38 CULTO AL DIOS MUNDO DE SANTA LUCÍA COTZUMALGUAPA, ESCUINTLA: UN RITUAL REALIZADO POR INDÍGENAS EMIGRANTES Sonia Medrano – Simposio 04, Año 1990

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Medrano, Sonia

1992    Culto al Dios Mundo de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla: Un ritual realizado por indigenas emigrantes. En IV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1990 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady), pp.355-360. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

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CULTO AL DIOS MUNDO DE SANTA LUCÍA COTZUMALGUAPA, ESCUINTLA:

UN RITUAL REALIZADO POR INDÍGENAS EMIGRANTES

Sonia Medrano

Ha sido común encontrar que monumentos arqueológicos, pirámides, edificios y en la mayoría de los casos esculturas, son motivo de veneración y objeto de elaborados cultos en el presente. En la Costa Sur de Guatemala, específicamente en Escuintla, ya no existen núcleos permanentes de población indígena. El trabajo temporal, sin embargo, atrae a muchos indígenas del Altiplano durante las temporadas de cosecha. Estas migraciones temporales lo obligan a trasladarse a una región muy diferente a la propia.

La escultura del viejo en el sitio de El Baúl en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, ha sido llamada el Dios Mundo por los indígenas y la visitan para rendirle culto. En la presente ponencia se trata de identificar el significado de este ritual dentro de las creencias del Altiplano y cómo ellas integran el pasado prehispánico dentro de las mismas.

Región de Santa Lucía Cotzumalguapa

La región de Cotzumalguapa se encuentra en el área norcentral del departamento de Escuintla, Guatemala. En el área del pie de monte de la cordillera, precisamente en las faldas del volcán de Fuego y en el límite norte de la planicie costera del Pacífico, que aquí alcanza un poco más de 50 km.

La región tiene uno de los índices de precipitación pluvial más altos de Guatemala, suelo profundo y fértil y una gran cantidad de arroyos y riachuelos que en la época lluviosa arrastran lodo y piedras hacia la planicie, causando inundaciones y deslaves.

En el momento de la conquista la región se encontraba ocupada por los Kaqchikel que en alianza con los españoles vencieron a los Pipiles de Itzcuintlan, localidad que se encontraba cerca de la actual ciudad de Escuintla (Polo Sifontes 1989). La presencia Kaqchikel en la región era reciente ya que, según relaciones indígenas, fueron tierras conquistadas a los Tz´utujil y Pipil (Thompson 1948).

La región de Cotzumalguapa fue colonizada por frailes franciscanos durante el Siglo 16 fundándose 12 poblados (Juarros 1981; Vásquez 1937-44).

En algunos de ellos se construyeron templos y conventos como fue el caso de Santiago y Santa Lucía Cotzumalguapa, San Francisco y San Juan Ichanguegue. Según la descripción de Thompson (1948) estos poblados quedan localizados en un radio de alrededor de 5 km del sitio arqueológico de El Baúl, pero durante los primeros años de la Colonia sus poblaciones se vieron disminuidas por diferentes pestes (Juarros 1981), los sobrevivientes se trasladaron a Santa Lucía Cotzumalguapa, población que se conoce actualmente con la categoría de ciudad. Los indígenas de estos poblados coloniales eran hablantes de Quiche y Kaqchikel. Hasta principios del presente siglo todavía se hablaba Kaqchikel en la región (Parsons 1969).

Alrededor de Santa Lucía Cotzumalguapa se encuentran importantes sitios arqueológicos: El Baúl, Bilbao y El Castillo (Thompson 1948; Parsons 1969). Estos sitios se conocieron desde fines del siglo pasado destacando por su característica escultura, localizada inicialmente en Bilbao. El estilo es marcadamente diferente del conocido para el área Maya central, por lo que se nombró estilo Cotzumalguapa (Vreeland y Bransford 1885). Varios monumentos esculpidos en piedra con características de este estilo han sido localizados en una amplia región del sur y centro de Guatemala que incluye el valle de Panchoy, Patzun, Santa Apolonia y San Martín Jilotepeque en Chimaltenango y a lo largo de la Costa Sur desde Suchitepéquez hasta el sitio de Cara Sucia en El Salvador (Hatch 1989; Braun 1977; Parsons 1969).

