Categorías

06 – EL MONUMENTO 3 DE LA BLANCA, SAN MARCOS: UNA NUEVA ESCULTURA DEL PRECLÁSICO MEDIO – Michael Love Julia Guernsey, Sheryl Carcuz y Molly Morgan – Simposio 19, Año 2005

Descargar este artículo en formato PDF

Love, Michael, Julia Guernsey, Sheryl Carcuz y Molly Morgan

2006        El Monumento 3 de La Blanca, San Marcos: Una nueva escultura del Preclásico Medio. En XIX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2005 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.56-69. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

6

EL MONUMENTO 3 DE LA BLANCA, SAN MARCOS: UNA NUEVA ESCULTURA DEL PRECLÁSICO MEDIO

Michael Love

Julia Guernsey

Sheryl Carcuz

Molly Morgan

Palabras clave

Arqueología Maya, Guatemala, Costa del Pacífico, Costa Sur, La Blanca, monumentos, iconografía, arte Olmeca, Preclásico Medio

MONUMENT 3 AT LA BLANCA, SAN MARCOS:

A NEW MIDDLE PRECLASSIC SCULPTURE

This paper presents information on Monument 3 from La Blanca, San Marcos. This is a unique sculpture, being modeled in earth and mud in a “quadrifoil” shape. This is the first sculpture in such style found on the South Coast and also the oldest know to date in all of Mesoamerica. Dated to the beginning of the Middle Preclassic, Monument 3 is similar to the sculptures from Chalcatzingo, Morelos, but it is also very similar to many examples from the Late Preclassic, especially in the murals of San Bartolo. The four-leaf shamrock is a symbolic portal used to communicate with the underworld. It is also linked to the institution of ahau and shamanism. The form of Monument 3 from La Blanca suggests that it was an altar used in water-linked rituals. The figurines and other associated artifacts support the interpretation of an altar.

El hallazgo del Monumento 3 de La Blanca fue el descubrimiento más notable de la temporada del 2004 en La Blanca (Figura 1). El monumento es único en la Costa Sur, no sólo por sus características artesanales, pero también por su importancia como evidencia de los rituales asociados con el desarrollo de las instituciones del gobierno en Mesoamérica. Además, en este momento el monumento parece ser el ejemplo del cuadrifoliado más antiguo en Mesoamérica.

MATERIALES Y FORMA DE CONSTRUCCIÓN

El Monumento 3 consiste en una escultura hecha con tierra compactada y barro. El monumento tiene la forma de un cuadrifoliado, o sea una flor o un trébol de cuatro pétalos. El cuerpo fue formado por tierra compactada, en la misma forma que otros varios artefactos y rasgos culturales encontrados en el sitio. Generalmente, la tierra utilizada es una marga, consistiendo en arena, arcilla y barro. Después de esculpirla, la tierra compactada fue cubierta con una capa de barro de color café chocolate oscuro, casi negro. Finalmente, el anillo interior fue pintado con rojo hematita.

La forma general del monumento es circular, con un diámetro de 2.10 m. Más específicamente, el monumento consiste en cinco partes: dos anillos, el canal, el borde interior, y una oquedad. Un perfil idealizado del monumento se presenta en la Figura 2. El Anillo 1 originalmente era un círculo completo, pero actualmente falta la parte suroeste. En las partes mejor conservadas, el Anillo 1 tiene un grosor de 10 cm. El Anillo 2 presenta un círculo completo, pero con cuatro puntas o flechas, las cuales se inclinan hacia adentro y dividen el monumento en cuatro partes. El canal, o más bien, los cuatro canales, se ubican entre el Anillo 2 y el borde interior. La parte más alta de cada canal es en un punto intermedio entre las flechas, y la parte más baja es precisamente donde terminan las flechas o sea la boca de la oquedad. El borde interior realmente consiste en cuatro arcos independientes que corren entre las cuatro puntas del Anillo 2 y que forman el lado interior del canal. El interior del monumento tiene la forma de una oquedad de aproximadamente 10 cm de profundidad, medido desde el borde interior. La oquedad es ligeramente cóncava, con la parte más baja unos 3 cm más profundo que la parte más alta.

