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079 Rituales de dedicación en la plaza central de Ceibal: Perspectivas desde las Estructuras A-20 y A-10 – José Raúl Ortiz, Flory María Pinzón, María Belén Méndez – Simposio 25, Año 2011

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Ortiz, José Raúl, Flory María Pinzón  y María Belén Méndez

2012        Rituales de dedicación en la plaza central de Ceibal: Perspectivas desde las Estructuras A-20 y A-10. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp. 910-925. Ministerio de Cultura y Deportes, Instituto de Antropología e Historia y Asociación Tikal, Guatemala (versión digital).

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RITUALES DE DEDICACIÓN EN LA PLAZA CENTRAL DE CEIBAL: PERSPECTIVAS DESDE LAS ESTRUCTURAS A-20 Y A-10

José Raúl Ortiz

Flory María Pinzón

María Belén Méndez

PALABRAS CLAVE

Tierras Bajas Maya, Suroeste de Petén, Río Pasión, Ceibal, rituales dedicatorios, ofrendas, Grupo E, Preclásico Medio

ABSTRACT

The excavations of the Central Plaza of Group A at Ceibal carried out by the Ceibal-Petexbatún Archaeological Project have revealed a substantial construction sequence dating back to the Xe phase of Middle Preclassic period. It is possible that a formalized “E-Group” Complex was established at the beginning of occupation. Important finds include numerous caches of greenstone axes that were placed along the central axis of this complex in these early days. These ritual deposits point to connections with so called Olmec sites in the Chiapas Highlands and on the Gulf Coast.

INTRODUCCIÓN

Ceibal se ubica sobre una escarpa natural al lado del río La Pasión, en el extremo suroeste de las Tierras Bajas Mayas. La ubicación del sitio es clave para entender las interacciones tempranas entre comunidades de las Tierras Altas de Chiapas, el Altiplano de Guatemala y las Tierras Bajas. La precursora investigación arqueológica de la Universidad de Harvard de los años sesenta mostró que el sitio de Ceibal tuvo una larga secuencia de ocupación humana desde inicios del Preclásico Medio hasta el Clásico Terminal (Sabloff 1975).

Las excavaciones del Proyecto Arqueológico Ceibal-Petexbatún (2006-2011) han revelado que la ocupación preclásica de Ceibal es grande y extensa. Además, las investigaciones han establecido que la comunidad inicial de Ceibal tuvo vínculos muy fuertes con los sitios ‘olmecas’ de Chiapas (Inomata et al. 2010a). Uno de estos nexos es el patrón arquitectónico Chiapas Formativo Medio (Clark y Hansen 2001), que se encuentra documentado en sitios como Chiapa de Corzo, San Isidro, Mirador, Finca Acapulco, La Libertad, Tzutzuculi, Ojo de Agua y en el corazón del área Olmeca, en el sitio de La Venta.

El patrón Chiapas Formativo Medio (MFC por sus siglas en inglés) presenta un asentamiento amplio con alineación de estructuras en eje norte-sur, una pirámide al norte, un Conjunto del Tipo “Grupo E” al centro-sur, y varias plataformas grandes al norte y sur del sitio (Clark y Hansen 2001). Takeshi Inomata notó que el patrón general del Grupo A de Ceibal muestra también esta configuración espacial (Inomata et al. 2010a). En la Plaza Central, el arreglo de las estructuras A-20 al oeste y A-12, A-10 y A-9 al este forma el Complejo de Tipo “Grupo E” de Ceibal. Además, las plataformas grandes de A-24 al sur, la Corte Este y la Estructura A-18 al norte complementan el patrón. Este arreglo espacial no se ha documentado en otros sitios del área Maya. No obstante, Conjuntos del Tipo “Grupo E” si se han encontrado en sitios mayas como Uaxactún, Tikal, Nakbé, Yaxha y otros (Aveni et al. 2003).

En Chiapas, los Complejos de Tipo “Grupo E” fueron escenarios especiales para la realización de rituales dedicatorios en forma de escondites, por ejemplo, en Chiapa de Corzo y en San Isidro se han encontrado depósitos de hachas de piedra verde en el eje este-oeste de dichos complejos en estos sitios (Bachand 2008; Lowe 1981). Estos depósitos siguen la tradición olmeca de escondites de este tipo en las plazas abiertas importantes tal y como fue encontrado en el Grupo A de La Venta (Drucker et al. 1959). En Ceibal, el Proyecto de Harvard encontró de forma casual un escondite en la Plaza Central del Grupo A que se fecha para la fase Xe, la más temprana del sitio. El Escondite 7 consistió en la colocación cruciforme de cinco cántaros de engobe negro junto a seis hachas de jade y un perforador de jade. Desde ese entonces se consideró que este escondite mostraba cierta influencia olmeca (Smith 1982). Sin embargo, a pesar de este hallazgo y a la presencia de la cerámica temprana Xe con algunas similitudes a la de Chiapas de ese período no se dio continuidad en la investigación y no fue posible establecer una relación directa entre la región de Chiapas y Ceibal (Andrews 1990).