Thompson (1948) determinó por medio de excavaciones que El Baúl fue construido y ocupado durante el período Clásico, entre 200 y 900 DC. Parsons corroboró este fechamiento en Bilbao (1969), estableciendo que la mayoría de monumentos y construcciones visibles hoy en día se sitúan cronológicamente durante el período Clásico Tardío, o sea entre 600 y 900 DC. Por este fechamiento, la cultura que floreció en la región de Cotzumalguapa no puede identificarse con los Pipiles, ni con los Kaqchikel ya que estos grupos pertenecen al Postclásico y para este momento, las áreas centrales de Cotzumalguapa se encontraban abandonadas.

Dios Mundo y María Tecun

Dos de los monumentos de El Baúl son usados hoy en día en prácticas religiosas tradicionales. Ambos monumentos se encuentran en la Acrópolis Central de El Baúl, que es una plataforma de alrededor de 5 m de altura, sobre la cual se encuentran varios montículos y una plaza hundida que probablemente sea un juego de pelota (Thompson 1948). El Monumento 3, el Dios Mundo, aun se encuentra en su lugar original; mientras que el Monumento 2, María Tecun, se encontraba ubicado frente a un montículo, de donde fue trasladado al pie del árbol frente al Monumento 3, donde está actualmente. Desde principios de este siglo ha sido reportado el uso de los monumentos de El Baúl o San Francisco, nombre con el que se conoce al sitio en la localidad, como foco de ceremonias y rituales religiosos tradicionales (Termer 1957; Ritzenthaler 1963; Hatch 1989).

El Monumento 3 es indistintamente conocido como Dios Mundo, Rey Tecun, Tecun Uman o simplemente la Piedra, es la representación de la cabeza de un viejo, lleva una banda en la frente, tocado que ha sido nombrado xiucoatl (Hatch 1989), orejeras de cordones que atraviesan los lóbulos de las orejas, tiene una nariz pronunciada y arrugas claramente marcadas en toda la cara, por la forma de los labios se puede notar que ya no tiene dientes. Se encuentra viendo hacia el este, colocado sobre un piso de piedras rectangulares. La gente de la región interpreta que es la cabeza de un gigante que está enterrado; su cuerpo sería el montículo de la Acrópolis de El Baúl y solo sobresale su cabeza.

Earle (1986:165), en una descripción de las creencias religiosas del Altiplano, específicamente de Quiché, menciona que el Santo Mundo, el dios que está a cargo de todo lo que está en la tierra, el mundo en que vivimos, se encuentra con la cabeza en el oeste viendo hacia el este, donde nace el sol, esta creencia coincide con la posición del Monumento 3 de El Baúl.

El Monumento 2 es una estela que representa un personaje de cuerpo entero que lleva un elaborado tocado con la banda xiucoatl en la frente, pendientes de círculos en las orejas, una camisa corta, falda con el glifo de Tlaloc al frente, pulseras y tobilleras. A los lados de la figura central hay nueve glifos, ocho puntos enmarcados que seguramente representan números y un glifo de venado, también enmarcado, arriba de dos de los puntos. El personaje de este monumento representa a una figura masculina, la falda es común como parte del atuendo en otros monumentos de la región. Sin embargo, la falda ha sido el motivo por el cual se identifique a este personaje con una mujer, la compañera del viejo, y se le llama La Reina (Hatch 1989) o María Tecun.

En la actualidad la Acrópolis de El Baúl se encuentra en medio de un cañaveral, la superficie está cubierta por una densa vegetación de arbustos, con una vereda que se mantiene limpia por el continuo paso de las personas que practican el culto a los monumentos.

En Santa Lucía Cotzumalguapa los ladinos se refieren al Dios Mundo simplemente como «la Piedra». Los ladinos locales no visitan el lugar pero tienen referencias de su uso como un adoratorio e incluso le piden a los chimanes (indígenas que practican costumbres religiosas tradicionales, también son llamados brujos), que viven en la región, que realicen costumbres en favor o beneficio de ellos.

Cabe mencionar que en la región se encuentra también otro adoratorio en la base suroeste del Peñón de Siquinala. En la pared de la peña se pueden observar los lugares donde se realizan quemas de copal y los mensajes escritos con peticiones dirigidas a Diego. Varias leyendas de Siquinala relacionan al Peñón con facultades de otorgar dinero o riquezas a las personas temerarias que demuestran valor. Diego es identificado con un personaje diabólico que da favores materiales a cambio del alma del individuo. Los indígenas no mencionan que sus rituales incluyan visitas al Peñón.

Las creencias

Al Rey Tecun o Dios Mundo se le pide por el bienestar en general, además de rogar permisos por actividades que se quieren hacer y protección de las envidias de los demás. El Dios Mundo tiene el control de lo que pasa sobre la tierra y es por ello que puede interferir positiva o negativamente sobre todo lo que pasa en el mundo, de allí viene su nombre. Esta concepción de una deidad del mundo ha sido identificada entre las creencias indígenas del Altiplano, específicamente en Chichicastenango (Bunzel 1981), Momostenango (Cook 1986), Chinique (Earle 1986) y Chiapas (Gossen 1979).

