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25 – A LA SOMBRA DE UN GIGANTE: EPIGRAFÍA Y ASENTAMIENTO DE EL ZOTZ, PETÉN – Stephen Houston, Héctor L. Escobedo, Zachary Nelson, Juan Carlos Meléndez, Fabiola Quiroa, Ana Lucía Arroyave y Rafael Cambranes – Simposio 20, Año 2006

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Houston, Stephen, Héctor L. Escobedo, Zachary Nelson, Juan Carlos Meléndez, Fabiola Quiroa, Ana Lucía Arroyave y Rafael Cambranes

2007        A la sombra de un gigante: Epigrafía y asentamiento de El Zotz, Petén. En XX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2006 (editado por J. P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp. 395-418. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

25

A LA SOMBRA DE UN GIGANTE:

EPIGRAFÍA Y ASENTAMIENTO DE EL ZOTZ, PETÉN

Stephen Houston

Héctor L. Escobedo

Zachary Nelson

Juan Carlos Meléndez

Fabiola Quiroa

Ana Lucía Arroyave

Rafael Cambranes

Palabras clave

Arqueología Maya, Guatemala, Petén, El Zotz, excavación, arquitectura, epigrafía, Yaxchilan, Clásico Temprano, Clásico Tardío

Abstract

UNDER A GIANT’S SHADOW: EPIGRAPHY AND SETTLEMENT IN EL ZOTZ, PETEN

The enigmatic Maya city of El Zotz was abandoned at the beginning of the Late Classic period. Regardless of the fact that the site has not been the exclusive focus of an archaeological project until now, the epigraphic evidence and it’s geographical position make the discussion of El Zotz’s history possible and it’s role in Peten during the beginning of the so-called hiatus. A small salvage project organized at the beginning of 2006, as an inter-institutional collaboration between the Departamento de Monumentos Prehispánicos of the IDAEH and Brown University, carried out reconnaissance activities in the site’s epicenter, as well as the graphic recording of looter’s tunnels in major buildings. Known epigraphic and archaeological data from this important ancient city of the lowlands will be presented in this paper, as well as the historic outcome under Tikal’s shadow, it’s giant neighbor.

Del 10 al 25 de enero de 2006 se llevó a cabo un programa de levantamiento y registro en el sitio arqueológico El Zotz, como una cooperación institucional entre el Departamento de Monumentos Prehispánicos de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural y la Universidad de Brown. Dicho programa realizó actividades de mapeo en las zonas desmontadas del sitio, así como en el registro gráfico de los saqueos en los edificios principales, contando con la participación de un equipo pequeño de arqueólogos guatemaltecos y estadounidenses.

El interés del Proyecto por investigar El Zotz se fundamenta en parte en el hecho de que este parece haber sido el lugar de origen de la dinastía de Yaxchilan, pues ambos centros compartieron el mismo glifo emblema, pese a la gran distancia que existe entre ellos. También se considera importante determinar porqué El Zotz siguió creciendo durante la época del hiato en Petén, cuando varios otros sitios más grandes estaban en decadencia. Además, debido a que es el sitio más cercano a Tikal que no sólo pudo mantenerse autónomo durante buena parte del Clásico, sino incluso enviar a una rama de la familia real a colonizar Yaxchilan, se considera fundamental determinar la relación que tuvo Tikal en el origen, funcionamiento y acontecimientos históricos de El Zotz.

Otro aspecto que debe explorarse es la posibilidad de que dicho sitio haya sido el centro de distribución de un tipo particular de vasijas Mayas de color rojo, que han circulado en el mercado de arte internacional por décadas. Es necesario averiguar si efectivamente tales vasijas proceden del sitio y de ser así, porqué se enfocan tanto en rituales relacionados con los wayob, o compañeros espirituales sobrenaturales (Figura 1).

 

Figura 1

LOCALIZACIÓN

El sitio arqueológico El Zotz fue reportado oficialmente por primera vez en 1977 por el arqueólogo guatemalteco Marco Antonio Bailey y se sitúa en el Biotopo San Miguel la Palotada, una reserva natural a cargo de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que fue creada en 1987 (Decretos Nos.4-89 y 5-90). El nombre del sitio, que significa “murciélago” en Maya, es posiblemente muy antiguo considerando la cercana presencia de una elevación rocosa en la cual viven miles de murciélagos. Pese a que se encuentra apenas a 23 km de distancia de Tikal, en dirección oeste-noroeste (Figura 2), El Zotz fue un centro Maya con identidad propia, contando incluso con un glifo emblema local. Su zona arqueológica está integrada por el epicentro, el Grupo Norte y el conjunto arquitectónico cercano conocido como El Diablo (Figura 3). El sitio tiene un tamaño moderado, pues cubre una área de quizá 0.75 por 0.75 km, en donde se ubican una serie de edificios grandes y pequeños en el estilo típico del Clásico Temprano.

