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85 Levantamiento topográfico en El Resbalón, Quintana Roo, México – Javier López Camacho y Kenichiro Tsukamoto – Simposio 16, Año 2002

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López Camacho, Javier y Kenichiro Tsukamoto

2003         Levantamiento topográfico en El Resbalón, Quintana Roo, México. En XVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2002 (editado por J.P. Laporte, B. Arroyo, H. Escobedo y H. Mejía), pp.959-970. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

85

LEVANTAMIENTO TOPOGRÁFICO EN EL RESBALÓN,

QUINTANA ROO, MÉXICO

Javier López Camacho

Kenichiro Tsukamoto

El Resbalón es de los pocos sitios en el sur de Quintana Roo con presencia de monumentos grabados. A finales de los años setenta, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en colaboración con investigadores de la Universidad de Missouri y del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, realizó el registro de tres escaleras jeroglíficas, junto con algunos pozos estratigráficos para fecharlas. También se efectuó la prospección en el entorno y se hicieron planos de estructuras individuales, de las plazas, así como de la asociación de los grupos arquitectónicos con otros rasgos del paisaje. Con el material cerámico y la lectura epigráfica de las escaleras se estableció una secuencia cronológica desde el Preclásico Medio hasta el periodo histórico, destacando el cierre del Clásico Temprano por los eventos de dedicación y referencias genealógicas mencionados en las escaleras (Carrasco y Boucher 1987).

Recientemente, el INAH por medio de su centro en Quintana Roo y la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, realizaron el deslinde del sitio para promover su protección legal. Como extensión de estas acciones, entre noviembre y diciembre de 2001, el Centro INAH Quintana Roo y la Escuela Nacional de Antropología e Historia, produjeron el levantamiento topográfico del Grupo Principal del sitio, dentro de un programa de formación de alumnos en las tareas de inventario de sitios.

Los objetivos del presente escrito consisten en ordenar los datos recuperados anteriormente en el sitio para plantear algunas inferencias basadas en el análisis de los planos topográficos y en la analogía con otros sitios, así como difundir las características de este sitio ubicado en la periferia del área central de las Tierras Bajas Mayas.

EL SITIO Y SU ENTORNO

El sitio se ubica a 6.5 km al suroeste del poblado de San Román dentro del ejido del mismo nombre, muy cerca del contacto entre los lomeríos y la planicie costera (Figura 1). A 3.5 km al sur y 6 km al norte se encuentran otros sitios más pequeños que El Resbalón. Dzibanche, que es un sitio más grande, se ubica 12 km al sur, pasando el extenso bajo de San Pedro Peralta.

Al igual que la mayoría de los sitios en el sur de Quintana Roo, El Resbalón presenta un patrón de distribución continua de estructuras en un área extensa. Desde mediados de los años setenta se distinguieron cuatro agrupamientos arquitectónicos, que responden a rasgos sobresalientes. En el Grupo Principal se localizaron las escaleras jeroglíficas y el mayor número de estructuras monumentales. Corresponde al centro del sitio y su estructura más alta las coordenadas 18º 46’ 17’’ de latitud norte y 88º 47’ 12’’ de longitud oeste. Hacia el oriente se ubica El Castillo, que es el agrupamiento donde se observa la estructura más alta de todo el asentamiento, con 18 m de altura. Al poniente del Grupo Principal se encuentra La Iglesia, con estructuras habitacionales que conservan en buen estado sus fachadas posteriores decoradas con pintura roja. Al sur de este último grupo se ubica El Horno, llamado así por la presencia de una estructura en forma de domo (Walters et al. 1977; Walters 1978).

Estos grupos se ubican a distancias no mayores de 600 m con respecto al Grupo Principal y se distribuyen sobre la trayectoria este-oeste de una pequeña falla geológica, que aún cuando genera dos niveles altimétricos diferenciados por 20 m de altura, la parte inferior presenta sólo pequeños bajos aislados al pie de la falla, por lo que la mayor parte del asentamiento se localiza en terreno alto libre de inundaciones. El Grupo Principal y El Castillo destacan en el paisaje por estar ubicados en lo alto, muy cerca de la orilla de esta escarpa. Otros bajos o akalche  aparecen hacia el poniente como pequeñas áreas aisladas, en cuyas inmediaciones decrece la frecuencia de estructuras (Walters 1978). El entorno del sitio presenta tres aguadas importantes: La Ceiba, El Resbalón y La Paila, que antiguamente permitieron la creación de campamentos chicleros y madereros.

Figura 1  Plano del área Maya

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL RESBALÓN

Al final de la estación seca de 1973, Gary R. Walters y William I. Purifoy visitaron el sitio para constatar los rumores acerca de escaleras con inscripciones jeroglíficas. Durante su breve estancia confirmaron la presencia de este elemento en el extremo sur de una enorme plaza rodeada de estructuras, los bloques que formaban los peldaños se encontraban bien preservados y la llamaron Escalera Jeroglífica I.

También se localiza otra plaza hacia el oriente, donde les llamó la atención la gran concentración de fragmentos de estuco, producto del saqueo, pintados con rojo y azul, y localizados en la cercanía del muro posterior de la plataforma norte. Estas plazas fueron nombradas I y II respectivamente. No muy lejos de allí, localizaron otros dos grupos al oriente y poniente, el primero estaba presidido por la estructura más alta del sitio, la cual se orienta hacia las plazas mencionadas; el otro consistía de una concentración de unidades habitacionales, donde algunas estructuras mostraban sus paramentos exteriores totalmente expuestos, mismos que Thomas Gann, a principios de los años treinta, observó y nombró como Chacna (Velázquez 2000:12).

Como complemento a los croquis de cada grupo, elaboraron un dibujo esquemático con las posiciones relativas entre éstos, así como con las aguadas y el sistema de brechas (Walters 1977). Desdichadamente, los huracanes borraron los caminos, con lo cual el sitio quedó extraviado hasta su redescubrimiento en 1977 por los mismos investigadores. En esta ocasión denunciaron la existencia del sitio ante las autoridades del INAH en el sureste, apoyándose en los dibujos y notas descriptivas que habían realizado (Walters 1978). Esto motivó la creación de un  proyecto de conservación con acciones inmediatas hacia el rescate de los bloques grabados.

EL PROYECTO DE RESCATE DE LA ESCALERA JEROGLÍFICA

Este proyecto inició la etapa de intervención directa sobre los depósitos arqueológicos con la participación de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de la Universidad de Missouri y del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, bajo la dirección de Patricio Dávila. A partir de estas intervenciones se designaron las Plazas I y II como parte del Grupo A; El Castillo, como Grupo B; La Iglesia, como Grupo C; y El Horno como Grupo D (Walters 1978:6-8).

Las tareas iniciales de limpieza y reconocimiento extensivo de las plazas revelaron otras dos escaleras, las cuales fueron nombradas Escaleras Jeroglíficas II y III. Con el objetivo inicial de establecer el fechamiento de las escaleras, se practicaron pozos estratigráficos enfrente de las mismas, asignando a estos la nomenclatura de cada una de ellas (Velázquez 1978; Montmollin 1978). También se realizó un cuarto pozo al poniente de la Escalera III (Montmollin 1978). Otra excavación más se llevó a cabo en una pequeña estructura, al sur de la Escalera Jeroglífica I, que mostró una bóveda rellena con sedimentos.

El pozo 1 mostró siete pisos de estuco en 2.20 m de profundidad, entre la superficie y el material natural, determinando tentativamente fechamiento Preclásico para los tres pisos más profundos, Clásico Temprano para los siguientes tres y Postclásico para el último de ellos. Cabe señalar que uno de los pisos del Clásico Temprano presenta un relleno de 0.60 m de piedra caliza.

El pozo 2 exhibe cinco pisos de ocupación en 1.40 m bajo la superficie, el más profundo es un piso de estuco que se asienta sobre un relleno estéril de sascab para nivelar la superficie de la roca madre. Sin embargo, la cerámica asociada a los cuatro pisos restantes no pudo ser fechada.

El pozo 3 que presentó tres pisos de estuco y un piso de tierra compactada sobre material natural, por encima de este último se colocó un relleno de piedra caliza, similar al descrito en el pozo 1, sólo que aquí su grosor fue de 2.70 m para acondicionar el siguiente piso, lo cual en opinión de Walters (1978), sugiere una construcción súbita. A 0.50 m por debajo de este piso apareció una ofrenda compuesta por un tecomate y una olla tapada con un caracol, en asociación con una cuenta de jade, dos puntas de proyectil fabricadas en obsidiana y varias conchas marinas (Velásquez 1978). El pozo 4 fue complemento del pozo 3  y tuvo el propósito de analizar el derrumbe sobre la escalera, así como el basurero de materiales asociado, como resultado de esta exploración se encontró un muro burdo construido para ampliar la parte frontal del basamento. Pero no se identificaron tipos cerámicos del basurero, sólo se estableció que este se formó encima de la Escalera III.

Con respecto a la excavación de la pequeña estructura ubicada al sur de la Escalera I, a juzgar por los fragmentos de cráneo con mandíbula y algunas piezas dentarias con incrustaciones de pirita, así como por los tiestos policromos del Clásico Tardío, fue interpretado como una cámara funeraria (Terrones 1978).

Con base en la evidencia recuperada se estableció, preliminarmente, que las Escaleras I y III se construyeron durante el Clásico Temprano, mientras que la Escalera II pudiera corresponder al Clásico Tardío/Postclásico, de acuerdo con su técnica constructiva (Walters 1978).

EL ANÁLISIS EPIGRÁFICO Y CERÁMICO

Debido a lo preliminar de los resultados cronológicos, en la década de los años ochenta Ramón Carrasco y Sylviane Boucher (1987) propusieron una lectura epigráfica de los grabados y aplicaron el sistema tipo-variedad para establecer la secuencia cronológica de la cerámica. Mediante algunos cambios en el orden de los bloques en las escaleras, determinaron que un personaje de nombre Hok’ Mah Balam dedica la Escalera I en el año 529 DC y, hacia el 569 DC, como gobernante construye la Escalera III, en la cual específica que fue descendiente de un antepasado histórico del Preclásico (318 AC). Estas fechas son congruentes con los tipos cerámicos recuperados en los pozos 1 y 3, incluso el piso más profundo del primer pozo contenía sólo cerámica del Preclásico Medio. En los pisos más tardíos de los tres pozos identificaron cerámica del Clásico Terminal.

EL LEVANTAMIENTO TOPOGRÁFICO

Durante noviembre y diciembre del año 2001, el Centro INAH Quintana Roo y la Escuela Nacional de Antropología e Historia, dentro del Proyecto Protección Legal del Patrimonio Arqueológico de Quintana Roo, efectuaron el levantamiento topográfico en 16 hectáreas del Grupo Principal, las cuales representan cerca de la mitad de la superficie delimitada por la Dirección de Registro de Monumentos y Zonas Arqueológicos. Se colocaron 134 estaciones para control planimétrico y altimétrico, a partir de las cuales se registraron 8110 puntos para configurar las estructuras y espacios abiertos. El método de levantamiento fue por lecturas de estadia y se convirtieron a valores XYZ en hoja de cálculo. La interpolación se realizó con ayuda de un programa topográfico para computadora. El mapa resultante permitió restituir la forma y orientaciones de las estructuras. En las (Figuras 2 y 3) se muestran algunas variantes del plano topográfico y en la (Figura 4), el mapa con la restitución hipotética de las edificaciones. En este plano, se presenta una propuesta de claves para las estructuras con el fin de facilitar la presente exposición, y también se han ubicado las escaleras jeroglíficas, los pozos, las canteras y chultunes localizados durante el levantamiento.

Figura 2  El Resbalón, Quintana Roo

El estudio combinado de las variantes de explotación que ofrece la información topográfica permite observar algunos patrones, desde las perspectivas morfológicas y de la orientación de las estructuras que al conjuntarse con los datos arqueológicos, aún con lo limitado de la superficie levantada, se pueden señalar aspectos importantes para la interpretación.

Figura 3  El Resbalón, Quintana Roo

Figura 4  El Resbalón, Quintana Roo

DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA DEL GRUPO PRINCIPAL

El plano resultante muestra las dos plazas que fueron reportadas desde la década de los años setenta, separadas por un amplio espacio, en cuyo lado norte se ubica la Estructura 5 que forma una pequeña plaza con plataformas rectangulares ubicadas al oriente y poniente. Hacia el oriente de dicha estructura se ubica un conjunto arquitectónico donde destaca un basamento central rodeado por plataformas alargadas. Al norte de este se encuentra un Juego de Pelota con una orientación similar a las unidades habitacionales que forman el Conjunto Sur.

PLAZA PRINCIPAL

Es la más grande de este grupo, tiene forma rectangular con 90 m norte-sur y 70 este-oeste, presenta grandes estructuras en cada uno de sus lados, dejando amplios espacios en las esquinas noroeste y sureste. Las Estructuras 1 y 4 forman un agrupamiento de tipo Grupo E, cuyos elementos básicos son una Pirámide Oeste y una Plataforma Este. La Estructura 1 es de planta cuadrangular con 50 m por lado y 17 m de altura, y presenta estructuras rectangulares bajas en sus extremos norte y sur. La Estructura 3 consiste de una plataforma que mide 90 m de largo y 8 m de alto. En el lado norte de la plaza se ubica una acrópolis que en el sentido más amplio “…se caracteriza por la relación de tres estructuras que comparten un mismo patio, construidas sobre un alto basamento que las aísla de otras plazas vecinas, formándose de esta manera un triángulo estructural o disposición triádica, relacionada con la organización religiosa y política” (Laporte 2001:149). Aunque en el caso de la Acrópolis de El Resbalón, los dos templos situados en los costados oriente y poniente del patio son muy someros, en la (Figura 7) se muestra un alzado con dos ligeras elevaciones que más que ser producto del derrumbe, corresponderían a los templos arrasados. El lado sur de esta plaza lo cierra una estructura alargada donde se localizaron los bloques de la Escalera Jeroglífica I. Por último, al centro de la plaza se encuentra una plataforma de planta redondeada de baja altura y 25 m de diámetro.

Figura 7  El Resbalón, Quintana Roo

PLAZA ELEVADA

Se trata de una explanada con forma cuadrangular, cuyo tamaño representa aproximadamente la mitad de la Plaza Principal. Se eleva 2 m sobre el nivel promedio del exterior y sus accesos más acentuados se encuentran también en las esquinas noroeste y sureste, aunque más reducidos que en la Plaza Principal. La forma de las estructuras que cierran los cuatro lados de esta plaza es rectangular, la del lado oriente contiene en su parte central una estructura tipo templo. En la Estructura 13 es donde se localizó la Escalera Jeroglífica III.

PLAZA CENTRAL

Esta pequeña plaza de forma rectangular la preside la Estructura 5, en cuyo lado sur se adosa una plataforma rectangular de baja altura. Al oriente se encuentran las estructuras rectangulares 6 y 7 alineadas en un eje norte-sur, en la primera de ellas se encontró la Escalera Jeroglífica II. En el lado poniente se presenta una plataforma adosada al costado oriente de la Acrópolis. Al centro de esta plaza se observa una plataforma cuadrangular de altura somera. Aún cuando no existen estructuras que delimiten la plaza en su lado sur, la presencia de un desnivel de 0.50 m, cumple esa función.

“LA CIUDADELA”

Al costado oriente de la Plaza Central se ubica un arreglo, que más que definirse por el ajuste a una sola orientación, se caracteriza por su patrón nucleado y por un arreglo que muestra un basamento elevado de 2 m de altura y con acceso por el lado norte. En esta plataforma de 50 x 40 m se ubican pequeñas estructuras planas en la parte superior. Este basamento de planta cuadrangular está rodeado por estructuras angostas y alargadas, también con la parte superior plana. En las escaleras de acceso a la parte superior se observan piedras paradas, típicas del sistema constructivo del Clásico Terminal. En la parte posterior de la Estructura 8 se encuentra la Estructura 6, en cuya escalera se utilizó el mismo material constructivo combinado con los bloques grabados.

EL JUEGO DE PELOTA

Hacia el norte del conjunto antes mencionado existen dos estructuras paralelas, con orientación diferente a la de las edificaciones cercanas, que se identifican como un terreno para el Juego de Pelota. Las posibles modificaciones a su forma, junto con la Estructura 34 y espacios intermedios, sugieren integración a la Ciudadela.

CONJUNTO SUR

Al sur de la Plaza Principal aparecen una serie de unidades habitacionales en torno a patios, las cuales presentan una orientación diferente a la de las tres plazas descritas anteriormente, pero similar a la del Juego de Pelota. Es la zona donde se localizaron la mayoría de las canteras y chultunes. A este conjunto pertenece la Estructura 24, que fue excavada en la década de los años setenta, donde apareció la cámara funeraria con cerámica asociada al Clásico Tardío (Walters 1978).

DISCUSIÓN

La presencia exclusiva de cerámica del Preclásico Medio por debajo del piso más profundo en la Plaza Principal (Carrasco y Boucher 1987:6), pudiera indicar el inicio de la construcción de las estructuras que forman el conjunto de tipo Grupo E. Durante el Preclásico Tardío aumentaron su volumen, como lo sugiere la cerámica de este periodo que aparece en los tres pisos posteriores. Este supuesto se basa en la presencia de Grupos E desde el Preclásico Medio en lugares como Uaxactun, Mundo Perdido en Tikal y otros sitios, donde también destaca la gran longitud de su plataforma oriente (Laporte y Fialko 1993; Hansen 1998), comparable con la de El Resbalón.

Durante el Preclásico Tardío creció la ocupación, ya que aparecieron los primeros pisos en la Plazas Elevada y Central, los cuales descansan sobre material natural, mientras que en el Clásico Temprano se manifiesta un desarrollo vertical, como lo sugieren los grandes rellenos de piedra caliza en las Plazas Principal y Elevada. Esta última posiblemente se haya convertido en un recinto residencial más privado. Así mismo, es el momento donde se llevan a cabo los eventos protagónicos del gobernante Hok’ Mah Balam.

A partir de entonces, pudieron haber funcionado como una unidad las tres plazas: la Principal, dedicada al ceremonial público y cubriendo funciones administrativas, la Plaza Elevada como residencia de la elite gobernante, donde la estructura tipo templo puede funcionar como santuario al culto del ancestro del linaje, y la Plaza Central como un elemento de enlace. Esta unidad funcional se acentúa cuando se eliminan las estructuras con diferentes orientaciones en el plano general. En la (Figura 5) se muestran solamente las estructuras mayores del Grupo Principal, donde se observa una tendencia hacia la orientación 7º NE. Esta unidad se afirma en la (Figura 3) donde aparecen las plazas, entre las cotas de 125 a 127 m sobre el nivel del mar, que integran todas estas estructuras.

Figura 5  El Resbalón, Quintana Roo

El hecho de existir un amplio espacio entre las Plazas Principal y Elevada indica un plan preconcebido, ya que no obstruye el acceso desde el sur a la plaza que preside la Estructura 5. En vista de que esta estructura, al igual que la Acrópolis, se ubica en la parte más alta del sitio (Figura 6), resalta la importancia de la misma, aún cuando se desconozca su función.

Figura 6  El Resbalón, Quintana Roo

El crecimiento manifestado por la cerámica durante el Clásico Tardío (Carrasco y Boucher 1987), puede estar representado por las orientaciones asociadas a los 25º, presentes en el Conjunto Sur y el Juego de Pelota. La cerámica encontrada en la Estructura 24 corrobora este periodo. Si esta orientación es un indicador de este periodo, al no imponerse en las estructuras mayores de las tres plazas, es posible que estas hayan funcionado sin cambios durante el Clásico Tardío.

El Clásico Terminal está representado en los niveles más tardíos de los pozos estratigráficos. La técnica constructiva, basada en piedras paradas para formar los peldaños de las escaleras, la superficie plana de las plataformas y su adosamiento a estructuras de otra época señalan a la Ciudadela como el lugar más representativo de este periodo. Al mismo tiempo, se ocupan la Plaza Elevada y el entorno de la Estructura 5 manifiesta modificaciones, pero al parecer reconocen a la Plaza Principal como el lugar de culto público, pues así lo indica la escasa evidencia de alteraciones a las estructuras, sólo se observa al centro de la plaza una gran plataforma circular de baja altura, que pudo haber sido construida en este periodo.

El Resbalón, localizado en los límites del área central, se suma a la amplia lista de sitios que cuenta con agrupamientos de tipo Grupo E en las Tierras Bajas Mayas (Laporte 2001). El plano elaborado permitió asentar los datos existentes y obtener un panorama más amplio sobre la importancia de las asociaciones entre elementos, estructuras y grupos arquitectónicos (Figura 4). El análisis de la información espacial explotando diferentes modalidades de expresión gráfica, facilita la identificación de algunos patrones morfológicos y de orientaciones (Figuras 2, 3, 5 y 6). En el caso de El Resbalón, se puede considerar que durante el Preclásico Tardío y el Clásico Temprano existe un desarrollo arquitectónico del centro ceremonial ajustado a los mismos ejes constructivos, lo cual permite inferir que las tres plazas formaron una unidad funcional. En cambio, la orientación de los 25º que parece atípica para el Clásico Tardío, está presente en otros sitios del sur de Quintana Roo. En todo caso, estas reflexiones deben considerarse como hipótesis de trabajo, que sirvan como base para formular diseños de investigación futuros.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos al Consejo de Arqueología de INAH y a las siguientes personas que hicieron posible la realización de este trabajo: Alejandro Martínez Muriel, Adriana Velázquez Morlet,  Luz E. Campaña Valenzuela, Wanda E. Hernández Uribe, Fernando Godos González, Sebastián Llano Gómez, Tulio O. Cordero Hernández, Patricia A. Murrieta Flores, Valeria E. Morales Ruiz, Ileana E. Echauri Pérez, Emiliano Melgar Tísoc, A. Camila Pascal García, Noé Mondragón y Carlos Mondragón.

REFERENCIAS

Carrasco, Ramón y Sylviane Boucher

1987        Las escaleras jeroglíficas de El Resbalón, Quintana Roo. En  Primer Simposio Mundial sobre Epigrafía Maya, pp.1-21. Instituto de Antropología e Historia de Guatemala.

Hansen, Richard D.

1998        Continuity and Disjunction: The Preclassic Antecedents of Classic Architecture. En Function and Meaning in Classic Maya Architecture  (editado por S. Houston), pp.49-122. Dumbarton Oaks Research Library and Collection, Washington, D.C.

Laporte, Juan Pedro

2001         Dispersión y estructura de las ciudades del sureste de Petén, Guatemala. En Reconstruyendo la ciudad maya: el urbanismo en las sociedades antiguas (editado por A. Ciudad, M. J. Iglesias y M.C. Martínez), pp.137-161. Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid.

Laporte, Juan Pedro y Vilma Fialko

1993        El Preclásico de Mundo Perdido: Algunos aportes sobre los orígenes de Tikal. En Tikal y Uaxactun en el Preclásico (editado por J.P. Laporte y J.A. Valdés), pp.9-46. Universidad Nacional Autónoma de México.

Montmollin, Olivier de

1978        Proyecto Resbalón INAH 1978. Mecanuscrito. Centro Regional Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Delegación Chetumal, México.

Terrones, Enrique

1978        Exploración de una tumba en el sitio de El Resbalón, Quintana Roo. Mecanuscrito. Centro Regional Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Delegación Chetumal, México.

Velázquez, Adriana

2000        Historias de olvido y de recuerdo. Una introducción a la arqueología del sur de Quintana Roo. En Guardianes del tiempo (editado por A. Velázquez), pp.5-14. Universidad de Quintana Roo – Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.

Velázquez, Ricardo

1978        Informe de las excavaciones realizadas en el sitio arqueológico “Resbalón”, ejido de San Román; Estado de Quintana Roo. Mecanuscrito. Centro Regional Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Delegación Chetumal, México.

Walters, Gary R.

1978        Report on the 1978 Resbalon Project. Mecanuscrito. Centro Regional Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Mérida, Yucatán, México.

Walters, Gary R., William I. Purifoy y Lario Hiler

1977        Correspondencia a Dr. Norberto González, director del Centro Regional Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Mérida, Yucatán, México, donde se describen las visitas al sitio El Resbalón, Quintana Roo.

 

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