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42. La identificación de unidades socio-administrativas en las ciudades mayas del Clásico: de Tikal al sureste de Petén. – Jesús Adánez Pavón, Alfonso Lacadena García-Gallo, Andrés Ciudad Ruiz, Mª Josefa Iglesias Ponce de León – Simposio 24, Año 2010

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Adánez Pavón, Jesús, Alfonso Lacadena García-Gallo, Andrés Ciudad Ruiz y Mª Josefa Iglesias Ponce de León

2011        La identificación de unidades socio-administrativas en las ciudades mayas del Clásico: de Tikal al sureste de Petén.  En XXIV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2010 (Editado por B. Arroyo, L. Paiz, A. Linares y A. Arroyave), pp. 516-529. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

42

LA IDENTIFICACIÓN DE UNIDADES

SOCIO-ADMINISTRATIVAS EN LAS CIUDADES MAYAS DEL CLÁSICO: DE TIKAL AL SURESTE DE PETÉN

Jesús Adánez Pavón

Alfonso Lacadena García-Gallo

Andrés Ciudad Ruiz

Mª Josefa Iglesias Ponce de León

PALABRAS CLAVE

Petén, Mayas, unidad socio-administrativa, parentesco, linajes

ABSTRACT

As part of the framework of a research Project with the objective to investigate the structure of Classic Maya cities, we have recently proposed that groups with patterns like Plaza 2 at Tikal are an expression of lineage groups and that the groups classified as the Basal Platform Group, in the same city, are the seat of lesser administrative units. This work explores the vast corpus of plans and accumulated excavations by the Archaeological Atlas of Guatemala in the southeastern Petén with the goal of evaluating the degree to which this model can be applied to other centers in the region.

El camino que va de Tikal al sureste de Petén lo abrió para la Arqueología Juan Pedro Laporte, dirigiendo primero el Proyecto Nacional Tikal y emprendiendo y encabezando unos años después el proyecto del Atlas Arqueológico de Guatemala, aún activo. El subtítulo que encabeza este texto encierra, pues, una evocación de esa trayectoria y rinde tributo a sus planteamientos y resultados en particular a la extensa labor de exploración, mapeo, sondeo y excavación del Atlas Arqueológico de Guatemala. Pero ese subtítulo tiene también un carácter descriptivo. Los firmantes de esta ponencia han iniciado una investigación centrada en la organización interna de las ciudades Mayas del Clásico, la cual se basa, en buena medida, en el análisis espacial de sus planos.

El pasado año se tuvo la ocasión de presentar en este mismo simposio una revisión de las distintas interpretaciones que construidas a partir de distintas ciudades, constituyen el campo de discusión en el que se inserta el trabajo (Adánez et al. 2010). Unos meses después se presentó en otro lugar un primer ensayo de identificación de unidades sociales y administrativas en el seno de la ciudad de Tikal (Adánez et al. 2009). La pretensión ahora, es afianzar esa línea y extenderla hacia el sureste de Petén, empezando concretamente con Calzada Mopan. Se resumirá, en primer lugar, los puntos de partida de este trabajo. Luego se abordará el análisis del caso de Tikal y por último, el de Calzada Mopan.

PARENTESCO Y ADMINISTRACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN DE LA CIUDAD MAYA CLÁSICA

Entre los especialistas existe un acuerdo en considerar la ciudad Maya clásica como el asiento de una élite gobernante, ligada a su epicentro cívico-ceremonial y de una población común, agrupada en familias de carácter extenso y ocupando los grupos residenciales que se extienden en torno al epicentro. No existe tal acuerdo, sin embargo, si lo hay acerca del modo en que se articulaban los posibles niveles intermedios entre esos dos polos. Parentesco y administración constituyen los dos mecanismos a los que se ha apelado para dar cuenta de dichos niveles intermedios, pero distintos autores, trabajando en distintas ciudades, han construido visiones diferentes sobre el peso de uno y otro. La situación puede ilustrarse a través de una breve revisión de las interpretaciones de tres ciudades: Copan, Caracol y Tikal.