Figura 2 Ubicación de El Zotz en Petén

Figura 3 Distribución de sectores en El Zotz

INVESTIGACIONES ANTERIORES

Sólo se han efectuado programas limitados de rescate en el sitio, debido a las frecuentes actividades ilícitas de los saqueadores. Entre 1966 y 1968, fue saqueada la pieza más emblemática de El Zotz, un dintel tallado en madera de chicozapote, que fue adquirido por el Museo de Arte de Denver en 1973 (Villaverde 1989; Mayer 1993) y repatriado a Guatemala en noviembre de 1998 (Figura 4), estando en exhibición desde entonces en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología en la ciudad de Guatemala.

En diciembre de 1977, Marco Antonio Bailey hizo el primer levantamiento formal del sitio, por parte del Departamento de Monumentos Prehispánicos del IDAEH (Laporte 2006). George Andrews visitó El Zotz en marzo de 1978 y en 1986 publicó el primer reporte internacional sobre el sitio. Andrews apuntó que el asentamiento era pequeño y que mostraba mucha actividad de saqueo, así como que desde la parte alta de uno de sus templos se podía ver el Templo IV de Tikal (Andrews 1986).

Se sabe que Ian Graham también llegó a El Perú en 1978 y, si bien breve, su estancia en el sitio fue muy importante, pues produjo un segundo mapa del asentamiento, así como el registro de los monumentos tallados que aún se encontraban en su lugar.

Figura 4 El Dintel 1 de El Zotz

En 1983, Juan Pedro Laporte, Juan Antonio Valdés y Felipe Cruz García del Proyecto Nacional Tikal llevaron a cabo un trabajo de rescate en El Zotz, recuperando gran parte de una ofrenda lítica en un saqueo (Ruiz Aguilar 2004; Laporte 2006). Dicho proyecto realizó además trabajos de protección en el Templo I en 1986, que consistieron en la instalación de dinteles nuevos, cierre temporal de sus cámaras y relleno de los saqueos (Laporte 2006).

En 1995, arqueólogos del Departamento de Monumentos Prehispánicos del IDAEH hicieron un nuevo plano esquemático de las ruinas. En 1997, El Zotz fue objeto de algunos sondeos dirigidos por Vilma Fialko del Programa de Arqueología Regional del Proyecto Nacional Tikal, pero hasta la fecha no se han publicado los resultados de los mismos. Entre 1999 y 2000, el mismo programa levantó un nuevo plano preliminar del sitio, registrando 24 edificios distribuidos en seis plazas cívicas (Quintana y Wurster 2001).

RESULTADOS Y OBSERVACIONES

Por medio de la organización de dos equipos de topografía trabajando en forma simultánea, se pudieron registrar 6756 puntos topográficos dentro del sitio, en apenas dos semanas de trabajo. Además se tomaron varios puntos de GPS para ubicar el sitio con mayor precisión. Gracias a este esfuerzo, se logró hacer un mapa digital detallado de El Zotz (Figura 5), confirmando la habilidad cartográfica de Ian Graham al hacer su mapa con brújula hace tres décadas, pues se pudo comprobar que dicho mapa es una obra de gran exactitud, incluso en cuanto a la ubicación de los túneles de saqueo y los cuatro chultunes que se han descubierto en el sitio.

No fue posible terminar el mapa total del epicentro, simplemente por la densidad de la vegetación. Sin embargo, se cubrió un área de 75,107 m2, o sea el 56% del epicentro (Figura 6). Según los resultados preliminares del mapeo, el tamaño del epicentro es modesto, sobre todo si se le compara con el de Tikal, su enorme vecino al este.

Figura 5 Plano del área central de Petén

Figura 6 Plano del área central de El Zotz

En términos generales, el sitio sigue con bastante fidelidad el estilo arquitectónico de Tikal, al menos en lo que corresponde al Clásico Temprano. Al parecer, El Zotz tuvo una función cívico-ceremonial y parece haber albergado a algún segmento de la élite, ya que las plazas comprenden pirámides, templos y palacios, entre otras obras arquitectónicas monumentales. Dentro del epicentro no parece haber arquitectura residencial que no sea de élite, aunque tal extremo de momento no se puede aseverar por completo.

En general, los grupos arquitectónicos presentan grandes plazas abiertas a las que se ingresa por medio de amplias calzadas, que aún conservan buena parte de los parapetos. Una excepción es el conjunto palaciego que se localiza al norte de la pirámide más alta del sitio (Estructura L7-11), el cual conforma un enorme cuadrángulo con filas de estructuras asentadas sobre plataformas masivas que encierran patios completamente restringidos; sin duda, fue un lugar muy privado que debió albergar a la realeza del lugar.

Las plazas incluyen una o varias pirámides, de hecho, una de ellas presenta dos pirámides enfrentadas, una al sur y otra al norte (Estructura L7-18), con un conjunto de pirámides triádicas en el lado este de la plaza. La parte posterior de este mismo conjunto triádico opaca el minúsculo patio para Juego de Pelota que está al este del conjunto. El patio para Juego de Pelota (Figura 7), fue tal vez una estructura más bien simbólica, pues es de las pocas que no son masivas en el sitio.

