Categorías

28 – REVISITANDO CEIBAL: CAMBIOS SOCIALES DURANTE EL PRECLÁSICO Y CLÁSICO TERMINAL EN LA REGIÓN DEL PASIÓN – Erick M. Ponciano, Takeshi Inomata, Daniela Triadan, Estela Pinto, Jessica Munson y Omar Schwendener – Simposio 20, Año 2006

Descargar este artículo en formato PDF

Ponciano, Erick M., Takeshi Inomata, Daniela Triadan, Estela Pinto, Jessica Munson y Omar Schwendener

2007        Revisitando Ceibal: Cambios sociales durante el Preclásico y Clásico Terminal en la región del Pasión.  En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.448-$$. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

28

REVISITANDO CEIBAL: CAMBIOS SOCIALES DURANTE EL PRECLÁSICO Y CLÁSICO TERMINAL EN LA REGIÓN DEL PASIÓN

Erick M. Ponciano

Takeshi Inomata

Daniela Triadan

Estela Pinto

Jessica Munson

Omar Schwendener

Palabras clave

Arqueología Maya, Guatemala, Petén, río Pasión, Ceibal, excavación, reconocimiento, arquitectura

Abstract

REVISITING CEIBAL: SOCIAL CHANGES DURING THE PRECLASSIC AND TERMINAL CLASSIC PERIODS IN THE PASION RIVER REGION

Since the exploration of the archaeological site of Ceibal by Harvard University during the 1960s, Maya archaeology has advanced significantly. Considering this development, it was believed necessary to reexamine this important site along the shores of the Pasión River. Recent excavations at Ceibal-Petexbatun were carried out during the 2005 and 2006 field seasons. The results of these investigations provide valuable information, particularly regarding social changes during the Preclassic and Terminal Classic periods.

Durante mayo y junio de 2006 se realizaron nuevas investigaciones arqueológicas en Ceibal, Petén. Esto significa que Ceibal es re-excavado después de casi 40 años que el Proyecto Ceibal, de la Universidad de Harvard, culminara en 1968 sus investigaciones bajo la dirección de Gordon Willey (Willey 1975, 1990; Sabloff 1975). Se excavaron varias estructuras monumentales, residenciales y la periferia. Estos estudios tuvieron como culminación la restauración de dos estructuras del sitio: la Estructura A-3 en la Plaza Sur del Grupo A, y la estructura circular C-79 en el extremo sur de la Calzada II (Smith 1982). Esto se vio complementado por el estudio y la erección de numerosas estelas in situ.

El reconocimiento alrededor del centro identificó una distribución extensa de restos arqueológicos (Tourtellot 1988). Este proyecto fue relevante en el sentido que, junto con los trabajos realizados en Altar de Sacrificios a principios de la década de 1960, estableció las bases de los estudios a nivel regional. Quizá dos aspectos sean los más relevantes de la investigación. El primero fue determinar la temprana ocupación del sitio desde el Preclásico Medio. El segundo fue identificar la ocupación durante el Clásico Tardío-Terminal.

Siguiendo el trabajo iniciado durante el Proyecto Arqueológico Aguateca, el Proyecto Arqueológico Ceibal-Petexbatun efectúa investigaciones y reconocimientos de campo en y en los alrededores de Ceibal (Figuras 1 y 2).

Ahora se presentan los resultados de la excavación durante la temporada 2006 en las Estructuras A-15 y A-16, localizadas el este de la Plaza Norte en el Grupo A, de un sondeo realizado enfrente de la Estructura A-24, y de los registros y hallazgos de reconocimiento en la periferia norte de Ceibal, buscando la ubicación del sitio El Anonal.

Figura 1 Región de río Pasión

OBJETIVOS DEL PROYECTO

El Proyecto Arqueológico Ceibal-Petexbatun tiene como objetivos generales:

  • Proteger y preservar el importante patrimonio cultural de Guatemala
  • Promover el intercambio y colaboración entre investigadores y estudiantes de Guatemala y otros países
  • Enriquecer el conocimiento sobre la vida de los antiguos Mayas

Las metas principales de las investigaciones científicas, son examinar cambios políticos durante el Preclásico y Clásico en la sociedad Maya.

ANTECEDENTES

Una parte importante de la investigación es encontrar evidencia para conocer la relación que los grupos domésticos tuvieron con sus autoridades políticas. Las actividades y composiciones de los grupos domésticos son afectadas por las acciones y estrategias políticas del estado, y las reacciones de estas unidades condicionan en muchas maneras la organización de la entidad política.