Figura 1  La Costa Sur occidental y sitios importantes de la época Preclásica

Figura 2  Perfiles del Monumento 3

        La inclinación del Anillo 2, la presencia de un canal y la concavidad del interior del monumento dan la impresión de que el monumento fue hecho para contener agua. Al introducir agua sobre el Anillo 2 o en el canal, el fluido caería hacia el canal y de allá hacia la oquedad. Esa inferencia es consistente con la interpretación que el monumento fungió como un portal al inframundo, lo cual, en la cosmovisión mesoamericana es un lugar acuático.

Se propone que el Monumento 3 fue utilizado como un altar que contenía agua, siendo así el sitio de rituales asociados a la comunicación con el inframundo. Nuestra interpretación está basada en tres observaciones:

  • Primero, que la forma del monumento sugiere que el agua fue
  • introducida al canal para que corriera a la oquedad interior.
  • Segundo, que la alta densidad de figurillas en la Operación 32 sugiere que fue una sede de rituales.
  • Tercero, que la iconografía del cuadrifoliado indica claramente que el Monumento 3 fue considerado como un portal al inframundo.

Figura 3  Mapa del sector norte de La Blanca

CONTEXTO ARQUEOLÓGICO DEL MONUMENTO

La Operación 32 fue colocada en el Montículo 9, ubicado al este del Montículo 1, y es parte de un sector residencial que también incluye al Montículo 8 (Figura 3). El Montículo 8 fue excavado en la Operación 26 en 1985, y se pensó que era una residencia elitista (Love 1999, 2002). La Operación 32 fue llevada a cabo para ampliar la muestra de residencias elitistas. La Operación 32 incluyó nueve suboperaciones, cuya ubicación se muestra en la Figura 4.

Suboperación 32-2, y extensiones

La Suboperación 32-2 fue colocada en la parte noroeste del montículo, y su propósito era buscar áreas de actividad y/o basureros. La unidad fue excavada hasta una profundidad de 1.30 m. A esa profundidad se encontró el Rasgo 59 (Monumento 3). El monumento fue hallado en la última semana de la temporada de campo en febrero de 2004, y no fue posible descubrir completamente el diseño. Luego de ser expuesto ese rasgo en la medida de lo posible, la unidad fue detenida.

En julio del 2004 se continuó la Operación 32 con el propósito de excavar por completo el Monumento 3 (Figura 4). Se calculó el diámetro de la escultura en 2 m, pero para tener una mejor vista de su contexto se amplió el área de trabajo y se decidió excavar un área de 4 x 4 m. Además de abrir la Suboperación 32-5, se colocaron tres unidades más de 2 x 2 m (las Suboperaciones 32-7, 32-8 y 32-9). Para controlar el contexto estratigráfico y preparar dibujos de todos los perfiles, las unidades fueron excavadas consecutivamente, empezando con la Operación 32, Suboperación 7.

Las Figuras 5 y 6 demuestran los perfiles estratigráficos del pozo. Se pueden definir cinco estratos que están presentes en todos los pozos. Varias franjas de otros suelos aparecen en varios pozos.

Figura 4  Planta de la Operación 32

Figura 5  Perfil oeste del pozo del monumento cuadrifoliado

        El Estrato A correspondió al humus, una capa de marga arenosa con mucho material orgánico. El Estrato B fue una marga arcillosa, compacta, de color café claro. El Estrato C consistió en una marga arenosa compacta, con inclusiones de material más arenoso, el que se torna ligeramente plástico al ser mojado. El Estrato D fue una marga arenosa, con muy poco barro. El Estrato E consistió en una marga compacta con muy poca arena, la que se pone muy plástica al ser mojada.

Figura 6  Perfil este del pozo del monumento cuadrifoliado

        El Monumento 3 se encontró cubierto por el Estrato E. Por razones de tiempo todavía no ha sido posible determinar la naturaleza de los estratos debajo del monumento.

RASGOS CULTURALES DEL POZO

Estratos A y B

En los primeros estratos se encontró una serie de entierros y pisos quemados. Parece que los pisos fueron preparados para recibir las inhumaciones.

El Rasgo 52, un fragmento de piso, fue hallado en el Nivel 1. Otro piso, el Rasgo 53, fue hallado en el Nivel 2. Debajo de estos pisos se descubrió un entierro mal conservado (Rasgo 54). El entierro parece haber sido colocado en posición extendida, con la cabeza hacia el sur. No se hallaron ofrendas acompañando al entierro.

En la Suboperación 32-7, se localizó el Rasgo 69, el que correspondió a un entierro, que se encontró en posición ventral y extendida. No hubo ofrendas, pero el entierro fue colocado sobre un piso quemado identificado como Rasgo 70, que se conserva en buen estado en varios lugares, más especialmente debajo del cráneo. En general, el entierro está en una condición de mala conservación y faltan muchos huesos, especialmente los huesos delgados, como las costillas.

Al norte del Rasgo 69, en la Suboperación 32-8 se encontraron dos pisos más, con las mismas características del Rasgo 70. El Rasgo 76 se encontró a unos 20 cm debajo de la superficie, mientras que el Rasgo 77 se encontró a unos 30 cm de profundidad.

Asociados a estos dos pisos se notaron concentraciones de basura doméstica. El Rasgo 71 es una concentración de piedras de moler, mientras que el Rasgo 73 corresponde a una concentración de tiestos.

Estrato C

No se encontraron rasgos culturales directamente asociados con el Estrato C. Sin embargo, al fondo del Estrato C se nota una franja de arena que parecen restos de una superficie de ocupación. En el perfil este del pozo también se nota la huella de un poste y un área de tierra quemada que podría ser evidencia de un fogón.

Estrato D

Los rasgos dentro del estrato D se encontraron al fondo, inmediatamente encima del Estrato E. Hubo una serie de rasgos culturales que tienen una relación compleja. El Rasgo 78 fue un bloque de tierra compactada, posiblemente una huella de un poste. El Rasgo 79 también un bloque de tierra compactada, que parece ser parte de un arco o círculo de ese material. El Rasgo 81 era un piso de tierra compactada. El Rasgo 81 termina un poco al norte del Rasgo 80, y sigue dentro de la pared norte del pozo. El Rasgo 79 era una línea de tierra compactada, que posiblemente fuera el resto de un muro. También asociado a este grupo de rasgos culturales estaba el Rasgo 75, formado por bloques de barro quemado, piedras y tiestos.

Los Rasgos 75 y 78 a 81 aparentemente son los restos de una estructura que se construyó después de que se enterró el Monumento 3. Se debe notar que estos rasgos se encontraron completamente encima del Estrato E que tapa y sella el monumento. El Estrato E separa estos rasgos del Rasgo 72, el piso asociado al Monumento 3.

Estrato E

El Estrato E sella completamente una serie de rasgos, incluyendo el Monumento 3 (Rasgo 59), el más importante. Hubo dos rasgos culturales directamente asociados al monumento. El Rasgo Cultural 72 es un piso de tierra compactada que se extiende al sur hasta alcanzar el Rasgo 73, una concentración de tiestos que corresponden a los restos de una o dos vasijas, aunque el piso desaparecía en la esquina sureste. Al norte, el piso se extendía debajo del Rasgo 80 (el piso al fondo del estrato D). Dentro del Rasgo 72 se encontraron dos círculos de taxcal, uno blanco y otro gris. Los círculos parecen marcar los límites del piso en el lado oeste.

Por su ubicación y por la naturaleza de los materiales de la superficie, el Montículo 9 fue identificado como una residencia elitista de la fase Conchas, aunque en este momento no es posible estar seguros de que el área fue residencial mientras que el Monumento 3 estaba en uso. Un análisis preliminar de la cerámica asociada al monumento indica que fue enterrado durante la sub-fase Conchas C, o sea alrededor de 800-700 AC. Así, se puede decir que el monumento pertenece a una época antes de 700 AC.

ICONOGRAFÍA DEL CUADRIFOLIADO Y SU RELACIÓN AL GOBIERNO

El cuadrifoliado es un símbolo antiguo en Mesoamérica, que tiene sus raíces en la época Olmeca del periodo Formativo y que persiste hasta finales de la época Clásica en las Tierras Bajas Mayas. No obstante su larga duración y amplia distribución por regiones diversas de Mesoamérica, aparentemente conservó una relación consistente con expresiones del poder de la élite, comunicación con lo sobrenatural, y con lugares acuáticos.

El Monumento 3 de La Blanca tiene un lugar importante en el desarrollo histórico y en el uso de este símbolo. El Monumento 3 también presenta algunas cuestiones importantes sobre la función específica, la accesibilidad y la naturaleza política del motivo cuadrifoliado tras la época Preclásica Media en la Costa Sur guatemalteca. Muchas de las cuestiones planteadas por el monumento quedan como temas de las investigaciones en proceso y para el futuro. En este ensayo se desea ofrecer una consideración preliminar de su importancia dentro del marco de la iconografía del Preclásico.

Simbólicamente, el cuadrifoliado representa un portal al inframundo, lo cual es, en la cosmovisión mesoamericana, un lugar lleno de agua. Frecuentemente, el cuadrifoliado es representado como la boca de una cueva, la cual también puede ser mostrada por la boca de un animal. Los primeros cuadrifoliados en el arte mesoamericano son representados como la boca de una cueva. Subsecuentemente, los otros elementos de animal son eliminados y queda sólo el cuadrifoliado como un símbolo del portal.

Los orígenes del cuadrifoliado

El cuadrifoliado en sí no aparece en el arte mesoamericano hasta el Preclásico Medio. Sin embargo, el símbolo tiene sus orígenes en el tema de las cuevas y las bocas de animales. Es bien conocido que la cueva fue considerada como un portal al inframundo en la cosmovisión mesoamericana. En el Preclásico Temprano y Preclásico Medio la cueva está representada simbólicamente como la boca de un animal. Por ejemplo, en el arte Olmeca los tronos o altares llevan la imagen de un hombre sentado dentro de la boca de un animal que frecuentemente en un jaguar (Figura 7). Esta imagen da la idea que los caciques o gobernantes tenían el poder de comunicarse con el inframundo y especialmente con los antepasados. Sencillamente, el cuadrifoliado empezó como una representación de la boca de un animal sobrenatural, así también de la boca de la cueva y del portal al inframundo. Es posible que la forma del cuadrifoliado, o sea una flor, también recuerde a las plantas acuáticas y al inframundo como un lugar acuático.

El cuadrifoliado en el Preclásico Medio

En los monumentos de Chalcatzingo, Morelos, México, fechados para el Preclásico Medio, está claro el significado del cuadrifoliado. El Monumento 9 de Chalcatzingo presenta una vista frontal de una criatura zoomorfa, cuya boca tiene la forma de un cuadrifoliado (Figura 8). El Monumento 9 de Chalcatzingo fue descubierto dentro de una zona doméstica del sitio, sobre una plataforma en la base del Cerro Chalcatzingo (Grove 1999: 262). Grabado en piedra, el Monumento 9 es de tal tamaño que una persona podría pasar por la boca (Angulo 1987:141; Grove 1984:50). El labio inferior de la boca demuestra huellas de uso, lo que sugiere que alguien pasaba por la abertura durante algún rito frente a la población del sitio (tal vez el gobernante de Chalcatzingo).