Otro tipo de estructura que no existe mucho es una pequeña plataforma en forma de “L” ubicada en el extremo norte del conjunto triádico y al este de la Estructura L7-18. Debido a que esa es una forma más común en el Clásico Tardío, es posible que haya sido añadida al grupo bastante más tarde que la construcción original de la plaza.

Figura 7

El sitio fue emplazado sobre una escarpa no muy alta de fácil acceso y, al parecer, los Mayas sólo debieron nivelar levemente el terreno para empezar a construir sus plazas y edificios. En algunos pozos de saqueo profundos se ven porciones del manto natural de la piedra caliza y al lado, rellenos de argamasa y piedras de nivelación. De hecho, la mayor parte de la elevación de los edificios es de carácter artificial, lo que debió implicar un gran trabajo de mampostería. Sin embargo, a pesar del enorme esfuerzo que requirió la construcción de estructuras tan masivas, el trabajo de mampostería es de primera calidad, lo que evidentemente es la clave para que aún se conserve arquitectura en pie en el sitio.

Los rellenos constructivos básicamente comprenden tres elementos: encajonamientos, piedras de tamaño regular mezcladas con grandes cantidades de argamasa y capas de arcilla (quizá drenada de las áreas de los bajos cercanos). Debido a que no se usaron piedras muy pesadas en el relleno y a la gran cantidad de argamasa utilizada, se crearon rellenos muy compactos. Las capas de arcilla no sólo sellaron los niveles del relleno formando encajonamientos, sino le dieron mayor estabilidad por las características adhesivas de dicho material al estar mojado. Además, la utilización de arcilla debió representar cierto ahorro en los materiales de construcción.

Las superestructuras de los edificios fueron construidas con bloques grandes de piedra caliza bien labrada, unidos con argamasa y cubiertos con capas de estuco en su superficie, la cual en algunos casos aún muestra restos de pintura de diversos colores. Además, la mayor parte de los edificios presentaban uno o más cuartos bastante estrechos. Estos generalmente tenían bóvedas altas y estrechas, con cierres de bóveda muy poco masivos. Los exteriores muestran cornisas y molduras, además de elementos de talud-tablero. En algunos casos aún son visibles partes de escalinatas salientes, las que indican un declive muy pronunciado y están formadas por estrechos escalones. No se distinguen balaustradas. Los saqueos han expuesto otros elementos como pisos, nichos y jambas. En el caso de los pisos, poseen una capa de estuco muy duro y compacto sobre un relleno de piedrín de caliza compactado que le brinda más consistencia a estos rasgos. Los nichos se ven como pequeños cuadrángulos remetidos en las paredes de los cuartos de distintos edificios, mientras que las jambas son bastante gruesas y en algunos casos, como en la Estructura L8-13 (Figura 8), en su parte alta todavía queda la huella de lo que debió ser un dintel de madera suspendido sobre las jambas. La jamba de esta estructura, como otra más, presenta graffiti prehispánico.

Figura 8

Las pirámides, como en otros sitios de las Tierras Bajas Mayas pudieron, además de su función ritual, haber servido como monumentos funerarios, según lo evidencia la tumba saqueada encontrada en el interior de la Estructura L7-18. Dicha tumba es una cavidad poco más o menos rectangular, con el techo redondeado, muy similar a las de Río Azul. En ella aún es evidente la huella de los instrumentos usados por los antiguos Mayas para tallar el recinto en el manto natural de caliza. En el exterior, como se ha visto en otros enterramientos de la élite Maya, se veían densas capas de lascas de pedernal entre el corte del relleno.

Las excavaciones ilícitas también permiten observar un promedio de dos o tres etapas constructivas, aunque la última, en general, pertenece al Clásico Temprano y a lo sumo a inicios del Clásico Tardío. La escasez de cerámica visible en el relleno hace, de momento, casi imposible datar con exactitud las etapas constructivas del sitio.

Otro rasgo interesante de El Zotz es que se detectaron al menos cuatro chultunes cortados en el manto natural de caliza en las plazas principales. Es muy probable que dichos rasgos fuesen utilizados para almacenar agua, pues quizá desde entonces, como hoy en día, era un problema el abastecimiento del vital líquido para los habitantes del área.

Por otro lado, el grupo arquitectónico conocido como El Diablo es excepcional (Figura 9), pues dista poco más o menos 1 km del centro del sitio y se sitúa sobre un cerro bastante elevado, tal vez siguiendo la tendencia de otros sitios del área Maya de buscar lugares de características defensivas en pleno Clásico Tardío, época a la que parece corresponder este conjunto. La arquitectura de El Diablo no es tan suntuosa como la del epicentro y está formada por plataformas largas de una altura media que encierran una plaza poco más o menos pequeña, en relación con las del núcleo del sitio.

