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008 Caminando bajo la selva: Patrón de asentamiento en la Cuenca Mirador – Héctor E. Mejía – Simposio 25, Año 2011

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Mejía, Héctor E.

2012        Caminando bajo la selva: Patrón de asentamiento en la Cuenca Mirador. En XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2011 (editado por B. Arroyo, L. Paiz, y H. Mejía), pp. 80-92. Ministerio de Cultura y Deportes, Instituto de Antropología e Historia y Asociación Tikal, Guatemala (versión digital).

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CAMINANDO BAJO LA SELVA:

PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LA CUENCA MIRADOR

Héctor E. Mejía

PALABRAS CLAVES

Tierras Bajas Mayas, Cuenca Mirador, recorridos, patrón de asentamiento

ABSTRACT

Since 2004 the Mirador Basin Project formally implemented its regional reconnaissance program with the objective of exploring the central and southern areas of the Basin, the advances from testing new sites has led to the documentation of at least nine large cities that existed together with the great city of El Mirador. The data obtained to date allows us to identify not only principal cities but also innumerable small settlements around the cities. This work affords the opportunity for presenting a panorama of the principal features that composed Maya cities located south of El Mirador. Currently our sample includes some 50 new settlements with which we can outline the regional settlement pattern, and we have begun our studies on the urban and architectural patterns.

El presente trabajo es la continuación de una serie de investigaciones arqueológicas, en torno al patrón de asentamiento en la Cuenca Mirador, la primera parte ha sido presentada en este foro en el año 2007 (Mejía et al. 2007 y Mejía 2008). Desde entonces el trabajo de campo y la interpretación ha avanzado considerablemente, logrando establecer los primeros rasgos que determinan el asentamiento prehispánico a nivel regional. Estos estudios indican una amplia ocupación, mostrando varios niveles jerárquicos en el asentamiento (Figura 1). Sin embargo la gran diferencia entre aquellos sitios explorados y la gran ciudad de El Mirador es la dimensión de los mismos, lo que constituye un sesgo e inevitablemente un problema de comparación.

El origen de los primeros asentamientos en la Cuenca Mirador se remonta a 1000 AC, éstos grupos se encontraban formando pequeñas aldeas, tal y como lo han demostrado algunos depósitos encontrados en Nakbe, fechados a través de Carbono 14 (Figura 2), pero no fue hasta el periodo comprendido entre 800 – 600 AC que fueron registradas las primeras construcciones de materiales perecederos (Hansen 1994). Esta larga ocupación, demuestra que los sitios pueden denotar una evolución en su patrón de asentamiento muy compleja. Es de hacer notar que este efecto también puede ser contraproducente para el presente estudio, ya que una larga tradición constructiva altera y a la vez destruye la evidencia de las primeras construcciones.

A pesar de ello muchos de los conjuntos arquitectónicos construidos en épocas tempranas, aún son parte del paisaje de la Cuenca Mirador, sitios como El Mirador, Nakbe, Wakna, Xulnal o El Pesquero, no presentan grandes cambios en su estructura urbana en épocas posteriores. A esta serie de sitios que mantienen sus rasgos Preclásicos se le ha denominado como “La red Preclásica del Mirador”. Con ello no se pretende eliminar de la lista a otros muchos sitios prehispánicos que se ha documentado y que presentan evidencias de ocupación preclásica, sino que se considera únicamente a aquellos sitios que su patrón de asentamiento corresponde íntegramente a los rasgos de este periodo.

El tema sobre desarrollo de los asentamientos humanos, ha creado un intenso debate dentro de la Antropología moderna, al tratar de explicar la evolución a ciudades centralizadas, en donde convergía el poder civil con el poder religioso. Si bien es cierta la existencia de ciudades de rango mayor como Tikal, El Mirador, Calakmul o Caracol, la gran mayoría de las ciudades Mayas son de escala reducida y el definirlas causa problemas por querer compararlas, con aquellas “mega-ciudades”. A pesar de las discrepancias en la definición de una ciudad en épocas prehispánicas, existen elementos básicos que se han logrado establecer. Estas diferencias entre la definición de las ciudades Mayas, son causadas principalmente a que no existe un consenso entre los que consideran a la ciudad como una estructura funcional (Chase et al. 1990; Folan 1992) y de aquellos que las definen como un ente ritual-administrativo (Sanders y Webster 1988). Recientes estudios han llevado el tema a otros niveles, algunos de ellos basados no sólo en posiciones teóricas sobre el planeamiento urbanístico, sino en los resultados de amplias coberturas del patrón de asentamiento y de las propias excavaciones arqueológicas que han reforzado dichas teorías.

