenció una ocupación continúa desde el Preclásico Medio Tardío hasta el Clásico Terminal con solo una interrupción durante el Clásico Temprano. La mayoría de construcción ocurrió durante el Preclásico Tardío, sugiriendo una explotación de población en las periferias durante esa época. Aunque la arquitectura monumental revela que el grupo era ceremonial, la basura doméstica excavado del colapso de la estructura larga sugiere que también había residentes, tal vez familias o grupos de élites que ocupaba el grupo durante diferentes partes de su historia.

Excavaciones en el Grupo 4E-10/4F-15
Se excavaron dos pozos de sondeo en el Grupo 4E-10/4F-15, uno en el grupo de tipo patio en la Unidad 4F-15 y el otro al oeste del Templo 4E-10 (Fig.10). Harvard ya había excavado el grupo en los años sesenta, revelando que había ocupación Clásico Tardío y Terminal en el grupo patio y ocupación desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío, con una breve interrupción a fines del Clásico Temprano (Tourtellot 1988:148-153, 180-182). Harvard concluyó que no hubo ocupación Preclásica en el grupo patio. Se investigó el grupo otra vez para obtener una cronología más precisa y para confirmar las interpretaciones de Harvard.

El Preclásico Tardío (350-50 AC)
Las investigaciones de Harvard ya revelaron que el Templo 4E-10 fue construido originalmente en la fase Cantutse-Chicanel y luego modificado con dos superestructuras más tarde en la misma época. Las nuevas excavaciones de la Temporada 2012 también revelaron una ocupación extensiva no solo del templo, sino también en el grupo patio 4F-15. La ocupación Preclásico-Tardío está bien representada en con cuatro pisos que contenían materiales que corresponden a la fase Cantutse-Chicanel de Ceibal. Los dos pisos Preclásicos más tardíos se fechan para la mitad de la fase Chicanel-Cantutse, esto evidenciado por restos de cerámica Sierra Rojo con pasta fina que apareció durante esta faceta. La presencia de estos cuatro pisos preclásicos indica que había construcción extensiva en el grupo patio durante la misma época que se construyó el templo. También, como las excavaciones en la Corte Este han revelado, muchas veces se construían grupos de tipo patio encima de otros más antiguos (Burham, Triadan y Kratsova 2011; Triadan e Inomata 2012). Es muy posible, entonces, que hay estructuras residenciales Preclásicas debajo de las estructuras Clásico Tardías que corresponden al templo.

Estos resultados difieren de los de Harvard, los cuales sugieren que no hubo ocupación doméstica en el grupo patio durante el Preclásico. Es probable que un grupo social residiera al lado del templo en un grupo de patio más antiguo durante el Preclásico y no en el templo, el cual era usado solamente con fines rituales.
Los nuevos datos corresponden a los de la Unidad 54 que también experimentó una ocupación extensiva en el Preclásico Tardío. Juntas, las excavaciones confirman que había mucha construcción en las periferias durante la fase Cantutse-Chicanel en Ceibal.

El Protoclásico (50 AC-250 DC)
No se encontró material diagnóstico del Protoclásico para confirmar ocupación en el grupo durante esta época. La ausencia de cerámica y construcción Protoclásica sugiere que fue abandonado para el principio de este periodo, o que por lo menos no había ocupación extensiva. Estos resultados concuerdan con los de Harvard, que indicaron que la ocupación en las periferias era muy escasa al final de la fase Cantutse-Chicanel y la población pequeña que seguía residiendo en Ceibal estaba concentrada en el centro y grupos más cercanos a los grupos centrales (Tourtellot 1988:383-387).

El Clásico Temprano (250-600 DC)
Se recuperó poca cerámica del Clásico Temprano incluyendo cerámica de tipo Águila y unos tiestos de Sapote Estriado. No se encontró algún piso relacionado al grupo de patio ni en asociación con el Templo 4E-10 y entonces se infiere que no hubo mucha construcción durante el Clásico Temprano. Pero, a diferencia de estos resultados, los datos de Harvard revelaron que sí había ocupación ceremonial bastante extensiva en la fase Junco-Tzakol, durante la cual se depositaron dos escondites con materiales Juncos encima del Templo 4E-10 y simultáneamente la pirámide fue enterrada con dos niveles de tierra suelta y pedregosa en un rito de terminación (Tourtellot 1988:148). Es claro, entonces, que por lo menos había actividad ritual en el grupo durante el Clásico Temprano.