En la temporada de 2009, las excavaciones en la Operación CB203A realizadas por Otto Román (frente a la escalinata de A-20) descubrieron dos escondites con hachas de piedra verde a más de 1.5 m de profundidad en la misma plaza donde la Universidad Harvard había hallado el Escondite 7. El Escondite CB109 data de Xe Tardío y consistió en 7 hachas y pseudohachas colocadas dentro de un agujero en el Piso 14. A 1 m más abajo, el Escondite CB118 fue encontrado dentro del estrato natural conteniendo 12 hachas en posición similar a escondites en La Venta, y fechándose para inicios de la fase Xe (Román et al. 2010). Inomata y colegas (2010b) demostraron que estos escondites son algunos de los múltiples rituales efectuados en la plaza que siguen un patrón que comparten con los sitios chiapanecos. Por lo tanto, uno de los objetivos del estudio fue establecer la evolución del Complejo de Tipo “Grupo E” de Ceibal y su relación con el patrón Chiapas Formativo Medio de posible influencia olmeca, relacionado a los sitios de Chiapas e indirectamente de La Venta en su etapa temprana. Así mismo, las posibilidades eran altas para hallar otros escondites en el eje central de la Plaza.

EL CONJUNTO TIPO “GRUPO E” DE CEIBAL

Las versiones finales de A-20, A-12, A-10 y A-9 fueron construidas durante el Clásico Tardío o el Clásico Terminal y utilizadas hasta los últimos días de la ocupación en Ceibal en el siglo X. Debajo de esta última remodelación de la plaza existen toneladas de relleno constructivo colocado por los habitantes de Ceibal que enterraron la ocupación más temprana del sitio.

Las excavaciones en la Plaza, Operación CB203, estuvieron destinadas a conocer la secuencia constructiva de las estructuras A-20 y A-10, y a encontrar escondites dedicatorios en este lugar (Figura 1). Hasta el momento se han documentado más de ocho estadios constructivos en el sector oeste de la plaza, en la Estructura A-20, y cinco etapas constructivas mayores en el lado este, en la Estructura A-10 (Figura 2). Los resultados de las excavaciones muestran que la Estructura A-20 en la parte oeste de la plaza fue construida en el inicio de la ocupación en Ceibal en la fase Xe temprana. Aunque la secuencia de la parte este de la plaza todavía no es muy clara, hay una posibilidad que el arreglo de un Conjunto de Tipo “Grupo E” fuera establecido en los inicios de la fase Xe. Estos datos pueden ser comparados con los trabajos efectuados en Mundo Perdido, Tikal, donde también se tiene una secuencia constructiva muy detallada de un Conjunto de Tipo “Grupo E” que inicia en Eb Tardío (Laporte y Fialko 1995). En este trabajo se utilizan las fechas de la nueva cronología para Ceibal establecida por Inomata (2011).

Una generalización aceptada es que la sociedad compleja en las Tierras Bajas inició varios siglos después que en el área Olmeca, entre los horizontes Mamom y Chicanel (Willey 1990). Se creía que en tiempos Xe, Ceibal era un asentamiento pequeño en la categoría de “aldea” que se estableció de forma sedentaria luego de estar movilizándose en el área. Además, se tenía la noción que la complejidad socio-cultural evolucionó paulatinamente según el transcurrir el tiempo y que el registro arqueológico tendría que mostrar este desarrollo en forma gradual. Sin embargo, los datos de Ceibal contradicen tales suposiciones, y se ve en el registro arqueológico que el asentamiento inicial en el Grupo A muestra aspectos de una sociedad bien organizada, posiblemente con líderes, y con una religión formalizada.

Willey (1990) también consideró que el inicio del sedentarismo en las Tierras Bajas se realizó posiblemente por poblaciones locales, o por inmigrantes de la Costa del Golfo o del Altiplano de Guatemala, dejando en incógnita el origen de la población Xe de Ceibal. Hasta el momento tampoco se ha podido establecer a que grupo cultural específico pertenecieron los primeros habitantes ya que no se cuenta con datos acerca de la procedencia de dichos pobladores. Empero, se sabe que la fundación de Ceibal fue planificada, no al azar, en donde se realizaron diversos trabajos constructivos y rituales de dedicación muy significativos que son reflejo de una comunidad con un bagaje cultural muy determinado y/o con contactos íntimos con poblaciones extranjeras.