Los estudios a nivel regional han brindado una nueva perspectiva, la cual ha creado jerarquías para caracterizar y crear una serie de elementos para definir a la ciudad Maya, Juan Pedro Laporte y sus colegas luego de un amplio estudio del patrón de asentamiento en la zona sur y central de Petén, proponen la identificación de ciertos elementos arquitectónicos que conforman a la ciudad, independientemente del rango que ésta posea (Laporte 2001; Laporte y Mejía 2005). Es por ello que en la teoría arqueológica existen algunos rasgos a considerar, los que pueden ayudar a establecer ciertos patrones comunes dentro del asentamiento, por ejemplo aquellas ciudades dependientes de una gran urbe, deberían de contar con algunos elementos arquitectónicos importantes replicados en sus asentamientos. Como lo propone Rosemary Joyce (2001) los espacios ocupados por edificios representan “un reflejo del pensamiento colectivo de una sociedad sobre el paisaje”.

Amplios estudios llevados a cabo por Proyecto Atlas Arqueológico de Guatemala, han logrado establecer los patrones de los conjuntos que definen a la ciudad Maya (Laporte y Mejía 2005). Estos elementos arquitectónicos parecen ser consistentes al momento de tratar de explicar la conformación de otras ciudades, situadas en otras zonas de las Tierras Bajas Mayas, tanto aquellas de orígenes ancestrales, como Tikal, Uaxactun, Ceibal o Nakbe, como también a aquellas ciudades de posterior formación.

De lo anterior se tienen ya los elementos arquitectónicos que dan forma a la ciudad, si bien algunos sitios no contienen todos los conjuntos dentro de su traza urbana, la presencia de uno o varios de ellos pueden reflejar la complejidad estructural de dichas urbes, estos conjuntos son (Mejía et al. 2007 y Mejía 2008):

  • Acrópolis de tipo Tríadico, Informal o Palacio.
  • Conjuntos del Tipo Grupo E.
  • Patios para el juego de pelota.
  • Unidades Habitacionales Complejas.
  • Grupos Terminales o Avanzadas Administrativas.
  • Calzadas.

En el caso particular de la Cuenca Mirador, la muestra es ya significativa y es posible aproximar la dinámica cultural de las ciudades allí presentes. La prospección arqueológica ha cubierto un área cercana a los 540 km², en los cuales se han descubierto y explorado alrededor de 50 sitios (Figura 1). Como un ensayo preliminar, se propone que los cambios en el patrón de asentamiento son producto de la transformación cultural sucedida entre los periodos Preclásico al Clásico. Con algunos datos cronológicos y de acuerdo a los rangos de los sitios localizados hasta ahora, se ha logrado establecer la presencia de al menos ocho ciudades principales, que tuvieron su origen durante el periodo Preclásico, las cuales englobaron una serie de sitios secundarios, ellas son: El Mirador, Nakbe, Tintal, Wakna, Xulnal, El Desencanto, El Pesquero y El Cedro (Figuras 1 a 8).

CONSTRUYENDO UNA CIUDAD: PRINCIPALES ELEMENTOS QUE DEFINEN EL ASENTAMIENTO EN LA CUENCA MIRADOR

Los estudios sobre el patrón de asentamiento han logrado establecer un evento importante para su comprensión en la Cuenca Mirador, éste corresponde a la evolución cultural reflejada en la distribución del mismo. Se han observado patrones arquitectónicos y urbanísticos que han cambiado dependiendo de la temporalidad en que éstos tuvieron su mayor auge. Si bien es cierto que existen algunos patrones diferentes, hay sitios que mantienen una misma estructura y que a pesar de ser de escalas diferentes, los de rango menor replican a aquellas ciudades de rango mayor (Mejía 2008).