Los indígenas del Altiplano que llegan a trabajar temporalmente a la Costa Sur, en el corte de caña de azúcar y algodón, realizan personalmente las costumbres, sobretodo en tiempo de zafra. Estos trabajadores temporales mencionan que han sabido del lugar donde se encuentra el Dios Mundo a través de amigos o parientes y acuden para pedir permisos o para que les vaya bien en el corte de caña.

En la región se han quedado a vivir permanentemente algunos emigrantes del Altiplano que, siendo chimanes, han mantenido su religión tradicional y continúan realizando el culto al Dios Mundo durante todo el año. Algunos de ellos son originarios de Joyabaj y Cunen, en el departamento de Quiché; son ellos, quienes tienen clientes ladinos a los cuales les realizan costumbres para lograr la protección y los beneficios del Dios Mundo.

Uno de estos chimanes, originario de Cunen, tiene 15 años de vivir en la región y siempre ha practicado sus costumbres porque desde que vino por primera vez a la costa le refirieron el lugar. El es un chiman que hace costumbres y adivinaciones por encargo, y relata que tiene alrededor de 28 clientes ladinos que normalmente le piden ciertos favores y permisos del Dios Mundo. Los monumentos de El Baúl no son los únicos que él visita para realizar estas peticiones, sino que regularmente realiza un circuito que además incluye la piedra de Santa Bárbara y las iglesias de Escuintla y Palín. Cada uno de estos lugares se visita para pedir por favores distintos porque cada uno posee cualidades inherentes que otorgan diferentes resultados. Por ejemplo si se quiere sacar a alguien de la cárcel es necesario ir a Palín «porque allí los santos ayudan en eso» ya que según él describe «se encuentran encadenados»; por el contrario, si se necesita que el Seguro Social otorgue una prestación hay que ir a la iglesia de Escuintla.

María Tecún tiene también facultades especiales ya que ella es la dueña de las enfermedades y del dinero. A este respecto los chimanes interpretan que los puntos tallados en la piedra son monedas de diez y cinco centavos y el glifo del venado es una choca (nombre que se da en Guatemala a la moneda de veinticinco centavos). Al preguntar por qué se relaciona a este monumento, tanto con enfermedades como con dinero, respondieron simplemente «por eso», al parecer el dinero es como una enfermedad para ellos. Además que ambas están ligadas porque si se tiene dinero se puede comprar medicina, o sea que se puede comprar la salud.

El culto a estos dos monumentos lo relacionan directamente con los ancestros, ya que se explica que ellos son los que vivieron antes y que con ellos están los parientes ya fallecidos. Los indígenas aclaran que aunque sus parientes estén enterrados muy lejos, en el Altiplano, se encuentran en compañía del Dios Mundo y María Tecún o sea que tienen la creencia que estos dos seres comparten la vida después de la muerte con los parientes fallecidos.

En el Altiplano, sobretodo en el departamento de Quiché, se conoce de la existencia de este centro ritual en Santa Lucía Cotzumalguapa. Los trabajadores temporales relatan, «allá nos dijeron que viniéramos», pero no es solo a este nivel informal que se conoce la existencia del Dios Mundo. Algunos de los chimanes de Quiché realizan, dentro de sus costumbres, peregrinajes anuales a cuatro centros para rendir culto. Son visitados el Señor de Esquipulas, el Dios Mundo de Santa Lucía Cotzumalguapa, la Virgen de Chiantla y el Señor de Chajul (Earle comunicación personal 1990). Es importante destacar la ubicación geográfica de estos centros ya que pueden identificarse con los puntos cardinales: Esquipulas al este, Cotzumalguapa al sur, Chiantla al oeste y Chajul al norte.

Algunas veces hacen el viaje únicamente para visitar al Dios Mundo de Cotzumalguapa. Viaja la familia completa desde el Altiplano, trayendo las ofrendas para realizar el ritual. Para que se cumplan los favores pedidos se tienen que hacer siete viajes. Al preguntar cada cuanto tiempo tenían que viajar respondieron que cada vez que volvieran a juntar el dinero para los pasajes; pero que tenía que ser lo más seguido posible.

El ritual

Las personas que realizan costumbres son siempre indígenas, y en la mayoría de los casos asiste toda la familia para hacer el ritual. Las mujeres y los niños se sientan o simplemente sirven cosas, los hombres mayores o cabezas de familias son los que se dirigen directamente a los monumentos hablándoles y colocando las ofrendas. Tanto a María Tecún como al Dios Mundo se les pide a viva voz los favores y permisos, en lengua y en español. Antes y después de pedir los favores específicos se leen o recitan una serie de oraciones, en una oportunidad, por ejemplo, se leían himnos cristianos.

Los indígenas no hacen una diferenciación entre los rituales que se hacen en la Iglesia y los que se realizan a estos dioses prehispánicos. Uno de ellos incluso me preguntó si yo era católica porque así, si comprendería de lo que se trataba.

Las ofrendas que se presentan a los monumentos consisten en candelas blancas y amarillas, flores blancas, moradas y amarillas, azúcar, licor blanco, perfumes o lociones aromáticas, limones, copal y pom. Algunas veces se pueden observar restos de aves domésticas pero al preguntar sobre ellos a los informantes no se daban por enterados, parece que el sacrificio de aves envuelve rituales especiales que no quisieron describir.

Las ofrendas son descritas como un regalo para agradar a los dioses y así, complaciéndolos, lograr que otorguen lo pedido. Describen que es importante presentar aromas especiales porque ellos agradan a los dioses. El Dios Mundo y María Tecun están en otra realidad y aunque comparten la realidad de los hombres, solo son capaces de percibir ciertas sensaciones como son los olores fuertes y el humo. Por eso el humo del copal y el fuego de las candelas lleva el mensaje que se pide.

Discusión

Los emigrantes del Altiplano han llevado sus creencias tradicionales a la Costa y para realizar el culto hacen uso de esculturas prehispánicas totalmente ajenas a su región o de las iglesias Católicas locales. Esta es una evidencia de adaptación y reutilización muy clara, fácilmente se han acoplado al nuevo lugar a donde han llegado. Es muy probable que este fenómeno se diera con el influjo de trabajadores temporales que empezó a raíz de la introducción del cultivo del café en la región a finales del siglo pasado.

Los monumentos o lugares son visitados porque tienen cualidades propias muy claras que ayudan a lograr que se cumplan las peticiones o favores. Por ejemplo, los glifos son identificados con monedas y por lo tanto María Tecun es dueña del dinero.

Es importante destacar que la existencia de circuitos de visitas religiosas son practicados a diferentes niveles dentro de la costumbre tradicional. Varias regiones, algunas muy distantes y sobretodo variadas son visitadas dentro de un marco religioso por los chimanes. Podría inferirse que estos peregrinajes son una forma de obtener o investirse del poder necesario para practicar la profesión de chiman. Como explicaba anteriormente, los chimanes asumen que cada lugar tiene diferentes cualidades, por lo cual se logran diferentes resultados al hacer la costumbre en cada uno de ellos. Por lo parece que es necesario visitar estos lugares para obtener el carisma que cada uno de ellos tiene y así poderlo transmitir a sus clientes. Este aspecto es muy interesente ya que estos circuitos ponen en contacto a personas de diferentes regiones y establecen cualidades específicas a cada centro religioso que pueden ser adquiridas por medio de visitas.

En la Costa Sur se encuentran otros centros rituales tradicionales en los cuales se rinde culto a monumentos arqueológicos, un ejemplo podría ser la llamada Piedra Santa de Palo Gordo. Otros lugares son naturales como el Peñón de Siquinala donde se pide a Diego por dinero y por favores materiales mundanos. Sin embargo estos sitios no fueron mencionados dentro de las visitas locales que realizan los chimanes del Dios Mundo de Cotzumalguapa. Este detalle es interesante ya que podría explicar los límites de la región que incluye un chiman dentro de sus costumbres o podría también deberse a diferencias entre la práctica de diferentes chimanes. Estas son posibilidades que merecen estudio por separado e incluyendo otras variables que no fueron tomadas aquí.

El culto al Dios Mundo de Cotzumalguapa refleja muchos de los cambios que afectan a las poblaciones indígenas de Guatemala. Entre las ofrendas por ejemplo se incluyen elementos naturales y tradicionales como el copal y el pom pero las flores son casi siempre crisantemos, flores cultivadas en viveros que no crecen naturalmente. Alrededor de Santa Lucía Cotzumalguapa hay cinco ingenios azucareros, o sea que la actividad productiva gira alrededor del azúcar y ésta se ofrece dentro del ritual al Dios Mundo. Los himnos y oraciones cristianas evangélicas demuestran el impacto que tiene estas nuevas sectas dentro de los practicantes de la religión tradicional.

REFERENCIAS

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