Fase Real-Xe (1000? – 650 AC)

Los datos de sedimentos en lagos indican que la región del río La Pasión fue ocupado por una población pequeña antes del establecimiento de Ceibal, sin embargo, no se ha encontrado rasgos arqueológicos de dicha ocupación en las investigaciones. Las excavaciones en la Operación CB203A determinaron que el suelo natural se encuentra a 2.4 m de la superficie. En 2011, Raúl Ortiz y Takeshi Inomata utilizaron la excavación anterior para continuar con las investigaciones por medio de un túnel, Operación CB203E, colocado en el eje normativo de los escondites y dentro del suelo natural. Esta excavación ha revelado la estratigrafía más temprana de la plaza y de toda la ocupación de Ceibal.

Uno de los hallazgos más interesantes e importantes de esta temporada fue la estructura más temprana en la plaza. Los habitantes iniciales de Ceibal aprovecharon una colina natural para formar su primera estructura en esta área, Estructura Ajaw (Figura 3). La superficie de la plaza, Piso Ashley, también era el suelo natural el cual fue limpiado y adecuado para utilizarse como espacio público, con un área abierta de más de 40 m de largo Oeste-Este. Aunque aún no es posible establecer que altura tuvo la Estructura Ajaw, ya que la excavación quedó sin concluir, este hallazgo indica que al menos un elemento del Complejo del Tipo “Grupo E” se encontraba a principios de la fase Xe. Al contrario de los datos de Mundo Perdido, donde las ampliaciones de la Gran Pirámide 5C-54 fueron hacia atrás, es decir al oeste, dejando el frente sin ampliaciones hacia la plaza, las construcciones de Ceibal involucraron considerables ampliaciones hacia el este. De igual manera, la Estructura Ajaw es más temprana que la primera versión de Mundo Perdido de Tikal. La estructura de Ceibal se fecha para alrededor de 1000 o 900 AC y la de Tikal entre 700 y 600 AC (Laporte y Fialko 1995).

Es durante este tiempo que se realizaron los primeros rituales de dedicación en la Plaza Central que consistieron en la colocación de diversos escondites de piedra verde posiblemente ofrendados a la Estructura Ajaw. Los escondites CB118 y 134 fueron colocados dentro del suelo natural en el eje normativo de rituales este-oeste, posiblemente al centro de la estructura. El Escondite CB118 se ubicó a 20 m al este de la Estructura Ajaw y contenía 12 hachas de piedra verde con arreglo análogo a las Ofrendas 9 y 11 de La Venta (Drucker et al. 1959). Mientras que el Escondite CB134, excavado en 2011, consistió en el depósito de un hacha de piedra verde con su filo hacia arriba (Figura 4). Este artefacto se ubicó  2.5 m al oeste del Escondite CB118. Estos dos escondites fueron el inicio de una serie de rituales dedicatorios que abarcan más de cinco siglos.

También descubierto en 2011, el Escondite CB138 fue colocado después de los anteriores y a sólo 6 m de la Estructura Ajaw en el mismo eje central. Consiste en el depósito de cuatro pequeñas hachas de piedra verde dentro de un agujero pequeño de 0.15 m de diámetro y 0.24 m de profundidad dentro del suelo calizo natural e intruso en uno de los primeros pisos de barro frente a la estructura. Es posible que la disposición de las hachas haya sido en posición cruciforme como pétalos de flor con su filo hacia arriba, empero se encontró que una de las hachas (oeste) estaba caída con el filo hacia el este.

Como se mencionó anteriormente, en un depósito al sur de la plaza, el Proyecto Harvard recuperó el Escondite 7, también dentro del suelo natural. No obstante, su colocación puede ser posterior a los Escondites CB118 y 134 (Inomata et al. 2010b), y se encontró fuera del eje de la plaza y alejado de la Estructura Ajaw por lo que es una excepción a la línea de escondites. El escondite cruciforme de Ceibal muestra similitudes con la Ofrenda 11 de San Isidro (Lowe 1998) y al Escondite 4 de Cival (Estrada-Belli 2006), los cuales si se encontraron en el eje central del Complejo del Tipo “Grupo E” de dichos sitios. El Escondite 4 de Cival se fecha entre 680 y 600 AC y la Ofrenda 11 de San Isidro entre 800 a 600 AC. El Escondite 7 tiene una fecha comparable entre 850 a 750 AC (Inomata et al. 2010a). Escondites cruciformes también se han encontrado en La Venta (Drucker 1952). Los cuatro escondites de fundación quedaron completamente sellados al construirse la primera remodelación del piso de la Plaza, el Piso 17, que abarca más de 17 m de largo Oeste-Este. Es posible que para este tiempo, la Estructura Ajaw siguiera en funcionamiento y solamente tuviera varias modificaciones de barro adosadas a la fachada frontal. Además, la plaza también sufrió diversas remodelaciones que atestiguan el crecimiento de la sociedad de Ceibal en este período.