Si esto es así, entonces existen territorios que abarcan dichas entidades políticas, por ende fronteras políticas, que van a reflejar la organización social interna.

Figura 2 Mapa de Ceibal (tomado de Willey 1990)

A este respecto existen dos posiciones. Algunos arqueólogos son de la idea que los estados Mayas Clásicos tuvieron organizaciones territoriales con claras demarcaciones (Adams 1981; Marcus 1983, 1984, 1993; Culbert 1988; Chase et al. 1990). Esta idea implica que cada grupo doméstico tuvo una afiliación estable y fuerte a una dinastía específica. En este caso, las actividades, composiciones y expresiones simbólicas de las familias, pueden haber variado entre los territorios de diferentes autoridades políticas.

Los arqueólogos que proponen otra explicación han planteado que las fronteras políticas en la sociedad Maya fueron flexibles e indeterminadas (Demarest 1992; Houston 1993). Grupos domésticos, especialmente los que vivieron en áreas rurales entre los centros, pueden haber cambiado sus afiliaciones políticas a las dinastías de una manera más espontánea. Esto implica que el control de la población por las autoridades centrales fue limitado. Por ello, el estudio de la relación entre grupos domésticos y las dinastías, provee de información importante sobre la organización política de los Mayas Clásicos.

Un problema relacionado es la organización de las cortes reales. Las cortes reales tuvieron la característica de ser un grupo doméstico del gobernante y al mismo tiempo funcionaron como entidades centrales para administración en la sociedad Maya (Inomata y Houston 2001). Su organización y representaciones simbólicas tienen importantes implicaciones para el estudio de grupos domésticos y la dinámica política. Palacios y residencias elitistas reflejan su simbolismo y organización.

Durante el siguiente periodo, el Clásico Temprano, Ceibal parece haber perdido una porción significativa de su población. En el Clásico Temprano y la parte temprana del Clásico Tardío, la región de Petexbatun fue dominada por la dinastía de Tamarindito, situado en la escarpa al oeste de la laguna, y la parte este de la región de Pasión fue gobernada por Ceibal (Houston 1992, 1993). En la parte temprana del siglo VII, una dinastía intrusa, que se originó de Tikal, estableció su capital en Dos Pilas. La misma dinastía fundó su capital gemela en Aguateca alrededor del 700 DC y derrotó a Ceibal, sujetando a su dominio al señor de Ceibal. Esta dinastía colapsó alrededor del 810 DC, después del ataque de los enemigos. Coincidentemente, o más bien un evento social relacionado, Ceibal resurge próspero durante el siglo IX y parte del siglo X. La pregunta obligada es cómo estas dinastías trataron de consolidar su dominación sobre la población de la región y como los grupos no-elitista reaccionaron a estos cambios políticos.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

El proyecto estuvo enfocado básicamente en dos objetivos: entender el cambio social en el Clásico Tardío-Terminal y en el Preclásico, siendo ambos periodos cruciales en la historia ocupacional del sitio. Ya se ha reconocido la importancia de Ceibal en el Clásico Tardío, ya que fue el centro rector regional más extenso y con la mayor cantidad de monumentos esculpidos, muchos de ellos aún están in situ. Según los estudios realizados por Willey y Smith, desde el Preclásico, Ceibal fue un centro mayor de la región del río Pasión. Se encontró muestra substancial de materiales cerámicos de las fases Xe y Mamom, pero no se ubicaron restos de arquitectura asociada a estos materiales, debido principalmente a la dificultad de remover extensos y profundos volúmenes de construcción de épocas posteriores.

ÁREA DE EXCAVACIONES

Para llevar a cabo los objetivos del proyecto se seleccionaron dos estructuras localizadas en el Patio Este del Grupo A (Figura 3). Se trata de un grupo de estructuras situadas sobre una Acrópolis, atrás de la estructura alargada A-14, que contiene en el frente la Escalinata Jeroglífica 1. Este grupo de estructuras se encuentran sobre una enorme plataforma cuadrada que las eleva del nivel natural del suelo por casi 7 m de altura. El acceso a este grupo es por la parte sur, en donde presenta una serie de escalones de ascenso desde los patios inferiores de acceso.