Copan representa el caso de una ciudad clásica en la que se ha otorgado un papel predominante a los grupos de parentesco (Sanders 1989; Sanders y Webster 1988; Webster y Sanders 2001). En ella, las familias campesinas, localizadas en varios núcleos o distritos, se habrían integrado en grupos de descendencia según el modelo del linaje segmentario (véase Fortes 1953): las más estrechamente emparentadas entre sí conformarían linajes mínimos, a su vez englobados en linajes máximos con una mayor distancia genealógica. La cabeza de tales linajes máximos estaría ocupada por las familias nobles ubicadas, junto con algunos de sus parientes y clientes, en zonas directamente vinculadas al epicentro. Una interpretación parcialmente distinta del mismo caso (Hendon 1991) prescinde del supuesto carácter patrilineal del linaje segmentario, sustituyéndolo por el denominado linaje de estatus –que cabe entender a la luz del concepto de clan cónico– y pone el énfasis en su estratificación interna. Ambas versiones sitúan los niveles intermedios de Copan dentro de la esfera del parentesco; los grupos de descendencia –ya sean patrilinajes, clanes cónicos u otros– articulan enteramente la sociedad y el linaje gobernante se superpone en el vértice de esa estructura.

Caracol representa en fuerte contraste con Copan, el caso de una ciudad clásica organizada administrativamente (A. Chase y D. Chase 1996, 2001; D. Chase y A. Chase 2004). El plano de Caracol muestra una red radial de calzadas que conecta sus distintos sectores con el epicentro y en cuyos termini se ubican grupos de función administrativa; al tiempo, no hay evidencia de niveles de agrupación de las unidades residenciales susceptibles de ser asignados a grupos de descendencia por encima de los grupos domésticos. En conjunto, pues, el esquema que se desprende es el de una sociedad articulada, desde el epicentro y la élite gobernante, a través de niveles intermedios de carácter administrativo, reduciéndose el papel del parentesco a la base doméstica.

Tikal representa, por último, un caso en cierto modo intermedio. No muestra el grado de integración de Caracol, pero tampoco un claro esquema concéntrico como el que en Copan ha dado pie a las interpretaciones ya mencionadas. En la visión que expuso W. Haviland (1968), el de Tikal es un plano producto de la transformación de una primera ciudad, estructurada en términos de parentesco, a una segunda, estratificada con una creciente independencia con respecto a la descendencia. Durante el Clásico Temprano, los grupos domésticos conformarían linajes localizados –esto es: con sus miembros residiendo conjuntamente en las áreas asignadas a ellos– y se dispondrían, por tanto, en sectores de grupos residenciales entre los que destacaría un “edificio de clan” o sede de los jefes del linaje localizado. Durante el Clásico Tardío, un número creciente de grupos domésticos se desplazaría a residir en torno a familias de élite, como clientes o sirvientes, y el anterior carácter localizado se rompería.

Ante la diversidad representada por estas tres ciudades, el presente análisis, que parte precisamente de Tikal, se ha apoyado en un modelo más general, quizá también más atemporal, susceptible de ser adaptado a distintos casos y momentos. Se trata de las tesis que planteó P. McAnany en Living with the ancestors (1995). Estas tesis ponen el énfasis, en primer lugar, en la importancia clave del control de la tierra por parte de los grupos de descendencia y sobre esa base, entienden que éstos constituirían linajes localizados. Entienden, en segundo lugar, que el sostenimiento de las élites dependería de la apropiación de excedentes por medio del tributo y que éste ascendería a través de las cabezas de los linajes y de funcionarios destinados al efecto. Adoptando los términos recogidos en la época Colonial, la autora se refiere al ah chun kahil como cabeza de un grupo doméstico, al ah kuch kab como cabeza de linaje y al batab como funcionario. En términos espaciales, este esquema organizativo implica un plano más distribuido que concéntrico en lo relativo a los grupos de descendencia; e implica, también, la existencia de funcionarios.

Alfonso Lacadena (2008) ha identificado en textos clásicos la referencia a un tipo de funcionario que complementa el esquema anterior: el lakam. Se trata de un título menor, no ligado a la nobleza, como lo demuestra el hecho de que únicamente se mencione en soportes menores y no se les enlace, mediante referencias a matrimonios o capturas, con personajes de la élite política y religiosa; no obstante, los contextos iconográficos en que se inserta indican que se trataba de gentes con recursos. El lakam aparece relacionado con actividades conectadas con el tributo y asimismo, de tipo militar. Así, por ejemplo, en el vaso K4996 se hace referencia a tres lakam presentando el tributo al ajaw del sitio Ik y en el vaso K5763, procedente estilísticamente de Petén, dos personajes de una serie de guerreros armados sosteniendo estandartes están identificados con el título de lakam. Todos los ejemplos en que se ha podido documentar el título pertenecen al Clásico Tardío y se ubican en el centro de Petén, dibujando un triángulo con sus vértices en Motul de San José –si se entiende que éste es el sitio Ik–, Río Azul y el área de Holmul y, por tanto, englobando a Tikal y sin dejar lejos a Calzada Mopan.