Durante las excavaciones de 2011, otro de los hallazgos significativos en el túnel fue el Escondite CB145. El cual consistió de una vasija de forma cilíndrica, un pectoral de “cuchara de jade” y otro de concha (el pectoral de piedra verde se encontraba debajo de la vasija y la concha al lado sur de la vasija) (Figura 5). El lote fue intrusivo posiblemente al pie de la estructura del período Xe Medio que aún no se ha registrado arqueológicamente. El hallazgo del pectoral “cuchara de jade” sugiere de nuevo contactos con el área olmeca ya que este tipo de artefactos se ha encontrado en contexto arqueológico en La Venta (Drucker 1952), y en colecciones privadas y de museos en Guerrero, Uxbenka y Chacsinkin, México (Guthrie 1995; Healy y Awe 2001; Andrews 1986).

Así mismo, esta clase de artefactos es utilizada como insignia elitista o shamánica por personajes tallados en el Altar Shook de San Antonio Suchitepéquez o en el reciente descubierto Monumento 3 de Ojo de Agua, Chiapas (Hodgson y Gallaga 2011). Ambos monumentos muestran evidente estilo ‘Olmeca’ y tienen fechas comparables. Es posible que personas de alto rango, como líderes religiosos, utilizaran este pectoral durante la fundación de Ceibal para luego depositarlo ritualmente en el eje de los escondites. Por lo tanto, Ceibal muestra rotundamente relaciones significativas con el área Olmeca para el Preclásico Medio Temprano. Además, proporciona evidencias del porqué se considera que la sociedad de Ceibal era compleja y muy organizada desde tiempos muy tempranos.

Durante Xe Tardío, se realizan nuevas remodelaciones que cubren por primera vez la totalidad de la Estructura Ajaw. La Operación CB203F realizada por María Belén Méndez y Melissa Burham (2011), a la mitad del montículo de A-20 y en eje al túnel, documentó las versiones de A-20 correspondientes a esta etapa en adelante. Las estructuras Sub-8 y Sub-7 se fechan para este estadio y son construcciones principalmente de barro y con uso moderado de piedra. En ambas versiones se encontró parte de la escalinata frontal. La Estructura Sub-7 alcanzó más de 2 m de altura.

En el sector este de la Plaza Central, en la Operación CB203B, la construcción más antigua que ha sido revelada en las excavaciones hasta la actualidad realizadas por Flory Pinzón (2011) es de Xe Tardío. De manera interesante, el suelo estéril (roca madre) se encuentra 1 m más abajo que en el sector oeste y es sobre este suelo natural que descansa la posible versión de la Plataforma Este de finales de Xe, la Estructura Saqpusin (Figura 6). Esta consiste en una construcción escalonada de arcilla y piedra, probablemente con escalinatas a los lados este y oeste (aunque sólo se ha excavado en la parte este de la estructura). La plataforma tenía como superficie el Piso 8 que consta de un estrato de arcilla y piedrín. La mayoría de piedras que conformaban las gradas no estaban trabajadas y tendían a variar de tamaños, encontrándose unas pequeñas en su parte superior y otras de gran tamaño en su base. Tuvo una altura de aproximadamente 2.22 m, con ancho mayor a 6 m en su cima y extendiéndose más de 6 m a lo largo norte-sur. Aún no es posible determinar si versiones más antiguas de la misma plataforma se encuentran más hacia el oeste.

Con la construcción de la Estructura Saqpusin, la Plaza Central de Ceibal se expandió más hacia el este y posiblemente más hacia el norte y sur. No es claro hasta el momento si esta plataforma constituye el segmento oriental del Conjunto Tipo “Grupo E” o si versiones más antiguas dentro de las Estructuras A-9, A-10 y A-12 formaban desde un principio la parte este del conjunto (en comparativa, la primera versión de Mundo Perdido de Tikal también fue construida en esas fechas, fase Eb Tardío (Laporte y Fialko 1995). La mayoría de los Complejos de Tipo “Grupo E” de Chiapas tienen fechamiento anterior o entre 700 a 650 AC y en Cuenca Mirador, esta forma arquitectónica aparece en Nakbe, Wakna y posiblemente en El Mirador unos tres siglos después, a finales de Mamom (Clark y Hansen 2001)).

