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27 El Palacio Real de Cancuen: Análisis preliminar de sus características y planes de investigación – Tomás Barrientos, Rudy Larios, Arthur A. Demarest y Luis Fernando Luin – Simposio 15, Año 2001

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Barrientos, Tomás, Rudy Larios, Arthur Demarest y Luis Fernando Luin

2002        El Palacio Real de Cancuen: Análisis preliminar de sus características y planes de investigación. En XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo), pp.350-364. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

27

EL PALACIO REAL DE CANCUEN:

ANÁLISIS PRELIMINAR DE SUS CARACTERÍSTICAS

Y PLANES DE INVESTIGACIÓN

Tomás Barrientos

Rudy Larios

Arthur Demarest

Luis Fernando Luin

Desde 1999 se inició el Proyecto Arqueológico Cancuen, enfocado en la investigación intensiva de un sitio que era prácticamente desconocido (Demarest y Barrientos 2000). En las primeras temporadas de campo en Cancuen se inició un largo proceso de redefinición del sitio, donde la prominencia del Palacio Real ha jugado un papel importante. Por su complejidad  y características constructivas, es uno de los edificios más importantes de su tipo en el área Maya.

Las exploraciones realizadas por Maler (1908) y Morley (1937) en las primeras décadas del siglo XX pasaron por alto la existencia del Palacio, ya que ellos se enfocaron en la búsqueda de monumentos, y no en la elaboración de mapas o el registro de arquitectura.  El mismo Maler menciona la existencia de numerosos montículos de ruinas y varias estelas lisas, pero ninguna con relieves (Maler 1908:42).  Juzgando a partir de la presencia de estas estelas lisas muy cerca del Palacio, es casi imposible creer que él no haya recorrido los alrededores de dicho edificio.

La existencia del palacio se dio a conocer por el equipo de la Universidad de Harvard que trabajó en el sitio en 1967 (Tourtellot et al. 1978), quienes ya habían advertido la presencia de su fina arquitectura y buena conservación de muros y bóvedas. El mapa publicado por Harvard (Figura 1) cubrió de manera parcial el epicentro y no fue muy detallado en algunas secciones del Palacio.  Sin embargo, la parte central y oriental se hicieron con buen detalle, y se usó como base para el nuevo mapa.

Al observar el mapa de Harvard (Figura 1), el palacio no se ve muy impresionante, ya que se relaciona únicamente a otras estructuras de regular tamaño dentro del epicentro del sitio.  El proceso de redescubrimiento del Palacio tomó mucho más tiempo de las seis semanas de la primera temporada, y no fue hasta la temporada del 2000 que se tuvo los recursos y tiempo necesarios para realizar una limpieza y registro detallado (Barrientos, Kovacevich y Morán 2001; Barrientos et al. 2001). Debido a la gran cantidad de vegetación y a la misma complejidad del edificio, los primeros recorridos en sus patios internos no revelaron que se trataba de una estructura tan importante.

Fue también a partir del nuevo mapa del sitio, realizado principalmente en la temporada 2000 (O’Mansky 2001), cuando se pudo observar de mejor forma la preeminencia de este edificio, especialmente cuando se compara con el resto de estructuras (Figura 2). A primera vista es imposible negar la importancia que tuvo para el sitio como punto central de las actividades más importantes de sus líderes.

Figura 1  Mapa de Cancuen, realizado por Harvard (Tourtellot et al. 1978)

Figura 2        Mapa del sitio de Cancuen, versión 2001

        El Palacio Real de Cancuen corresponde a un edificio de tipo Acrópolis que cubre un área de 27,000 m2, y contiene no menos de 24 estructuras colocadas sobre un gran basamento que mide 235 m de este a oeste, y 125 m de norte a sur (Figura 3). La orientación general de todo el edificio y sus estructuras oscila entre 13 y 16 grados hacia el este, y parece que todo el epicentro comparte esta característica. La estructuras de la Acrópolis están agrupadas en 11 patios cerrados, que se ubican a distintos niveles. La plaza del Patio Norte, el más alto del edificio, se eleva a 11.31m, y calculando una altura de 5 m para la Estructura L7-1, se puede calcular una altura total de unos 17 m sobre la base de la Acrópolis. La forma y dimensiones de las estructuras dentro del palacio es muy variada, llegando a tener hasta 50 m de largo y más de 6 m de alto, y la mayoría de éstas fueron construidas de mampostería fina con techos abovedados.