CONCLUSIONES Y ANÁLISIS SEGÚN EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO REGIONAL

Al contar con estos elementos la comprensión del patrón de asentamiento de esta región y los datos obtenidos sobre la distribución y conformación de los sitios, se ha dado inicio a la construcción de la dinámica del asentamiento Maya de la Cuenca Mirador. Como primer resultado se establece que durante el periodo Preclásico fueron formadas las primeras ciudades, éstas evolucionaron a tal grado de establecerse como entidades políticas que tenían un territorio definido, como ejemplo se puede mencionar a los sitios de El Mirador, Nakbe, Tintal, Wakna, Xulnal, El Cedro y El Pesquero. A pesar de mostrar características de entidades autónomas, se puede determinar cierto grado de integración cultural. La construcción de calzadas que unen a la ciudad de El Mirador con otras, es la principal herramienta para mostrar la integración de la región, lo que indica una posible unificación política y económica durante el Preclásico Tardío, lo que puede considerarse como un elemento indicativo de la formación de un incipiente estado que reinó en la Cuenca Mirador (Hansen 1994).

La unificación de creencias y modos culturales también se ven reflejados en la similitud de la conformación del patrón de asentamiento, los que muestran una serie de conjuntos arquitectónicos que se replican en las ciudades ya mencionadas. Estos elementos como los Conjuntos de Tipo Grupo E, las acrópolis de Patrón Triádico y los patios para el juego de pelota, indican que durante el periodo Preclásico los sitios de la Cuenca Mirador comparten la tradición Maya observada en otras regiones de las Tierras Bajas.  Ya para el periodo Clásico se observa que el patrón de asentamiento ha cambiado, aunque siguen en función las ciudades del Preclásico, en este periodo la Cuenca Mirador alcanza un desarrollo poblacional bastante elevado, ya no se construyen las monumentales ciudades del pasado y en su lugar empiezan a proliferar grandes núcleos de zonas residenciales y habitacionales, las cuales tienen un área central reducida. El patrón de construcción se ve alterado en las áreas centrales, presentando una marcada ausencia de los principales elementos ya mencionados y dando paso a complejos grupos residenciales que forman Unidades Complejas, asociados directamente con un nuevo conjunto arquitectónico, que en algunos casos como en las ciudades de Tamazul, El Resbalón o El Porvenir es definido por edificios piramidales, con templos superiores.

Un rasgo poco convencional, fue la identificación de los ejes normativos de las ciudades durante los periodos Preclásico y Clásico, sólo el caso de El Mirador y Nakbe (Figuras 2 y 3) presentaron un eje este oeste, mientras que el resto de las ciudades se orientan sobre un eje norte sur. Situación que nos ha causado asombro, debido a que una de las primeras hipótesis, se basaba en definir un eje este oeste, para las ciudades del Preclásico y un cambio hacia el eje norte sur para las de periodo Clásico. Sin embrago un elemento importante, fue establecer que el emplazamiento topográfico de los sitios del Clásico fueron trazados según la disposición natural del terreno, mientras que en el periodo Preclásico los trabajos de nivelación y acondicionamiento fue una práctica común para el trazo de las ciudades.

Otro rasgo relevante en la zona, es la distribución de los sitios sobre el terreno, se ha establecido como elemento determinante que los sitios del periodo Preclásico se encuentran asociados a las orillas de los bajos, debido a que estos conformaron desde la antigüedad una fuente casi inagotable de agua. De ello se deriva que una de las principales preocupaciones de los pueblos antiguos fue la construcción de obras hidráulicas, este elemento no sólo se limita a la construcción de aguadas para la captación y distribución, sino que también a trabajos monumentales como es el caso de los canales de Tintal. En contraposición durante el periodo Clásico, el asentamiento se dispersa en área elevadas conforme el terreno lo permitía, tratando de evitar la cercanía a los bajos, los cuales ya para este periodo se habían convertido en pantanos. El trazo urbano del periodo Preclásico se basa en la presencia de las variantes de los conjuntos de tipo Acrópolis, ya sea las de Patrón Triádico, Informal o del tipo Palacio. Las Acrópolis de tipo Triádico se han registrado únicamente en los sitios con una marcada ocupación temprana, tal es el caso de Xulnal, Tintal, Wakna y El Mirador. En todos los casos los conjuntos se encuentran dentro del epicentro del sitio y al parecer marcan el eje normativo del mismo (Figuras 5, 6 y 7). Las Acrópolis de tipo Informal son las que representan el mayor de los casos, sus accesos restringidos y la posición sobre un alto basamento que las aísla del resto son los elementos que las definen (Figura 8).

Las Acrópolis tipo Palacio, generalmente son difíciles de definir debido a que en superficie es difícil establecer la presencia de recintos, sin embargo la distribución de por lo menos cuatro estructuras rodeando un patio interior y la separación del resto del asentamiento a través de un basamento pueden ser los principales rasgos (Chocón y Laporte 2007), siendo los mejores ejemplos de éstas, las observadas en Tintal, El Porvenir y El Lechugal (Figura 9 y 10). Esto demuestra el alto grado de centralización y la presencia de una creciente actividad administrativa que las ciudades mantuvieron, desde el periodo Preclásico hasta en Clásico, que fue en donde alcanzaron su mayor desarrollo. En algunos sitios de menor rango fue posible definirlos y a su vez forman su área central, como es el caso de los sitios de La Ceibita, La Iglesia y El Güiro.

En lo que respecta a los Conjuntos del Tipo Grupo E, son menos frecuentes y al parecer esta práctica de construir grupos para conmemorar rituales públicos, sólo fue observada en los sitios con una fuerte ocupación del periodo Preclásico, en ningún caso, este tipo de conjunto fue construido durante el periodo Clásico, a diferencia del resto del área Maya, en donde la construcción de éstos proliferó hacia dicho periodo, incluso hasta el periodo Clásico Terminal. De todos los sitios de la “Red Preclásica” sólo Tintal no presentó un conjunto de este tipo, puede ser que debido al alto grado de transformación de la ciudad, este conjunto pudo quedar modificado en épocas clásicas, ya que esta práctica ha sido observada en otros sitios importantes, como por ejemplo Tikal.

Como casos excepcionales se tiene a El Mirador y Xulnal, los cuales contienen dos de éstos dentro de su asentamiento. En la ciudad de Wakna se localizó uno de los complejos de mayores dimensiones registrados hasta ahora en el área Maya, en donde la Plataforma Este supera los 200 m de longitud en su eje norte sur. Otro rasgo usual y que al parecer forma parte de una característica en la Cuenca Mirador, es la presencia de un edifico de planta rectangular, hacia el oeste de la plaza, en donde debería de encontrarse la usual pirámide de planta radial, como los casos de El Pesquero, El Cedro, El Desencanto y El Porvenir, en todos los casos los patios son cerrados por los extremos norte y sur en el caso de esta última su característica principal es de ser una estructura tipo escenario (Figuras 7 y 8).

En lo que respecta a los patios para el juego de pelota sólo fueron identificados en los sitios de El Mirador, Nakbe, Xulnal, Tintal, La Tortuga, El Desencanto y El Cedro (Figuras 2, 3 y 8). En el caso de Tintal y Nakbe fue posible identificar dos de ellos, el situado en el epicentro del sitio de Tintal, presenta un eje este oeste, mientras que la orientación de estos conjuntos es la usual norte sur. Las dimensiones del patio son generalmente reducidas sin embargo en el caso del juego de pelota de Tintal supera los 50 m de largo un rasgo poco usual y constituye el tercer en tamaño localizado hasta ahora en las Tierras Bajas de Petén (Figura 4).

Ya para el periodo Clásico las nuevas ciudades dejan por un lado la construcción de conjuntos de carácter ritual y públicos, como lo son los Conjuntos del Tipo Grupo E y los patios para el juego de pelota, a pesar de ellos las acrópolis continúan siendo el epicentro de los mismos, sólo que la inclinación por las construcciones del tipo Informal y/o las de tipo Palacio proliferan, en contraposición de la acrópolis de tipo Tríadico típicas del periodo Preclásico. En su lugar aparecen nuevos conjuntos arquitectónicos, tal es el caso de los edificios piramidales de altos basamentos, como ejemplos se tiene a los sitios de Chacab’ Ab, Tamazul, El Porvenir y El Resbalón (Figuras 9 y 11).