El Monumento 1 de Chalcatzingo (conocido como “El Rey”), fue grabado en la superficie de una piedra enorme ubicada en el declive del Cerro Chalcatzingo, adyacente a un drenaje que llevaba agua de lluvia desde el cerro hasta abajo en el sitio. El grabado representa un individuo sentado dentro de un motivo en forma de “C”, siendo un cuadrifoliado en perfil (Figura 9). Es posible que el Monumento 1 haga referencia a los ritos asociados al Monumento 9. El cuadrifoliado es la personificación de un monstruo del inframundo indicado por la presencia de un ojo. El cuadrifoliado representa la boca de una criatura sobrenatural igual que en el Monumento 9. Como ha sido notado por Grove y Angulo (1987:55), el Monumento 1 de Chalcatzingo representa la boca de una cueva, lo cual en la Mesoamérica antigua fue equivalente a un portal al inframundo (ver también Heyden 1975; Joralemon 1976:37-40; Tate 1995).

Figura 7  La Venta, Monumento 4

        Las imágenes de “El Rey”, como ha sido observado por Guzmán (1934:241-243), y Grove (1968:487), también están relacionadas a la fertilidad agrícola y a la lluvia. Eso es evidente por las nubes ubicadas arriba del cuadrifoliado y las gotas de lluvia que caen de las mismas. Volutas salen de la boca de la cueva indicando neblina, e imágenes de plantas adornan las esquinas del cuadrifoliado (Grove 1968:486; Grove y Angulo 1987:117). Está implícito que la lluvia cae porque el gobernante entró al portal del cuadrifoliado y se comunicó con lo sobrenatural y con eso demostró su capacidad de mantener la abundancia agrícola y el bienestar de su pueblo (Reilly 1994:261; Taube 1995:99). Así se da otra asociación entre el agua y el símbolo del cuadrifoliado.

El Monumento 13 de Chalcatzingo, aunque está fragmentado, también lleva la imagen del cuadrifoliado. En este monumento se ve un individuo sentado dentro de la abertura del cuadrifoliado (Grove y Angulo 1987:122). Como ha sido indicado por Grove y Angulo, la figura dentro del cuadrifoliado lleva una vestimenta que es muy parecida a la figura que aparece en el Monumento 16 de Chalcatzingo (un gobernante), y la semejanza con “El Rey” sugiere que este monumento también representa un gobernante.

El cuadrifoliado en el Preclásico Tardío

Estos tres monumentos de Chalcatzingo representan evidencia clara de la asociación entre la institución del gobernante y el símbolo de cuadrifoliado ya en el Preclásico Medio. La asociación sigue tras el desarrollo de la época Preclásica, y es evidente especialmente en el Preclásico Tardío.

Figura 8  Chalcatzingo, Monumento 9

Figura 9  Chalcatzingo, Monumento 1

        El sitio de Izapa, Chiapas, que surgió como un centro regional después de la caída de La Blanca (Clark y Pye 2000; Love 1999; Lowe et al. 1982), da evidencia del uso del cuadrifoliado en la Costa Sur durante el Preclásico Tardío. La Estela 8 de Izapa, ubicada en la base del Montículo 30 del Grupo B, presenta un cuadrifoliado en la espalda de una criatura zoomorfa gigante. Como es el caso de Chalcatzingo, el cuadrifoliado de Izapa fue incorporado en el cuerpo del zoomorfo. Dentro del cuadrifoliado, como ha sido indicado por Norman (1976:105), y Taube (1998:439), un gobernante de Izapa está sentado en un trono, lo cual es una representación precisamente del Trono 1 del sitio. Cuando se consideran como un conjunto, el Trono 1 y la Estela 8 forman una asociación entre el poder político, representado por el trono, y el poder sobrenatural, representado por el cuadrifoliado (Guernsey s.f.). La semejanza entre el Monumento 1 de Chalcatzingo y la Estela 8 de Izapa también es obvia, dado que los dos representan gobernantes que se encuentran dentro del portal del cuadrifoliado.

La imagen del cuadrifoliado también tuvo lugar en las Tierras Bajas Mayas durante el Preclásico Tardío, y es notable en los murales de San Bartolo (Taube et al. 2004). Un cuadrifoliado está presente en la pared oeste del Edificio 1 (Las Pinturas), y dentro del portal están sentados dos hombres. Uno de ellos está sobre un trono muy parecido al trono de Izapa. Es muy interesante notar que los colores del cuadrifoliado de San Bartolo son los mismos que en el Monumento 3 de La Blanca: una banda exterior está en negro, mientras que la banda interior está pintada en rojo. También son notables las corrientes de agua que salen del cuadrifoliado, recordando las asociaciones con agua tanto en Chalcatzingo como en La Blanca.