Figura 9

DESCRIPCIÓN DE LOS EDIFICIOS

El epicentro de El Zotz cuenta con 49 edificios ordenados en cuatro grupos principales, los cuales parecen incluir templos mortuorios y edificios reales o de las elites del sitio. Todavía no se conocen los grupos residenciales de la población no elitista.

GRUPO 1

El primer grupo se compone de dos pirámides mortuorias cerca de la entrada actual al sitio, es decir por el noreste. Los edificios están colocados sobre una plaza artificial que por medio de un sacbe, conecta con las otros partes del sitio. La Estructura M7-1 corresponde al Templo 1 de Andrews (1986). Dicho templo mide por lo menos 36 m de ancho por 41 m de largo y se eleva a 22.50 m sobre la plaza (Figura 10). La parte superior del edificio tiene una cámara hecha de manera similar a la del Templo I de Tikal. La estructura está elaborada con piedras bien labradas y aún tiene sus bóvedas elevadas (Figura 11). El dintel de madera que ahora está en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala procede de este edificio. En la base del Templo M7-1 se encuentran dos montículos pequeños adosados a este, para formar un pequeño grupo triádico. Ambos edificios tiene trincheras de saqueo enfrente. La más grande fue registrada gráficamente por miembros del equipo del Proyecto y puede ser el lugar de origen de los materiales líticos analizados por Ruiz Aguilar (2004) y reportados por Laporte (2006).

La trinchera de saqueo está ubicada en el lado oeste de la estructura y corre en eje este-oeste, con un largo aproximado de 6 m y de 1 m en la parte más angosta; es decir el acceso, ya que en la parte final tiene aproximadamente 1.50 m de ancho, de igual forma sucede con la altura pues varía de 1.20 m hasta alcanzar 1.80 m (Figuras 12 y 13).

Figura 10

Figura 11

Figura 12 Trinchera en la Estructura M7-1

Figura 13

Básicamente se identificaron cuatro estratos en los perfiles:

  • La superficie expuesta a la intemperie.
  • Un relleno de consistencia suave, formado con argamasa y piedrín en el interior del túnel.
  • Argamasa de color gris mezclada con piedras y piedrín. Este estrato estaba ubicado sobre un relleno de piedras reutilizadas, lo cual lo hacía aún más suelto.
  • Relleno de piedra cortada y reutilizada.

Se identificaron al menos cuatro etapas constructivas:

  • La última ocupación está representada por una pirámide.
  • La más obvia y antigua, según lo observado en ese sector del túnel, consistió de un cuarto abovedado detenido por gruesos muros a cada lado, en muy buen estado de conservación, colocados sobre un piso estucado visible en algunas partes. Los muros presentan inclinación de tipo talud y moldura en la cornisa. Sobre este piso se ubicó una pequeña estela lisa que quedó protegida bajo el cuarto.
  • Posteriormente se selló el cuarto en su totalidad para darle paso a la construcción de la pirámide, aunque vale apuntar que dicho sector de la estructura corresponde más bien a un adosamiento que sirvió de descanso a la escalinata central y que además se encuentra asociado a dos alas adosadas a cada lado de la estructura. Esto explica porqué el relleno allí es tan suelto, pues no debe soportar el peso directo de la pirámide. Volviendo al relleno, este estaba formado por una mezcla de argamasa blanca compactada en partes junto a piedras cortadas, que fueron reutilizadas ya que seguramente formaron parte de las paredes del cuarto, y que en algunos casos se emplearon para formar los límites de los encajonamientos utilizados para la construcción. Otra explicación para la presencia de piedras labradas, es que pudieron ser partes de alguna escalinata adosada a los muros de la bóveda. Insertados en el relleno se hallaron tres tiestos correspondientes a los grupos cerámicos Dos Arroyos, Triunfo Estriado y Quintal sin Engobe del Clásico Temprano.
  • Debajo del piso estucado, que seguramente fue el de plaza, se observó un relleno hecho con argamasa y piedra caliza con el propósito de levantar parte de la plaza y del sacbe que corre al frente.

La Estructura M7-2 se ubica en la misma plaza con M7-1, pero al norte-oeste. Se trata de un templo que mide 21 m de ancho por 33 m de largo, con una altura de 12 m. En contraposición a la Estructura M7-1, no hay buena evidencia de la presencia de una estructura encima del templo, pero probablemente su entrada estaba por el sur. Hay dos trincheras en el montículo, una en su lado este que ingresa por algunos metros, y otra más arriba por el mismo lado.

GRUPO 2

El segundo grupo principal del sitio incluye un templo funerario y un complejo residencial de la élite, el cual parece ser un palacio. Ambos conjuntos se localizan al este del Grupo 1, al cual están conectados por un sacbe con parapetos laterales. Esto significa que el sacbe tiene muros a los lados para demarcar la calzada de manera regular.