Los patrones de plazas y su distribución sufren un cambio radical, debido a que durante el Preclásico los grupos tanto residenciales como habitacionales se encuentran rodeando al epicentro del sitio, siendo el patrón de asentamiento de carácter nucleado. Sin embargo hacia el Clásico los grupos empiezan a extenderse hacia las afueras del epicentro, en su gran mayoría formando Unidades Habitacionales Complejas, lo que podría considerarse como pequeños barrios dentro de la ciudad, el mejor ejemplo de este tipo se encuentra en El Lechugal, Tamazul y La Tortuga (Figura 10 y 11).

Los conjuntos denominados como Avanzadas Administrativas cobran auge para el periodo Clásico, debido a que la expansión de los asentamientos hace necesario que en la periferia lejana exista algún tipo de control sobre los bienes producidos en las Unidades Habitacionales Complejas. Este tipo de agrupaciones está determinado por un grupo central, principalmente dominado por un edificio tipo piramidal y un área administrativa adjunta, representada por edificios tipo Palacio, el mejor ejemplo de este tipo de conjuntos es el Complejo El Juleque, situado a unos 2.5 km al oeste del epicentro de Tintal.

El periodo Preclásico muestra una serie de ciudades dispersas y asociadas a sistemas lacustres, con una fuerte carga ideológica transmitida a través de sus conjuntos arquitectónicos, a lo que se le ha llamado como la “arquitectura del poder”. Este tipo de arquitectura está diseñada para causar gran impacto al observador, demostrando así la supremacía de la clase gobernante. De esa cuenta se puede comprender como los conjuntos de aspecto ritual son los principales ejes que demarcan a la ciudad.

Los mejores ejemplos de ello, se tiene en el sitio de El Mirador, el tipo de construcción masiva, sus elevados basamentos y su escultura arquitectónica han de haber impactado a sus habitantes y a los visitantes. Excavaciones en el sitio de El Pesquero han demostrado que sus edificios (Figura 12) se encontraban decorados con mascarones finamente tallados los que posiblemente representaban a sus deidades (Mejía et al. 2009). En contraste las ciudades del periodo Clásico no cuentan con este tipo de complejos arquitectónicos, en su lugar se manifiestan grandes conjuntos residenciales y habitacionales, asociadas a áreas centrales dominadas por modestas acrópolis y edificios piramidales. Estos centros se encuentran rodeados por sitios de menor rango y dimensión, lo que muestra una creciente población rural.

Ahora bien, ¿qué indica esta clara separación entre los patrones de asentamiento, entre las ciudades primigenias y aquellas de posterior formación? Si se parte de la estructura funcional de las ciudades del periodo Preclásico, se observa como la evolución de sus principales conjuntos arquitectónicos, muestran una formación social en donde los elementos de carácter ritual tienen una posición fundamental en el desarrollo de la ciudad.

En contraposición en los asentamientos del periodo Clásico, desaparecen los Conjuntos de Tipo Grupo E, las acrópolis de patrón Tríadico y los patios para el juego de pelota. Los principales conjuntos son las acrópolis del tipo Informal o de tipo Palacio y existe un aumento en las Unidades Habitacionales Complejas. La proliferación de sitios de rango secundario es evidente, lo que indica una fragmentación del poder administrativo y ceremonial a nivel regional. Este panorama lleva a considerar que durante el periodo Preclásico la hegemonía de las entidades incipientes, era controlada a través de algunos centros rectores a nivel regional, los cuales cedieron o sufrieron una desintegración, en varios centros de menor dimensión para el periodo Clásico, situación que es observada en el resto del área Maya a partir del siglo VIII.

El autor por su parte, seguirá caminando bajo la selva y descubriendo las ciudades Mayas que ayuda a entender el patrón de asentamiento en la Cuenca Mirador.

REFERENCIAS

Chase, Diane Z., Arlen F. Chase y William A. Haviland

1990        The Classic Maya City: Reconsidering the Mesoamerican Urban Tradition. American Anthropologist, Vol.92, No.2, pp.499-507.

Chocón, Jorge y Juan Pedro Laporte

2007        Hombres en las ruinas: La Acrópolis de Pueblito, Petén. En “XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006” (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 519-560. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala. (Versión digital).

Folan, William J.

1992        Calakmul, Campeche: A Centralized Urban Administrative Center in the Northern Peten. En “World Archaeology” 24 (1): 158-168.

Hansen, Richard Duane

1994        Las dinámicas culturales y ambientales de los orígenes Mayas: estudios recientes del sitio arqueológico Nakbe. En “VII Simposio de Investigaciones Arqueologicas en Guatemala, 1993”, ed. J.P. Laporte y H. Escobedo, pp.369-389, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Joyce, Rosemary

2001        Planificación urbana y escala social: Reflexiones sobre datos de comunidades clásicas en Honduras. En “Reconstruyendo la ciudad maya: El urbanismo en las ciudades antiguas”. Eds. A. Ciudad Ruiz, Ma. Josefa Iglesias y Ma. Carmén Martínez. Sociedad Española de Estudios Mayas. Número 6, Madrid.

Laporte, Juan Pedro

2001        Dispersión y estructura de las ciudades del sureste de Petén. En “Reconstruyendo la ciudad maya: El urbanismo en las sociedades antiguas”. (editado por A. Ciudad Ruiz, J. Iglesias y M.C. Martínez):137-162. Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid.

Laporte, Juan Pedro y Héctor E. Mejía

2005        La organización territorial y política en el mundo maya clásico: El caso del sureste y centro-oeste de Petén, Guatemala. Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala.

Mejía, Héctor E.

2008        Desarrollo y Estructura de las ciudades al sur de El Mirador, Petén. En “XXI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2007”. Eds. J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía. Museo Nacional de Arqueología, Ministerio de Cultura y Deportes y Asociación Tikal, Guatemala.

Mejía, Héctor E., Gendry Valle, Enrique Hernández y Francisco Castañeda

2007        Sobreviviendo a la selva: Patrón de asentamiento en la Cuenca Mirador. En “XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006”. Eds. J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía. Museo Nacional de Arqueología, Ministerio de Cultura y Deportes y Asociación Tikal, Guatemala.

Mejía, Héctor E., Boris Aguilar, Julio Cotom, Hiro Iwamoto y Antonio Partillo

2009        Rescate Arqueológico En El Pesquero: Un Sitio De Rango Intermedio En El Límite Sur De La Cuenca Mirador. En “XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008”. Eds. J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía. Museo Nacional de Arqueología, Ministerio de Cultura y Deportes y Asociación Tikal, Guatemala.

Sanders, William y Davis Webster

1988        The Mesoamerican Urban Tradition. American Anthropologist 90 (3): 521-546.

Figura 1.  Distribución de sitios arqueológicos en la Cuenca Mirador.

Figura 2.  Plano de distribución de grupos del sitio Nakbe, Cuenca Mirador.

Figura 3.  Plano de distribución de grupos del sitio El Mirador, Cuenca Mirador.

Figura 4.  Plano de distribución de grupos del epicentro del sitio Tintal, Cuenca Mirador.

Figura 5.  Reconstrucción hipotética del área central de Wakna, Mostrando el Conjunto de Tipo Grupo E y la acrópolis de Patrón Triádico (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 6.  Reconstrucción hipotética del sitio Xulnal, Mostrando los Conjunto de Tipo Grupo E, el Juego de Pelota y la acrópolis de tipo Informal (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 7.  Reconstrucción hipotética del área central de El Pesquero, Mostrando el Conjunto de Tipo Grupo E y la acrópolis de Patrón Triádico (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 8.  Reconstrucción hipotética del sitio de El Cedro, Mostrando el Conjunto de Tipo Grupo E, el Juego de Pelota y la acrópolis de tipo Informal (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 9.  Reconstrucción hipotética del sitio El Porvenir, Mostrando el Conjunto de Tipo Grupo E (modificado), el Conjunto Piramidal y la acrópolis de Tipo Palacio (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 10.  Reconstrucción hipotética del sitio El Lechugal, Mostrando las Unidades Habitacionales Complejas (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 11.  Reconstrucción hipotética del sitio de Tamazul, Mostrando el Edificio Tipo Piramidal y la acrópolis de Tipo Palacio (Dib. Hiro Iwamoto).

Figura 12.  Reconstrucción hipotética (parcialmente excavada) del Edificio 1A de El Pesquero, un ejemplo de la “Arquitectura del Poder”, durante el periodo Preclásico Tardío (Dib. Hiro Iwamoto).

 

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