Figura 3  Mapa del Palacio Real de Cancuen, versión 2001 (dibujo por Luis F. Luin)

Se han podido registrar unas 80 cámaras abovedadas en estas estructuras, pero se calcula que la Acrópolis pudo contener alrededor de 200, especialmente si se toma en cuenta que algunos edificios cuentan con más de 10 cuartos.

Las investigaciones preliminares en 1999 y 2000 permitieron definir algunas de estas características generales del Palacio (Barrientos, Kovacevich y Morán 2001), pero también revelaron otros aspectos, como materiales de construcción y una cronología preliminar de ocupación. En la temporada 2001 se iniciaron excavaciones y registros de carácter intensivo que incluyeron un mapa detallado realizado en conjunto con Luis Fernando Luin (Figura 3) y un registro fotográfico de rasgos arquitectónicos.  Se contó con la asesoría de Rudy Larios para la supervisión y asesoría de excavaciones, así como para la definición de los criterios y planes de la futura restauración. Las excavaciones en el Palacio durante 2001 fueron de carácter horizontal y superficial, enfocándose en la exposición de rasgos para definir la arquitectura de las estructuras, sus dimensiones, patrones de distribución espacial y posible función.

CRONOLOGÍA DE OCUPACIÓN

La información sobre la secuencia constructiva y ocupación en el Palacio es todavía bastante limitada, ya que proviene únicamente de 10 pozos de sondeo realizados entre 1999 y 2000 (Kovacevich 1999; Barrientos, Kovacevich y Morán 2001). Sin embargo, las excavaciones realizadas por Brigitte Kovacevich y Lucía Morán en los Patios Sureste (Figura 4), Noreste y Noroeste, han proporcionado datos para establecer una cronología preliminar del Palacio (Barrientos, Kovacevich y Morán 2001:49-58).

Figura 4  Unidades de excavación en el Patio Sureste

La muestra cerámica recuperada de estas unidades ha permitido el fechamiento de contextos sellados, y ha brindado un acercamiento a los habitantes del Palacio.

Se han identificado entre cinco y cuatro estadios constructivos, que se fechan desde finales de la fase Tepeu 2 hasta Tepeu 3. La cerámica recuperada en las etapas finales es de la última parte del siglo VIII DC, que corresponde al momento en que el Palacio llegó a su máximo esplendor y volumen constructivo.

Se cree que la fase de construcciones monumentales en la Acrópolis pudo ser una de las obras más importantes del gobernante Tah Chan Ahk, cuyo reinado se inicia en el año 757 DC y se extiende a principios del siglo IX (Fahsen y Demarest 2001).

El análisis de varias trincheras de saqueo ha evidenciado una gran cantidad de modificaciones menores en algunas estructuras, indicando que hubo mucho más actividad constructiva en sus últimas etapas. Sin embargo, falta mucho por investigar en el aspecto cronológico del Palacio, y será importante la excavación de las áreas centrales de la acrópolis, lo que permitirá conocer más acerca de sus etapas tempranas.

La excavación de pozos en área de plaza en 2000 también ha permitido conocer aspectos constructivos del Palacio. Las excavaciones en el Patio Sureste evidenciaron pisos de estuco de muy alta calidad que tienen un grosor de hasta 20 cm, y la existencia de rellenos impresionantes de piedrín, estuco y barro (Figura 4).

OBJETIVOS DE LAS EXCAVACIONES EN 2001

Durante la temporada 2001 se excavaron más de 50 unidades con el objeto de exponer una muestra de la arquitectura de las principales estructuras de la Acrópolis. También fue muy importante la limpieza de excavaciones de saqueo, que permitieron revelar muros internos de varias estructuras.

Las excavaciones se ubicaron de acuerdo a los dos ejes principales del Palacio, en la forma de dos trincheras que parten desde el Patio Norte hasta los límites del basamento principal (Figura 5).  Estas excavaciones se llevaron a cabo con el propósito de exponer la mayor cantidad de rasgos pero con la mínima remoción de escombro, ya que se quiere exponer la totalidad de las estructuras cuando estén listas para restaurar. Por lo tanto, únicamente se expuso la arquitectura de la última fase de ocupación, y no se investigaron aspectos cronológicos.

Figura 5  Mapa del Palacio Real de Cancuen, mostrando excavaciones en 2001

Otra de las razones principales de estas excavaciones de sondeo ha sido la necesidad de conocer el grado de conservación de la arquitectura del Palacio y la cantidad de escombro que la cubre, para así planificar la restauración. Por otro lado, la complejidad de esta acrópolis también hizo necesario buscar rasgos que ayudaran a entender la relación espacial entre las estructuras y patios.

RESULTADOS

Después de excavar varias estructuras de 5 patios se pudo constatar que no todas fueron construidas de la misma manera. Las estructuras de mayor importancia fueron hechas de piedras canteadas de buena calidad, y otras mostraron uso de bloques extraídos de las orillas del río, ya que presentan vetas creadas por la sedimentación. Al recorrer esta parte del río Pasión es notable la presencia de estratos de rocas sedimentarias, que se quiebran naturalmente formando este tipo de bloques ideales para la construcción de muros. Otro tipo de piedra utilizada fue una roca caliza muy porosa, suave y liviana, que se asemeja a la piedra pómez. Ésta parece que fue utilizada en las últimas etapas de construcción, seguramente por la facilidad para tallarla, pero que al mismo tiempo era de mala calidad y de poca duración.

Un tercer tipo de piedra usada en las estructuras del Palacio es una roca arenisca amarillenta, que a veces presenta superficies rojizas. Ésta se usó más que todo en escalinatas.

El tamaño de los bloques de piedra que formaron muros también parece asociarse con esta variedad de materias primas. Generalmente los muros en Cancuen están construidos de bloques rectangulares de pequeño tamaño de piedra canteada, aunque se pudo constatar que los bloques extraídos del río son de mucho menor tamaño.

Es de notar la cuidadosa inserción de pequeñas lajas entre los espacios que quedaban entre los bloques de los muros para lograr un mejor agarre. Las escalinatas y muros hechos con piedra caliza suave tienden a usar bloques de forma cúbica.

Estas excavaciones preliminares también han brindado información acerca de técnicas constructivas específicas, como es el caso de las bóvedas de arco falso. Con la ayuda de Rudy Larios se ha podido identificar una variación local del sistema usado en sitios como Palenque, donde se usan lajas de distintos tamaños en la construcción de la bóveda desde su arranque. La característica de las bóvedas de Cancuen es el uso de contrapesos tallados para sujetar varias lajas al mismo tiempo.

Sin lugar a dudas, el conocimiento del palacio cambió de manera total con el descubrimiento inesperado de su magnífica decoración. La identificación de fragmentos de estuco bajo el escombro de estructuras hizo que todo el plan de investigación cambiara de manera dramática.

Hasta el momento se ha identificado no menos de 8 estructuras que muestran evidencia de decoración de escultura en estuco (Figura 10), y dado que los fragmentos se han asociado con escalinatas al pie de las plataformas, posiblemente se trata de cornisas decoradas con frisos.

La presencia de grandes cantidades de piezas de estuco hizo necesaria la suspensión de varias excavaciones, pero aún así se recuperaron cerca de 85 fragmentos. La mayoría de fragmentos corresponden a molduras que decoraban la parte superior de las fachadas de la estructura, y que posiblemente enmarcaban motivos complejos. Muchos fragmentos indican la presencia de escenas compuestas por diseños abstractos y naturalistas. Entre los motivos abstractos sobresalen las volutas con grupos de tres puntos y los cartuchos con volutas, que son bastante comunes en la iconografía Maya.

Figura 10  Mapa del Palacio Real de Cancuen, mostrando edificios a ser restaurados

También hay evidencia de figuras humanas, donde sobresale la cabeza y otras partes del cuerpo de un personaje proveniente de la fachada oeste de la Estructura L7-2. Las excavaciones en la posible residencia real, la Estructura L7-1, revelaron un fragmento de gran tamaño que puede ser parte de una figura zoomorfa. Aunque no se puede precisar de qué se trata, este fragmento ha proporcionado importante información acerca de la construcción de esta escultura, ya que es posible observar una espiga de piedra que le permitía unirse con el resto de la escultura.  Otro fragmento proveniente de esta estructura es una piedra con un lado escalonado, a manera de las estelas del sitio, que contuvo un cartucho, posiblemente con un glifo. Esta piedra posiblemente proviene de la parte alta de la cornisa.

La mejor evidencia de decoración en estuco provino de la Estructura L7-9, específicamente en la base de la escalinata norte. Aquí se encontraron numerosos fragmentos que seguramente formaron parte de la decoración de la cornisa sobre la entrada principal de la estructura. El rasgo principal fue un mascarón de una deidad, perfectamente preservado, y parte del plumaje de un tocado. Se cree que este mascarón proviene del tocado de una figura humana que se retrató sobre la entrada, como en el caso de la Estructura 33 de Yaxchilan y el Palacio el Gobernador en Uxmal.

La mejor ayuda para concebir la decoración de estas estructuras viene de Ceibal, específicamente de los frisos de estuco descubiertos en la Estructura A-3 por parte del proyecto de Harvard (Smith 1982). Existe una similitud muy cercana entre los fragmentos de volutas y molduras encontrados en Ceibal y los de Cancuen. También, los frisos de Cancuen contuvieron figuras humanas de gran tamaño, con tocados que pudieran ser similares al descubierto en Cancuen. La reconstrucción de la Estructura A-3 hecha por Tatiana Proskouriakoff da una idea de cómo pudo ser la decoración del Palacio Real de Cancuen (Figura 9; Smith 1982:16).

Figura 9  Reconstrucción de la Estructura A-3 de Ceibal por Proskouriakoff  (Smith 1982)

Las excavaciones de las trincheras en los ejes norte-sur y este-oeste permitieron descubrir varias escalinatas que permitían el acceso de un patio a otro. Algunas de estas son impresionantes, con bloques de piedra finamente tallados y cuyo estado de conservación es muy bueno. Otras escalinatas son de inferior calidad, hechas a partir de bloques de piedra caliza suave y porosa, y se piensa que éstas corresponden a una última etapa constructiva, que cubrió escalinatas de mejor calidad.

La presencia de puertas y pasillos funcionaron como medios para restringir el paso hacia los patios de mayor importancia. Las estructuras que contenían estos pasillos bloquearon el acceso físico y visual a las actividades más privadas que se llevaron a cabo por los grupos más importantes de la élite.

En esta temporada fue muy importante el descubrimiento de un sistema defensivo que rodea parte del palacio, especialmente en su lado oeste (Figura 6). Este sistema cuenta con murallas de poca altura que posiblemente no fueron concluidas o simplemente no fueron hechas para proteger un ataque a mayor escala. Estas murallas bajas y su ubicación alrededor y dentro del palacio más parece un sistema que restringió el acceso de manera simbólica, y posiblemente dirigido a la población del mismo sitio.

Figura 6  Mapa del Palacio Real de Cancuen, mostrando muros defensivos

La idea de una protección enfocada a la residencia real se comprueba por las pequeñas murallas dentro del palacio, que obstaculizan cualquier acceso desde el oeste y obliga la entrada por el lado sur, que a su vez está restringida por pasillos de estructuras.

Los rasgos arquitectónicos expuestos han llevado a especular sobre varios tipos de funciones para los diferentes patios de la acrópolis y algunas de sus estructuras. Como lo evidencia la cerámica policromada del Clásico, se sabe el tipo de actividades que se realizaban en los palacios, por lo que se ha iniciado la identificación de patios de presentación y recibimiento de visitantes, salones de trono y áreas residenciales.

A partir del análisis del acceso, tamaño y decoración de los edificios y patios en la Acrópolis se ha hecho una interpretación preliminar de su organización espacial y posibles funciones. Estas especulaciones están enfocadas a su etapa final, y las futuras excavaciones permitirán reconstruir las modificaciones que sufrió la acrópolis desde sus inicios.

En primer lugar, ha sido muy evidente la identificación de un área central, que seguramente fue la parte más importante del Palacio y posiblemente de todo el sitio de Cancuen (Figura 7). Esta área comprende los patios norte, central y sur, y de acuerdo a las interpretaciones, funcionó como lugar de recepción para los visitantes más importantes. De acuerdo a las escenas pintadas en la cerámica policroma, se sabe que muchas partes de los palacios Mayas funcionaron como salones de recepción y donde se realizaban importantes actividades diplomáticas, intercambio de regalos y presentación de tributos. Las características de estos tres patios indican que este pudo ser el lugar donde se llevaron a cabo estas actividades en Cancuen, a través de una ruta que llega hasta el salón del trono o la residencia real.

Figura 7  Mapa del Palacio Real de Cancuen, mostrando área principal para visitantes

Partiendo de la escalinata de acceso de L7-9, se ingresa al patio sur por medio de un pasillo que atraviesa esta estructura (Figura  8).

Es necesario notar que esta es la estructura más alta del palacio, ya que supera los 6 m de altura, y posiblemente una de las más ricamente decoradas. La colocación de una estructura tan alta pudo servir como medio para privatizar las actividades que se llevaron a cabo adentro de este patio.

La presencia de la escalinata jeroglífica como el único acceso del Patio Sur al Patio Central indica que éste estaba restringido a unos pocos. La Estructura L7-8 también cubrió cualquier acceso visual, y como en L7-9, se debía pasar por un pasillo para ingresar a este patio.

Figura 8  Reconstrucción del Palacio en 800 DC (dibujo por Luis F. Luin)

Es muy notoria la diferencia de tamaño del área de plaza en comparación con el área anterior, que se reduce considerablemente para albergar a un número reducido de personas (Figura 8). Esta característica hace pensar que únicamente los visitantes principales llegaban a este punto, y las dimensiones mucho menores del Patio Norte, posiblemente indican que fue reservado para personajes de mayor prestigio, como es el caso de gobernantes de otros sitios. Al Patio Norte se accede desde el pasillo de la Estructura L7-4/L7-5, y contiene un área de plaza de menos de 100 m2. En el extremo norte se localiza la Estructura L7-1, que marca el final de esta ruta y posiblemente se trate del salón del trono o la residencia del gobernante. Este es el punto más alto del epicentro de Cancuen, y debió tener una vista completa del sitio (Figura 8).

Estos ambientes muy privados y restringidos seguramente fueron el lugar donde se llevaron a cabo alianzas muy importantes con los líderes de otros sitios de la región  y donde también se recibieron visitantes de sitios lejanos. Se cree que el famoso panel de Cancuen provino de una estructura de estos patios, dada la mención de importantes personajes de Calakmul que seguramente visitaron el Palacio Real de Cancuen (Fahsen y Jackson, este volumen).

Aparte de actividades diplomáticas, los patios cerrados del Palacio también pudieron servir para realizar rituales muy privados, como es el caso del auto sacrificio de sangre. Será necesario realizar excavaciones dentro de las estructuras para encontrar evidencia que apoye estas ideas sobre la función de las estructuras. Se espera ratificar la presencia de un trono en el Patio Norte, y la presencia de bancas en las estructuras pueden evidenciar su función como lugares de recibimiento. De igual forma se espera encontrar evidencia de artefactos que permitan comprobar el uso ritual en las cámaras del Palacio.

Aparte del área central y principal del palacio, también se han podido identificar dos áreas laterales, una al este y otra al oeste (Figura 7). El área al este tiene características un tanto diferentes, ya que contiene la mayor parte de cuartos, especialmente en las Estructuras L7-14, L7-15 y L7-16, lo que puede sugerir una función residencial. Sin embargo, el Patio Noreste es bastante amplio, y debido a la presencia solitaria de la Estructura L7-22, es posible que se trate de un área de presentación, donde se pudieron llevar a cabo actividades menos privadas.

El Patio Este, localizado detrás de L7-22 pudo ser la residencia de algún familiar cercano al gobernante, debido a su aspecto muy cerrado. No se descarta la posibilidad de que el Patio Este sea otra residencia real y L7-22 un cuarto de trono relacionado con un gobernante diferente al que construyó el Patio Norte. En otras acrópolis residenciales como la de Tikal, distintos patios representan modificaciones hechas por distintos gobernantes (Schele y Mathews 1998).

El área al oeste contiene menos estructuras y es la parte menos estudiada del Palacio. Sin embargo hay que resaltar la presencia de la Estructura L7-12 dominando el Patio Oeste y donde se encontró una de la mampostería más fina del Palacio.

Es muy posible que se trate de la residencia de algún miembro importante de la familia real, y su aislamiento del resto de los patios principales podría indicar que es la residencia de la esposa o esposas del gobernante.

Finalmente, el patio o plaza localizada en el extremo este de la Acrópolis, parece tener una función más pública si se toma en cuenta su amplitud, el acceso menos restringido y la presencia de seis estelas lisas en el extremo este de la Estructura L7-27.

Estas interpretaciones preliminares han acercado más a la comprensión del Palacio Real de Cancuen, y han servido de base para planificar investigaciones más intensivas y dirigidas a responder hipótesis más específicas.

Dentro de los planes para las siguientes temporadas, se incluirán excavaciones horizontales para continuar definiendo rasgos arquitectónicos, especialmente en las áreas este y norte. Se continuará el registro y estudio de las murallas defensivas internas y la gran muralla que está asociada con las estructuras residenciales al oeste. También será de mucha importancia continuar con las excavaciones estratigráficas, principalmente en el Patio Central y Oeste, para determinar las fases iniciales de ocupación y sus modificaciones posteriores.

Para finalizar, se definirán los criterios y planes generales para la restauración de este importante edificio. Primero, la investigación y restauración deben ser simultáneas y complementarias, y de ninguna manera competitivas o independientes entre sí. Esto asegurará que la arquitectura no permanezca expuesta sin las medidas necesarias para su conservación y protección. El proceso de restauración se iniciará con las actividades de liberación de las estructuras seleccionadas, donde será necesario incluir especialistas en la conservación de estucos. A esto seguirán las actividades de rejuntado de sillares, estabilización de elementos intactos y la reintegración de elementos desmembrados.

Dentro de este proceso también será importante el manejo de vegetación, luz y sombra, para balancear la visibilidad con la protección.  La restauración se hará de acuerdo a varios intereses y con áreas que tienen prioridad de conservación. También se tomarán en cuenta aspectos interpretativos, para presentar conjuntos de estructuras que tengan significado en la historia del sitio. Por otro lado, se tomarán en cuenta los intereses turísticos, para que los recorridos sean viables para el tipo de visitantes que se planea llevar al sitio. Finalmente, se pretende incorporar el aspecto estético, que se refiere a conservar el ambiente original de las ruinas, en especial la selva y algunos ejemplos de arquitectura sin intervención.

De acuerdo a estos criterios, se han seleccionado algunas áreas prioritarias para conservación (Figura 10). En primer lugar, las Estructuras L7-9 y L7-16 contienen arquitectura frágil y expuesta, pero al mismo tiempo tienen gran importancia en la historia del sitio y presentan cierto grado de facilidad y rapidez con respecto al resto de estructuras del palacio. De segunda prioridad son K7-33, L7-22 y L7-14. Su intervención requerirá más tiempo por su complejidad y estado de conservación.

En cuanto a los materiales, se tratará la manera de usar la mayor cantidad de materiales locales y originales para no contrastar demasiado con la arquitectura original, como es el caso de la cal tratada. Estas actividades requerirán temporadas más largas de trabajo, y por supuesto, un presupuesto mayor. Sin embargo, la restauración del palacio será muy importante para los planes de desarrollo en la región, ya que significará una atracción principal que brindará oportunidades económicas a las poblaciones locales.

Para concluir, el Palacio Real de Cancuen representa un ejemplo extraordinario de la arquitectura Maya, indicando que este sitio se mantuvo a la altura de las otras ciudades Mayas contemporáneas. Este edificio ha resultado mucho más complejo de lo que se esperaba, pero es un reto que vale la pena afrontar.

Por el momento se ha confirmado que el Palacio es uno de los principales indicadores de la época de mayor prosperidad de Cancuen, pero también se ha dado cuenta puede ser un símbolo de la prosperidad de los Mayas de hoy.

REFERENCIAS

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1999        Operaciones 2, 3, 4, 5 y 11: Excavaciones en el Palacio, Plaza Principal y Plaza Abierta de Cancuen. En Proyecto Arqueológico Cancuen. Informe Preliminar No. 1, Temporada 1999 (editado por A. Demarest y T. Barrientos), pp.48-58.

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