METODOLOGÍA

Se siguió la metodología establecida durante el Proyecto Arqueológico Aguateca. Se colocó un sistema de cuadrícula de 2 m por lado sobre cada estructura, que sirvió para el control de procedencia horizontal y vertical de materiales durante las excavaciones extensivas. Después de remover humus y colapso se expusieron muros y pisos de los cuartos, así como los rasgos arquitectónicos propios de la estructura como cornisas, banca, trono, etc, en la Estructura A-16. Se excavó una trinchera a través de los pisos para examinar ocupaciones anteriores en la Estructura A-15. Toda la excavación fue rellenada al finalizar la temporada de campo.

ESTRUCTURA  A-16

Se ubica en la parte noreste del patio. Es una estructura rectangular de eje norte-sur con su fachada hacia el oeste (Figura 4). Desafortunadamente, al momento de la investigación ya se encontraba depredada en su vertiente oeste. La estructura mide unos 16 m de largo por 10 m de ancho y 2.70 m de altura. Al momento de realizar la limpieza de la trinchera (mide 0.80 m de ancho, casi 5 m de largo y 3.50 m de profundidad en la parte central) se pudo observar que los saqueadores habían cortado el piso del cuarto, la banca y el muro posterior del recinto. Expusieron el relleno del piso y la banca e hicieron una perforación en el centro del montículo. Al revisar la tierra y piedras removidas, se constató que no hallaron ningún entierro, ofrendas o depósitos de materiales culturales.

Figura 3 Mapa de Grupo A con la ubicación de área de excavaciones (tomado de Willey 1990)

Figura 4 Planta de excavaciones de Grupo A-16

La estructura estuvo abovedada, por la presencia de bloques calizos, cornisas, así como sillares de cornisa y piedra tipo laja para el techo.

ESTUCO

La limpieza del saqueo y excavaciones sistemáticas revelaron hallazgos relevantes en la forma arquitectónica. Posiblemente lo más importante sea el haber recuperado una considerable cantidad de fragmentos de estuco modelado in situ sobre el piso, en el frente de la entrada al cuarto central de la estructura y en el frente del lado noroeste (Figuras 5 a 8).

Estos fragmentos de estuco quizá provienen de la parte superior del muro exterior frontal del edificio, que formaron parte de un friso estucado con figuras humanas y otros motivos modelados no reconocidos. Varios de los fragmentos modelados todavía presentaron restos de pintura color naranja, amarillo y verde. Se encontraron varios fragmentos de estuco aún sobre piedras talladas que formaron parte del paramento, y otras partes tuvieron fragmentos de cerámica como parte de la base de sostén del diseño.

Figura 5 Decoración en estuco

Figura 6 Decoración en estuco

Figura 7 Decoración en estuco

Figura 8 Decoración en estuco

ARQUITECTURA

La excavación consistió de una retícula de 6 m de ancho por 8 m de largo, con 12 unidades, lo que permitió conocer de forma parcial el sector noroeste de la estructura. Es un edificio tipo palacio de múltiples cuartos, posiblemente tuvo seis (Figuras 9 a 11). Poseyó techo de piedra a juzgar por las piedras de bóveda. Al parecer fue de doble crujía con eje norte-sur. Presenta una banca en el interior en forma de L. Se excavó la parte norte del cuarto central frontal, así como el cuarto contiguo hacia el noroeste. El cuarto noroeste no tiene entrada por la parte oeste, sino que hacia el este. Se expuso la parte frontal de la fachada que muestra hasta cuatro hiladas en su posición original. En el cuarto central se localizaron hasta seis hiladas de piedra. Tomando en cuenta el tamaño del montículo, es posible que el edificio haya tenido al menos seis cuartos, tres en el frente del lado oeste, y tres más en el lado este.

El edificio muestra una elaborada construcción, bloques de piedra bien tallada, con bloques ajustados a posición específica. Las paredes fueron recubiertas con estuco pintado de color naranja y turquesa. El muro frontal tiene dos cornisas sucesivas. La primera está a 0.50 m de altura del piso y corresponde al nivel del piso del cuarto. Una segunda cornisa, 0.45 m más arriba y a la altura de la banca del cuarto. En la parte central del cuarto había evidencia de un “respaldo” para la banca del cuarto. Es posible que este edificio haya sido un palacio real del Clásico Terminal

Es interesante indicar que la fina arquitectura y el hallazgo de abundantes fragmentos de estuco que talvez provienen de un friso, señalan que esta estructura posee rasgos similares a la Estructura A-3 ubicada en la Plaza Sur del Grupo A (Figura 12).