Corrigiendo parcialmente el esquema de McAnany, la caracterización del lakam clásico en el centro de Petén como un título de rango menor, no noble y ligado al tributo y la leva militar guarda semejanzas con la del ah cuch cab de los reinos Mayas Postclásicos del norte de Yucatán y da pie a establecer una analogía entre ambos cargos y entre los sistemas administrativos en que se incluirían. Sobre la base de esta analogía, el lakam representaría un funcionario y unidad administrativa menor, encargado de reunir tropas y tributo procedentes de los segmentos sociales ubicados en su distrito y elevarlos hacia el sajal y el ajaw o, en el caso de capitales asiento de ajaw, directamente a éste.

Así pues, de nuevo en términos espaciales, el esquema básico implica, como se ha dicho, un plano más distribuido que concéntrico en lo relativo a los grupos de descendencia; e implica también la existencia de funcionarios menores, cabe suponer que con tendencia a ubicarse igualmente de forma distribuida, cerca de los sectores a su cargo. Éste es el escenario que se ha puesto a prueba en Tikal, con resultados positivos aunque siempre hipotéticos y con más problemas en Calzada Mopan.

UNIDADES DE PARENTESCO Y ADMINISTRATIVAS EN TIKAL

El procedimiento de análisis seguido en el caso de Tikal ha partido de la introducción de los planos de la ciudad (véase Carr y Hazard 1961) y diversa información ligada a ellos en un sistema de información geográfica. Es una tarea laboriosa –a ratos tediosa–, pero una vez completada, permite el uso de una herramienta especializada en la formulación de preguntas sobre la localización relativa de distintos tipos de entidades y como se espera, facilitará mucho el trabajo comparativo a medida que aumente la muestra de ciudades y planos en consideración. En segundo lugar y de acuerdo con el escenario que se acaba de caracterizar, el análisis ha consistido en identificar las sedes de las unidades de parentesco y de los funcionarios menores en la ciudad, atendiendo, de manera variable en cada caso, a las características materiales de los grupos arquitectónicos candidatos a operar como tales sedes y al grado en que dichos grupos se ajustan a las expectativas sobre su distribución espacial. Se trata de un tipo de análisis cuyos resultados han de formularse en términos de hipótesis, pero tiene la virtud, de hacer uso del importante corpus de mapas arqueológicos acumulados en el área Maya durante décadas de Arqueología de asentamientos; la fortaleza de esas hipótesis dependerá, como en otros tipos de análisis, de la densidad con que logren entrelazar las evidencias e interpretaciones espaciales con evidencias e interpretaciones materiales.

Sobre esta base, y tal como se verá a continuación, la propuesta que se desprende del estudio del plano de Tikal consiste en (1) la identificación de los grupos residenciales con Patrón de Plaza 2 como expresión de los grupos de descendencia en los que se englobarían las unidades domésticas y (2) la identificación de los grupos residenciales clasificables bajo la categoría de Grupos sobre Plataforma Basal como sede de unidades administrativas menores.

Como es sabido, el Patrón de Plaza 2 forma parte de una tipología que viene desarrollando Marshall Becker desde los años setenta (Becker 1982, 2003, 2004) y es, quizá, el que más atención ha recibido tanto en Tikal como en otras ciudades. Se define por la presencia de una estructura ritual en el lado este del grupo, con su fachada hacia el oeste, que se apoya en una plataforma relativamente alta y relativamente cuadrangular –con una proporción entre anchura y longitud mayor de 0.7–; la excavación de varias de estas estructuras en Tikal permitió identificar un complejo funerario recurrente, formado por un enterramiento de alto estatus –al menos en términos relativos– anterior a la construcción de la estructura misma y sucesivas intrusiones de enterramientos adicionales de similar estatus, cada una de ellas ligada usualmente a una reedificación de la estructura. Su presencia en Tikal puede arrancar del Preclásico Tardío y está documentada durante el Clásico Temprano, pero se hizo común durante el Clásico Tardío (Becker 2003:272). Fuera de Tikal, e identificados como “grupos con altar oriental” o “grupos focalizados al este”, aparecen también en áreas residenciales de distintos centros, en Petén y en Belice; su proporción es especialmente alta en Caracol, ya relativamente escasa en Ceibal y Copan y nula en el norte desde Calakmul (A. Chase y D. Chase 1994: 55-56).