La Estructura L7-11 es otro templo funerario del epicentro y mide 40 m de ancho, por 40 m de largo. La altura del edificio es un poco mayor de 25 m. Hay cuatro trincheras de saqueo en el templo. Una por el lado este al pie de montículo, otra por el lado oeste al pie y dos más al subir el mismo.

Se registraron gráficamente las trincheras en la falda de montículo: la trinchera de saqueo se sitúa al este de la pirámide de mayor altura (25 m) en el sitio (Figura 14). La trinchera en forma de túnel corre a lo largo de la estructura siguiendo un eje norte-sur, con 23 m de longitud y 1.40-1.75 m de altura, aunque llega a alcanzar 3.50 m por la presencia de un pozo y un túnel más abajo, en dirección oeste, en donde los saqueadores intentaron llegar a alguna tumba.

El túnel corre a lo largo de un piso estucado grueso, pero con un acabado fino de superficie. Dicho piso corresponde al de plaza, es decir, era el piso de tránsito y que además soportó estructuras y subestructuras. Antes del piso mencionado se encontraron tres más, separados uno de otro por escasos 0.06 y 0.12 m. Realmente estos pisos sirvieron para nivelar el terreno que sostuvo a la última ocupación de la estructura y del sacbe ubicado al sur. El último relleno consiste de una capa de tierra color negro, muy compacta.

Estratigrafía identificada en el perfil del túnel:

  • Argamasa de color gris mezclada con piedras y piedrín.
  • Piso estucado de nivelación.
  • Capa de piedrín asociado directamente al piso anterior.

Figura 14 Trinchera en la Estructura L7-11

  • Relleno de argamasa con piedras y piedrín. En algunas secciones casi simétricas, es más obscura, quizá debido al relleno de los encajonamientos.
  • Piso estucado.
  • Relleno de nivelación delgado de color gris.
  • Piso estucado de nivelación.
  • Relleno de nivelación delgado de color gris.
  • Piso estucado de nivelación.
  • Relleno de argamasa de color gris oscuro.
  • Piso estucado de nivelación muy grueso (0.14-0.20 m).
  • Relleno compacto de tierra color negro.

Según Houston, las características de los edificios registrados demuestran que los antiguos habitantes de El Zotz no escatimaron recursos para sus construcciones. Es obvio que los recursos a mano corresponden al manto de caliza que está en la superficie, ya que la casi ausencia de humus y los lechos de los ríos impidieron que se pudiera extraer arena o barro para la construcción de los rellenos.

Al dibujar el perfil del lado norte de la trinchera de saqueo ubicada en el lado oeste, se encontró básicamente lo mismo que en la trinchera del lado este. El único rasgo distintivo fue la presencia de bloques que formaron parte de la escalinata frontal, es decir que el acceso de la estructura se hacía por el lado oeste.

Se considera que el palacio de El Zotz fue el grupo residencial ubicado al lado de la Estructura L7-11, compuesto por los Edificios L7-1 al 10. Este grupo tiene tres patios y algunos edificios mayores (Figuras 15 y 16). El área adentro de los patios está restringida, lo cual sugiere que los habitantes querían tener privacidad. Además, la Estructura L7-6 parece contar con dos escalinatas grandes, una en el lado sur y otra en el lado norte. Es muy probable que la Estructura L7-7 fuese construida después del resto de edificios para dividir una plaza grande en dos. El área ha sido saqueada en el pasado, pues se observan no menos de 18 pozos de depredación. Una de las trincheras de saqueo, de la Estructura L7-2, fue registrada por el equipo (Figura 17).

Figura 15

Figura 16

Figura 17 Trinchera en la Estructura L7-2

La depredación corresponde a una trinchera de saqueo localizada al suroeste de uno de los edificios del palacio, el cual circunda a un patio. Se perfiló el lado oeste del túnel y en su interior se observaron muros de encajonamientos, así como una concentración de cerámica del Clásico Temprano y carbón al final del mismo.

Lo interesante es que en la superficie aún se encuentran en pie restos de muros con cornisas iguales que las encontradas en otros edificios, aunque como subestructuras que fueron posteriormente rellenadas, pues por su intersección en las zonas norte-sur y este-oeste parecen haber formado un cuarto.

GRUPO 3

El Grupo 3 se sitúa al sur del Grupo 2 y consiste de una plaza enorme integrada por dos templos menores al norte y sur, mientras que en el lado este se localiza un conjunto triádico alargado. La Estructura L7-18 es un pequeño edificio del grupo que mide 13 m por 13 m y alcanza 7 m de alto. Este edificio tiene dos pozos de saqueo y se registró uno de ellos.

La trinchera de saqueo se ubica al oeste sobre la parte más alta de la Pirámide L7-18 (Figura 18). Con este saqueo se comprometió muy seriamente la integridad del edificio, pues le ocasionó una grieta en lo alto. En el interior de la superestructura se observó un cuarto abovedado, del cual aún se conserva casi intacta la jamba de la puerta ubicada al norte, así como una cornisa similar a la hallada en el interior de la Estructura M7-1, ambas correspondientes al Clásico Temprano.