Figura 9 Detalle arquitectónico

Figura 10 Detalle arquitectónico

Figura 11 Detalle arquitectónico

Figura 12 Reconstrucción de la Estructura A-3 (tomado de Willey 1990)

ESTRUCTURA A-15

Situada en la parte norte del patio. Es una estructura baja, alargada, de eje este-oeste que cierra el patio por el norte. Mide 24 m de largo por 8 m de ancho y 1.50 m de altura. Esta estructura no fue investigada por los arqueólogos de Harvard en la década de 1960. Aunque cerca existen algunas trincheras realizadas a la parte posterior de la Estructura A-14, situada anexa hacia el oeste.

La excavación consistió de cinco unidades en eje norte-sur, en el centro de la estructura, exponiendo en la superficie una grada, el piso del cuarto, el extremo oeste de una banca central y el muro corrido posterior. Esta estructura presentó una arquitectura más rústica. Es un cuarto alargado, que tiene una amplia entrada en el lado sur, con una grada sobre el patio. Algunos de los bloques de piedra de la banca fueron reutilizados, pues poseen talles que no corresponden al paramento de la banca.

La excavación abajo del piso del cuarto, permitió encontrar la Subestructura 1, que tiene un piso grueso de estuco que parece ser parte de una plataforma que se extiende por debajo del relleno de la banca. El material cerámico la fecha para el Clásico Terminal. Debajo de este piso se localizó un muro de retención -Subestructura 2- con piedra tallada de buena calidad, en talud. Se ubicaron cuatro hiladas aun in situ sobre un piso estucado pero destruido y quebrado, posiblemente por el relleno que fue colocado encima. No hay seguridad sobre la fecha de este muro, pero tiene una fachada contraria a la fachada que se observa en el edificio en superficie.

Al parecer estas subestructuras Sub 1 o Sub 2, pueden fecharse similarmente con la Estructura A-16. La última versión de la estructura que se observa en la superficie quizá pertenece al periodo de la caída de Ceibal.

SONDEO ENFRENTE DE ESTRUCTURA A-24

Durante la temporada 2005 se había iniciado un sondeo de 2 x 2 m sobre la plataforma que sostiene la Estructura A-24 (Figuras 13 y 14). La excavación alcanzó más de 5.20 m de profundidad, pero no encontró la roca natural. Por lo cual, se continuó su excavación hasta niveles inferiores para alcanzar el suelo natural. En esta temporada y con mayor grado de dificultad debido al espacio, se siguió bajado en un área de 1 x 1 m en la esquina noroeste, alcanzado una profundidad de 7.50 m y lo más sorprendente es que no se llegó a la roca natural. Pero se sospecha que se está muy cerca, por la comparación con la excavación realizada por Harvard en la plaza de la Estructura A-3.

Figura 13 Perfil de Sondeo en plaza de Estructura A-24

A grandes rasgos, se puede hacer una descripción correlacionada en base al análisis de los materiales cerámicos:

De 0 m hasta 0.40 m, hay materiales que corresponden al Clásico, principalmente Clásico Tardío. De 0.40 m hasta 0.70 m, materiales que pertenecen al Preclásico Tardío (fases cerámicas Cantutse-Chicanel). De 0.70 m  a 1.70 m, se ubicaron materiales fechados para el Preclásico Medio (fases cerámicas Escoba-Mamom). De 1.70 a 7.50 m, materiales del Preclásico Medio (fases Real-Xe).

Lo más relevante fue identificar y asociar construcciones más substanciales de la fase Real-Xe, que la investigación anterior de Harvard.

Figura 14 Exploración en la plaza del Grupo A

RECORRIDO EN LA PERIFERIA DE CEIBAL

Los objetivos específicos del recorrido fueron:

  • Examinar la distribución de asentamiento en áreas más amplias, que el reconocimiento hecho por la Universidad de Harvard
  • Examinar el estilo de arquitectura y sus fechas

La investigación incluyó a los templos menores, algunos de los cuales fueron investigados por Tourtellot (1988) como parte de su programa de reconocimiento. Desafortunadamente se localizaron los edificios saqueados, por lo cual se hizo el registro respectivo para conocer sus rasgos arquitectónicos y fechas de ocupación. Lo más interesante es que la mayoría de las estructuras corresponden al Preclásico.