La argumentación que permite considerar a los grupos con Patrón de Plaza 2 como expresión de grupos de descendencia está extraída del trabajo ya citado de Patricia McAnany (1995). En primer lugar, la estructura oriental y el complejo funerario asociado a ella apunta a la práctica de un culto a los antepasados; ciertamente, tales templetes u oratorios no son los únicos que cuentan con enterramientos –como tampoco lo son los grupos con Patrón de Plaza 2–, pero su carácter ritual especializado en esta función indica que se distinguía a los difuntos internados en ellos y se les guardaba memoria, convirtiéndolos en antepasados.

En segundo lugar, esa monumentalización de los ancestros se relaciona con una afirmación de los derechos sobre la tierra por parte de sus descendientes: los grupos de parientes residentes en sus propias tierras revalidarían la exclusividad de su acceso a ellas apelando a un principio de “primera ocupación” vinculado a los fundadores del linaje y heredado a través de las generaciones.

La ubicación relativa de los grupos con Patrón de Plaza 2 en Tikal abunda en esta interpretación (Figura 1). Su distribución ocupa la zona considerada de la ciudad de forma completa y continua, con sectores de mayor concentración pero sin zonas vacantes. El cálculo teórico de las áreas de influencia de cada uno de los casos muestra que en ellas se incluían grupos con otros patrones de plaza (Figura 2), lo que se interpreta como la existencia de grupos domésticos componentes del mismo grupo de descendencia.

La identificación de los grupos con plataforma basal como posible sede de funcionarios menores ha tenido un carácter más inductivo. Se trata de un tipo que no puede añadirse a la relación de patrones de plaza, porque se define exclusivamente por la presencia de una plataforma basal completa; como tal tipo no ha sido formalmente utilizado en Tikal, pero sí en otros lugares como Motul de San José (Moriarty 2004) o San Estevan (Levi 2003) y Chau Hiix (Cook 1997) en Belice. Examinando el plano, puede apreciarse que esos grupos se ajustan, por su distribución y su número, a las expectativas sobre localización y funciones. En efecto, su distribución, aunque muestra un grado de concentración en torno al epicentro, especialmente al noroeste, resulta ser razonablemente continua y completa (Figura 3). El trazado teórico de sus áreas de influencia permite una aproximación al número de grupos con Patrón de Plaza 2 que estaría ligado a cada uno de ellos (Figura 4); las cifras son variables, pero responden a las que se alcanzarían si estos Grupos sobre Plataforma Basal constituyeran la sede de funcionarios menores, al modo del lakam, a cargo de un distrito con varios grupos de parentesco.

Desafortunadamente, las excavaciones realizadas en Tikal en uno de estos grupos, el Grupo 7F-I (Haviland 1988), no arrojan información que permita ligar la identificación propuesta, puramente espacial, con evidencias materiales más firmes; el Grupo 7F-I se clasifica a la vez como Grupo sobre Plataforma Basal y como Patrón de Plaza 2 y ese solapamiento puede oscurecer el registro material esperado. Fuera de Tikal, sin embargo, en Baking Pot, un centro situado en la margen derecha del río Belice, a unos 60 km al este de Tikal a vuelo de pájaro, las características y contrastes entre dos grupos residenciales, el Grupo Bedran y el Grupo Atalaya, arrojan luz sobre el caso que aquí ocupa (véase Conlon y Moore 2003). El Grupo Bedran, construido sobre una plataforma basal, sigue un Patrón de Plaza 2 y muestra los rasgos de carácter ritual propios de ello (templete situado al este, 12 enterramientos y 29 escondites asociados). El Grupo Atalaya, sin embargo, que responde exclusivamente al tipo de Grupo sobre Plataforma Basal carece de esos rasgos y los materiales cerámicos recuperados en él evidencian una actividad ligada al almacenamiento. Sobre esta base, Conlon y Moore (2003:67) sugieren para el grupo una función principal ligada al tributo: “un posible rol para los residentes del Grupo Atalaya podría haber incluido la recogida y el almacenamiento de productos agrícolas con destino al epicentro de Baking Pot”.