Hubo bastantes rituales de terminación de este tipo en las periferias de Ceibal durante el Clásico Temprano. Otros templos, como los en la Unidad 47 y la Unidad 4G-4, probablemente fueron terminados ritualmente en la misma manera que el Templo 4E-10 (Tourtellot 1988:171-174,180). Estos ritos pueden indicar que muchos de los habitantes de Ceibal hicieron ritos de terminación en sus lugares sagrados antes de abandonar sus residencias y que solo una población pequeña siguió ocupando el sitio en unos lugares más centralizados. En total, el abandono de muchos grupos periféricos y la ocupación ligera en el centro a fines del Junco indican que había estrés social que causó un abandono casi total a través del sitio.

El Clásico Tardío (600-800 DC)
Encima del piso Preclásico más tardío (Piso 5, refiérase a Figura  Harris matriz o perfil), se construyó un piso que se fecha al principio de la fase Tepijilote de Ceibal (correspondiendo al Tepeu 1 de Uaxactún), evidenciado por la presencia de platos y vasos Saxché con formas redondas típicas de esa época (Sabloff 1975; Inomata 2010:171). Este piso indica que construcción en el grupo empezó de nuevo durante el principio del Clásico Tardío después del abandono a fines del Clásico Temprano.
Se construyó otro piso más tarde en el Clásico Tardío durante el medio de la fase Tepijilote (el principio de Tepeu 2 de Uaxactún y la parte medio del Complejo Nacimiento Tepeu de Aguateca (Inomata 2010:171-173), indicado por la presencia de cerámica de estilo Tepeu 2. Luego, encima de este piso se construyó otro piso que contenía cerámica con formas y características que corresponden a la parte tardía de Tepeu 2 en Aguateca (refiérase a Inomata 2010). Encima de este piso había otro sin muchos materiales diagnósticos pero por asociación con el piso anterior se puede fechar para el Clásico Terminal. Las estructuras probablemente están encima del primer o segundo piso, y entonces también deben fecharse al Tepeu 2 o más tarde. Es aparente que había construcción extensiva en el grupo de tipo patio durante la última parte del Clásico Tardío.

El Clásico Terminal (800-950 DC)
Los datos de las excavaciones en el grupo no revelaron evidencia de construcción durante el Clásico Terminal. Sin embargo, Harvard encontró un basurero con cerámica Bayal justo al norte de la Estructura 4F-15b asociado con el grupo de tipo patio y un escondite Clásico Terminal o Posclásico encima del Templo 4E-10 (Tourtellot 1988:148,182). Es aparente, entonces, que había ocupación en el grupo durante el Clásico Terminal, pero tal vez no había construcción extensiva en el grupo durante aquel periodo.

Conclusiones sobre el Grupo 4E-10/4F-15
El Grupo 4E-10/4F-15 tiene una historia tumultuosa empezando en el Preclásico Tardío con la construcción del templo y en el grupo patio. Después de un abandono durante el Protoclásico, había ocupación mayormente ritual en el Clásico Temprano seguido por un abandono hasta el principio del Clásico Tardío cuando fue re-ocupado. De ahí la ocupación siguió hasta el Clásico Terminal.

Lo interesante es que el grupo parece haber florecido durante la última parte del Clásico Tardío mientras el centro estaba sufriendo. Trabajos de varios investigadores del Proyecto Ceibal-Petexbatun indican que después de una explotación inicial al principio del Clásico Tardío en Ceibal, el centro experimentó una interrupción en construcción y producción cultural cuando el rey Yich’aak B’ahlam fue capturado por el Rey 3 de Dos Pilas en 735 DC (Vega 2009: 181-184; Martin y Grube 2000). Después de este evento, mientras que Ceibal servía como un vasallo de Dos Pilas-Aguateca, no se construían muchos monumentos ni arquitectura monumental en el centro con la excepción de unas inscripciones en la escalera jeroglífica describiendo ritos llevados a cabo por el rey de Ceibal en subordinación de Rey 4 de Dos Pilas (Vega 2009). Más tarde aunque el sitio llegó a ser independiente otra vez después de la destrucción de Dos Pilas, el sitio experimentó una degradación entre 760 DC hasta el fin del Siglo 9 mientras que la mayoría de sitios en el Petexbatún estaba en guerra (Vega 2009:188-196). Aunque hay evidencia de ocupación significativa en la faceta tardía del Tepeu 2, la misma fase no está bien definida en los materiales arqueológicos ni en la construcción en el centro, y el centro parece de haber estado sufriendo a la vez que otros sitos fueron abandonados (Inomata, comunicación personal). Sin embargo, en contraste al sector central, ocupación y construcción siguieron en el Grupo 4E-10/4F-15 durante esta época inestable. Es posible que otros grupos periféricos también siguieran siendo ocupados durante la misma época.

 

El hecho de que hay por lo menos dos episodios de construcción en la parte tardía de Tepeu 2 en este grupo puede indicar que las poblaciones periféricas no fueron afectadas severamente por los problemas políticos en el centro. Será necesario seguir investigando estos grupos menores ceremoniales para mejor entender las relaciones entre el núcleo y las periferias durante la transición inestable entre la última parte del Clásico Tardío y el Clásico Terminal.

Conclusiones
En general, las excavaciones de 2012 apoyan las interpretaciones de Tourtellot sobre los patrones de población en Ceibal. Durante el Preclásico Medio Temprano, ocupación estaba limitada al centro del sitio. Una expansión empezó en el Preclásico Medio Tardío. A principio del Preclásico Tardío, en el centro, se empezó a construir pirámides altas y nuevas plataformas monumentales. La población se amplió rápidamente, y ocupación y construcción en las periferias explotaron. Además, centros ceremoniales menores aparecieron a través de las periferias de Ceibal. La ocupación del Clásico Temprano es ligera, y durante la última faceta de esta época Ceibal fue abandonado casi totalmente. Se re-ocuparon las periferias a principios del Clásico Tardío cuando, según Tourtellot, los habitantes reusaron muchas de las pirámides preclásicas como túmulos funerarios. La gente siguió ocupando las periferias hasta el Clásico Terminal.

Las excavaciones en la plataforma 47-base, que está muy cerca de la Plaza Central, revelaron una conexión entre los rituales públicos y los rituales domésticos de las élites. Los habitantes de 47-base tenían acceso al conocimiento de los escondites protoclásicos en el centro, y los replicaron en su área residencial. También se encontraron nuevos datos de los rituales domésticos del Preclásico Medio. Si Entierro 128 es un sacrificio humano, este rasgo podría ser otro ejemplo de la imitación de ritos públicos, pero mucho más temprano que Escondite 159. Entierro 132 es importante porque los entierros fechados al periodo Preclásico Medio Temprano son muy pocos. Es necesario explorar más los patrones funerarios de esta era. Interesantemente, no se descubrieron escondites fundacionales de la fase Real-Xe, aunque unos fueron depositados en el contexto público de la Plaza Central (Inomata et al. 2010). Los rituales públicos y domésticos podrían haber sido muy distintos durante esa época. investigaciones futuras en la estructura 47-base serían de gran utilidad para entender más la práctica ritual y la vida doméstica de los primeros habitantes de Ceibal.

No se recuperó mucho material nuevo que revela información sobre la vida ritual durante el preclásico desde las excavaciones llevados a cabo más afuera del Grupo A durante la Temporada 2012. Sin embargo, ahora se sabe más sobre los patrones de población en las periferias y por eso es posible hacer unas interpretaciones preliminares relatando a las relaciones sociales y políticas entre el núcleo y las periferias. Como ya se mencionó antes, la ocupación en las periferias explotó durante el Preclásico Tardío con la construcción de muchos grupos menores ceremoniales. Las excavaciones de la Unidad 54 y el grupo 4E-10/4F-15 han revelado múltiples fases de construcción que se fechan al Preclásico Tardío, indicando una gran expansión de ellos en un periodo bastante pequeño. Aunque cada grupo ceremonial menor tiene características únicas, la mayoría tiene por lo menos una pirámide alta (y unos como la Unidad 54 pueden tener dos) similar a las que se ven en el centro (Tourtellot 1988; véase a Ortiz y Román 2010). Es probable que las poblaciones periféricas construyeron complejos ceremoniales para emular las ideologías dominantes del centro, apropiando las ideas y empleándolas localmente (Ringle 1999). No obstante, los grupos periféricos también parecen de haber sido bastante independientes, con estructuras residenciales correspondiendo a los templos. Como sugirió Tourtellot (1988: 377, 381-383), es posible que cada grupo menor ceremonial representa una serie de grupos residenciales colectivos que tenían su propio complejo ceremonial dirigido por un élite local que practicaba ritos públicos para sus subordinados que vivía cerca del complejo. Será necesario excavar en las residencias para mejor explorar estas ideas.

Hay evidencia de emulación ritual en las periferias durante el Clásico Tardío. Los dos entierros Clásico Tardíos (Entierros 129 y 131) en la Unidad 54 probablemente representan ritos públicos de sacrificio y tratamiento mortuorio segundario. El hecho de que los dos están cabal en frente del Templo 6E-6 sugiere que se sacrificaron víctimas públicamente en la plataforma del templo donde muchas personas podrían haber visto el espectáculo, y después los enterraron donde se llevó a cabo la ceremonia. Se hacían ceremonias así como una manera incluir la gente en los eventos y así fomentar un sentido de cohesión e identidad compartido (Inomata 2006). Se llevaron a cabo ceremonias así en el centro de Ceibal y otros ciudades mayas (p.e. Inomata et al. 2010; las murallas de Bonampak, Miller 1986) y entonces es probable que los habitantes de la Unidad 54 emulaban las prácticas que aprendieron en el centro. Los dos entierros, depositados en pisos diferentes, sugieren que se practicaba ceremonias así a través de la historia del grupo, tal vez como una manera de legitimar el autoridad y poder de élites locales.

Lo más interesante de las excavaciones en las periferias durante la temporada 2012 es el hecho de que hay ocupación bastante continúa a través del tiempo en las periferias. Aunque las periferias y el centro similarmente experimentaron una crisis y abandono a fines del Clásico Temprano, los nuevos datos del Grupo 4E-10/4f-15 sugieren que las poblaciones periféricas seguían floreciendo mientras que el centro sufría. Entonces es evidente que aunque las periferias originalmente obtuvieron las ideas religiosas del centro, no parece que estaban dependientes en el centro para su bienestar religioso ni político. Estos resultados, sin embargo, todavía son preliminares. Los datos nuevos representan nuevas oportunidades de mejor entender las relaciones sociales, políticas, y religiosas entre el núcleo de Ceibal y sus periferias para explorar en el futuro.

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Fig.1: Mapa de los grupos investigados.

Fig.2: Mapa de las excavaciones en la plataforma 47-base.

Fig.3: Entierro 132, nivel más arriba.

Fig.4: Platos del Entierro 132 (tipos Yalmanchac Impreso y Abelino Rojo).

Fig.5: Plataformas residenciales del Preclásico Medio Tardío, arriba del Entierro 132.

Fig.6: Escondite 159 (vasijas tipos Achiotes Sin Engobe y Sierra Rojo).

Fig.7: Mapa de las excavaciones en la Unidad 54.

Fig.8: Perfil oeste de la Suboperación CB210A en la Unidad 54. Pisos 8-9 y la intrusión en la roca madre se fechan a la fase Escoba-Mamom (ca. 700 AC-300 AC); Pisos 2-7 se fechan a la fase Cantutse-Chicanel (350 AC- 50 DC); Piso 1b puede fecharse al Protoclásico (50 DC-250 DC); Pisos 1a y Entierro 131 se fechan al Clásico Tardío (600 DC-800); Piso 1 y Entierro 129 se fechan a la transición entre Clásico Tardío y el Clásico Terminal; El humus se fecha al Clásico Terminal (800 DC-950DC).

Fig.9: Foto del Entierro 126 que se fecha a la fase Escoba-Mamom, con ofrendas de plato Tierra Mojada,
concha, y un mamífero pequeño.

Fig.10: Mapa de las excavaciones en el Grupo 4E-10/4F-15.