A finales de Xe, se realizan nuevos rituales dedicatorios en el sector oeste de la plaza. El Escondite CB143, descubierto en 2011, se depositó posiblemente al pie de una las versiones de A-20, Sub-5 o Sub-6. Este escondite incluía ocho pequeñas hachas (siete de piedra verde y una de otro tipo de lítica) dentro de un agujero que cortaba varios pisos para luego enterrarlo con el Piso 13 (Figura 7). Aproximadamente 10 m al este de dicho escondite, se depositaron siete hachas y pseudohachas en el Escondite CB109 (excavado en 2009). El fechamiento por estratigrafía de este escondite es similar al Escondite CB143 y ambos se depositaron en el eje normativo de escondites de la Plaza Central. En el centro de plaza, Operación CB203C, Alison Miner excavó en 2010 otro depósito de piedras verdes. El Escondite CB132 consistió en cinco hachas pequeñas de piedra verde formando una posible cruz correspondiendo con el norte magnético. Dos hachas estaban al centro, con el hacha del sur probablemente movida y reposando sobre la colocada en el eje central (Miner y Román 2010). Este escondite se fecha en la transición Xe a Mamom y dataría cuando las estructuras Sub-5 y Saqpusin aún estaban vigentes.

Fase Escoba-Mamom (650 – 400 AC)

Esta fase vio la expansión y auge constructivo de Ceibal en todo el Grupo A. En el sector oeste fueron construidas secuencialmente cuatro estructuras, Sub-6 a Sub-3, en la primera parte de Mamom (aprox. 650 a 500? AC). En las versiones Sub-6 a Sub-4 se halló evidencia de la escalinata central de la pirámide. En cambio, en Sub-3 se encontraron dos remodelaciones de piso de estuco, posiblemente de un descanso o cima. La construcción Sub-3 alcanzó más de 4 m de altura.

En la Plataforma Este no se ve una nueva construcción que cubrió la anterior sino una ampliación hacia el este. La Estructura Raqal consiste en la construcción de una nueva escalinata en la parte posterior de la plataforma adosada a la estructura anterior, Saqpusin. En esta ampliación se colocaron bloques grandes y delgados de estuco suave. La altura de la Plataforma Este descendió a menos de 2 m. Además, esta estructura fue quemada durante su construcción o terminación ya que se observó que los bloques eran de colores rojo, naranja, amarillo y blanco, y la mayoría de ellos fueron encontrados con una capa dura en su superficie y por dentro suaves. En la parte oeste de la plaza se siguieron dando rituales de dedicación en forma de escondites: el Escondite CB108 consistió en un pectoral de concha Spondylus tallada con una cara humana y fue hallado debajo del Piso 13 de la Operación CB203A. También dentro de los rellenos de los pisos 10 y 11 se encontraron dos escondites con hachas de piedra verde (dos en el Escondite CB105 y una en CB106) (Román et al. 2010).

En la Operación CB203D, excavada por Raúl Ortiz y Oswaldo Sal (2011), se encontró al pie de Sub-3 el Entierro CB115. Un adulto joven de sexo masculino en decúbito ventral extendido orientado en eje norte-sur, con el cráneo al sur y la cara mirando al este. No se encontraron ofrendas dedicatorias pero el fechamiento por estratigrafía y cerámica en el relleno es para Mamom Medio-Tardío. Una de las estructuras mejor documentadas en las excavaciones dentro de A-20 fue Sub-2. Esta construcción se fecha para Mamom Medio (alrededor de 500 AC) y consiste en una pirámide con muros de piedra mediana poco tallada y con cuerpos escalonados que alcanzó más de 5 m de altura. Tiene una escalinata central y escalinatas laterales posiblemente decorativas. La arquitectura de esta estructura es muy similar a las Estructuras 5C-54-3 de Tikal y E-VII-Sub-2 de Uaxactun (Laporte y Fialko 1995; Rosal et al. 1993). La versión de Mundo Perdido se fecha para Chuen (400 a 200 AC) y la de Uaxactun para Chicanel Tardío (entre de 100 AC y 100 DC). Por lo tanto, la pirámide occidental de Ceibal es la más temprana registrada hasta el momento con este tipo de arquitectura especial en las Tierras Bajas Mayas.

En la Plataforma Este se realizó una nueva extensión de la escalinata oriental. La Estructura Q’an es una construcción escalonada de bloques de estuco y barro café con piedrín. De nuevo, a medida que cada estructura fue construida, la plataforma fue haciéndose más pequeña en altura pues el piso de la plaza al este fue incrementándose. La Estructura Q’an tuvo una altura de aproximadamente 1 m. A finales de Mamom, una nueva versión de la pirámide del oeste fue erigida, Sub-1C y ésta construcción se caracteriza por estar hecha de bloques de estuco suave. Se encontraron 3 cuerpos inferiores de la pirámide, parte de la escalinata central y lo que parece ser la cima o un descanso el cual tiene tres remodelaciones de piso de estuco posteriores. La superficie de la última remodelación (Piso 3) presenta evidencia de haber sido quemada, posiblemente como parte de algún ritual. Esta estructura tuvo una altura mayor a 5.50 m.