En el sitio Anonal se investigaron varios edificios grandes construidos de barro, que probablemente se fechan en el Preclásico Medio. El programa de recorrido fue apoyado por imágenes de radar que fueron obtenidos por NASA. Se identifican posibles montículos en las imágenes de radar, y se verifica por recorrido.

De esta manera, se puede verificar el sistema de asentamiento en un área amplia. La utilización de imágenes de radar presenta una gran posibilidad para el registro de restos arqueológicos, el rescate de saqueos y el monitoreo de deforestación. Se seleccionaron cinco estructuras de pequeño tamaño para registro de sondeos.

CONCLUSIÓN

Las investigaciones en Ceibal apenas se han reiniciado después de casi 40 años. Es evidente la importancia del Preclásico y Clásico Terminal en Ceibal, más si se toma en cuenta su posición estratégica sobre las colinas en la margen oeste del río Pasión. Después de las intensas y extensas investigaciones hechas en otros sitios de Petexbatun, como Dos Pilas, Arroyo de Piedra, Tamarindito, Aguateca y Punta de Camino (Demarest 1997) y la nueva información que ha producido sobre los acontecimientos del Clásico Tardío, se hace notorio volver los ojos hacia Ceibal con nuevas interrogantes, referentes al papel que jugaron las elites y las unidades domésticas que estuvieron bajo el control y dominio de una u otra entidad política.

REFERENCIAS

Adams, Richard E. W.

1981        Settlement Patterns of the Central Yucatan and Southern Campeche Regions. En Lowland Maya Settlement Patterns (editado por W. Ashmore), pp.211-257. University of New Mexico Press, Albuquerque.

Chase Diane Z., Arlen F. Chase y William A. Havilland

1990        Classic Maya City: Reconsidering the “Mesoamerican Urban Tradition”. American Anthropologist 92 (2):499-506.

Culbert, T. Patrick

1988         The Collapse of Classic Maya Civilization. En The Collapse of Ancient States and Civilizations (editado por N. Yoffee y G. Cowgill), pp.69-102. University of Arizona Press, Tucson.

Demarest, Arthur

1992        Ideology in Ancient Maya Cultural Evolution: The Dynamics of Galactic Polities. En Ideology and Pre-Columbian Civilizations (editado por A. A. Demarest y G. W. Conrad), pp.135-158. School of American Research Press, Santa Fe.

1997         The Vanderbilt Petexbatun Regional Archaeological Project 1989-1994: Overview, History, and Major Results of a Multidisciplinary Study of the Classic Maya Collapse. Ancient Mesoamerica 8 (2):209-227.

Houston, Stephen

1992        Historia de Dos Pilas y sus gobernantes. Apuntes Arqueológicos 2 (2):15-45. Universidad de San Carlos, Guatemala.

1993        Hieroglyphs and History at Dos Pilas: Dynastic Politics of the Classic Maya. University of Texas Press, Austin.

Inomata, Takeshi y Stephen Houston (ed)

2001        Royal Courts of the Ancient Maya, Vol.1, Theory, Comparison, and Synthesis. Westview Press, Boulder.

Marcus, Joyce

1983        Lowland Maya Archaeology at the Crossroads. American Antiquity 48:454-488.

1984         Mesoamerican Territorial Boundaries: Reconstructions from Archaeology and Hieroglyphic Writing. Archaeological Review from Cambridge 3 (2):48-62.

1993         Ancient Maya Political Organization. En Lowland Maya Civilization in the Eighth Century A.D. (editado por J. A. Sabloff y J. S. Henderson), pp.111-183. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.

Sabloff, Jeremy

1975         Excavations at Seibal, Department of Peten, Guatemala: Ceramics. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Vol.13. Harvard University, Cambridge.

Smith, A. Ledyard

1995         Interpreting Prehistoric Settlement Patterns: Lessons from the Maya Centre of Sayil, Yucatan. Journal of Field Archaeology 22:321-347.

Tourtellot, Gair

1988        Excavations at Seibal: Peripheral Survey and Excavation: Settlement and Community Patterns. Memoirs of the Peabody Museum, Vol.16. Harvard University, Cambridge.

Willey, Gordon

1975        Excavations at Seibal, Department of Peten, Guatemala. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Vol.13. Harvard University, Cambridge.

1990        Excavations at Seibal, Department of Peten, Guatemala: General Summary and Conclusions. Memoirs of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology Vol.17, No.4. Harvard University, Cambridge.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *