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24 Evidencias de poder y control social en Kaminaljuyu: Proyecto Arqueológico Miraflores II – Juan Antonio Valdés y Marion Popenoe de Hatch – Simposio 9, Año 1995

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Valdés, Juan Antonio y Marion Popenoe de Hatch

1996        Evidencias de poder y control social en Kaminaljuyu: Proyecto Arqueológico Miraflores II. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.341-359. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).

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EVIDENCIAS DE PODER Y CONTROL SOCIAL EN KAMINALJUYU:

PROYECTO ARQUEOLÓGICO MIRAFLORES II

Juan Antonio Valdés

Marion Popenoe de Hatch

El Proyecto Arqueológico Miraflores II se sustenta en el inciso 6 del Reglamento para desarrollar Proyectos de Investigación Arqueológica y específicamente en los incisos » b» y «d» que se refieren a trabajos de salvamento. En ellos indica que deben realizarse investigaciones exhaustivas e integrales, de preferencia multidisciplinarias, tendientes a conocer aspectos de las sociedades desaparecidas, en las que puede ir implícita la excavación y conservación, así como el rescate y protección de los bienes muebles.

Partiendo del enunciado anterior, desde el inicio del proyecto se consideró primordial cumplir con el reglamento del IDAEH, por lo que la investigación se orientó académica y científicamente, tratando de obtener respuestas a múltiples interrogantes que aún persisten sobre Kaminaljuyu (Valdés y Hatch 1994). A pesar que la excavación está efectuándose únicamente en un sector del sitio, se consideró importante conocer los logros de proyectos anteriores para iniciar nuestra investigación con preguntas y problemáticas concretas que pudieran ser analizadas y respondidas desde esta zona periférica (Figura 1). Partiendo de la base que Kaminaljuyu fue un centro habitado por una sociedad compleja, el proyecto ha tenido una orientación multidisciplinaria, incorporando profesionales y estudiantes de Guatemala, Estados Unidos, Canadá y Costa Rica, con el afán de conocer más sobre los antiguos ocupantes de este importante lugar del altiplano guatemalteco.

El proyecto se ha desarrollado ininterrumpidamente desde octubre de 1994 hasta la fecha (julio 1995). Durante nueve meses se han realizado excavaciones en áreas abiertas, plazas, montículos y estructuras habitacionales, así como de manera paralela se han venido efectuando los trabajos de laboratorio, que incluyen análisis de la cerámica, lítica, consolidación de piezas, desarrollo de la escritura jeroglífica en monumentos, suelos y agricultura, que están proporcionado datos e información complementaria (Valdés 1994-1995).

El área de estudio ocupa una extensión de 23 manzanas (Figura 2) y se encuentra sobre la 21 avenida de la zona 11, colindando al norte con la Calzada Roosevelt, al sur con el Anillo Periférico y al poniente con la Plaza Giordani. Este lugar formó parte de los trabajos arqueológicos realizados por la Universidad del Estado de Pennsylvania entre 1968-1970, cuyos resultados fueron dados a conocer ampliamente en distintas publicaciones (Sanders y Michels 1969, 1973; Sanders 1974; Michels 1977, 1979a, 1979b; Webster 1973). Nuevas excavaciones se efectuaron sobre algunos de los montículos mayores en 1976, aunque de esto no se conocen informes. Otros estudios fueron realizados durante la última década en las cercanías de Miraflores II, entre ellos: Miraflores I (1984), San Jorge (1984-1986), Las Majadas (1986-1987), Cemaco-Peri-Roosevelt (1987-1988), Paiz-Megacentro (1990), Burger Shop (1990), Grupo A-IV-1 (1990-1992), La Democracia (1991), Mongoy (1991-1994) y otros menores de rescate junto al Anillo Periférico. Todos han aportado valiosa información para comprender el sistema social de Kaminaljuyu, aunque lamentablemente en algunos casos se carece de los informes y publicaciones de esos trabajos.

Aún así, las excavaciones anteriores han contribuido a la obtención de evidencias que apoyan cada vez más el elevado desarrollo cultural y la especialización alcanzada por la elite dirigente del sitio, demostrada ya con anterioridad durante los trabajos de la Institución Carnegie y otros investigadores (Kidder, Jennings y Shook 1946; Shook y Kidder 1952; Sanders y Michels 1969, 1973; Hurtado de Mendoza 1986; Hatch 1987). Asimismo, se han descubierto estructuras habitacionales asociadas a fogones y campos de cultivo, al igual que ha sido reconocido un complejo sistema hidráulico compuesto por el canal San Jorge y su red de canales secundarios, empleados para fines agrícolas (Gutiérrez 1989; Hatch 1993a; 1993b; Ivic 1994). Por medio del Proyecto Kaminaljuyu/San Jorge, realizado en la colonia del mismo nombre e inmediatamente al sur de nuestra área de estudio, se obtuvo información acerca de la población y la base económica del Preclásico Tardío, aunque quedaron dudas sobre el sistema y la forma de administración de los canales. Por lo tanto, se pensó que algunas respuestas debían ser buscadas en los terrenos con evidencia arqueológica al norte de San Jorge, como por ejemplo la Plaza Giordani o la actual área de estudio en Miraflores.

Sabemos que Miraflores es un área periférica, ubicada al sur de Kaminaljuyu y por lo tanto es obvio que no fue un lugar donde vivieron los gobernantes. Por ello se consideró que las investigaciones en este sector no darían información sobre la elite local, sino más bien podrían ampliar los conocimientos sobre sistemas administrativos, agrícolas, artesanales y de subsistencia para la población.

OBJETIVOS DEL PROYECTO

Para el presente estudio se consideró prioritario:

1.        Determinar la cronología del sitio

2.         Establecer la base económica a través del sistema hidráulico y agricultura asociada, así como medio ambiente y dieta de los antiguos habitantes del valle

3.        Ampliar el conocimiento sobre el sistema de organización socio-política

4.         Analizar el desarrollo y evolución de la escritura para comprender el grado de organización compleja en el sitio

5.         Definir función y especialización de la arquitectura de tipo ritual, pública y doméstica

INVESTIGACIÓN Y METODOLOGÍA DE CAMPO

Debido a la extensión del terreno, el mismo fue dividido en seis sectores mayores de excavación (Figura 2), los cuales han estado a cargo de diferentes arqueólogos: los trabajos de campo están bajo la completa supervisión de Juan Antonio Valdés, mientras que Francisco de León y Juan Alonzo están excavando en el Sector 1; Gustavo Martínez, Tania Cabrera y Nancy Monterroso en el Sector 2; Marion Popenoe de Hatch, Tomás Barrientos y Alfredo Román en el Sector 3; Héctor Escobedo, Mónica Urquizú y Jeanette Castellanos en el Sector 4; Juan Antonio Valdés con la ayuda de diversos estudiantes en los Sectores 5 y 6.

El término Sector se emplea como sinónimo de Operación. Se utilizan sub-operaciones para referirse a lugares específicos dentro de cada sector (e.g., plazas, montículos, etc.), mientras que las unidades de excavación corresponden a pozos, trincheras y calas de diversa extensión. Para mantener un mejor control de los lotes de cada unidad, se han empleado niveles arbitrarios de 0.20 m y en algunos casos también se ha excavado por estratos naturales.

Para dar respuesta a nuestros objetivos se planificó un adecuado sistema de excavación, basado en la combinación de varios métodos, teniendo como base principal el uso del muestreo aleatorio. Posteriormente se hicieron pozos al azar y también se utilizó un radar electromagnético de suelo.

Para la etapa de excavación se determinó aplicar dos fases diferentes. En la primera, luego de reticular el terreno en cuadrantes de 20 x 20 m, se empleó el sistema de muestreo aleatorio, durante el cual, por medio de pozos de 2 x 2 m, se excavó el 1% del área total del terreno (Figura 2). Durante esta fase se realizaron 313 pozos, que permitieron conocer las características generales del asentamiento así como también su cronología. La segunda fase, actualmente en proceso por medio de excavaciones arbitrarias, incluye la apertura de mayor número de unidades que permiten ampliar el conocimiento de rasgos y elementos específicos detectados durante el muestreo aleatorio. Al sumar los resultados de ambas fases se calcula que tendremos un total de 819 pozos y trincheras de diferentes dimensiones, que permitirán aumentar la muestra de estudio casi al 3% del área total. Para apoyar la metodología anterior, Jonathan Kaplan de la Universidad de Yale, está utilizando con éxito parcial el radar electromagnético de suelo, con un alcance de 4 m bajo la superficie, especialmente en la búsqueda de monumentos esculpidos, muros de viviendas, presencia de canales, concentraciones de materiales, depósitos y basureros que pudieran estar cercanos a conjuntos de edificios.

ANÁLISIS DE LABORATORIO

Varios miembros del proyecto están trabajando en el análisis de los materiales arqueológicos recuperados, así como en la catalogación, dibujo y conservación de piezas y artefactos: el análisis de materiales cerámicos está siendo efectuado por Marion Popenoe de Hatch y Marlen Garnica apoyadas por Carlos Ericastilla; Federico Fahsen está realizando el estudio sobre el desarrollo de la escritura glífica en Kaminaljuyu; Lilian Vega de Zea y Jacinto Cifuentes tienen a su cargo la restauración de piezas; Álvaro Jacobo el estudio de suelos, mientras que Luis Fernando Luin y David Mora efectúan los dibujos e ilustraciones.

Actualmente se encuentran bajo estudio los restos de cerámica, lítica, barro cocido, pigmentos, restos óseos humanos y restos óseos de animales. Asimismo, las muestras de suelos que fueron recuperadas para estudio de fitolitas, fosfatos, granulometría y sedimentación están siendo analizadas en dos diferentes laboratorios, mientras que los análisis de pigmentos se harán en la Institución Smithsonian de Washington. Los estudios de antropología física y análisis químico sobre huesos y dientes humanos están a cargo de Lori Wright en la Universidad McMaster de Canadá. Una mención especial merece el delicado y fino trabajo de consolidación y restauración de piezas cerámicas recuperadas en el campo, que permitirá en un futuro cercano apreciar los objetos tal y como fueron en su época.

Otro aspecto considerado de gran importancia es el estudio sobre el desarrollo de la escritura durante el Preclásico Tardío. Desde su concepción, este subproyecto contempló una revisión del material monumental ya existente de Kaminaljuyu, con el propósito de actualizar el conocimiento de los textos que aparecen en altares y estelas. Se estimó poca posibilidad de descubrir nuevos monumentos en el área de excavación, por estar retirada de los sectores político-administrativos principales. Sin embargo, la revisión del material monumental con textos está en relación directa con los periodos de ocupación ocurridos en el área de trabajo y por ello contribuye a los resultados que se obtendrán de todo el proyecto. Actualmente se está en el proceso de redibujar todos los monumentos identificados, para corregir errores de dibujos anteriores o para su publicación por primera vez (Fig.3). Interesa particularmente aquellos en que se pueda identificar cronológicamente el principio de la simbología glífica, indicativa del inicio de la escritura y por ende del desarrollo hacia una sociedad que se consolidaba cada vez más hasta llegar a convertirse en una cultura compleja (Fig.4). Asimismo, se hará un análisis de monumentos que exhiben textos, al igual que los que tienen textos borrados, para ver si la desaparición de la escritura durante el Clásico Temprano obedece a algún evento traumático en la sociedad de Kaminaljuyu.

RESULTADOS PRELIMINARES DEL PROYECTO

El material cerámico está siendo analizado por Marion Popenoe de Hatch, para llevar a cabo la clasificación y fechamiento. Esto ha permitido conocer que la ocupación humana no fue equitativa en los seis sectores que se encuentran bajo estudio en el área de Miraflores, aunque sí se han recuperado materiales que demuestran actividad durante largos siglos, desde la fase Las Charcas hasta Pamplona, aunque con una menor presencia de objetos y construcciones del Clásico Temprano (Figs.8-12). El método empleado es el sistema vajilla, que ha sido ampliamente aplicado en la Costa Sur y Altiplano guatemalteco, por lo que su uso permitirá mantener un estándar de información sobre Kaminaljuyu, así como establecer comparaciones con colecciones cerámicas recuperadas en otras regiones (Hatch 1987; 1989; 1993c). Asimismo, estas muestras cerámicas serán estudiadas por medio de la técnica de activación de neutrones para delinear cambios en el comercio antes, durante y después del Preclásico Tardío. Se espera que estos estudios permitan comprender, en parte, los antiguos movimientos humanos y relaciones comerciales en la región.

A todas luces, han sido reveladoras las excavaciones que se vienen efectuando en la parte sur del sitio (Sectores 3 y 4), ya que han proporcionado nuevos e impresionantes datos sobre el sistema de manejo de agua que funcionó durante el Preclásico Medio y Tardío en Kaminaljuyu. La información disponible ha mostrado que este sistema fue mucho más complejo de lo que se pensaba anteriormente y que requirió una gran organización socio-política para su control. Con anterioridad, por medio del Proyecto Kaminaljuyu/San Jorge, se conocía la existencia de un canal hidráulico de grandes dimensiones, llamado Canal San Jorge, pero gracias a las investigaciones de nuestro proyecto, dos canales más han sido recientemente descubiertos en sus cercanías, habiendo sido nombrados como Canal Miraflores y Canal Mirador (Figura 5). Estos, aunque de menores dimensiones que el Canal San Jorge, son de suma importancia para la investigación del complejo sistema hidráulico del sitio.

El canal Miraflores tiene una orientación de 9° noreste y fue el primero en ser investigado, ya que se localizó en varias de las unidades aleatorias. Posteriormente ha sido excavado mediante trincheras arbitrarias que han mostrado cambios en su forma y dimensiones, ya que en algunos lugares mide 3.90 m de ancho por 5.80 m de profundidad y tiene forma de «V» (Figura 6), mientras que en otros aumenta el ancho pero disminuye su profundidad adquiriendo una forma de «U» (Figura 7). Esto evidencia que el diseño y la construcción del canal fue planificada para controlar la velocidad y el volumen de agua con propósitos específicos. La hipótesis propuesta por el proyecto es que el agua se utilizó con fines agrícolas y, aunque no se cuenta todavía con suficiente evidencia para aseverarlo, algunas de las excavaciones más recientes en el área (junto al Anillo Periférico) han detectado lo que parece ser surcos de cultivo.

Una de las evidencias más sorprendentes se obtuvo al conocer que el Canal Miraflores fue rellenado intencionalmente durante la fase Verbena (400-200 AC), según lo indica el fechamiento cerámico del relleno. El motivo de esto aún está bajo estudio, aunque el análisis de sedimentos en la margen sureste del lago Miraflores parece indicar que sus aguas estaban descendiendo considerablemente desde finales del Preclásico Medio, haciendo retroceder sus orillas cada vez más, especialmente durante el Preclásico Tardío.

Durante las excavaciones del Canal Miraflores se detectó el canal Mirador, que sigue una orientación de 28° noroeste (Figura 5). Al excavarse la intersección de ambos canales, se encontró que estos eran independientes uno del otro. Cabe la posibilidad que el Canal Mirador sea un drenaje del canal San Jorge, pero se necesita más evidencia para comprobar esta idea. El Canal Mirador es menos profundo que el Miraflores y proporciona evidencia de un sistema de control del flujo de agua. Esto se observa en la intersección de ambos canales, donde el Canal Mirador presenta salientes en sus paredes que lo hacen más angosto, seguramente para facilitar la colocación de compuertas de madera. Las dimensiones del Canal Mirador sufren un cambio radical mientras sigue hacia el sureste, reduciéndose posiblemente para un uso específico, posiblemente drenando en pequeños canales para irrigación en un sistema de agricultura intensiva. A diferencia de los otros dos canales, el Canal Mirador no fue rellenado, razón por la cual se cree que continuó funcionando después que los demás. Esto se evidencia por el material encontrado en el fondo del canal, fechado para el Clásico Tardío, así como por la presencia de una mandíbula de caballo (Kitty Emery, comunicación personal).

Como parte del estudio de los canales, se ha tenido la valiosa ayuda del Ing. Charles Ortloff, experto en sistemas hidráulicos prehispánicos de Mesoamérica y Sudamérica. Sus ideas y sugerencias han sido importantes para la comprensión del comportamiento y función de los canales, ofreciendo consejo para la mejor investigación de estos. En el futuro se analizarán todos los datos provenientes de las excavaciones para reconstruir el sistema mediante modelos hechos por computadora.

Como ya se mencionó, cercano a los canales Mirador y Miraflores se han descubierto estratos de paleo suelo de color muy oscuro, con alta concentración orgánica que tienen forma de surcos, por lo que consideramos que se está en un área dedicada a la agricultura. Se espera la posibilidad de análisis de polen y semillas para identificar los cultivos e, indirectamente, algo de la dieta precolombina.

El análisis de los canales de irrigación y el terreno asociado contribuyen a entender factores ecológicos durante la ocupación de Kaminaljuyu. Aunque por el momento aún no se pueden dar respuestas definitivas, nos esforzaremos en determinar la naturaleza del ambiente, cómo interactuaban los antiguos habitantes del sitio con su ambiente, cómo funcionaban los sistemas hidráulicos y el método de agricultura que sostenían, así como sus tipos de cultivo. También se está intentando determinar cómo el hombre alteró el paisaje, los cambios que ocurrieron a través del tiempo y cómo estos cambios afectaron a la comunidad. Las interpretaciones se basarán en el análisis de polen, semillas, muestras de suelo, la estratigrafía y cronología de los canales, así como en la información química y mineralógica. Se espera que puedan establecerse algunas inferencias respecto de por qué se secó el lago Miraflores, si se debió a un uso excesivo del agua canalizada, a una sedimentación del lago por la tala del bosque, movimientos tectónicos, un periodo de sequía, combinación de varios de estos factores u otra razón. También se espera determinar si la agricultura de esta zona era para consumo local, para eventos públicos especiales, para comercio, etc. El plan es investigar todos los factores ecológicos y socio-políticos que sea posible, a través de los métodos que estén disponibles en este proyecto.

Con el objetivo de conocer la nutrición, dieta y estrategias de subsistencia de los antiguos habitantes, se están analizando muestras paleobotánicas, huesos humanos y fauna local. El estudio de suelos, con la colaboración de John Foss de la Universidad de Knoxville, Tennessee, ampliará este tema sin ninguna duda. Ya se hizo la clasificación de los suelos del sitio y las muestras están en proceso de análisis. Los estudios sobre restos óseos de animales, a cargo de Kitty Emery de la Universidad de Cornell, New York, han dado un primer avance al demostrar que en el valle había conejos, venados cola blanca y tortugas.

Por otra parte, el estudio de arquitectura ritual y habitacional ha concluido en la etapa de campo, pero los datos están siendo reevaluados para compararlos con otros edificios del sitio. En todos los casos se hicieron trincheras en la base y pozos de 2 x 2m en la sección superior de los montículos, para identificar rasgos arquitectónicos, morfología, temporalidad y concluir con estadios constructivos. Esto, aunado a los objetos líticos, materiales cerámicos y figurillas asociadas (Figuras 8 a 11), está contribuyendo a conocer el sistema social y ritual de los periodos Preclásico y Clásico, así como a establecer comparaciones con otros sectores de Kaminaljuyu que han sido investigados en el pasado.

En base a los datos obtenidos hasta el momento, sabemos que el sitio presenta ocupación desde la fase Las Charcas, pero preferentemente en la parte oeste del Sector 1 (cerca de la calzada Roosevelt), junto a las antiguas orillas del lago Miraflores. Estas evidencias aparecieron a casi 3 m de profundidad y se trata de restos de pisos, fogones y basureros. La fase Providencia del Preclásico Medio vino a ser una etapa de gran interés, pues fue en ese momento cuando se construyeron muchos de los edificios mayores que se encuentran al oeste de la Plaza Mirador, incluyendo B-V-3, el más grande de todos, además de sus vecinos B-V-4 y B-V-5. Áreas residenciales también se observan en pequeñas y bajas plataformas hechas de barro o trabajadas en talpetate natural. La organización socio-política se volvió más compleja y parece ser que desde la fase Providencia se principió a utilizar el canal Miraflores, el más antiguo de todos los conocidos en Kaminaljuyu hasta el momento. La fase Verbena muestra incremento en el uso de las técnicas agrícolas, incluyendo alteraciones hidráulicas para ampliar la producción.

Durante el Preclásico Tardío (fase Verbena) se dejó de utilizar el canal Miraflores y se excavaron los canales San Jorge y Mirador. Esto pudo traer consigo un cambio en el sistema de producción, así como en el sistema de gobierno y control de personal dedicado a las tareas agrarias. Aparentemente los montículos mayores fueron empleados como plataformas para edificios administrativos, utilizados como puestos de control para observación de cuadrillas trabajando en los campos, aunque también pudieron tener otra función colateral. Se sabe que el sistema de gobierno fue cada vez más complejo y centralizado en una elite que no vivía en Miraflores, sino posiblemente en el Montículo E-III-3, donde se descubrieron ricas tumbas pertenecientes a gobernantes (Shook y Kidder 1952). La escritura e iconografía fueron ampliamente representadas en los monumentos esculpidos del momento, haciendo alarde de los gobernantes y divinidades protectoras, relacionadas en todo momento con los conceptos religiosos de la población prehispánica del Preclásico (Figuras 3 y 4).

Las cosas cambiaron durante el periodo Clásico Temprano, momento en que parece haber disminuido la población en los terrenos de Miraflores, igual que sucedió en el resto del sitio. Las excavaciones realizadas han aportado muy poco material fechado para este momento, lo cual puede indicar crisis a nivel general. El Clásico Tardío tuvo un nuevo repunte poblacional en Kaminaljuyu y esto puede observarse también en el área investigada de Miraflores, donde todos los montículos presentan cerámica asociada de esta época, aunque en especial las estructuras de tipo habitacional y el sector agrícola. Tiestos erosionados del Clásico Tardío aparecen dispersos sobre todo el terreno, como signo de la última etapa ocupacional del lugar. Los canales que no habían sido rellenados con anterioridad fueron llenándose poco a poco con restos de basura de los habitantes o agricultores de este terreno. Muy poco material del final del Clásico, incluyendo algunos ejemplares de la vajilla Plomizo San Juan (Figura 12), ha sido encontrado cercano a estructuras o en depósitos cerámicos. Luego, al inicio del Posclásico, este lugar fue abandonado.

Figura 1 Área de investigación Proyecto Arqueológico Miraflores II

Figura 2 Planta de excavación

Figura 3 Estela 25 (redibujada: D. Mora)

Figura 4 Altar 1

Figura 5 Planta de los canales

Figura 6 Perfiles y planta del canal Miraflores

Figura 7 Perfiles y planta del canal Miraflores

Figura 8 Cuenco Café-Negro del Preclásico Tardío

Figura 9 Cerámica del Clásico Tardío

Figura 10 Figurillas del periodo Preclásico

Figura 11 Fragmento de incensario del Clásico Tardío

Figura 12 Vaso Plomizo San Juan

REFERENCIAS

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