Fase Cantutse-Chicanel (400 AC – 300 DC)

Luego de remodelar el piso de la plaza varias veces en el sector este, a finales de Mamom, se enterró por completo la Plataforma Este. El Piso 9 cubrió totalmente las estructuras Q’an y Raqal así como una plataforma de piedra de una de las remodelaciones a la Plataforma Este. Hasta el momento no se tiene evidencia de una etapa constructiva de A-10 para la fase Chicanel. Posiblemente ésta se encuentre más al este, sin embargo, no se ha encontrado arqueológicamente. En cambio, en el sector oeste si se han encontrado otras reconfiguraciones de la pirámide. Estas corresponden a las etapas constructivas de Sub-1B y Sub-1A, las cuales consisten en pequeñas remodelaciones adosadas, posiblemente de la escalinata central, a la Estructura Sub-1C original. Además, durante estas nuevas versiones se agrandan los cuerpos 1 y 2 en la base de la estructura. A finales del Preclásico Tardío, la Estructura Sub-1A alcanzó más de 6 m de altura.

Otra forma interesante de ritual se llevó a cabo en el sector central de la plaza, que consistió en el sacrificio, desmembramiento y entierro de personas. Los Entierros CB111 y 112 se encontraron mezclados con fragmentos de cerámica (tipo Sierra Rojo) y piedras de varios tamaños (Miner y Román 2010). Estos eran adultos y muestran evidencia de desmembración y/o descarnación (Palomo 2010). Los Entierros CB113 y 114 eran infantes con ofrendas dedicatorias de pequeñas cuentas de caracol y/o cuentas de jade.

Sub-complejo Protoclásico

Durante este episodio, Chicanel Tardío/Terminal, se realizaron múltiples rituales de escondites de vasijas en el sector este de la plaza, posiblemente en dedicación frente a una de las versiones de la Plataforma Este de A-10 que aún no se ha documentado. En 2009, se encontraron 12 escondites, siete con cerámica y lítica (CB102, 103, 104, 107, 110, 115 y 119), y cinco sólo con lítica (CB111, 112, 113, 114 y 117). Los escondites CB104, 110 y 115 contenían platos tetrápodos del tipo Sierra Rojo que son diagnósticos para el Protoclásico y los Escondites CB102 y 103 pueden fecharse para el Clásico Temprano (Inomata et al. 2010b). Varios escondites contenían esferas pequeñas de piedra caliza y/o piedras cilíndricas conocidas como “altares” miniatura. La descripción de los escondites y sus implicaciones culturales y cronológicas ya fueron presentadas en publicaciones anteriores (Román et al. 2010; Triadan et al. 2010).

En la temporada 2010, se documentaron dos escondites más en el sector este de la Plaza: CB121 y CB128. El primero consistió en un plato Sierra Rojo colocado boca abajo sobre el Piso 11 y el segundo, quizás el ritual de dedicación más importante de este período, tuvo una masiva cantidad de vasijas tipo Sierra Rojo e Iberia Naranja (Figura 8). Durante la excavación fue evidente la gran intrusión que cortaba el Piso 7 (aproximadamente 2.40 x 2.50 m) (Pinzón y Román 2010). El relleno de la intrusión, superior a los objetos del escondite, era de una matriz grisácea y suelta con bastante material cerámico de desecho, de aproximadamente 0.46 m de profundidad. Este rasgo consta de más de 100 vasijas aproximadamente y los trabajos de restauración continúan hasta la fecha. En este escondite se hallan formas de platos y cuencos de diversos modos (silueta compuesta, pared recta-divergente, borde cuadrado, base anular, etc). El tipo cerámico mayormente encontrado fue el Sierra Rojo, aunque también se hallaron los tipos Achiotes Sin Engobe y San Martín Abigarrado (Inomata 2011). La base del escondite presentó evidencia de haber sido quemada, así también algunas vasijas muestran exposición al fuego. Finalmente, antes de enterrar las vasijas se arrojaron piedras calizas grandes sobre ellas.