UNIDADES DE PARENTESCO Y UNIDADES ADMINISTRATIVAS EN CALZADA MOPAN

El segundo caso analizado, con resultados más problemáticos que el anterior, es Calzada Mopan. ¿Por qué Calzada Mopan? En primer lugar, porque se cuenta con un excelente levantamiento del sitio, acompañado de una información rica, todo ello resultado de los trabajos del Atlas Arqueológico de Guatemala. Se trata de una exploración meticulosa, en la que se llegó a registrar montículos de hasta 10 cm de altura; el registro asocia los montículos entre sí para conformar grupos y anota, además de su altura y dimensiones –estas últimas a través del dibujo de sus plantas–, su posición dentro del grupo, el carácter abierto o cerrado de éste, su naturaleza residencial o ritual, la existencia o no de plataforma basal y en caso de contar con datos suficientes, su cronología. En segundo lugar, porque Calzada Mopan cuenta con un número elevado de grupos de habitación y en principio, para detectar posibles pautas espaciales y darles una base más firme, es conveniente ese número elevado.

Como en el análisis anterior, se ha partido de la digitalización de los planos de la ciudad (Atlas Arqueológico de Guatemala 2008:103-111) en un sistema de información geográfica. Se han introducido, asimismo, los planos de estructuras y grupos y las tablas con diversos datos que los acompañan, a todo lo cual se puede acceder a través de distintas publicaciones que fueron viendo la luz a medida que se avanzaba en la exploración de la ciudad (véase Gómez et al. 1994; Corzo 1995; Corzo y Gómez 1995; Roldán 1994, 1996; Aguirre 2001; Laporte et al. 2001). En total, el mapa digitalizado recoge 1,877 estructuras y 430 grupos, que ocupan una extensión global calculada en cerca de 6 km2.

Los casos de Calzada Mopan y Tikal son distintos en varios aspectos. El área que cubren y el número de grupos que contienen es uno de ellos, aunque, por un lado, Calzada Mopan es un sitio grande, clasificado como cabecera de entidad política por el Atlas Arqueológico de Guatemala, y por otro lado, la zona cartografiada de Tikal y utilizada en este análisis no es mucho mayor que la considerada en Calzada Mopan. La cronología es también diferente: ambas muestran ocupación desde el Preclásico, pero el plano de Tikal es fundamentalmente del Clásico Tardío y el de Calzada Mopan combina Clásico Tardío y sobre todo, Clásico Terminal. La tipología de sus grupos también difiere y pone ya de manifiesto los problemas a la hora de extrapolar a Calzada Mopan las identificaciones realizadas en Tikal. El número de grupos clasificable como Grupo sobre Plataforma Basal, considerando únicamente aquellos en que la plataforma basal es completa, supera al número de grupos que se han clasificado bajo la categoría de Patrón de Plaza 2 (esto es: los grupos focalizados al este cuya estructura oriental mantiene aproximadamente la proporción mínima de 0.7 entre anchura y longitud).

La distribución de los grupos con Patrón de Plaza 2 es relativamente regular, si bien se eleva su grado de concentración a medida que se avanza de norte a sur. Los Grupos sobre Plataforma Basal, por su parte, muestran una disposición más discontinua y agrupada, con una alta concentración en la mitad norte de la ciudad y un mayor equilibrio en la mitad sur. Siendo más alto el número de grupos con plataforma basal que los asignables a un Patrón de Plaza 2, resulta imposible, lógicamente, agrupar los segundos en las hipotéticas áreas de influencia de los primeros. Cabría concluir, entonces, que la interpretación construida sobre la base del análisis de Tikal no tiene aplicación en Calzada Mopan. Pero para aceptar la hipótesis nula siempre hay tiempo y la responsabilidad del investigador reside también en no abandonar una hipótesis de trabajo sin tratar de entender por qué no se ajusta a los datos. Así pues, se ha intentado dar cuenta de esos desajustes desde la lógica de las identificaciones ensayadas en Tikal y teniendo en cuenta las interpretaciones generales sobre Calzada Mopan.

Juan Pedro Laporte y Héctor Mejía, en un importante trabajo sobre las transformaciones introducidas en el sureste de Petén durante el Clásico Terminal, afirman que a partir del Siglo IX sucedió un cambio fundamental en la organización política de la región: muchos centros con protagonismo durante el Clásico Tardío entraron en declive y fueron absorbidos por otros centros en expansión, entre ellos Ixtonton, Ucanal y Calzada Mopan; se interrumpió así el proceso segmentario que había caracterizado a la sociedad clásica del sureste de Petén y se impuso un concepto de estado unitario (Laporte y Mejía 2002:81). Cabe extrapolar esta perspectiva regional a las características del plano mismo de Calzada Mopan, el cual podría estar mostrando una organización más centralizada, con un papel más relevante de la estructura administrativa.