Figura 18 Estructura L7-18

El interior del cuarto estuvo repellado con estuco pintado de rojo y posiblemente de otros colores, a juzgar por los restos observados; de hecho, aún existe el estuco que cubre el arco de la bóveda. Hubo un piso original que fue cubierto para elevar otro, quizá para la construcción de alguna banca adosada a la jamba después de sellarla o para reutilizar parte del cuarto y hacerlo más bajo. Sobre el primer piso se localizó un fragmento de cerámica Balanza Negro del Clásico Temprano. Además, aparentemente los Mayas destruyeron casi por completo la jamba del lado sur al edificar una construcción más tardía.

Se ubicaron agujeros de horcones en la parte superior de los muros, posiblemente para la colocación de una puerta, incluso había evidencia de un espacio abierto rectangular sobre una de las jambas, en donde tal vez hubo un dintel de madera. En el relleno existe un patrón de colocación de piedras, que si bien de tamaños y formas irregulares, fueron dispuestas en forma de hileras horizontales unidas con argamasa blanca.

Uno de los templos menores también fue muy saqueado. Se trata de la Estructura L8-13 situada en el lado norte del Grupo 3, la cual mide 22 m de ancho por 26 m de largo y 13 m de alto. Este montículo puede ser el origen de varios de los vasos finos con ejemplares de los wayob, o compañeros espirituales Mayas, por la presencia de una tumba real saqueada, la cual fue registrada gráficamente por el proyecto (Figura 19).

Figura 19 Estructura L8-13

La trinchera de saqueo localizada al este de la pirámide sigue la forma de túnel, pues se inicia como una trinchera de 1.15 m de largo y se extiende a 8 m más en el interior del edificio. En el perfil se observa básicamente el mismo sistema constructivo con la fórmula de argamasa, piedra y piedrín. Se identificó un patrón en la estratigrafía, de abajo hacia arriba se inicia con un piso estucado sobre un estrato de color negro formado con argamasa y piedras.

Sobre el piso se encontró otro de nivelación construido para colocar encima un relleno de piedrín y piedras medianas en hileras horizontales dentro de argamasa de color gris, continuando hasta llegar al techo del túnel.

Al final del túnel, de manera similar a la Estructura L7-11, se ubicó un pozo de 2.50 m de profundidad, el cual conduce directamente a la entrada de una tumba, la cual presentaba repello de argamasa blanca, a diferencia de toda la trinchera que estaba rellenada con argamasa gris y negra. En secciones cercanas a la entrada había grandes concentraciones de lascas de pedernal. De hecho, el agujero de acceso directo a la tumba, o más bien de salida, tenía señales de repello en las orillas y poseía el tamaño justo para permitir el paso de una sola persona.

La tumba fue tallada directamente en la piedra caliza, todavía se observan señas de raspado en las paredes, hechas con algún artefacto puntiagudo. La forma de la tumba es semicircular, ya que está limitada por un muro levantado hasta el techo y posteriormente repellado, pero para ello fue necesario dejar un agujero que podía ser tapado en la salida, haciendo una reconstrucción hipotética. Esto quiere decir que el individuo fue ingresado y colocado con todo y sus ofrendas después de modelar la tumba, y después se levantó el muro dejando únicamente un agujero para poder salir, el cual fue sellado por fuera.

Hay algunos rasgos interesantes en cuanto a la talla de la tumba, como se mencionó anteriormente, habían agujeros cubriendo las paredes, dos banquetas estucadas en los laterales y una puerta simbólica esculpida de forma vertical sobre la pared, así como un pequeño agujero de 0.03 m de diámetro y 0.15 m de profundidad en la parte baja de la excavación, lo cual supone que se trata del “psiconducto” por el cual fluye el espíritu del occiso. Entonces, es posible que el individuo fuese colocado con la cabeza orientada hacia la puerta y en las banquetas laterales se colocaron las ofrendas.

Es probable que esta tumba fuese excavada ilegalmente desde hace muchos años, ya que no se encontraron restos óseos humanos, sino sólo restos óseos de fauna y semillas ingresadas por animales que ocuparon la tumba ocasionalmente. Los únicos restos identificados fueron algunos tiestos no diagnósticos y varias lascas de obsidiana gris.

GRUPO 4

El Grupo 4 del epicentro está situado al sur del epicentro, con el cual conecta por medio de un sacbe corto. Este grupo está integrado cuando menos por diez edificios junto a una plataforma elevada. Desgraciadamente, la vegetación del área estaba bastante crecida, lo cual impidió sacar puntos topográficos de esta zona.

LA EPIGRAFÍA DE EL ZOTZ

Los datos epigráficos de esta zona son escasos pero importantes, ya que muestran los vestigios de la historia de una dinastía asentada en el centro del mundo Maya en la época final del Clásico Temprano y posiblemente inicial del Clásico Tardío, de la cual provee evidencia más fragmentada que continua. Ian Graham, quién recogió fragmentos in situ del dintel de chicozapote extraído por los saqueadores de la Estructura M7-1 (Templo 1), distinguió un glifo quizá nominal en uno de ellos y verificó su coincidencia con otro registrado en la Estela 1 de El Zotz.

A mediados de la década de 1990, David Stuart reconoció detalles de alta relevancia en el texto del dintel, como la presencia de dos jeroglíficos emblema vinculados con El Zotz:

  • Uno que incluye como signo principal el símbolo estilizado de una orejera pequeña, junto con el sufijo (ji; un indicio de una lectura aún desconocida).
  • El otro con una conflación de dos signos [AJAW], “señor” y “cielo partido”.

Esto último causó una reacción de sorpresa, por dos razones. En primer lugar, los dos signos estuvieron muy relacionados con el sitio chiapaneco de Yaxchilan, en donde ambos servían como elementos integrantes de los jeroglíficos emblema de ese asentamiento dinástico.

En segundo lugar, Peter Mathews (comunicación personal 1982) había señalado que el glifo de “cielo partido” correspondía también al signo principal del emblema de Uaxactun, una hipótesis que ganó cierto apoyo en la literatura científica.

En parte, Mathews fundamentó su identificación en el uso de dicho emblema en un vaso que actualmente se halla en la Galería Nacional de Australia, una colección formada pocos años después del lamentable saqueo de El Zotz. El vaso muestra el glifo de “cielo partido” en un contexto de jeroglífico emblema. Mathews consideró que el vaso, por su forma y fecha –así como por razones no muy explícitas– probablemente procedía de Uaxactun. Sin embargo, el mismo nombre aparece registrado en el dintel de El Zotz, lo cual implica agudos problemas de interpretación.

De momento, la evidencia parece cada vez más sólida para sustentar que el glifo de “cielo partido” pertenece a El Zotz en vez de Uaxactun. Un rasgo ilustrativo es la presencia de un posible glifo local para Uaxactun, en la forma del signo [K’AN] y a veces con [ko] (posición B3 en la Estela 12 de Uaxactun y C14 de la Estela 14 del mismo sitio).

Es decir, los textos de Uaxactun no muestran ningún vínculo con el glifo de “cielo partido”, sino con un conjunto distinto de referencias dinásticas. El único ejemplar de “cielo partido” en Uaxactun aparece en el lado derecho de la Estela 2, en la posición B9. El contexto, después del verbo “sube”, utiliza el atributo toponímico [NAL] e indica un significado de “dar tributo”, como en las referencias paralelas en las Estelas 12 de Piedras Negras y Naranjo.

En otras inscripciones, tales como la Escalinata Jeroglífica 2 de Dos Pilas, los toponímicos que siguen al verbo “subir” registran el acto de ascender a sitios foráneos. Ninguna de tales referencias se relaciona con un sitio local (Figuras 20 y 21).

Los gobernantes de El Zotz utilizaron un nombre singular, que comprende los elementos siguientes:

  • El color “rojo” o adjetivo “grande” [CHAK]
  • Un pez en posición vertical, que tal vez conlleva un valor no-fonético
  • Una cabeza animal, a veces con rasgos de perro, zorro o felino

Figura 20 Elementos glíficos mencionados

Figura 21 Detalle de vasija

Una variante registrada en una Estela de Bejucal (a 7 km al noreste de El Zotz) y en un vaso de procedencia desconocida (K679) agrega el nombre [AHK] o [a-ku], “tortuga”. Por otra parte, el vaso tiene un significado de alta importancia, pues muestra un nexo con varias docenas de vasos sin procedencia en colecciones privadas (K1743, 2699, 3060, 5350, 5465, 7147, 8393, 8418). Este grupo de vasos comparte un conjunto de rasgos, incluso una fecha estilística del hiato o la transición entre el Clásico Temprano y el Clásico Tardío, un trasfondo o paleta algo roja, el uso peculiar del signo “cielo partido” en vez del pronombre [u] y las primeras imágenes en el arte Maya de los wayob, un grupo de entidades sobrenaturales. Es probable que gran cantidad de vasos con estos rasgos procedieron de El Zotz o de sus cercanías, algo que métodos como la activación de neutrones pueden ayudar a confirmar.

El problema con los textos de El Zotz es extraer un patrón inteligible de su contenido, con secuencias dinásticas y otros resultados usuales de los epigrafistas. Se sabe que al menos tres gobernantes tuvieron el nombre antes mencionado: un señor de la época de “Rana Humeante,” un personaje de suma importancia en la historia Maya, es decir, a fines del siglo IV (400 DC); otro mencionado en el dintel, el cual tiene una fecha estilística que corresponde a los últimos años del Clásico Temprano; y el nombre del vaso (K679), con una fecha al principio del Clásico Tardío – en caso de que no sea una imagen anacrónica. Otra referencia aparece en un artefacto, el mango de un espejo, excavado en Bagaces, Costa Rica, sin duda material de importación en su zona de hallazgo (Figura 22). El nombre en este texto corresponde al del gobernante de El Zotz y enseguida, una referencia a un “regalo” (?, /si/) de K’inich B’ahlam I, el rey de El Perú, con su glifo emblema [wa-ka-AJAW]. Por tanto, se puede proponer que El Zotz pertenecía al ámbito de El Perú, al menos durante parte de su historia política. Este vínculo no es inesperado dada la cercanía relativa de El Zotz con El Perú, a 50 km de distancia directamente al oeste. En un lugar remoto, Calakmul, Campeche, algunas placas de jade procedentes de la Tumba 1, en la Estructura III, se refieren a la llegada de un personaje de un sitio que puede ser El Zotz: [HUL-li ?-ji] (Fields y Reents-Budet 2005:fig.77).

Figura 22

En la epigrafía de El Zotz hay por tanto un patrón de fechas de mediados hasta fines del Clásico Temprano, con evidencia menos sólida de cerámica del principio del Clásico Tardío. Es posible que exista otra referencia al sitio de Tikal, en el contexto de guerra contra el “sitio de la orejera pequeña” – o sea, El Zotz, en 9.15.12.11.13 7 Ben 1 Pop (4 de febrero del 744 DC, según el calendario juliano), posiblemente relacionada con conflictos entre Tikal y Naranjo.

De estas referencias surge la impresión de relaciones no muy amistosas con Tikal, aunque la Estela 1 de Bejucal no deja duda de que la dinastía de El Zotz reconoció a “Rana Humeante” como su soberano durante su extraordinaria estancia en Petén. En términos históricos, los últimos años de El Zotz se envuelven en humo y oscuridad: de tiestos solamente del Clásico Temprano, de textos más o menos de la misma época, con la curiosidad de una posible referencia del 744 DC en Tikal.

El único tema que resta por determinar es la relación inevitable con Yaxchilan, una dinastía que tuvo los mismos glifos emblema, un hecho que no puede ser producto del azar. Una de las opciones interpretativas es que la dinastía de Yaxchilan se originó en el centro de Petén (Figura 23), y que esta familia real, como la de Dos Pilas, surgió de una dinastía foránea, tal vez como rama menor o de hijos “segundones”. Infortunadamente, hasta el momento, las fechas de El Zotz no pueden sostener esta hipótesis, ya que aún no se han encontrado tiestos tempranos que sean anteriores a la fundación de Yaxchilan.

Otra posibilidad es que El Zotz formase parte de un territorio más amplio, con asentamientos tempranos en la zona al oeste de Tikal y Uaxactun. Una opción más simple es que el uso de estos jeroglíficos en ambas ciudades sea fortuito, al igual que el uso de “Hix Witz” en la zona de Zapote Bobal y La Honradez, al noreste de Petén. Lo que es claro es que la zona merece más investigación epigráfica.

Figura 23

RESUMEN

Los dos temas principales de las investigaciones en El Zotz, llevadas a cabo en enero de 2006, fueron: 1) la cartografía y 2) la epigrafía del sitio. Dichas investigaciones permitieron profundizar en el conocimiento de los patrones constructivos de la ciudad antigua, establecer la ubicación absoluta de sus edificios mayores y, gracias a los fragmentos de sus textos (varios de ellos robados de El Zotz), empezar a definir el objetivo de entender el papel que jugó este sitio en las Tierras Bajas, bajo la sombra de Tikal, su vecino gigantesco.

REFERENCIAS

Andrews, George F.

1986        Notes on “El Zotz”: A Little-Known Site in Peten, Guatemala. Mexicon 8 (6):123-125.

Congreso de la República de Guatemala

1990        Decreto 5-90: Declaración de la Reserva de la Biosfera Maya. Congreso de la República         de Guatemala, Guatemala.

Fields, Virginia M. y Dorie Reents-Budet

2005        Lords of Creation: The Origins of Sacred Maya Kingship. Los Angeles County Museum of Art, Los Angeles.

Laporte, Juan Pedro

2006        Trabajos no divulgados del Proyecto Nacional Tikal, Parte 4: Rescate en El Zotz, San José, Petén. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2005 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.877-895. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Quintana, Oscar y Wolfgang Wurster

2001        Ciudades Mayas del Noreste de Petén, Guatemala. Materialien zur Allgemeinen und Vergleichenden Archaeologie 59:1-194. Mainz am Rhein.

Mayer, Karl Herbert

1993        Maya Inscriptions from El Zotz, Peten, Guatemala. Mexicon 15 (1):4-5.

Ruiz Aguilar, María Elena

2004        Materiales líticos asociados a una ofrenda del Clásico Temprano en El Zotz, Petén, Guatemala. Los Investigadores de la Cultura Maya 12 (1):81-97. Campeche.

Villaverde, Cirilo

1989        El Zotz, Peten, Guatemala. Institute of Maya Studies Newsletter 18 (10):6-7. Museum of Science, Miami.

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