Durante las excavaciones de 2011 se documentaron otros depósitos rituales de la misma etapa que el Escondite CB128 (Pinzón 2011). El Escondite CB139 fue intrusivo desde el piso 5 al 9, consistió en once cuencos pequeños (uno del tipo Cambio Sin Engobe y diez Sierra Rojo). Junto a la vasija inicial se encontró un disco plano de piedra caliza trabajada y tres esferas de caliza. Algunos cuencos se encontraban encima de otros y otros labio con labio, y por encima de los cuencos se hallaron 100 esferas de caliza suave amontonadas (Figura 9). El Escondite CB141 trata de dos cuencos uno encima del otro (intrusivos en los pisos 5 y 6), los cuales se encontraban boca arriba y sobre un “altar” con dimensiones similares a los encontrados en 2009 (entre los cuencos fueron encontradas tres bolas de caliza suaves). El Escondite CB144 trata del hallazgo de dos cuencos encontrados labio con labio debajo de unas piedras medianas dentro de una intrusión realizada desde el piso 7 y que traspasaba aún el piso 8. Los cuencos son del tipo Sierra Rojo con labio plano, característicos del período Protoclásico. A la par del Escondite CB139 fue descubierto el Escondite CB140 que corresponde a dos piedras circulares con dos extremos planos parecidas a los “altares” anteriormente mencionados pero de menor dimensión, la intrusión de este escondite es en los pisos 5 y 6. Por último, el Escondite CB142 consiste en el hallazgo de un “altar” y un disco plano, ambos de piedra caliza.

En el centro de la plaza se encontró otro escondite del Protoclásico, el Escondite CB122, que consistía en fragmentos de platos Iberia Naranja depositados unos sobre otros. Al fondo se encontró un manto de suelo quemado con carbón como parte del ritual (Miner y Román 2010). El hallazgo del gran escondite CB128 y de los demás indican que este tipo de prácticas rituales de vasijas hechas para la ocasión fue de gran importancia religiosa, íntimamente relacionado a la repetición continua de rituales de dedicación efectuados en el Complejo del Tipo “Grupo E”.

Fase Junco-Tzakol (300? – 450 DC)

El Proyecto Harvard consideró que Ceibal tuvo un abandono parcial a finales de la fase Tzakol del Clásico Temprano (Willey 1990). Las excavaciones en la Plaza Central respaldan dicha suposición ya que no hay estadios constructivos en el sector oeste ni en el este. Es más, la Estructura Sub-1A del período Chicanel muestra evidencia de erosión, lo cual podría estar relacionado a los eventos de dicha fase. Inomata (2011) considera que el abandono seguramente se dio después de 415 DC.

Fase Tepejilote-Tepeu (600 – 830 DC)

Para este etapa, la Plaza Central del Grupo A alcanzó la organización espacial como se ve en la actualidad. Es muy posible que se construyera la Estructura A-20 al oeste y las estructuras A-10, A-12 y A-9 en el sector este (estas últimas aún no han sido excavadas). La Estructura A-20 tuvo finalmente 12 m de altura, construida con cuerpos escalonados y una escalinata frontal saliente.

Durante el Clásico Tardío, Ceibal retoma su vitalidad como un centro fuerte en la región de Petexbatún. Además, durante este período se erigieron cuatro estelas en la Plaza Central: Estelas 5, 6 y 7 frente a A-10 y la Estela 18 frente a la escalinata de A-20 (Willey 1990). El mismo patrón se observa en el Grupo E de Uaxactún del Clásico Tardío (Ricketson y Ricketson 1937).

Fase Bayal-Boca (830 – 950? DC)

Durante el Clásico Terminal, por medio de un rito de terminación se realizaron quemas y ofrecimientos de varios artefactos frente a la Estructura A-20 construida en el período anterior (huesos humanos y animales, tiestos, una concha limada y caracoles de collares fueron esparcidos). Actividades de terminación también sucedieron en la Corte Este (Triadan y Palomo 2010).

CEIBAL, EL PATRON CHIAPAS FORMATIVO MEDIO Y LOS RITUALES DE DEDICACIÓN

Si bien la revisión de los datos ha sido sobre las excavaciones en la Plaza Central, la ocupación de la fase Xe no se circunscribe únicamente a la plaza, más bien, su asentamiento es extenso en eje norte-sur siguiendo el patrón Chiapas Formativo Medio. De tal modo se suman los resultados obtenidos por las investigaciones en las plataformas grandes al sur y norte de la plaza. En la plataforma de A-24, se ha registrado una secuencia constructiva exclusiva a la fase Xe de más de 5.5 m de altura en el centro de la plataforma y cerca de 4 m de altura en el margen este de la plataforma (Inomata et al. 2010b; Castillo y Sal 2011). En la Corte Este, la construcción Xe también es grande, alcanzando los 2 m de sucesivas remodelaciones de la plataforma basal (Triadan 2011). Sobre estas plataformas grandes probablemente existieron estructuras de barro y/o perecederas con función residencial.