Para iluminar el plano de Calzada Mopan desde este nuevo escenario, es preciso, en primer lugar, dividir en dos el conjunto de Grupos sobre Plataforma Basal en función de su tamaño; cuatro de ellos destacan en este sentido sobre el resto. En segundo lugar, mediante el examen visual se advierte el papel relevante que desempeñan en la ciudad los grupos caracterizados por contar con un altar central, una disposición que en la clasificación de Becker recibe el nombre de Patrón de Plaza 4; los dos grupos principales de la Acrópolis muestran dicho patrón, así como un grupo adicional en la mitad sur, el cual también cuenta con plataforma basal y tres grupos más en la mitad norte.

A partir de estas distinciones, la propuesta consiste en asimilar los grupos clasificados como Patrón de Plaza 2 y los Grupos sobre Plataforma Basal de menor tamaño para formar el conjunto de sedes de un primer nivel de agregación, adecuándose su distribución y el número de grupos menores dentro de sus áreas de influencia a los rasgos esperados (Figuras 5 y 6). Los Grupos sobre Plataforma Basal de mayor tamaño y los grupos con la disposición del Patrón de Plaza 4 conformarían un segundo nivel de agregación, potencialmente el más elevado de la ciudad (Figuras 7 y 8). Para expresar todo esto en términos más interpretativos, cabe concluir lo siguiente: lo que puede mostrar la clasificación y ubicación relativa de los grupos de Calzada Mopán, de acuerdo con el escenario de una organización más centralizada y de acuerdo con la lógica de las identificaciones realizadas a partir del análisis de Tikal, es una pérdida de popularidad del culto a los antepasados, como expresión ideológica y material de los grupos de descendencia y una multiplicación de los conjuntos de carácter administrativo, que pasarían a ocupar en medida creciente el papel articulador de los anteriores.

CONSIDERACIONES FINALES

Como ya se ha mencionado, los resultados alcanzados a través del análisis espacial de los planos de Tikal y Calzada Mopan han de formularse en términos de hipótesis. La propuesta relativa al primer caso, aplicable al Clásico Tardío de la ciudad, reúne elementos suficientes como para contar con una base sólida: la identificación de los grupos con Patrón de Plaza 2 como expresión y sede de grupos de descendencia es acorde con la pauta de su distribución espacial y con los rasgos materiales que sirvieron para definir el patrón; la identificación de los grupos con plataforma basal como sede de funcionarios menores combina, además de información espacial, evidencias epigráficas y, extrapolando a partir de las interpretaciones de Baking Pot, arqueológicas. La propuesta relativa al segundo caso, y aplicable al Clásico Terminal, es más tentativa, porque su apoyo reside en la hipótesis anterior; no obstante, su formulación surge de la clasificación y distribución de los grupos de Calzada Mopan y de las interpretaciones generales sobre el periodo y la región. La expectativa es que estas hipótesis puedan afirmarse y matizarse a medida que el análisis incorpore los planos de nuevas ciudades.

REFERENCIAS

Adánez Pavón, Jesús, Andrés Ciudad Ruiz, Mª Josefa Iglesias Ponce de León y Alfonso Lacadena García-Gallo

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Figura 1        Distribución de los grupos con Patrón de Plaza 2 y sus áreas de influencia en Tikal.

Figura 2        Frecuencias de grupos con Patrón de Plaza 2 de Tikal en función del número de grupos residenciales que engloban en su área de influencia.

Figura 3        Distribución de los Grupos sobre Plataforma Basal de Tikal y sus áreas de influencia (las líneas más finas se corresponden con las áreas de influencia de los grupos con Patrón de Plaza 2 que engloban).

Figura 4        Frecuencias de Grupos sobre Plataforma Basal de Tikal en función del número de grupos con Patrón de Plaza 2 que engloban en su área de influencia.

Figura 5        Distribución de los grupos con Patrón de Plaza 2 y los Grupos sobre Plataforma Basal de tamaño menor en Calzada Mopan y sus áreas de influencia.

Figura 6        Frecuencias de grupos con Patrón de Plaza 2 y Grupos sobre Plataforma Basal de tamaño menor de Calzada Mopan en función del número de grupos residenciales que engloban en su área de influencia.

Figura 7        Distribución de los Grupos sobre Plataforma Basal de tamaño mayor y los grupos con Patrón de Plaza 4 en Calzada Mopan y sus áreas de influencia.

Figura 8        Frecuencias de grupos con Patrón sobre Plataforma Basal de tamaño mayor y Grupos con patrón de Plaza 4 en Calzada Mopan en función del número de grupos residenciales que engloban en su área de influencia.

 

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