El cuadrifoliado en el Clásico

El símbolo de cuadrifoliado siguió en uso en las Tierras Bajas Mayas en la época Clásica, como es evidente en la iconografía de muchos monumentos. Notable es un altar de El Perú en el cual un gobernante sentando dentro del cuadrifoliado aparece en la espalda de una criatura zoomorfa. Mientras que la imagen se parece mucho a la Estela 8 de Izapa, un texto en el altar de El Perú aduce al significado del cuadrifoliado. La inscripción describe el cartucho como tu yol ak, “en el corazón de la tortuga” o “en el portal de la tortuga” (comunicación personal de Linda Schele a Julia Guernsey 1997).

En éste, el texto hace referencia a la narración de la creación del cosmos y al renacimiento del Dios del Maíz. Asimismo, un panel recién descubierto en Cancuen presenta un portal cuadrifoliado finamente grabado, con vegetación foliada, como es el caso del Monumento 1 de Chalcatzingo. En el caso de Cancuen, el cuadrifoliado sirve como un marco que establece que el gobernante entronizado está en un contexto sobrenatural. El significado del cuadrifoliado, y su relación al gobierno y al agua, también está ilustrado en los Tableros de la Creación de Palenque, Chiapas, México. En esos tableros, el dios Chaak está representado dentro de uno de los dos cuadrifoliados que aparecen en el lado dorsal de un trono (Miller y Martin 2004: 222).

ANÁLISIS DEL MONUMENTO 3 DE LA BLANCA

El Monumento 3 presenta muchas de las características presentes en los ejemplos de cuadrifoliados ya discutidos. Sin embargo, con la posible excepción del Monumento 9 de Chalcatzingo, los otros ejemplos sólo son representaciones de portales. El Monumento 3 de La Blanca era un verdadero portal y como tal funcionó en rituales. También, el Monumento 3 de La Blanca es un ejemplo único de un portal Preclásico que está orientado en un plano horizontal. Se supone que la orientación tenía como fin contener el agua utilizada en los rituales. Un altar cuadrifoliado en el sitio Aguacatal, México, parece haber sido utilizado de manera similar.

En este momento no se tiene evidencia de ofrendas asociadas al monumento, aparte del Rasgo 73 que podrían ser restos de vasijas dejadas como tal. Es posible que en los rituales asociados al Monumento 3 de La Blanca también se hayan utilizado figurillas. La Operación 32 contuvo una alta densidad de figurillas que incluye ejemplos completos o casi completos (Figura 10).

Aunque no se comprende por completo el contexto social del Monumento 3, como ya se ha indicado, el Montículo 9 parece haber sido una residencia de élite. En las otras suboperaciones de la Operación 32 se encontraron rasgos domésticos, incluyendo basureros con tiestos de cerámica utilitaria, piedras de moler, restos de fauna y restos botánicos. Esos rasgos culturales se encuentran hasta en los niveles más bajos de la operación. Así, a primera vista, el monumento parece haber sido puesto en el contexto doméstico, en una manera parecida al Monumento 9 de Chalcatzingo, pero no se puede asumir qué categorías como público-privado o cotidiano-sagrado tenían sentido en la Mesoamérica del Preclásico Medio. Aún falta definir mejor el contexto del Monumento 3 de La Blanca y los otros rasgos culturales y materiales asociados. Ese trabajo será un desafío para temporadas futuras en el sitio.

Figura 10  Figurillas encontradas en la Operación 32

REFERENCIAS

Angulo, Jorge V.

1987        The Chalcatzingo Reliefs: An Iconographic Analysis. En Ancient Chalcatzingo (editado por David C. Grove), pp.132-158. University of Texas Press, Austin.

Clark, John E. y Mary E. Pye

2000        The Pacific Coast and the Olmec Question. En Olmec Art and Archaeology in Mesoamerica (editado por John E. Clark y Mary E. Pye, pp. 217-251. Studies in the History of Art 58. Center for Advanced Study in the Visual Arts, National Gallery of Art, Washington, D.C.

Grove, David C

1968        Chalcatzingo, Morelos, Mexico: A Reappraisal of the Olmec Rock Carvings. American Antiquity 33: 486-491.

1984        Chalcatzingo: Excavations on the Olmec Frontier. Thames and Hudson, London.

1999        Public Monuments and Sacred Mountains: Observations on Three Formative Period Sacred Landscapes. En Social Patterns in Pre-Classic Mesoamerica (editado por David C. Grove y Rosemary A. Joyce), pp.255-299. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.

Grove, David C. y Jorge Angulo V.

1987        A Catalog and Description of Chalcatzingo’s Monuments. En Ancient Chalcatzingo (editado por David C. Grove), pp.114-131. University of Texas Press, Austin.

Guernsey, Julia

s.f.        Ritual and Power in Stone: The Political and Cosmological Significance of Late Preclassic Izapan-Style Monuments. University of Texas Press, Austin.

Guzmán, Eulalia

1934        Los relieves de las rocas del Cerro de la Cantera, Jonacatepec, Morelos. Anales del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, Épocas 5, 1 (2):237-251. México.

Heyden, Doris

1975        An Interpretation of the Cave Underneath the Pyramid of the Sun in Teotihuacan, Mexico. American Antiquity 40 (2):131-147.

Joralemon, Peter David

1976        The Olmec Dragon: A Study in Pre-Columbian Iconography. En Origins of Religious Art and Iconography in Preclassic Mesoamerica (editado por H.B. Nicholson), pp.27-71. UCLA Latin American Center Publications, Los Angeles.

Love, Michael W.

1999        Ideology, Material Culture, and Daily Practice in Pre-Classic Mesoamerica: A Pacific Coast Perspective. En Social Patterns in Pre-Classic Mesoamerica (editado por David C. Grove y Rosemary A. Joyce), pp.127-153. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.

2002        Early Complex Society in Pacific Guatemala: Settlements and Chronology of the Río Naranjo, Guatemala. Papers of the New World Archaeological Foundation, no.66. Brigham Young University, Provo.

Lowe, Gareth W., Thomas A. Lee y Eduardo Martínez Espinosa

1982        Izapa: An Introduction to the Ruins and Monuments. Papers of the New World Archaeological Foundation, no.31. Brigham Young University, Provo.

Miller, Mary y Simon Martin

2004        Courtly Art of the Ancient Maya. Thames and Hudson, New York.

Norman, Garth V.

1976        Izapa Sculpture, Part 2: Text. Papers of the New World Archaeological Foundation, no.30. Brigham Young University, Provo.

Reilly, F. Kent

1994        Visions to Another World: Art, Shamanism, and Political Power in Middle Formative Mesoamerica. Tesis de Doctorado, University of Texas at Austin.

Tate, Carolyn E.

1995        Art in Olmec Culture. En The Olmec World: Ritual and Rulership, pp.47-67. The Art Museum, Princeton University, Princeton.

Taube, Karl

1995        The Rainmakers: The Olmec and Their Contribution to Mesoamerican Belief and Ritual. En The Olmec World: Ritual and Rulership, pp. 83-103. The Art Museum, Princeton University, Princeton.

1998        The Jade Hearth: Centrality, Rulership, and the Classic Maya Temple. En Function and Meaning in Classic Maya Architecture (editado por Stephen D. Houston), pp.427-478. Dumbarton Oaks, Washington, D.C.

Taube, Karl, William A. Saturno y David S. Stuart

2004        Identificación mitológica de los personajes en el Muro Norte de la Pirámide de Las Pinturas Sub-1, San Bartolo, Petén. En XVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2003 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.871-880. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *