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85 Un patrón de entierros infantiles en vasijas durante la transición del Clásico Tardío al Terminal en Chichen Itza, Yucatán – Eduardo Pérez de Heredia Gabriel Euan Canul Francisco Pérez Ruiz José F. Osorio José Manuel Arias – Simposio 18, Año 2004

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Pérez de Heredia, Eduardo, Gabriel Euan Canul, Francisco Pérez Ruiz, José F. Osorio y José Manuel Arias

2005        Un patrón de entierros infantiles en vasijas durante la transición del Clásico Tardío al Terminal en Chichen Itza, Yucatán. En XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo y H. Mejía), pp.891-904. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

85

UN PATRÓN DE ENTIERROS INFANTILES EN VASIJAS

DURANTE LA TRANSICIÓN DEL CLÁSICO TARDÍO AL TERMINAL EN CHICHEN ITZA, YUCATÁN

Eduardo Pérez de Heredia

 Gabriel Euan Canul

Francisco Pérez Ruiz

José F. Osorio

José Manuel Arias

Palabras clave:

Arqueología Maya, México, Yucatán, Chichen Itza, entierros, ofrendas, cerámica Pizarra

En este trabajo se presenta un patrón de entierros infantiles en vasijas que ha sido detectado en las excavaciones del Proyecto Chichen Itza y que parecen ser características de la transición del Clásico Tardío al Clásico Terminal en este sitio (aproximadamente entre 800 y 850 DC). La muestra consta de cuatro ejemplos recuperados en tres partes distintas de la ciudad.

ENTIERRO EN EL HOTEL MAYALAND

El primer ejemplo fue recuperado en respuesta a una noticia de destrucción relacionada con la instalación de tendido eléctrico en terrenos del Hotel Mayaland (al excavar para la construcción de una base de concreto para una subestación eléctrica), el cual se ubica dentro de la zona arqueológica. El entierro, hallado por los operarios en una zona de Kankabal (áreas planas de tierra rojiza características del norte de Yucatán), había sido removido de su lugar y arrojado posteriormente a una sascabera, de donde fue recuperado por un miembro del proyecto (Pérez Ruiz 1997). El entierro se localizó en una zona supuestamente libre de estructuras, cerca de un conjunto de basamentos habitacionales, aunque posteriormente se localizó allí el Sacbe 81 (ramal del Sacbe 61; Pérez Ruiz, comunicación personal 2004). Las vasijas se encontraban muy fragmentadas y revueltas, y fueron escasos los fragmentos de huesos rescatados, aunque suficientes para determinar un entierro infantil.

Las vasijas que componen este entierro consisten en una jarra (olla o cántaro), y un plato trípode (Figura 1), ambos del tipo Chemax Negro sobre Pizarra, el cual es característico del complejo Yabnal/Motul del Clásico Tardío en Chichen (600-800/830 DC). Es necesario mencionar que la cerámica Pizarra es una tradición tecnológica de larga duración en el norte de Yucatán, que abarca desde el Clásico Tardío hasta el Posclásico Temprano, y que se caracteriza por el uso de ceniza volcánica como desgrasante. La cerámica Pizarra del complejo Motul (Clásico Tardío), que en ocasiones es denominada “Pizarra Temprana”, ha sido definida recientemente gracias a los esfuerzos de diversos autores (Boucher 1992; Varela 1998; Pérez de Heredia 1999; Chung 2000).

La jarra está cortada a la altura del hombro, careciendo de cuello y borde, pues su interior sirvió de contenedor al entierro, mientras el plato, volteado boca abajo, servía de tapa (Figura 1). La jarra es de forma globular con tres asas, de tamaño grande. Dos de las asas están rotas, en un claro ejemplo de reciclado de una vasija rota.         Presenta un engobe bastante uniforme de color amarillo naranja claro (Munsell 10YR7/4), hasta naranja pálido (Munsell 7.5YR7/4), con huellas poco perceptibles de decoración por chorreado de color naranja (Munsell 5YR6/8). Se encontró muy fragmentada en pedazos pequeños. La pasta ha perdido su compactación característica de vajilla Pizarra (quizá por condiciones del enterramiento o relacionadas con las condiciones a que fue sometida durante su uso y posible re-uso previo al enterramiento).

De una forma peculiar, poco común en Chichen, el plato trípode de soportes huecos que sirvió como tapa presenta un borde en forma engrosado muy distintivo, y un engobe homogéneo de color gris claro (Munsell 7.5YR8/1 hasta 7.5YR8/2). El engobe gris claro, bastante uniforme, presenta ya un alejamiento de los engobes característicos de la pizarra Motul (disparejos y con frecuentes manchas de cocción), a la vez que presenta una textura jabonosa en las partes mejor conservadas. El plato tiene una decoración de puntos alrededor del borde, y un diseño en el fondo en forma de rana (Figura 1). Uno de los soportes presenta marcas incisas más o menos paralelas, producto posiblemente del uso previo al enterramiento. Así mismo muestra manchas rojizas post-cocción al interior (quizá de hematites).

Esta forma de plato, de la que se cuenta con otra vasija completa hallada en el chultun de Tres Dinteles, con diseño de una tortuga (Figura 2), de color gris claro (Munsell 2.5Y8/2), y fragmentos aislados alrededor del sitio, podría representar una moda tardía de platos de la vajilla Pizarra Temprana del complejo Motul. Otro ejemplo ha sido recuperado en un contexto de entierro en el poblado de Tikimul, a unos 15 km al sureste de Chichen Itza (Figura 2). Este es de color gris claro (Munsell 5YR8/2), hasta gris rojizo claro (Munsell 2.5YR7/2).

Figura 1 Ofrenda de entierro, Rescate Línea Eléctrica Mayaland

Figura 2 Platos de borde engrosado, Chemax Negro sobre Pizarra

ENTIERRO BAJO EL ALTAR 5C1a DEL GRUPO DE LA SERIE INICIAL (ENTIERRO 6)

Varios años después del caso anterior, fue hallado otro entierro de las mismas características en el Grupo de la Serie Inicial, a unos 800 m al sur del Complejo de Las Monjas (con el cual se une a través del Sacbe 25). Éste, catalogado como Entierro 6, fue hallado durante la excavación de un pequeño altar (Estructura 5C1a; Euan Canul 2004). En esta ocasión el hallazgo fue debidamente excavado y registrado, permitiendo las condiciones su traslado completo al laboratorio del proyecto, donde se realizó la excavación del interior de la vasija en que se encontraba el entierro. El área en que se halló este ejemplo se localiza en la parte noroeste de la plataforma del Grupo de la Serie Inicial, donde se han encontrado una serie de entierros en años recientes (Euan Canul 2004).

Nuevamente existen dos vasijas del complejo Yabnal/Motul, pero en este caso la forma corresponde a dos cazuelas, una de color naranja como contenedor y otra de color rojo usada como cubierta (Figura 3).

La primera puede encuadrarse en el tipo Chemax Negro sobre Pizarra, debido al tipo de engobe y técnica de acabado. Presenta una silueta globular y un tipo de borde engrosado muy angulado que no es característico comúnmente de las modas de bordes de cazuelas de la Pizarra Motul (un ejemplo semejante de cazuela fue excavado recientemente en un contexto no funerario en el sector suroeste del Grupo de la Serie Inicial; Schmidt 2001). Esta cazuela, que presenta una manufactura un tanto burda, tiene una de las asas ligeramente deteriorada, posiblemente por el uso previo al entierro. El engobe es translúcido, bastante jabonoso en las áreas mejor conservadas, aunque se ha perdido en su mayor parte. Presenta manchas de cocción muy aparentes con colores naranjas y grises. El color oscila así desde el naranja pálido (Munsell 5YR8/3), al naranja rojizo pálido (Munsell 2.5YR7/4), hasta el naranja (Munsell 2.5YR7/6), y por otro lado aparece una mancha grande de color gris claro (Munsell 5Y7/2).

La cazuela que cubría el entierro ha sido clasificada como perteneciente al tipo Cassasus Rojo: variedad Chichen del complejo Yabnal/Motul. Presenta una silueta más globular y un tipo de borde de almohada más característico de la moda de cazuelas de la Pizarra Motul. El engobe es más homogéneo al interior que al exterior, básicamente rojo (Munsell 10R4/8), con manchones naranjas (Munsell 2.5YR7/6), y amarillo anaranjado claro (Munsell 10YR8/3).

Presenta un asa rota, muy posiblemente en un acto previo al enterramiento. La manufactura es burda, al igual que la de la otra cazuela, y ambas fueron hechas posiblemente con técnica de enrollado. En las zonas mejor conservadas el engobe es bastante jabonoso.

Desafortunadamente, el tema de las vajillas rojas de Chichen anteriores al complejo Sotuta aún ha sido poco estudiado, y los emplazamientos de forma y variabilidad de engobe no se conocen aún tan bien como en el caso de las vajillas Pizarra.

De acuerdo a Arias (2004), el entierro pertenece a un infante de sexo indeterminado, con una edad entre dos y tres años, en un estado mal de conservación.

MURALLA JUNTO AL ARCO DEL GRUPO DE LA SERIE INICIAL (ENTIERRO 24)

A poca distancia del entierro anterior, se localizó otro entierro infantil en vasija junto a la muralla norte del Grupo, durante las excavaciones del Arco de entrada a la Serie Inicial (Entierro 24; Euan 2002).

En este caso, las vasijas son una cazuela mediana que sirvió de contenedor, y un plato de base lisa que hizo las veces de tapa (Figura 4). Ambas aparecieron muy fragmentadas y fueron excavadas in situ. El plato es de menor diámetro que la cazuela y fue encontrado en su interior, aplastando prácticamente el esqueleto de un neonato. Ambas vasijas pueden clasificarse en el tipo Chemax Negro sobre Pizarra del Complejo Yabnal/Motul.

La cazuela es de borde engrosado al exterior, ligeramente evertido, presentando una elegante curvatura que refleja un elevado grado técnico en su manufactura. El engobe es bastante uniforme y cubriente. En el exterior presenta un color gris claro rojizo a gris claro (Munsell 2.5YR7/1;7/2 a 2.5Y7/1), con manchas negras de cocción, mientras en el interior es de color gris claro (Munsell 10YR8/1). Presenta marcas de raíz de color claro, características de la pizarra Motul, y algunas marcas moradas, difusas, que podrían ser antecedentes de las características marcas de raíz de la pizarra Cehpech. Está decorada con una serie de puntos pintados alrededor del borde, de color naranja (Munsell 2.5YR6/6; es importante aclarar que aunque el tipo se denomina Chemax Negro sobre Pizarra, la técnica de cocción de estas vasijas posterior a la pintura provoca frecuentemente cambios en el color de la pintura, la cual tiende generalmente hacia el naranja). Al interior muestra huellas de desgaste en forma circular, quizá provocadas por el plato que cubrió el entierro, y huellas leves de rotura (posiblemente previas a su utilización como urna funeraria).

El plato que cubrió el entierro es de similar manufactura que la cazuela, y también presenta una decoración de puntos alrededor del borde de color naranja (Munsell 7.5YR7/6). El engobe es bastante uniforme, de un color gris suave rojizo (Munsell 2.5YR7/1), semejante al exterior de la cazuela, tanto en el exterior como en el interior. El fondo se encuentra muy erosionado, hasta verse el color rojizo de la pasta, donde destacan marcas de raíz blanquecinas muy finas.

En cuanto al individuo enterrado, de acuerdo a Arias (2004), se trata de un infante de sexo indeterminado, neonato, de cero a tres meses de edad (es interesante notar que aparece mezclado con huesos de animales).

Figura 3 Entierro 6, Estructura 5C1a

Figura 4 Vasija del Entierro 24, Chemax Negro sobre Pizarra

TRES DINTELES (CISTA 4; ENTIERRO 28)

Por último, se cuenta con un entierro infantil en vasija hallado en un pozo estratigráfico realizado en el edificio de los Tres Dinteles (Estructura 7B3), que pertenece claramente al complejo Yabnal/Motul (Pérez de Heredia 2004). El entierro se encontró dentro de una cista formada por lajas de piedra colocadas de canto, con una gran losa sin labrar como tapa (Figura 5). Este entierro forma parte de un conjunto de siete cistas halladas recientemente bajo la terraza que sirve como base al mencionado Edificio de los Tres Dinteles. Fue hallado en cercana asociación con una cista que contenía un entierro femenino (Cista 5). Ambos podrían haber estado emparentados.

Dentro de la cista 4 se halló primero una pequeña jarra estriada sin engobe (Figura 6). Más abajo, se encontró una jarra de gran capacidad, tumbada, del tipo Chemax Negro sobre Pizarra, la cual se extrajo completa y se trasladó al campamento del Proyecto Chichen, donde fue excavada por Francisco Pérez. La jarra se encontró rota intencionalmente en su parte ventral.

A través de esa abertura se introdujeron las vasijas que contenían el entierro. Se trata de un cuenco del tipo Itzimna Rojo sobre Naranja: variedad Acanalada, del grupo Kinich (color naranja; Munsell 5YR7/8), y de un plato del tipo Chemax Negro sobre Pizarra (color amarillo grisáceo; Munsell .5Y7/2), que contenían los fémures de un infante de sexo indeterminado de dos a tres años de edad (Arias 2004).

La pequeña jarra estriada ha sido clasificada provisionalmente como Tipo No Designado Estriado del Complejo Motul. Otras dos jarritas similares fueron recuperadas en otras dos cistas contiguas a esta (Pérez de Heredia 2004). Es de color naranja amarillento pálido (Munsell 10YR7/3), con partes de color naranja (Munsell 7.5YR7/6), y presenta manchas negras por exposición directa al fuego, presumiblemente post-cocción. Su estado de conservación es muy bueno.

La jarra que contenía el entierro muestra un engobe bastante homogéneo de color gris cafetoso claro (Munsell 7.5YR7/4), con decoración chorreada. Es similar a la reportada por Brainerd para Dzebtun (1958: Fig.35). Una vasija semejante se conoce de un rescate en Pixoy, en las cercanías de Valladolid (Burgos y Palomo 1984), y recientemente se ha reportado otra de un entierro en Dzibilchaltun (Maldonado et al. 1998).

Aunque no se conocen más casos de entierros infantiles en vasijas en Chichen Itza, se recuerda que entierros secundarios en dos jarras se descubrieron debajo del piso de la plataforma rectangular de El Caracol (Ruppert 1935:119-120). Contenían huesos calcinados y ambas vasijas parecen ser del tipo Piste Estriado, del complejo Sotuta, por lo que serían posteriores al siglo IX.

Por otro lado, se cuenta con un entierro múltiple infantil en una oquedad excavada en ocasión de la construcción de la pista aérea de Chichen Itza en 1967. Este hallazgo estaba formado por los restos óseos de casi 100 individuos infantiles, asociados al parecer con cerámica del complejo Sotuta (Schmidt y Márquez 1984).

Asimismo se han reportado fragmentos óseos de infantes y neonatos en una variedad de contextos del sitio, como el Cenote Sagrado (Hooton 1940), el Osario, el Sacbe 1 (Bennett 1996), y el Grupo de la Serie Inicial (Arias, comunicación personal 2004). La mayoría de estos pueden asociarse razonablemente al complejo Sotuta, del Posclásico Temprano.

Figura 5 Cistas 4 y 5 en Tres Dinteles

Figura 6 Vasijas en Cista 4 de Tres Dinteles

CASOS COMPARABLES EN EL NORTE DE YUCATÁN

Dos entierros localizados en Isla Cerritos aparentemente de neonatos (Gallareta, comunicación personal 2004), parecen ser el caso comparativo ideal para los ejemplos de Chichen. Uno de ellos ha sido publicado: descubierto durante las exploraciones de este sitio costero en 1984-85 (Andrews et al. 1988), el entierro está formado por un contenedor en forma de jarra de gran capacidad, y un cuenco trípode rojo como cubierta (Cervera 1996:128).

La jarra sin cuello, de silueta globular y borde gubiado, ha sido presentado como del grupo Muna Pizarra del Complejo Cehpech (Andrews et al. 1988), tradicionalmente del Clásico Terminal (800-1000 DC, según Smith 1971). Por su parte, el cuenco de soportes huecos trípodes ha sido presentado como del tipo Dzibiac Rojo (Andrews et al. 1988), del Complejo Sotuta (fechado tradicionalmente en el Posclásico Temprano, 1000-1200 DC, según Smith 1971).

Estas vasijas han sido de gran importancia en la discusión de la cronología y el emplazamiento de los horizontes cerámicos del Clásico Terminal y Postclásico Temprano en el norte de Yucatán, dado que representan aparentemente a dos complejos diferentes, Cehpech y Sotuta (Andrews et al. 1988). Así, este hallazgo sirvió para reforzar un argumento que proponía un emplazamiento más temprano para el complejo Sotuta que el año 1000, como sustentaba la visión tradicional, y que es hoy conocido como la teoría del traslape (Ball 1979; Sabloff y Andrews 1986).

Ambas vasijas se encuentran hoy en día en el Museo Regional de Antropología “Palacio Cantón”. Desde hace algún tiempo, hay un desacuerdo con la identificación tipológica de estas vasijas (Sylviane Boucher y E. Pérez de Heredia 1998, observación personal). El tipo de técnica del acabado de superficie – engobe y decoración – de la jarra es claramente del tipo Chemax Negro sobre Pizarra, del complejo Motul (Pérez de Heredia 2002, 2003). En cuanto al cuenco trípode, ni por su forma ni por su acabado de superficie es posible clasificarle en el tipo Dzibiac Rojo; su tono anaranjado oscuro apunta más hacia el tipo Teabo Rojo del complejo Cehpech (aunque también podría ser un caso del tipo Cassasus Rojo del complejo Motul). De pertenecer al tipo Teabo Rojo, se tendría una asociación de una vasija del complejo Motul con otra del complejo Cehpech, lo cual sitúa al hallazgo en un momento transicional entre Motul y Cehpech, en vez de un momento transicional entre Cehpech y Sotuta.

Por lo tanto, el caso de Isla Cerritos encaja perfectamente en el marco cronológico, y este entierro infantil debe fecharse para el Clásico Tardío o la transición del Clásico Tardío al Clásico Terminal. En cualquier caso, estas vasijas no pueden ser utilizadas para apoyar la teoría del traslape entre el Clásico Terminal y el Posclásico Temprano como fue propuesto en los años ochentas (Andrews et al. 1988), pues ninguna de las dos vasijas pertenece al complejo Sotuta.

En Dzibilchaltun se cuenta con un caso de entierro infantil en vasija debajo del piso de una plaza. Está formado por una jarra de color negro y un plato de color rojo, y pertenecería al periodo Clásico Tardío según Ruz Lhuillier (1989:142).

Además, en Dzibilchaltun se ha reportado recientemente un entierro de un adulto en una jarra de gran capacidad del tipo Chemax negro sobre Pizarra (Maldonado et al. 1998, 2004), asociada con cerámica Naranja Fina Balancan. Aquí hay claramente una asociación de una vasija del complejo Motul (la jarra Chemax), con vasijas del complejo Cehpech (las vasijas Balancan). La jarra es de la misma forma que la hallada en el entierro de Tres Dinteles que se mostró arriba.

La vasija con entierro de Izamal mencionada por Diego de Landa (1973:12; 107) podría pertenecer también al complejo Motul. En dos ocasiones el fraile menciona que se trata de un cántaro grande de tres asas, destacando que está pintado “por fuera de unos fuegos plateados”. Como se muestra en los ejemplos de Chichen, Dzibilchaltun y Pixoy, las vasijas Chemax son jarras de gran capacidad, de tres asas, y los “fuegos plateados” retratan con bastante exactitud los brillos metálicos iridiscentes que caracterizan a la vajilla Pizarra del complejo Motul.

Aunque Ruz incluye a Kabah en su mapa de sitios con entierros en vasijas, la evidencia en ese sitio del Puuc es poco sólida. En palabras de Ruz, se halló “una cámara de poca altura… con una pequeña fosa que pudo ser antecámara o contener un entierro infantil, pero que se halló vacía…; la cámara contenía dos grandes vasijas de barro y ceniza” (Ruz Lhuillier 1989:141).

Los entierros infantiles en vasijas aparecen muy frecuentemente en la isla de Jaina. De acuerdo a Ruz (1989:150), en ese sitio “las vasijas son siempre ollas globulares. Aparecen en la tierra, cubiertas con un cajete también de barro y por lo general debajo de piedras. Contienen únicamente entierros primarios infantiles (hay un solo caso de entierro secundario, también infantil, después de cremación sobre un total aproximado de 70 entierros en ollas). Los restos parecen corresponder a niños de muy poca edad (frecuentemente menos de un año), y los cuerpos fueron colocados en posición fetal, a veces cubiertos con pintura roja. Las ofrendas comprenden cerámica (muchas vasijas en miniatura y figurillas), objetos de concha, hueso, pedernal y caracoles”.

Aunque muchos no han sido aún publicados, varios entierros infantiles en vasijas han sido excavados en los últimos años en el norte de Yucatán. Por ejemplo, un entierro infantil en una olla pizarra con pintura chorreada fue hallado a un lado de la escalinata del grupo Canul de Oxkintok, que da inicio al Sacbe que une este grupo con el Grupo May (R. Velázquez, comunicación personal 2003).

Por su lado, Gallareta informa de un entierro infantil en vasija del Clásico Tardío/Terminal excavado recientemente en el sitio de Kiuic, también en el área Puuc (Tomás Gallareta, comunicación personal 2004).

Asimismo en la ciudad de Mérida, en el rescate llevado a cabo en la colonia San Pablo Oriente, fue hallado un entierro infantil en una jarra Chuburna Café del Complejo Cochuah (300-600 DC; Concepción Hernández, comunicación personal 2004).

En Xcambo se localizaron varios entierros infantiles en vasijas, frecuentemente en jarras del tipo Nimun Café, también del Clásico Tardío (José F. Osorio, comunicación personal 2004).

FECHAMIENTOS

Los dos ejemplos del Grupo de la Serie Inicial se localizaron en una extensión de la plataforma original Motul que se realizó en la primera fase del complejo Cehpech (Pérez de Heredia 2004), y por lo tanto los entierros pueden fecharse contextualmente para la primera mitad o mediados del siglo IX (aprox. 830-870 DC). Un entierro de adulto con vasijas que pueden considerarse como puras Cehpech (dos de ellas son del tipo Muna Pizarra que se fecha tradicionalmente entre 800 y 1000 DC; Smith 1971), fue hallado en esta misma extensión de plataforma en la que se encuentran los entierros infantiles.

Otra cuestión es el fechamiento de las vasijas, las cuales pertenecen al complejo Yabnal/Motul, pudiéndose argumentar un emplazamiento modal en una faceta tardía del complejo. No obstante, por su clara posición estratigráfica, es evidente que ambos casos de la Serie Inicial representan claros ejemplos de pervivencia de vasijas de un complejo anterior (Yabnal/Motul), durante el inicio del nuevo complejo Cehpech.

El caso del entierro hallado en el hotel Mayaland presenta mayores dificultades para su emplazamiento cronológico, dado que no se conoce su contexto. Podría argumentarse una faceta tardía del complejo Motul en base a detalles modales del plato que sirvió como cubierta, e incluso, como en los otros dos casos, puede considerarse abierta la posibilidad de que el enterramiento haya ocurrido a inicios del complejo Cehpech.

El entierro de Tres Dinteles, por su parte, pertenece estratigráficamente a la mitad del complejo Yabnal/Motul, y no puede incluirse dentro del patrón de entierros infantiles transicionales que aquí se plantea.

ICONOGRAFÍA

Imágenes de vasijas semejantes a las cazuelas con asas de los entierros infantiles que se presentan en este trabajo, se localizan en los frisos del Edificio de Los Falos, en el Grupo de la Serie Inicial de Chichen Itza, donde han sido recientemente excavados y restaurados (Figuras 7 y 8; Osorio 2003). El Palacio de Los Falos (Estructura 5C14; que mide 37 m de largo por 6.80 m de ancho), recibe el nombre de las esculturas de falos empotradas en las paredes laterales de sus diez cuartos abovedados. El edificio está decorado al exterior por falsas celosías en forma de estera en los muros basales, mientras el friso cuenta con paneles esculpidos (Osorio 2003).

Hasta el momento se han encontrado restos de 16 paneles, de los cuales nueve se encuentran completos. Las escenas más comunes muestran escenas de auto-sacrificio realizadas por las deidades representadas, las cuales se conocen con el nombre de pawahtunes. Aparecen en estas imágenes vasijas con asas que sirven para colectar la sangre de los rituales de perforación del pene que realizan los pawahtunes (Osorio 2003; Figura 7). Estas escenas aparecen al menos en siete de los paneles, con diferencias en vestuario y decoración de los personajes. En ocasiones, como en el Panel 8 (Figura 7), los dos personajes del panel realizan auto-sacrificio. Otras veces, como en el Panel 1, un personaje con elaborado tocado y vestimenta, presenta una ofrenda de comida, posiblemente un tamal, al pawahtun que realiza el sacrificio. En un caso (Panel 4; Figura 7), hay hasta tres personajes de perfil, y un personaje menor, posiblemente un niño, en una presentación de ofrendas.

Se cuenta con la representación de un pequeño personaje, posiblemente un niño, sentado sobre una cazuela con asas (Panel 7; Figura 8), que puede relacionarse, aunque sea a nivel hipotético, con los entierros del mismo grupo. Incluso se puede hablar de un fechamiento contemporáneo para el friso y los entierros infantiles. De acuerdo a los estudios del Proyecto Chichen, la construcción del Edificio de Los Falos (5C14), corresponde a los inicios-mediados del complejo cerámico Cehpech en Chichen Itza (830-870 DC). Finalmente, en uno de los paneles hay un jaguar saliendo de una de las vasijas, mientras una serpiente emerge de otra cazuela (Panel 5; Figura 8). Aunque el significado de esta imagen es aún más incierto que el del niño, se recuerda que en el caso del Entierro 24 se encontraron asociados huesos de animales.

OSTEOLOGÍA

El análisis osteológico corrió a cargo del antropólogo físico J. Manuel Arias. La asignación de edad de los sujetos infantiles se determinó tanto en base a las tablas de desarrollo y brote dental (Kósa 1989), como de medidas y aparición de los centros de osificación propuestas por Ubelaker (1989), así como también los datos de Ferembach y colaboradores (1979).

Los resultados son los siguientes: en dos casos (el entierro bajo el Altar 5C1a y el entierro de Tres Dinteles), se trata de infantes de sexo indeterminado, con una edad entre dos y tres años. En un caso (entierro del Arco), se trata de un neonato, de cero a tres meses de edad, de sexo indeterminado (mezclado con huesos de animales). En el último caso (Mayaland), no fue posible determinar sexo ni edad. Desde el punto de vista de la antropología física, cuando en una serie ósea existe la presencia de niños, normalmente se interpreta de dos maneras: o bien hay algún tipo de problema de estrés ambiental (Cohen et al. 1984; Cohen 1989), o bien se atribuyen prácticas de orden cultural.

En el primer caso se trata de prácticas o condiciones insalubres que existen en el entorno físico que rodea al sujeto o de carencias alimenticias que afectan su integridad inmunológica haciéndolo vulnerable y presa de enfermedades. En el segundo caso podría tratarse de muertes ocasionadas por prácticas debida a las costumbres que se tengan acerca del destete; o a una práctica ritual de infanticidios (Faulhaber 1995). En el caso de Chichen Itza, entre los niños inhumados no se observaron huellas de tipo traumático, por lo cual el análisis osteológico no apoya la idea de un caso de sacrificio infantil.

Figura 7 Paneles del Edificio de Los Falos

Figura 8 Paneles del Edificio de Los Falos

CONCLUSIÓN

Los entierros infantiles en vasijas son una práctica frecuente en el norte de Yucatán, debido posiblemente más a cuestiones de facilidad operativa que a imperativos ideológicos: en pocas palabras, las vasijas son excelentes contenedores para la inhumación de infantes, y en ocasiones incluso para adultos. Las edades de los individuos representadas en la muestra corresponden a etapas ontogéneticas en las que una serie de factores se conjugan para afectar el crecimiento y desarrollo de los infantes.

Sin embargo, en Chichen Itza se podría estar en presencia de actividades rituales de sacrificios infantiles, como parte de ritos más complejos asociados posiblemente a la construcción de nuevos edificios, como en el caso del Edificio de Los Falos. Estos rituales serían característicos de los inicios del Clásico Terminal en el sitio, y pueden fecharse para la primera mitad del siglo IX DC.

A nivel de la cronología del sitio, algunos de estos entierros son excelentes ejemplos de pervivencia de vasijas de un complejo (Motul), durante el complejo siguiente (Cehpech). Este tipo de comportamiento puede observarse también en otros sitios del norte peninsular durante esta época. Aunque el fin del complejo Motul se establece tradicionalmente hacia 800 DC, la persistencia del empleo de cerámica Pizarra Motul hasta al menos 830 DC puede argumentarse en base a recientes ejemplos de contextos en otros sitios de la península, como Dzibilchaltun (Maldonado y Góngora 1998, 2004); Ek Balam (Pérez de Heredia 2001), así como la corrección tipológica y cronológica del ejemplo de Isla Cerritos que se presenta en este trabajo.

AGRADECIMIENTOS

A Sylviane Boucher, Blanca Rodríguez González y Landy Pinto. Las vasijas de los entierros de Chichen Itza presentadas ahora han sido debidamente restauradas en el taller del Centro INAH-Yucatán.

REFERENCIAS

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