Es interesante mencionar los hallazgos en la Plataforma de A-24 de una cabeza de figurilla con estilo Olmeca y de dos escondites de hachas de piedra verde (CB127 y 131). El fragmento de figurilla se halló en un relleno constructivo del Preclásico Tardío por lo que este artefacto pudo haberse mantenido como reliquia desde una época anterior y eventualmente fue desechado (Castillo et al. 2010). Los escondites de hachas hallados en esta plataforma datan de la fase Xe y podrían significar rituales domésticos replicando las dedicaciones efectuadas en la Plaza Central.

Los nuevos descubrimientos en el sector oeste del Complejo Tipo “Grupo E” refuerzan la posibilidad que los habitantes iniciales de Ceibal tuvieron conocimiento de los rituales dedicatorios realizados en los sitios olmecas de Chiapas o inclusive de La Venta mismo. Además, comprueba que la fundación en el Grupo A fue un acontecimiento deliberado y consciente, planeado en un lugar que se consideró adecuado para hacerlo.

La secuencia de depósitos dedicatorios descritos en esta ponencia refleja la repetición de rituales por parte de la comunidad de Ceibal a lo largo de mucho tiempo. En ellos, se reconocen patrones culturales así como posibles cambios en significados. En un primer momento, cuando se decide fundar Ceibal, es probable que el primer lugar destinado a la celebración ritual fuera la Plaza Central. Estos rituales abarcan desde la fase Xe hasta principios de Mamom y se caracterizan por la colocación de escondites de hachas de piedra verde en el sector oeste de la Plaza. Estos rituales posiblemente tuvieron un carácter público donde una élite incipiente jugó un papel central en su realización. Se ve una modificación en los rituales para finales de Chicanel, es decir el Protoclásico, cuando se cambian los depósitos de piedra verde en el oeste por vasijas cerámicas en el lado este de la Plaza. Es posible que se hayan tenido grandes celebraciones involucrando a muchos sectores de la sociedad, sin embargo, el significado real de los depósitos aún es una incógnita.

Para el Clásico Tardío, se podría pensar que la erección de estelas fue el método utilizado por los gobernantes de Ceibal para mantener el espacio sagrado en la Plaza. Finalmente, en los rituales de terminación, los habitantes de Ceibal finalizan ceremonialmente la Estructura A-20 y abandonan el sitio.

CONCLUSIONES

En ciencia general, la suma de datos empíricos y la acumulación misma de los descubrimientos forman parte de la base fundamental para las interpretaciones sobre una realidad. En este sentido, se puede concluir con algunas aseveraciones. Se comprobó que Ceibal fue un centro ceremonial de gran magnitud desde tiempos tempranos, cuya comunidad muestra una organización sofisticada con un modelo espacial del asentamiento específico y con rituales dedicatorios planificados. Este último aspecto se relaciona con ritos olmecas de las Tierras Altas de Chiapas y la Costa del Golfo. No obstante, aún no es posible determinar si estas fueron realizadas por poblaciones chiapanecas u olmecas o si parte de la población original de Ceibal presenció las mismas prácticas rituales en Chiapas o en La Venta. Se espera que próximas investigaciones podrían contribuir a dilucidar más sobre estas sugerencias.

Además, el descubrimiento de escondites de hachas de piedra verde implica que existía una autoridad político-religiosa formal en Ceibal desde inicios del Preclásico Medio. Estos líderes organizaron y planificaron la construcción de las estructuras y plataformas así como los rituales dedicatorios en el espacio abierto al centro del asentamiento, los cuales podrían mostrar contactos fuertes con poblaciones extranjeras. Aun así, la Plaza Central se mantuvo como uno de los espacios públicos ceremoniales de mayor importancia en Ceibal por más de 1800 años. Los rituales de dedicación inician con la fundación del sitio mismo y acaban con los ritos de terminación y el posterior abandono del lugar.

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Figura 1. Operación CB203, destinadas a conocer la secuencia constructiva de las Estructuras A-20 y A-101.

Figura 2.  Estructura A-20 muestra ocho estadios constructivos en el sector oeste de la plaza.  Y Cinco etapas constructivas mayores en el lado este, en la Estructura A-10

Figura 3.  Interior de un recinto.

Figura 4. Artefactos del Escondite CB134.

Figura 5.  Artefactos del Escondite CB145.

Figura 6.  Estructuras Saqpusin, Raqal y Q’an

Figura 7.  Artefactos del Escondite CB143.

Figura 8.  Escondite  CB128.

Figura 9.  Escondite CB139.

 

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